---- SU AMOR SECRETO --------
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Lastima que fue un sueno hahahahah
Siguele por favor esta muy interesante la novelaa
Siguele por favor esta muy interesante la novelaa
Chicana_415- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
hola niñas aqui les dejo el otro capi y espero mañana ponerles en mi otra novela ok perdon pero ya saben andamos muy trabajosas pero grax por leerme
CAPITULO # 4
El asiento era demasiado pequeño para las largas pierna de Víctor, estaba sentado solo en la fila de un asiento, a la izquierda del pequeño avión bimotor, al otro lado los asientos eran dobles y había animado a Raúl y a Myriam para que se sentaran juntos, empezaba a arrepentirse, lo había hecho porque pensaba que había química entre ellos dos, no sabía porque los imaginaba como pareja, ni porque le importaba, nunca antes había echo de casamentero, eran serios, profesionales bien educados……………. Lo lógico era que se sentaran juntos.
Pero verlos con las cabezas juntas murmurando y riendo lo estaba poniendo enfermo, no oía lo que decían, lo importante era que cuando Raúl hablaba, Myriam ladeaba la cabeza y el pelo le caía en el hombro de manera muy femenina y sus ojos oscuros resplandecían, lo importante era que cuando la azafata les llevo refrescos, Raúl pasó el suyo a Myriam y sus manos se rozaron, lo importante era que Víctor estaba solo, observándolos y cada vez mas molesto.
Le pidió una cerveza a la azafata y no le agrado para nada el sabor, pensó que los aviones deberían ofrecer BATIDOS FRUTALES GARCIA, eran mucho mejor que los refrescos o
Los aguados zumos de lata, le habría gustado comentar la idea con sus dos empleados, pero estaban demasiado ocupados bebiendo y mirándose a los ojos.
No sabía por qué habría querido que Myriam los acompañara, tenía algo, algo que lo inquietaba desde la noche que la llevó a su casa, o quizá lo inquietara algo distinto que no tenía que ver con ella.
Debía concentrarse en conseguir la cuenta de Vida Natural, y no desaprovecharía su materia gris en preguntarse qué le susurraba Raúl a Myriam, y de qué se reía ella o en porque no había dormido de un tirón desde aquel sábado, hacia ya dos semanas, seguramente se sentiría mejor si Rocío y él se veían en Chicago, habían tenido una buena relación en primavera, no larga pero se habían despedido como amigos, y verla lo animaría, Rocío era la antítesis de Myriam, pasar un rato con ella lo haría ver a Myriam con otra perspectiva, Myriam era su contable, PUNTO FINAL!!!!!!!
Volvía a reírse, a pesar del ruido de los motores, oía su risa, o tal vez la imaginaba, DIABLOS!!!!!!!! , en todos los meses que llevaba trabajando para él, nunca la había visto reír tanto como en ese vuelo.
Raúl y ella llevaban sus ordenadores portátiles.
Deberían sacarlos y ponerse a trabajar o hacer solitarios, cualquier cosa menos inclinarse uno hacia el otro y hacerse comentarios divertidos, separados de Víctor separados de un pasillo que parecía tan ancho y profundo como el Cañón del Colorado.
PIENSA EN ROCIO, se dijo, PIENSA EN VIDA NATURAL, planifica tu estrategia.
Si todo iba bien, no tendría que recurrir a Rocío, ella le había dado acceso a Vida Natural, pero no había tenido nada que ver con la negociación, no quería complicarle la vida, ahora que estaba por casarse, pero no iba a dejar que se le escapara la cuenta. Raúl podía ser un genio empresarial, pero Víctor sabía algo de cómo crear una compañía y conseguir que diera beneficios, llevaba diez años haciendo eso.
Anunciaron que estaban a punto de aterrizar y Víctor se alegró, Raúl y Myriam tendrían que dejar las risas y los susurros y recordar quien era jefe, y el jefe tendría que dejar su estúpida actitud, había incluido a Myriam en el viaje por Raúl, debería alegrarlo que hubieran congeniado tan bien.
En cuanto salieron del avión, noto que el sol sacaba destellos rojos del pelo de Myriam, se dijo que Myriam tenía el pelo marrón, los reflejos que veía últimamente debían ser de peluquería.
No había creído que tuviera la vanidad de teñirse el perlo, que quizá la tenía y no se había fijado, su mundo se había vuelto del revés desde el cambio de hora.
Cuando recogieron el equipaje, vio que Myriam y Raúl traían maletas negras con ruedas, Víctor traía una bolsa de viaje color naranja brillante, no la habría cambiado por su aburrido equipaje, pero lo molestó que fueran tan distintos.
Me encantan esos aviones de hélice, comentó Myriam, siempre me siento como Amelia Earhart, cuando monto en uno.
AMELIA EARHART? Víctor nunca habría adivinado que a Myriam le interesara la personalidad de una aviadora atrevida, se adelantó y salió hasta la fila de taxis que esperaba afuera.
Si hubiera alquilado un coche, Myriam o Raúl, se habrían sentido obligados a sentarse delante con él, pero en un taxi, él iría adelante y ellos dos atrás, tenía sentido, porque él era mas alto y necesitaba mas espacio, pero aun así…… se sentía aislado, hacer de casamentero era una afición muy solitaria.
Que horario tenemos mañana? Preguntó Raúl, una vez que le dio la dirección del hotel al taxista.
Víctor se volvió para mirar hacia atrás, los dos parecían más descansados que él tras dos horas de vuelo, Myriam seguía estando radiante, con color en las mejillas y la comisura de los labios a punto de esbozar una sonrisa, Raúl, con sus gafas, y el pelo impecable, parecía un modelo de Ralph Lauren, rico y privilegiado, Víctor en cambio, creía en viajar cómodo y eso implicaba vaqueros gastados, una camisa de franela sobre una camiseta y una vieja chaqueta de cuero, lo irónico era que Raúl con sus pantalones planchados, camisa de firma y chaqueta de lana parecía más cómodo que Víctor.
Myriam no parecía cómoda o incómoda, sólo atractiva, Víctor la había estudiado últimamente y se había convencido de que no había recurrido al maquillaje, el color rosado de sus mejillas era natural y tenía las pestañas oscuras y espesas sin recurrir al rimel, la había visto tomando café en la oficina y nunca dejaba marcas de carmín en la taza, así que sus labios debían tener ese color rosado.
Estaba a años luz de ser despampanante, nadie se volvería para mirarla, pero Víctor, cada vez que estaba con ella, deseaba hacerlo, no por su belleza, sino porque seguía intentando descubrir qué había cambiado.
Tenemos una reunión con MAX DE LA MORA a las nueve y media, le contestó a Raúl.
Max es el presidente de la cadena de alimentos Vida Natural, le recordó Raúl a Myriam, espero recuperar la cuenta, dijo Víctor, había pensado en planificar la estrategia esta noche mientras cenamos, les parece bien? Miro a Myriam, supuso que debía estar nerviosa, nunca se había reunido con un cliente, ni había relanzado un contrato ni planificado estrategias, la misión de ese viaje era nueva para ella.
Myriam asintió y él soltó el aire de repente, lo había estado conteniendo sin darse cuenta, participa cuanto quieras esta noche, le dijo, enserio cualquier idea que se te ocurra.
Si tengo alguna le diré, sonrió titubeante.
Bien, él se volvió hacia delante y su respiración volvió a la normalidad, quería hacerle un montón de preguntas, como estaba su perrita, si seguía andando en bicicleta desde que la temperatura había bajado, que planes tenía para el día de Acción de Gracias, si había disfrutado tanto en el vuelo porque Raúl era buena compañía, si estaba interesada en Raúl.
Se animó a mirar el asiento trasero de reojo, Raúl observaba a Myriam, que estaba alisándose el abrigo bajo el cinturón de seguridad, esa era la Myriam que él conocía, no la chica atrevida que se creía Amelia Earhart en su avioneta, sino una contable que se ponía el cinturón en el asiento trasero de un taxi.
Hablar con Raúl era muy fácil, hablar con Víctor nunca lo sería, quizá porque tenía la capacidad de hacerle sentirse como una adolescente embobada con el chico mas guapo del instituto.
Myriam seguía sin saber por qué la había incluido en el viaje, ni que podía aportar ella a la estrategia para convencer a MAX.
Los Romero, que vivían al otro lado de la calle, habían accedido a quedarse con Grecia unos días y tenía que comprarles un regalo de agradecimiento en Chicago, los Romero eran encantadores, pero Grecia podía dar mucho trabajo, cuando quería y solía querer, Myriam les había dejado instrucciones, un saco de pienso y su pelota amarilla favorita, suponía que estaría bien y no la echaría mucho de menos, de echo temía que los Romero, se enamorarán de Grecia y ella de ellos y todos desearan que se quedara en Chicago para siempre.
No debería haber echo el viaje, pero su jefe se lo había pedido y no era buena táctica negarse a los deseos del jefe, en cualquier caso, tenía que admitir que habría ido al infierno si Víctor se lo pidiera, aunque no hubiera sido su jefe.
Había estado pendiente todo el vuelo de él, al otro lado del pasillo, se había sentido culpable de haber charlado con Raúl, en vez de haber aprovechado el tiempo trabajando, pero Raúl no había echo el intento de encender el ordenador portátil, había charlado con ella, describiendo el invierno en Cape Cod, la tranquilidad de las playas, el placer de poder jugar al golf sin hacer reservas con semanas de anticipación.
Le había preguntado si no había nieve en el campo de golf y él le explicó que allí nevaba mucho menos que en el resto de Massachussets.
Si te gustará el golf tanto como a mi, añadió no te importaría ponerte botas impermeabilizadas y jugar en la nieve, solo hace falta un caddie que localice los hoyos y limpie la nieve de alrededor.
Raúl era mas entretenido de lo que había pensado, era mas serio que Víctor en asuntos de negocios, pero en el avión había sido amistoso y simpático.
Se recordó que Víctor también lo era, pero hablar con él no era tan placentero porque sus impresionantes ojos negros hacían que se le trabara la lengua.
El taxi se detuvo junto al toldo del hotel, mientras Víctor pagaba al taxista, le recordó que pidiera un recibo, se mordió la lengua le daría igual llevar un letrero luminosos en el pecho que dijera “CONTABLE”.
Víctor pidió el recibo y se lo dio a Myriam con una sonrisa parecida a la que dirigiría un alumno obediente a su profesora, ella se dijo que era irrelevante qué imagen tuviera de ella, siempre y cuando estuviera satisfecho con su trabajo.
El cruzó el vestíbulo de mármol hacia el mostrador de recepción, con su atuendo informal y la bolsa de viaje naranja chillón colgada del hombro, parecía un explorador a punto de perderse en el horizonte, Raúl y ella parecían dos ejecutivos aburridos a su lado.
Nos instalaremos en nuestras habitaciones y después podemos quedar para cenar, sugirió Víctor, entregando su tarjeta de crédito a la recepcionista.
Y hacer planes para mañana, añadió Raúl, como si no fiara de qué Víctor recordara el motivo del viaje.
Si Víctor echó un vistazo al vestíbulo, ella también lo miro, plantas, boutiques, tiendas y sillones de cuero reunidos alrededor de mesitas, la mayoría de la gente tenía el mismo aspecto que Raúl y ella, no había nadie como Víctor, guapo con vestimenta informal y rodeado con un aura de carisma, la recepcionista acabó con su tarjeta de crédito y Víctor le preguntó a Myriam si también quería hacerse cargo de ella.
Ella negó con la cabeza, volvió a sentir que Víctor sólo la veía como una contable seca y aburrida, no podía culparlo, suponía que el resto de la gente también la vería así, el único hombre que la había visto como una mujer apasionada, había sido su visitante misterioso aquella noche……… en la que no debía pensar en presencia de Víctor, porque sus mejillas se acaloraban, al igual que otras partes de su cuerpo.
Cuál es el mejor restaurante del hotel? Preguntó, guardándose la tarjeta en el bolsillo. LA FLEUR es el más elegante, dijo la recepcionista, echando un vistazo a su ropa, es necesario llevar chaqueta.
Hay alguno con buena comida que no exija chaqueta? Preguntó Víctor.
EL OAKWOOD ROOM, es menos formal y la comida es excelente, apuntó la recepcionista con una sonrisa.
Bien, Víctor se volvió hacia Myriam y Raúl, ok entonces en ese a las siete, entregó a Raúl su sobre con su llave y otro a Myriam, sus dedos la rozaron y sintió un estremecimiento y un cosquilleo en la piel, igual que cuando la tocó el hombre de sus sueños.
Olvida esa noche, se ordenó, olvida que ocurrió, habría sido mucho mas fácil si su misterioso amante no se hubiera parecido tanto, al hombre alto, guapo que tenía a centímetros de ella.
Los tres subieron juntos en ascensor hasta el noveno piso, las tres habitaciones estaban en fila la de Raúl estaba en medio, a Myriam le había sorprendido que Víctor eligiera una habitación mejor para él, su antiguo jefe de Boston habría utilizado su rango para pedir una suite, pero Víctor no estaba obsesionado con las jerarquías, era el ejecutivo menos jerárquico que había conocido, tenía la impresión de que en el avión no se había sentado aparte por no relacionarse con sus empleados, sino mas bien para darles la oportunidad de charlas a gusto.
La habitación era agradable, la cama ancha y firme, los muebles de nogal y las ventanas estaban cubiertas con un estor traslúcido, que dejaba ver las brillantes luces de la ciudad, como estrellas sobre la tela, Myriam deshizo el equipaje y se dio una ducha.
A las siete menos cinco estaba vestida con pantalones y un suéter de cachemir, el pelo seco y la mente más fresca que cuando había bajado del avión una hora antes, se miró en el espejo y se dio una puntuación de cinco sobre diez, con tres décimas de margen de error.
Aun sin letrero luminoso, parecía lo que era, no necesariamente una contable, pero si una mujer delgada, sana y en absoluto deslumbrante.
Hacia tiempo que había echo las pases con su apariencia, sólo con pensar en la existencia de Víctor García, el saber que estaba a dos puertas de ella en una habitación como la suya la cohibía.
Suspirando agarró el bolso, la llave, y porque era quien era, una libreta y un bolígrafo.
Raúl y Víctor ya estaban en el restaurante, cuando llegó, los vio sentados en un banco, semicircular, bebiendo y riendo sobre algo, al verla se pusieron de pie y sonrieron, Raúl llevaba el típico atuendo de chico bien, camiseta planchada y pantalones oscuros, Víctor iba vestido con la indiferencia del típico chico playero, camisa de tela vaquera sobre una camiseta y vaqueros.
Parecían buenos amigos, a pesar de su diferencia de estilos, por enésima vez, se preguntó qué hacía allí, estaba segura de que podían manejar a Max de la Mora y su imperio de alimentos naturales sin ella.
Raúl salió de detrás de la mesa para que pudiera sentarse entre ellos, echó un vistazo a sus bebidas, Víctor bebía cerveza y Raúl algo más sofisticado, de color ámbar y con cubitos de hielo, llegó un camarero y ella pidió una copa de chablis.
Estaba diciéndole a Víctor que creía que debemos ponernos al día dijo Raúl.
Sobre lo que vamos hacer mañana? Myriam asintió, sin duda.
En realidad sobre la forma que tiene Víctor de hacer negocios, no es como la gente normal, yo soy normal, contestó Víctor, el presidente de Vida Natural, tiene una hija llamada Rocío, explicó Raúl, Víctor la conoció por ahí, en Jamaica, puntualizó Víctor.
En Jamaica, en fin, conseguimos acceder a Vida Natural gracias a esa amistad, sin embargo esa amistad ya no es lo que era, el camarero llego con la copa de Myriam y tres cartas, ella echó un vistazo y pidió el primer platillo que le pareció apetecible, para acelerar el proceso, estaba fascinado con la historia de Raúl y quería saber más de esa “ AMISTAD ” entre Víctor y Rocío.
Los hombres se tomaron su tiempo con la carta, debatiéndose entre varios platillos, al final Raúl pidió costillas y Víctor pasta con mariscos.
Jamaica, le recordó Myriam, si, Jamaica, eran amigos, y ahora que son? Enemigos, se arriesgo a mirar a Víctor, cuya sonrisa parecía muy forzada mientras Raúl explicaba su vida social.
No enemigos, clasificó, seguimos siendo amigos, pero Rocío está comprometida para casarse.
Entiendo, dijo Myriam entendiendo a que tipo de relación habían tenido en Jamaica.
Lo que eso significa es que hemos perdido influencia con el padre de Rocío, que es el que toma la decisión final sobre lo que se vende en sus tiendas, aclaró Raúl.
Myriam podría haber aceptado la historia con indiferencia mundana, pero no era mundana y tenía una visión bastante estricta de la ética empresarial.
Te acostaste con esa mujer para introducir tus productos en las tiendas de su padre? Preguntó, con la esperanza de haber malinterpretado la verdad, odiaría estar trabajando para alguien que utilizaba el sexo para incrementar la distribución de su producto.
Por supuesto que no, Víctor la miró ofendido, ni siquiera sabía quien era su padre, nos gustamos y la pasamos bien, lo de su padre surgió cuando le hablé de BATIDOS FRUTALES GARCIA, fue idea suya hablarle del producto.
La primavera pasada, dijo Raúl le enviamos una selección de batidos y a Max le encantaron, pensó que se venderían bien en sus tiendas centradas en comida y bebida saludable y orgánica, nos pareció una manera fantástica de expandir nuestro mercado, la decisión de Max de dar marcha atrás es terrible y no sabemos a qué se debe, Estamos aquí para congraciarnos con él, recuperarlo y recordarle que BATIDOS FRUTALES GARCIA, y Vida Natural son la pareja perfecta.
Myriam escuchó y asintió, de reojo vio que Víctor parecía incómodo, pensó que debería estarlo independientemente del orden en que ocurrieran las cosas, debería avergonzarse de haber accedido a Vida Natural tras pasar por la cama de la hija de MAX DE LA MORA.
Sigo sin entender por qué estoy aquí, pensé que podrías ayudar, dijo Víctor, cómo voy ayudar? Soy contable, eres lista, murmuro Víctor con vaguedad, se te ocurrirá algo.
Ella lo dudaba, lo único que se le ocurría era que alguien debería haber enseñado a Víctor la manera correcta de realizar negocios antes de crear una empresa.
La compañía era un éxito, así que debía estar haciendo bastantes cosas bien, pero había aprendido por experiencia, siguiendo los dictados de su intuición, hiciera lo que hiciera en Jamaica, MAX DE LA MORA, no lo recibió en el aeropuerto a punta de pistola, se lo había ganado una vez,
Myriam sentía curiosidad por ver si podía hacerlo de nuevo, esta vez sin la ayuda de su hija.
Myriam sabía lo buenos que eran los BATIDOS FRUTALES GARCIA, no sabía hasta qué punto era bueno Víctor, lo descubriría al día siguiente.
espero les guste saludos
CAPITULO # 4
El asiento era demasiado pequeño para las largas pierna de Víctor, estaba sentado solo en la fila de un asiento, a la izquierda del pequeño avión bimotor, al otro lado los asientos eran dobles y había animado a Raúl y a Myriam para que se sentaran juntos, empezaba a arrepentirse, lo había hecho porque pensaba que había química entre ellos dos, no sabía porque los imaginaba como pareja, ni porque le importaba, nunca antes había echo de casamentero, eran serios, profesionales bien educados……………. Lo lógico era que se sentaran juntos.
Pero verlos con las cabezas juntas murmurando y riendo lo estaba poniendo enfermo, no oía lo que decían, lo importante era que cuando Raúl hablaba, Myriam ladeaba la cabeza y el pelo le caía en el hombro de manera muy femenina y sus ojos oscuros resplandecían, lo importante era que cuando la azafata les llevo refrescos, Raúl pasó el suyo a Myriam y sus manos se rozaron, lo importante era que Víctor estaba solo, observándolos y cada vez mas molesto.
Le pidió una cerveza a la azafata y no le agrado para nada el sabor, pensó que los aviones deberían ofrecer BATIDOS FRUTALES GARCIA, eran mucho mejor que los refrescos o
Los aguados zumos de lata, le habría gustado comentar la idea con sus dos empleados, pero estaban demasiado ocupados bebiendo y mirándose a los ojos.
No sabía por qué habría querido que Myriam los acompañara, tenía algo, algo que lo inquietaba desde la noche que la llevó a su casa, o quizá lo inquietara algo distinto que no tenía que ver con ella.
Debía concentrarse en conseguir la cuenta de Vida Natural, y no desaprovecharía su materia gris en preguntarse qué le susurraba Raúl a Myriam, y de qué se reía ella o en porque no había dormido de un tirón desde aquel sábado, hacia ya dos semanas, seguramente se sentiría mejor si Rocío y él se veían en Chicago, habían tenido una buena relación en primavera, no larga pero se habían despedido como amigos, y verla lo animaría, Rocío era la antítesis de Myriam, pasar un rato con ella lo haría ver a Myriam con otra perspectiva, Myriam era su contable, PUNTO FINAL!!!!!!!
Volvía a reírse, a pesar del ruido de los motores, oía su risa, o tal vez la imaginaba, DIABLOS!!!!!!!! , en todos los meses que llevaba trabajando para él, nunca la había visto reír tanto como en ese vuelo.
Raúl y ella llevaban sus ordenadores portátiles.
Deberían sacarlos y ponerse a trabajar o hacer solitarios, cualquier cosa menos inclinarse uno hacia el otro y hacerse comentarios divertidos, separados de Víctor separados de un pasillo que parecía tan ancho y profundo como el Cañón del Colorado.
PIENSA EN ROCIO, se dijo, PIENSA EN VIDA NATURAL, planifica tu estrategia.
Si todo iba bien, no tendría que recurrir a Rocío, ella le había dado acceso a Vida Natural, pero no había tenido nada que ver con la negociación, no quería complicarle la vida, ahora que estaba por casarse, pero no iba a dejar que se le escapara la cuenta. Raúl podía ser un genio empresarial, pero Víctor sabía algo de cómo crear una compañía y conseguir que diera beneficios, llevaba diez años haciendo eso.
Anunciaron que estaban a punto de aterrizar y Víctor se alegró, Raúl y Myriam tendrían que dejar las risas y los susurros y recordar quien era jefe, y el jefe tendría que dejar su estúpida actitud, había incluido a Myriam en el viaje por Raúl, debería alegrarlo que hubieran congeniado tan bien.
En cuanto salieron del avión, noto que el sol sacaba destellos rojos del pelo de Myriam, se dijo que Myriam tenía el pelo marrón, los reflejos que veía últimamente debían ser de peluquería.
No había creído que tuviera la vanidad de teñirse el perlo, que quizá la tenía y no se había fijado, su mundo se había vuelto del revés desde el cambio de hora.
Cuando recogieron el equipaje, vio que Myriam y Raúl traían maletas negras con ruedas, Víctor traía una bolsa de viaje color naranja brillante, no la habría cambiado por su aburrido equipaje, pero lo molestó que fueran tan distintos.
Me encantan esos aviones de hélice, comentó Myriam, siempre me siento como Amelia Earhart, cuando monto en uno.
AMELIA EARHART? Víctor nunca habría adivinado que a Myriam le interesara la personalidad de una aviadora atrevida, se adelantó y salió hasta la fila de taxis que esperaba afuera.
Si hubiera alquilado un coche, Myriam o Raúl, se habrían sentido obligados a sentarse delante con él, pero en un taxi, él iría adelante y ellos dos atrás, tenía sentido, porque él era mas alto y necesitaba mas espacio, pero aun así…… se sentía aislado, hacer de casamentero era una afición muy solitaria.
Que horario tenemos mañana? Preguntó Raúl, una vez que le dio la dirección del hotel al taxista.
Víctor se volvió para mirar hacia atrás, los dos parecían más descansados que él tras dos horas de vuelo, Myriam seguía estando radiante, con color en las mejillas y la comisura de los labios a punto de esbozar una sonrisa, Raúl, con sus gafas, y el pelo impecable, parecía un modelo de Ralph Lauren, rico y privilegiado, Víctor en cambio, creía en viajar cómodo y eso implicaba vaqueros gastados, una camisa de franela sobre una camiseta y una vieja chaqueta de cuero, lo irónico era que Raúl con sus pantalones planchados, camisa de firma y chaqueta de lana parecía más cómodo que Víctor.
Myriam no parecía cómoda o incómoda, sólo atractiva, Víctor la había estudiado últimamente y se había convencido de que no había recurrido al maquillaje, el color rosado de sus mejillas era natural y tenía las pestañas oscuras y espesas sin recurrir al rimel, la había visto tomando café en la oficina y nunca dejaba marcas de carmín en la taza, así que sus labios debían tener ese color rosado.
Estaba a años luz de ser despampanante, nadie se volvería para mirarla, pero Víctor, cada vez que estaba con ella, deseaba hacerlo, no por su belleza, sino porque seguía intentando descubrir qué había cambiado.
Tenemos una reunión con MAX DE LA MORA a las nueve y media, le contestó a Raúl.
Max es el presidente de la cadena de alimentos Vida Natural, le recordó Raúl a Myriam, espero recuperar la cuenta, dijo Víctor, había pensado en planificar la estrategia esta noche mientras cenamos, les parece bien? Miro a Myriam, supuso que debía estar nerviosa, nunca se había reunido con un cliente, ni había relanzado un contrato ni planificado estrategias, la misión de ese viaje era nueva para ella.
Myriam asintió y él soltó el aire de repente, lo había estado conteniendo sin darse cuenta, participa cuanto quieras esta noche, le dijo, enserio cualquier idea que se te ocurra.
Si tengo alguna le diré, sonrió titubeante.
Bien, él se volvió hacia delante y su respiración volvió a la normalidad, quería hacerle un montón de preguntas, como estaba su perrita, si seguía andando en bicicleta desde que la temperatura había bajado, que planes tenía para el día de Acción de Gracias, si había disfrutado tanto en el vuelo porque Raúl era buena compañía, si estaba interesada en Raúl.
Se animó a mirar el asiento trasero de reojo, Raúl observaba a Myriam, que estaba alisándose el abrigo bajo el cinturón de seguridad, esa era la Myriam que él conocía, no la chica atrevida que se creía Amelia Earhart en su avioneta, sino una contable que se ponía el cinturón en el asiento trasero de un taxi.
Hablar con Raúl era muy fácil, hablar con Víctor nunca lo sería, quizá porque tenía la capacidad de hacerle sentirse como una adolescente embobada con el chico mas guapo del instituto.
Myriam seguía sin saber por qué la había incluido en el viaje, ni que podía aportar ella a la estrategia para convencer a MAX.
Los Romero, que vivían al otro lado de la calle, habían accedido a quedarse con Grecia unos días y tenía que comprarles un regalo de agradecimiento en Chicago, los Romero eran encantadores, pero Grecia podía dar mucho trabajo, cuando quería y solía querer, Myriam les había dejado instrucciones, un saco de pienso y su pelota amarilla favorita, suponía que estaría bien y no la echaría mucho de menos, de echo temía que los Romero, se enamorarán de Grecia y ella de ellos y todos desearan que se quedara en Chicago para siempre.
No debería haber echo el viaje, pero su jefe se lo había pedido y no era buena táctica negarse a los deseos del jefe, en cualquier caso, tenía que admitir que habría ido al infierno si Víctor se lo pidiera, aunque no hubiera sido su jefe.
Había estado pendiente todo el vuelo de él, al otro lado del pasillo, se había sentido culpable de haber charlado con Raúl, en vez de haber aprovechado el tiempo trabajando, pero Raúl no había echo el intento de encender el ordenador portátil, había charlado con ella, describiendo el invierno en Cape Cod, la tranquilidad de las playas, el placer de poder jugar al golf sin hacer reservas con semanas de anticipación.
Le había preguntado si no había nieve en el campo de golf y él le explicó que allí nevaba mucho menos que en el resto de Massachussets.
Si te gustará el golf tanto como a mi, añadió no te importaría ponerte botas impermeabilizadas y jugar en la nieve, solo hace falta un caddie que localice los hoyos y limpie la nieve de alrededor.
Raúl era mas entretenido de lo que había pensado, era mas serio que Víctor en asuntos de negocios, pero en el avión había sido amistoso y simpático.
Se recordó que Víctor también lo era, pero hablar con él no era tan placentero porque sus impresionantes ojos negros hacían que se le trabara la lengua.
El taxi se detuvo junto al toldo del hotel, mientras Víctor pagaba al taxista, le recordó que pidiera un recibo, se mordió la lengua le daría igual llevar un letrero luminosos en el pecho que dijera “CONTABLE”.
Víctor pidió el recibo y se lo dio a Myriam con una sonrisa parecida a la que dirigiría un alumno obediente a su profesora, ella se dijo que era irrelevante qué imagen tuviera de ella, siempre y cuando estuviera satisfecho con su trabajo.
El cruzó el vestíbulo de mármol hacia el mostrador de recepción, con su atuendo informal y la bolsa de viaje naranja chillón colgada del hombro, parecía un explorador a punto de perderse en el horizonte, Raúl y ella parecían dos ejecutivos aburridos a su lado.
Nos instalaremos en nuestras habitaciones y después podemos quedar para cenar, sugirió Víctor, entregando su tarjeta de crédito a la recepcionista.
Y hacer planes para mañana, añadió Raúl, como si no fiara de qué Víctor recordara el motivo del viaje.
Si Víctor echó un vistazo al vestíbulo, ella también lo miro, plantas, boutiques, tiendas y sillones de cuero reunidos alrededor de mesitas, la mayoría de la gente tenía el mismo aspecto que Raúl y ella, no había nadie como Víctor, guapo con vestimenta informal y rodeado con un aura de carisma, la recepcionista acabó con su tarjeta de crédito y Víctor le preguntó a Myriam si también quería hacerse cargo de ella.
Ella negó con la cabeza, volvió a sentir que Víctor sólo la veía como una contable seca y aburrida, no podía culparlo, suponía que el resto de la gente también la vería así, el único hombre que la había visto como una mujer apasionada, había sido su visitante misterioso aquella noche……… en la que no debía pensar en presencia de Víctor, porque sus mejillas se acaloraban, al igual que otras partes de su cuerpo.
Cuál es el mejor restaurante del hotel? Preguntó, guardándose la tarjeta en el bolsillo. LA FLEUR es el más elegante, dijo la recepcionista, echando un vistazo a su ropa, es necesario llevar chaqueta.
Hay alguno con buena comida que no exija chaqueta? Preguntó Víctor.
EL OAKWOOD ROOM, es menos formal y la comida es excelente, apuntó la recepcionista con una sonrisa.
Bien, Víctor se volvió hacia Myriam y Raúl, ok entonces en ese a las siete, entregó a Raúl su sobre con su llave y otro a Myriam, sus dedos la rozaron y sintió un estremecimiento y un cosquilleo en la piel, igual que cuando la tocó el hombre de sus sueños.
Olvida esa noche, se ordenó, olvida que ocurrió, habría sido mucho mas fácil si su misterioso amante no se hubiera parecido tanto, al hombre alto, guapo que tenía a centímetros de ella.
Los tres subieron juntos en ascensor hasta el noveno piso, las tres habitaciones estaban en fila la de Raúl estaba en medio, a Myriam le había sorprendido que Víctor eligiera una habitación mejor para él, su antiguo jefe de Boston habría utilizado su rango para pedir una suite, pero Víctor no estaba obsesionado con las jerarquías, era el ejecutivo menos jerárquico que había conocido, tenía la impresión de que en el avión no se había sentado aparte por no relacionarse con sus empleados, sino mas bien para darles la oportunidad de charlas a gusto.
La habitación era agradable, la cama ancha y firme, los muebles de nogal y las ventanas estaban cubiertas con un estor traslúcido, que dejaba ver las brillantes luces de la ciudad, como estrellas sobre la tela, Myriam deshizo el equipaje y se dio una ducha.
A las siete menos cinco estaba vestida con pantalones y un suéter de cachemir, el pelo seco y la mente más fresca que cuando había bajado del avión una hora antes, se miró en el espejo y se dio una puntuación de cinco sobre diez, con tres décimas de margen de error.
Aun sin letrero luminoso, parecía lo que era, no necesariamente una contable, pero si una mujer delgada, sana y en absoluto deslumbrante.
Hacia tiempo que había echo las pases con su apariencia, sólo con pensar en la existencia de Víctor García, el saber que estaba a dos puertas de ella en una habitación como la suya la cohibía.
Suspirando agarró el bolso, la llave, y porque era quien era, una libreta y un bolígrafo.
Raúl y Víctor ya estaban en el restaurante, cuando llegó, los vio sentados en un banco, semicircular, bebiendo y riendo sobre algo, al verla se pusieron de pie y sonrieron, Raúl llevaba el típico atuendo de chico bien, camiseta planchada y pantalones oscuros, Víctor iba vestido con la indiferencia del típico chico playero, camisa de tela vaquera sobre una camiseta y vaqueros.
Parecían buenos amigos, a pesar de su diferencia de estilos, por enésima vez, se preguntó qué hacía allí, estaba segura de que podían manejar a Max de la Mora y su imperio de alimentos naturales sin ella.
Raúl salió de detrás de la mesa para que pudiera sentarse entre ellos, echó un vistazo a sus bebidas, Víctor bebía cerveza y Raúl algo más sofisticado, de color ámbar y con cubitos de hielo, llegó un camarero y ella pidió una copa de chablis.
Estaba diciéndole a Víctor que creía que debemos ponernos al día dijo Raúl.
Sobre lo que vamos hacer mañana? Myriam asintió, sin duda.
En realidad sobre la forma que tiene Víctor de hacer negocios, no es como la gente normal, yo soy normal, contestó Víctor, el presidente de Vida Natural, tiene una hija llamada Rocío, explicó Raúl, Víctor la conoció por ahí, en Jamaica, puntualizó Víctor.
En Jamaica, en fin, conseguimos acceder a Vida Natural gracias a esa amistad, sin embargo esa amistad ya no es lo que era, el camarero llego con la copa de Myriam y tres cartas, ella echó un vistazo y pidió el primer platillo que le pareció apetecible, para acelerar el proceso, estaba fascinado con la historia de Raúl y quería saber más de esa “ AMISTAD ” entre Víctor y Rocío.
Los hombres se tomaron su tiempo con la carta, debatiéndose entre varios platillos, al final Raúl pidió costillas y Víctor pasta con mariscos.
Jamaica, le recordó Myriam, si, Jamaica, eran amigos, y ahora que son? Enemigos, se arriesgo a mirar a Víctor, cuya sonrisa parecía muy forzada mientras Raúl explicaba su vida social.
No enemigos, clasificó, seguimos siendo amigos, pero Rocío está comprometida para casarse.
Entiendo, dijo Myriam entendiendo a que tipo de relación habían tenido en Jamaica.
Lo que eso significa es que hemos perdido influencia con el padre de Rocío, que es el que toma la decisión final sobre lo que se vende en sus tiendas, aclaró Raúl.
Myriam podría haber aceptado la historia con indiferencia mundana, pero no era mundana y tenía una visión bastante estricta de la ética empresarial.
Te acostaste con esa mujer para introducir tus productos en las tiendas de su padre? Preguntó, con la esperanza de haber malinterpretado la verdad, odiaría estar trabajando para alguien que utilizaba el sexo para incrementar la distribución de su producto.
Por supuesto que no, Víctor la miró ofendido, ni siquiera sabía quien era su padre, nos gustamos y la pasamos bien, lo de su padre surgió cuando le hablé de BATIDOS FRUTALES GARCIA, fue idea suya hablarle del producto.
La primavera pasada, dijo Raúl le enviamos una selección de batidos y a Max le encantaron, pensó que se venderían bien en sus tiendas centradas en comida y bebida saludable y orgánica, nos pareció una manera fantástica de expandir nuestro mercado, la decisión de Max de dar marcha atrás es terrible y no sabemos a qué se debe, Estamos aquí para congraciarnos con él, recuperarlo y recordarle que BATIDOS FRUTALES GARCIA, y Vida Natural son la pareja perfecta.
Myriam escuchó y asintió, de reojo vio que Víctor parecía incómodo, pensó que debería estarlo independientemente del orden en que ocurrieran las cosas, debería avergonzarse de haber accedido a Vida Natural tras pasar por la cama de la hija de MAX DE LA MORA.
Sigo sin entender por qué estoy aquí, pensé que podrías ayudar, dijo Víctor, cómo voy ayudar? Soy contable, eres lista, murmuro Víctor con vaguedad, se te ocurrirá algo.
Ella lo dudaba, lo único que se le ocurría era que alguien debería haber enseñado a Víctor la manera correcta de realizar negocios antes de crear una empresa.
La compañía era un éxito, así que debía estar haciendo bastantes cosas bien, pero había aprendido por experiencia, siguiendo los dictados de su intuición, hiciera lo que hiciera en Jamaica, MAX DE LA MORA, no lo recibió en el aeropuerto a punta de pistola, se lo había ganado una vez,
Myriam sentía curiosidad por ver si podía hacerlo de nuevo, esta vez sin la ayuda de su hija.
Myriam sabía lo buenos que eran los BATIDOS FRUTALES GARCIA, no sabía hasta qué punto era bueno Víctor, lo descubriría al día siguiente.
espero les guste saludos
fresita- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
GRACIAS POR EL CAPÍTULO, SALUDOS
mats310863- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Muchas gracias por los capitulos, me encanta Victor celoso.
alma.fra- VBB DIAMANTE
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
gracias x el cap y x tu esfuerzo niña me encanta esta nov cada vez me gusta mas gracias!!!!
Dianitha- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Gracias por el capi Maira, y ojalá pronto nos puedas poner capi en la otra!!!!!!!!
Marianita- STAFF
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Sigueleeeeeee esta muy interesante la novela
Chicana_415- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
gracias por esta nueva novelita siguele por faaaaaa
jai33sire- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
hola aqui les dejo el siguiente capi grax por la espera pero aqui van varios capis
CAPITULO # 5
Víctor espero a Myriam junto a la entrada del café Acorn a las 7:30 de la mañana siguiente, habían quedado allí antes de ir a las oficinas de Vida Natural para la reunión de las 9:30.
La vio salir del ascensor, vestida con un traje burdeos, blusa blanca, zapatos negros, el abrigo sobre un brazo y el maletín del ordenador en la mano, la observo cruzar el vestíbulo.
Tenía unas piernas fantásticas, maldijo para si, le ocurría algo terrible, y su interés por las piernas de Myriam Montemayor era uno de los síntomas, algo iba mal desde la noche del cambio de horario, lo peor de todo era que tenia que darle muy malas noticias y solo podía pensar en sus pantorrillas y la esbeltez de sus tobillos, noticias terribles, potencialmente trágicas, y el se sentía como un adolescente obsesionado con el sexo, preguntándose que aspecto tendría la contable de su empresa con un liguero y nada mas. Dónde esta Raúl?, pregunto ella al llegar, tengo malas noticias, la tomo del codo y la condujo al interior de la cafetería, ella lo miro alarmada, fueron hacia una mesa y pidió café para dos.
Cuales son las malas noticias?
Raúl a tenido que marcharse, espero a que la mesera se marchara tras dejar el café en la mesa, estudio a Myriam y descubrió que no hacia falta sol para sacar reflejos rojizos a su cabello, también ocurría allí, marcharse?
Su padre tuvo un infarto anoche, esta en el hospital, han conseguido estabilizarlo pero quería estar junto a su madre y se fue a Boston.
Es lógico, bajo la mirada y tomo un sorbo de café, es terrible, lo siento mucho por el.
Creo que todo ira bien, con su padre, quise decir, Víctor la observo con detenimiento, preguntándose si le había roto el corazón la partida de Raúl y si había esperado que algo ocurriera entre ellos durante el viaje, pero quizás su expresión de desconsuelo solo fuera la respuesta natural a las malas noticias, además, si estaba tan seguro de que podía llegar a haber algo entre Raúl y ella, no debería fijarse en sus piernas, debía estar loco, aun así, le costo un esfuerzo no preguntarle si utilizaba liguero en vez de pantis, para distraerse agarró una carta y le dio una a ella, miro la lista de bebidas y se planteo la posibilidad de introducir Batidos Frutales García en cafeterías y restaurantes de hoteles, no tenia sentido servir solo sumos de naranja, tomate y ciruela cuando podían ofrecer sus mezclas de frutas, los Batidos Frutales García eran igual de sanos, sin azúcar añadió, pero mucho mas sabrosos que el zumo de ciruela, se estaba convirtiendo en asqueroso empresario, un tipo con una mente que solo se movía en dos direcciones: negocios y ligueros, no hacia mucho tiempo, solo se movía en una, y no eran los negocios, aun así era extraño que el destino del rumbo de los ligueros fuera de Myriam, era perfecta para Raúl y eso, por definición, la convertía en errónea para el, el tipo de Raúl no podía ser el suyo, hasta hacia muy poco, ni siquiera había considerado que Myriam fuera el tipo de nadie.
La mesera regreso a servir mas café, Víctor pidió fruta fresca y waffle, Myriam un panecillo tostado.
Cuando se marcho?
A las 5 de la mañana, en el primer vuelo que consiguió, su madre lo llamo ayer a medianoche, llamamos a la compañía aérea y le reservaron un asiento por emergencia médica.
Espero nos llame para decir si todo esta bien.
Si, le dije que llamara si tenía tiempo.
Da miedo, odio pensar en mis padres envejeciendo, tienen buena salud y espero sigan así por mucho tiempo.
Deseo lo mismo para los míos y se recostó en la silla, pensó que su mente tenia mas de dos rumbos, también había pensado en su amigo, en la salud de sus padres y en la fragilidad que confería la edad, a mi padre le hicieron una artroscopia en una rodilla hace un par de años, no fue nada grave pero….. encogió los hombros, es raro ver al padre de uno con muletas, nos gusta saber que nuestros padres siempre estarán ahí, al cien por cien de capacidad, dijo ella.
Si, incluso a la gente que no se lleva bien con sus padres debe resultarles extraño verlos en un hospital, pálidos y débiles.
Creo que es porque fueron nuestra primera defensa frente al mundo y cuando enferman nos sentimos desprotegidos, perderlos nos hace pensar en nuestra muerte.
La mesera llego con los desayunos, el pensó que la platica que acababa de tener con ella era la mas personal que había tenido con alguien de la empresa, no solía hablar de su familia, no tenia fotos de sobrinos en el despacho, su madre no aparecía de repente para comer con el, no tenia nada que ocultar, pero no le gustaba compartir todo ese rollo personal con los compañeros de trabajo ni con mujeres con las que salía, había resultado agradable compartir sentimientos con ella, era muy fácil hablar con ella, levanto el tenedor y el cuchillo y corto un trozo de waffle, quizás deberíamos posponer la reunión con la gente de Vida Natural hasta que Raúl pueda estar presente le dijo mirándolo.
No, estamos en Chicago, es mejor que hablemos con ellos, podemos hacerlo sin el.
Puede que tu puedas, aparto los ojos de el y unto crema de queso en el panecillo, yo no encajo aquí.
Claro que si, la contradijo, si estuviera solo, no dudaría en cancelar la reunión, aunque no fuera experta en marketing como Raúl, necesitaba su presencia, víctor no podía enfrentar solo a Máx de la Mora y su junta directiva.
Solo se lo que me contaste ayer le dijo ella, que tuviste una aventura con una desconocida en jamaica y acabaste haciendo negocios con su padre, ahora su padre tiene dudas, que se supone que debo hacer?
Hiciste cursos empresariales en la universidad no?
Si, pero sobre contratos y negociaciones.
Pero sigues sabiendo mas que yo.
Tu tienes instinto para eso, yo no.
El deseo preguntarle para que tenia instinto, sabia que para algo mas que sumar columnas de números, entender las declaraciones de impuestos y cuadrar balances, debía tener instinto para otras cosas, como cuidar su perra, preocuparse de sus padres y conseguir que víctor hablara de temas que nunca solía tratar.
Dales cifras, sugirió, tu habla con autoridad, yo los conquistare.
Mientras no tenga que conquistarlos, sonrió ella, si cuentas con mi encanto, tendremos problemas.
Puede ser encantadora, dijo el, Myriam nunca había intentado conquistarlo, al menos que el supiera, y lo había conseguido esa mañana con toda naturalidad.
Decidió que debía hablarle a Máx de la Mora, mientras comían.
Es algo raro, dijo, un duro hombre de negocios y al mismo tiempo un fanático de la comida sana, cualquiera que piense que las empresas de éxito las dirigen devoradoras de carne roja debería conocerlo. Te sorprendería lo despiadado que puede ser un comedor de tofu.
Es vegetariano?
No, pero le gusta el tofu, come todas esas cosas: pastas de soja, brotes y hamburguesas vegetarianas, y también filetes y jamón, no se deja encasillar.
Quizás la estrategia sea hacer hincapié en lo bien que saben los Batidos Frutales García sin hablar de lo saludable que son. Parece mas interesado en el sabor de la comida que en si tiene poco colesterol.
Eso, Víctor había acertado, tenia buen instinto, enfatizaremos el sabor, la variedad, la demografía de su clientela, soltó una carcajada, vaya cuando uso esas palabras casi sueno como Raúl.
Bien, cuando acabes de conquistarlos puedes hablar con autoridad, tu te ocupas de la conquista, advirtió Víctor, no voy hacer las dos cosas, le encantaría ver como de encantadora podía llegar a ser Myriam Montemayor si se lo proponía.
Las oficinas de Vida Natural ocupaban varias plantas de un rascacielos en la avenida Michigan.
En el taxi, Myriam había estado preparándose mentalmente para la reunión. Intento olvidar las tres distracciones que la desconcertaban: la preocupación por Raúl y su padre; saber que no era la persona adecuada para esa misión; su atracción por Víctor. Esa mañana se había esforzado para estar presentable: pantalones con pinzas gris claro, camisa, chaqueta azul marino y zapatos de cuero. No llevaba corbata, pero era un atuendo muy formal para Víctor; estaba tan guapo como siempre.
El día anterior el viaje en taxi la había puesto menos nerviosa porque el iba en el asiento delantero. Pero, en aquel momento, con el sentado a su lado, era muy consiente de cada centímetro de aire que los separaba. Captaba el aroma de su loción para después de afeitado, veía el brillo dorado de su pelo al sol, el ángulo de su mandíbula, su perfil recto. Era conciente de los anchos hombros que llenaban su chaqueta, de sus largas piernas.
Víctor era una maravilla de carisma masculino, da igual que lo despiezara en dedos, mandíbula, ojos negros, aroma especiado, cada aspecto era atractivo, pero la suma de todo era aun mas.
Subieron en ascensor y salieron a un espacioso vestíbulo decorado con mesas, sillas y láminas abstractas en las paredes, Vida Natural tiene muchísimo espacio en este edificio le dijo Víctor, mientras atravesaban una puerta doble de cristal, hacia la recepción, impresiona bastante.
Estoy impresionada le dijo ella, en su antigua empresa de Boston trabajaba con cuentas impresionantes, pero ella estaba muy por debajo en el escalafón y no tenia que enfrentarse a presidentes de compañías en rascacielos, cuadro los hombros; no iba a dejar que el magnate comedor de carne y tofu la intimidara.
Víctor García, se presento, le ofreció a la recepcionista una de sus deslumbrantes sonrisas, ella es Myriam Montemayor, tenemos cita con Máx de la Mora a las 9.30, le diré que están aquí, la recepcionista miro a Víctor con ojos encandilados y alzo el auricular del teléfono, el señor García esta aquí para ver al señor de la Mora, dijo sin dejar de mirarlo, escucho un momento y después colgó, por favor síganme dijo, Myriam deseo que no se desmayara antes de llegar al despacho de Máx.
Los guió hacia un ascensor privado, de vez en cuando miraba por encima del hombro, como si quisiera comprobar que Víctor seguía allí, Myriam podría haber sido invisible por la atención que le presto.
La sala de reuniones esta arriba, dijo pulsando el botón del ascensor.
Dado el tamaño de la compañía, Myriam pensó que la sala de reuniones seria enorme, se sentarían a un lado de una mesa de seis metros, frente a Máx y un ejercito de directivos, le resultaría imposible simular autoridad en un entorno así.
Salieron del ascensor a un pasillo decorado con los tonos oscuros de un prestigioso bufete de abogados bostonicos: alfombra verde bosque, paredes forradas de madera color caoba, jarrones llenos de flores frescas, siguieron a la recepcionista hasta una habitación que, para alivio de Myriam, resulto ser bastante pequeña, solo había ocho sillas alrededor de la mesa y la ventana ofrecía una bella panorámica de la ciudad.
Esperen aquí, dijo la recepcionista, mirando a Víctor, puedo ofrecerles algo?.
Tienen Batidos Frutales García? Pregunto con expresión seria.
Lo siento parpadeo ella, es la primera vez que oigo ese nombre, que son?
Entonces no quiero nada, gracias, lanzo a Myriam una mirada que parecía decir ¡ menuda tonta!, Myriam quieres algo tu?
No, gracias respondió ella, agradeciéndole su consideración, tras haber sido ignorada por la recepcionista.
Donde crees que deberíamos sentarnos? Le pregunto Myriam, cuando se marcho la recepcionista, en el alfeizar de la ventana, Víctor hizo una mueca, esas sillas parecen durísimas, si te sientas en una, pueden que te aten las muñecas, te afeiten la cabeza y te suelten una descarga de cincuenta mil voltios.
Ella se rió, no debería haberlo hecho, tenia que prepararse mentalmente para actuar con autoridad, pero el tenia razón, las sillas tenían el respaldo recto y alto y el asiento rígido, daban impresión de castigo.
Que enseñan en Empresariales? Pregunto el, que asiento proporcionan mas testosterona?
No quiero un asiento que me de testosterona, contesto ella con voz seca.
Sabes a que me refiero, poder, dominio, supremacía.
Quien dice que eso sea sinónimo de testosterona?
El ruido de pasos y voces le impidió contestarla, un minuto después apareció en el umbral un hombre alto y fuerte de mediana edad, con cabellos plateados recogido en una coleta, llevaba un traje corte extraño, que parecía diseñado por un modisto que quería hacer una declaración de principios. Myriam supuso que le había costado una fortuna.
Víctor!!!!, grito, ofreciendo a Víctor la mano derecha y dándole una palmada en la espalda, ¡ me alegro de verte!
Máx saludo a Víctor, con una sonrisa sutil, yo también me alegro, ella es Myriam Montemayor.
¡Myriam! Grito aplastándole los dedos con su apretón de manos.
Como esta?, dijo ella con educación, le pareció irónico que un magnate de la comida sana tuviera un aspecto tan parecido al de …….. un buey.
Estos son mis vips, dijo Máx, señalando a la mujer y a los dos hombres que habían entrado tras de el, si Myriam fuera vicepresidente de algo, no le gustaría que la presentaran como “VIP”, se sentaron alrededor de la mesa, Myriam y Víctor a un lado, dos de los directivos frente a ellos y el tercero y Máx en los extremos. Myriam pensó que no le había tocado el asiento que subía la testosterona, no sintió ninguna súbita oleada de poder, ni le salio pelo en la barbilla.empeso la reunión, Máx le dijo a Myriam y a Víctor una innecesaria charla sobre las presiones de gestionar el inventario y el reto de seleccionar productos, señalo que en sus tiendas tenia que ofrecer cosas que pudiera vender, productos por los que sus clientes habían demostrado preferencia, dijo que su margen de beneficios era escaso, Myriam no lo creyó, y que no podía desperdiciar espacio en productos nuevos de alto riesgo.
Lo cierto es que te encantan los Batidos Frutales García, le recordó Víctor, con voz tan lánguida que parecía a punto de quedarse dormido, los has probado y dijiste que te han gustado mucho.
No cuestiona la calidad de tu producto, dijo Máx, es una buena bebida….
Y sana añadió Victor, sin aditivos químicos ni endulcolorantes, nada mas que mezclas de zumos de fruta batidos.
No lo discuto, es un buen producto, verdad? Miro a sus empleados y todos asintieron obedientemente.
Es el tipo de bebida que seria un éxito entre tus clientes, insistió Victor, Myriam lo admiro en silencio, no sonaba agresivo ni desesperado, su actitud era casi altruista, como si intentara evitar que Máx cometiera un error fatal.
Es posible, concedió Máx, enseño sus dientes blancos y perfectos, el caso es que ya vendemos otros zumos de fruta, y se fabrican mas cerca de aquí, importar los zumos desde Cape Cod, no nos parece práctico en este momento.
Como parte de nuestra expansión, dijo Victor, vamos a crear una distribuidora para la zona centro, eso no es larga distancia.
No crearas la distribuidora hasta cerrar el trato con nosotros, dijo Max, la distribuidora llegara después de que nos comprometamos.
Pero estará ahí, Victor encogió los hombros, si ese argumento fuera irrelevante, tendrán suministro fresco y a tiempo, es lo único que importa.
Myriam estaba sentada en silencio, se sentía inútil, pero Victor había insistido en que su sola presencia seria una gran contribución, a ella no le parecía suficiente, pero era contable, Que podía decir?
Que tal le va a Rocío? Pregunto Victor de pronto.
Myriam movió el pie, preparada para darle una patadita, no entendía por que había sacado a relucir su escabroso pasado con la hija de Max, pero a Max no pareció importarle, esbozo una sonrisa fluorescente, va a casarse en junio del año que viene.
Lo se, me lo dijo, el novio parece un gran tipo.
No es lo bastante bueno para mi nena, pero nadie lo es.
Hay alguna posibilidad de que tengas tiempo para verla? Seguro que le encantaría.
Myriam se esforzó por mantener una expresión impasible, las aventuras modernas estaban mas allá de su comprensión y los padres modernos rizaban el rizo, la ultima vez que ella había roto con un chico, su padre amenazo con darle una paliza, a pesar de que Myriam insistió en que había sido ella quien había roto la relación y no lo sentía en absoluto, no se imaginaba a su padre diciendo “ Eh porque no quedas con Roberto la próxima vez que venga a la ciudad?
Estaba pensando en enviarles a ella y al afortunado novio unas cajas de Batidos Frutales García, cuando se casen.
Eso le encantara.
Si, Victor sonrió con astucia, sobre todo teniendo en cuenta que no podrá comprarlos en tus tiendas
Max inclino levemente la cabeza, después inicio otro largo discurso sobre sus problemas de inventario y la necesidad de liquidar las insistencias rápidamente, porque la esencia de la comida sana era que fuera fresca. Pontifico sobre la industria de las bebidas embotelladas en general, cristal, versus, plástico, versus, latas, de vez en cuando, uno de sus vips aportaban una cifra o una aclaración, pero era el show de Max de la Mora, finalmente Max llego al final, como un reloj al que se le hubiera acabado la cuerda.
Victor se removió en la silla y estiro las piernas, su incomodidad, atrapado en una silla incomoda y escuchando el discurso de Max, parecía incrementarse por su atuendo formal , lo miro de reojo, estaba en silencio y Myriam se pregunto si no tenia mas ideas o estaba mudo de aburrimiento.
Decidió que era hora de hablar.
Innovación, dijo.
Qué? Max le dirigió, una mirada mezcla de curiosidad y desden.
Una forma de conseguir que los clientes regresen es la innovación, improviso, intentando recordar lo poco que había estudiado de marketing en la carrera, a los clientes les gustan las cosas de siempre pero también probar cosas nuevas, sobre todo clientes como los suyos, son la vanguardia; los preocupa la salud y también el sabor, si sus tiendas venden siempre los mismos productos, dejaran de parecer vanguardistas.
Max se quedo pensativo, Myriam miro a Victor de reojo y vio que la observaba, sonriente, no creo que nadie pueda alegar que Vida Natural no vende alimentos de vanguardia, comento uno de los ejecutivos.
Si se puede considerar que existen alimentos vanguardistas, apunto la ejecutiva.
Debe estarlo, dijo Myriam, su cadena esta en la vanguardia, debería ser la primera en vender los Batidos García en la zona central, no querrán que les lleve ventaja alguna cadena de supermercados mediocre, verdad?, se pregunto si debería insinuar que había otras cadenas interesadas en vender los Batidos Frutales García, intento recordar una ética empresarial respecto a mentir en las negociaciones, pero no hizo falta, su estrategia había funcionado, Max alzo las cejas y miro hacia el techo.
No quiero que se me adelanten, mascullo, algunas cadena ya venden soja tostada, harina integral y verduras orgánicas, siguen siendo supermercados antiguos, pero creen que incluir algunos productos nuevos en sus estantes es señal de modernidad, tenemos que ir por delante de ellos.
Batidos Frutales García es una forma de hacerlo, afirmo Myriam, hagan un pedido pequeño para ver como va…..
No, la interrumpió Victor, hagan un pedido grande, so se arrepentirán, el producto será un éxito.
Lo pensaremos, dijo Max, mirando de uno a otro, Victor se puso de pie y Myriam lo imito.
Piénsalo, le dijo a Max, extendió la mano para soportar otro apretón quebrahuesos, veras cuanta razón tiene Myriam, nombro el hotel en el que estaban alojados, estaremos aquí hasta mañana, después, hizo suya la insinuación de Myriam y la convirtió en una mentira, tenemos otras reuniones a las que asistir.
Nos pondremos en contacto con ustedes pronto, prometió Max, es un placer verte, Victor, la brisa marina de Cape Cod te sienta bien.
Gracias, a ti tampoco parece irte mal el viento de Chicago, Victor sonrió, puso la mano en la espalda de Myriam y la escolto hacia fuera, no volvió hablar hasta que estuvieron en el ascensor, estuviste muy bien, le dijo con admiración.
Mentí, suspiro ella, había conseguido una segunda oportunidad de malinterpretarte.
Tu se la diste aun mayor, que otras reuniones tenemos?
No se, Victor encogió los hombros, podríamos reunirnos con un camarero y comer algo, o con la taquillera del cine y ver una película.
Estamos aquí por negocios, le recordó ella con severidad, era la encargada de calcular y archivar las notas de gastos del viaje.
Acabaremos esperando de una manera u otra, predigo que Max no llamara hasta media tarde, si lo hace. Después tenemos que conseguir que firme el contrato antes de que vuelva a cambiar de opinión, podemos esperar en el hotel o en el cine. Tu eliges.
Vamos al hotel a ver si ha llamado Raúl, sugirió ella, después…. Quizás podía ir a comer y al cine con Victor, seria como una cita, estaría embobada como una colegiala, igual que cuando la llevo a casa en descapotable, se sonrojaría y le sudarían las manos.
Quería creer que había cambiado, su misterioso visitante nocturno había alterado su perspectiva y la había convencido de su fuerza femenina, quería creer que no volvería a sentirse nerviosa o embobada por Victor, de momento, el viaje iba bien, había sido muy consciente de su atractivo, pero no había hecho el ridículo.
De acuerdo, accedió el, volvamos al hotel paro a un taxi y diez minutos después estaban en el hotel, tenían un mensaje, pero no era el que esperaban.
Victor desdoblo el papel, lo leyó y sonrió con alegría, se lo entrego a Myriam.
QUEREMOS LA EXCLUSIVA DE DISTRIBUCIÓN DE BATIDOS FRUTALES GARCÍA EN LA REGIÓN DE CHICAGO. LLEGUEMOS A UN ACUERDO. BRUNO.
Ella no sabia que pensaría Victor de otorgarle derechos exclusivos, aunque fueran temporales.
Pero lo tuvo claro al ver su sonrisa traviesa y casi sexy. Se le acelero el corazón aunque sabia que la sonrisa debía a la capitulación de Victor, no tenia nada que ver con ella.
Victor la agarro, la alzo del suelo y le dio una vuelta en el aire.
OH, Myriam, murmuro, estuviste bien, eres fantástica, ¡lo conseguiste!
Supo que la sonrisa si tenia algo que ver con ella.
CAPITULO # 5
Víctor espero a Myriam junto a la entrada del café Acorn a las 7:30 de la mañana siguiente, habían quedado allí antes de ir a las oficinas de Vida Natural para la reunión de las 9:30.
La vio salir del ascensor, vestida con un traje burdeos, blusa blanca, zapatos negros, el abrigo sobre un brazo y el maletín del ordenador en la mano, la observo cruzar el vestíbulo.
Tenía unas piernas fantásticas, maldijo para si, le ocurría algo terrible, y su interés por las piernas de Myriam Montemayor era uno de los síntomas, algo iba mal desde la noche del cambio de horario, lo peor de todo era que tenia que darle muy malas noticias y solo podía pensar en sus pantorrillas y la esbeltez de sus tobillos, noticias terribles, potencialmente trágicas, y el se sentía como un adolescente obsesionado con el sexo, preguntándose que aspecto tendría la contable de su empresa con un liguero y nada mas. Dónde esta Raúl?, pregunto ella al llegar, tengo malas noticias, la tomo del codo y la condujo al interior de la cafetería, ella lo miro alarmada, fueron hacia una mesa y pidió café para dos.
Cuales son las malas noticias?
Raúl a tenido que marcharse, espero a que la mesera se marchara tras dejar el café en la mesa, estudio a Myriam y descubrió que no hacia falta sol para sacar reflejos rojizos a su cabello, también ocurría allí, marcharse?
Su padre tuvo un infarto anoche, esta en el hospital, han conseguido estabilizarlo pero quería estar junto a su madre y se fue a Boston.
Es lógico, bajo la mirada y tomo un sorbo de café, es terrible, lo siento mucho por el.
Creo que todo ira bien, con su padre, quise decir, Víctor la observo con detenimiento, preguntándose si le había roto el corazón la partida de Raúl y si había esperado que algo ocurriera entre ellos durante el viaje, pero quizás su expresión de desconsuelo solo fuera la respuesta natural a las malas noticias, además, si estaba tan seguro de que podía llegar a haber algo entre Raúl y ella, no debería fijarse en sus piernas, debía estar loco, aun así, le costo un esfuerzo no preguntarle si utilizaba liguero en vez de pantis, para distraerse agarró una carta y le dio una a ella, miro la lista de bebidas y se planteo la posibilidad de introducir Batidos Frutales García en cafeterías y restaurantes de hoteles, no tenia sentido servir solo sumos de naranja, tomate y ciruela cuando podían ofrecer sus mezclas de frutas, los Batidos Frutales García eran igual de sanos, sin azúcar añadió, pero mucho mas sabrosos que el zumo de ciruela, se estaba convirtiendo en asqueroso empresario, un tipo con una mente que solo se movía en dos direcciones: negocios y ligueros, no hacia mucho tiempo, solo se movía en una, y no eran los negocios, aun así era extraño que el destino del rumbo de los ligueros fuera de Myriam, era perfecta para Raúl y eso, por definición, la convertía en errónea para el, el tipo de Raúl no podía ser el suyo, hasta hacia muy poco, ni siquiera había considerado que Myriam fuera el tipo de nadie.
La mesera regreso a servir mas café, Víctor pidió fruta fresca y waffle, Myriam un panecillo tostado.
Cuando se marcho?
A las 5 de la mañana, en el primer vuelo que consiguió, su madre lo llamo ayer a medianoche, llamamos a la compañía aérea y le reservaron un asiento por emergencia médica.
Espero nos llame para decir si todo esta bien.
Si, le dije que llamara si tenía tiempo.
Da miedo, odio pensar en mis padres envejeciendo, tienen buena salud y espero sigan así por mucho tiempo.
Deseo lo mismo para los míos y se recostó en la silla, pensó que su mente tenia mas de dos rumbos, también había pensado en su amigo, en la salud de sus padres y en la fragilidad que confería la edad, a mi padre le hicieron una artroscopia en una rodilla hace un par de años, no fue nada grave pero….. encogió los hombros, es raro ver al padre de uno con muletas, nos gusta saber que nuestros padres siempre estarán ahí, al cien por cien de capacidad, dijo ella.
Si, incluso a la gente que no se lleva bien con sus padres debe resultarles extraño verlos en un hospital, pálidos y débiles.
Creo que es porque fueron nuestra primera defensa frente al mundo y cuando enferman nos sentimos desprotegidos, perderlos nos hace pensar en nuestra muerte.
La mesera llego con los desayunos, el pensó que la platica que acababa de tener con ella era la mas personal que había tenido con alguien de la empresa, no solía hablar de su familia, no tenia fotos de sobrinos en el despacho, su madre no aparecía de repente para comer con el, no tenia nada que ocultar, pero no le gustaba compartir todo ese rollo personal con los compañeros de trabajo ni con mujeres con las que salía, había resultado agradable compartir sentimientos con ella, era muy fácil hablar con ella, levanto el tenedor y el cuchillo y corto un trozo de waffle, quizás deberíamos posponer la reunión con la gente de Vida Natural hasta que Raúl pueda estar presente le dijo mirándolo.
No, estamos en Chicago, es mejor que hablemos con ellos, podemos hacerlo sin el.
Puede que tu puedas, aparto los ojos de el y unto crema de queso en el panecillo, yo no encajo aquí.
Claro que si, la contradijo, si estuviera solo, no dudaría en cancelar la reunión, aunque no fuera experta en marketing como Raúl, necesitaba su presencia, víctor no podía enfrentar solo a Máx de la Mora y su junta directiva.
Solo se lo que me contaste ayer le dijo ella, que tuviste una aventura con una desconocida en jamaica y acabaste haciendo negocios con su padre, ahora su padre tiene dudas, que se supone que debo hacer?
Hiciste cursos empresariales en la universidad no?
Si, pero sobre contratos y negociaciones.
Pero sigues sabiendo mas que yo.
Tu tienes instinto para eso, yo no.
El deseo preguntarle para que tenia instinto, sabia que para algo mas que sumar columnas de números, entender las declaraciones de impuestos y cuadrar balances, debía tener instinto para otras cosas, como cuidar su perra, preocuparse de sus padres y conseguir que víctor hablara de temas que nunca solía tratar.
Dales cifras, sugirió, tu habla con autoridad, yo los conquistare.
Mientras no tenga que conquistarlos, sonrió ella, si cuentas con mi encanto, tendremos problemas.
Puede ser encantadora, dijo el, Myriam nunca había intentado conquistarlo, al menos que el supiera, y lo había conseguido esa mañana con toda naturalidad.
Decidió que debía hablarle a Máx de la Mora, mientras comían.
Es algo raro, dijo, un duro hombre de negocios y al mismo tiempo un fanático de la comida sana, cualquiera que piense que las empresas de éxito las dirigen devoradoras de carne roja debería conocerlo. Te sorprendería lo despiadado que puede ser un comedor de tofu.
Es vegetariano?
No, pero le gusta el tofu, come todas esas cosas: pastas de soja, brotes y hamburguesas vegetarianas, y también filetes y jamón, no se deja encasillar.
Quizás la estrategia sea hacer hincapié en lo bien que saben los Batidos Frutales García sin hablar de lo saludable que son. Parece mas interesado en el sabor de la comida que en si tiene poco colesterol.
Eso, Víctor había acertado, tenia buen instinto, enfatizaremos el sabor, la variedad, la demografía de su clientela, soltó una carcajada, vaya cuando uso esas palabras casi sueno como Raúl.
Bien, cuando acabes de conquistarlos puedes hablar con autoridad, tu te ocupas de la conquista, advirtió Víctor, no voy hacer las dos cosas, le encantaría ver como de encantadora podía llegar a ser Myriam Montemayor si se lo proponía.
Las oficinas de Vida Natural ocupaban varias plantas de un rascacielos en la avenida Michigan.
En el taxi, Myriam había estado preparándose mentalmente para la reunión. Intento olvidar las tres distracciones que la desconcertaban: la preocupación por Raúl y su padre; saber que no era la persona adecuada para esa misión; su atracción por Víctor. Esa mañana se había esforzado para estar presentable: pantalones con pinzas gris claro, camisa, chaqueta azul marino y zapatos de cuero. No llevaba corbata, pero era un atuendo muy formal para Víctor; estaba tan guapo como siempre.
El día anterior el viaje en taxi la había puesto menos nerviosa porque el iba en el asiento delantero. Pero, en aquel momento, con el sentado a su lado, era muy consiente de cada centímetro de aire que los separaba. Captaba el aroma de su loción para después de afeitado, veía el brillo dorado de su pelo al sol, el ángulo de su mandíbula, su perfil recto. Era conciente de los anchos hombros que llenaban su chaqueta, de sus largas piernas.
Víctor era una maravilla de carisma masculino, da igual que lo despiezara en dedos, mandíbula, ojos negros, aroma especiado, cada aspecto era atractivo, pero la suma de todo era aun mas.
Subieron en ascensor y salieron a un espacioso vestíbulo decorado con mesas, sillas y láminas abstractas en las paredes, Vida Natural tiene muchísimo espacio en este edificio le dijo Víctor, mientras atravesaban una puerta doble de cristal, hacia la recepción, impresiona bastante.
Estoy impresionada le dijo ella, en su antigua empresa de Boston trabajaba con cuentas impresionantes, pero ella estaba muy por debajo en el escalafón y no tenia que enfrentarse a presidentes de compañías en rascacielos, cuadro los hombros; no iba a dejar que el magnate comedor de carne y tofu la intimidara.
Víctor García, se presento, le ofreció a la recepcionista una de sus deslumbrantes sonrisas, ella es Myriam Montemayor, tenemos cita con Máx de la Mora a las 9.30, le diré que están aquí, la recepcionista miro a Víctor con ojos encandilados y alzo el auricular del teléfono, el señor García esta aquí para ver al señor de la Mora, dijo sin dejar de mirarlo, escucho un momento y después colgó, por favor síganme dijo, Myriam deseo que no se desmayara antes de llegar al despacho de Máx.
Los guió hacia un ascensor privado, de vez en cuando miraba por encima del hombro, como si quisiera comprobar que Víctor seguía allí, Myriam podría haber sido invisible por la atención que le presto.
La sala de reuniones esta arriba, dijo pulsando el botón del ascensor.
Dado el tamaño de la compañía, Myriam pensó que la sala de reuniones seria enorme, se sentarían a un lado de una mesa de seis metros, frente a Máx y un ejercito de directivos, le resultaría imposible simular autoridad en un entorno así.
Salieron del ascensor a un pasillo decorado con los tonos oscuros de un prestigioso bufete de abogados bostonicos: alfombra verde bosque, paredes forradas de madera color caoba, jarrones llenos de flores frescas, siguieron a la recepcionista hasta una habitación que, para alivio de Myriam, resulto ser bastante pequeña, solo había ocho sillas alrededor de la mesa y la ventana ofrecía una bella panorámica de la ciudad.
Esperen aquí, dijo la recepcionista, mirando a Víctor, puedo ofrecerles algo?.
Tienen Batidos Frutales García? Pregunto con expresión seria.
Lo siento parpadeo ella, es la primera vez que oigo ese nombre, que son?
Entonces no quiero nada, gracias, lanzo a Myriam una mirada que parecía decir ¡ menuda tonta!, Myriam quieres algo tu?
No, gracias respondió ella, agradeciéndole su consideración, tras haber sido ignorada por la recepcionista.
Donde crees que deberíamos sentarnos? Le pregunto Myriam, cuando se marcho la recepcionista, en el alfeizar de la ventana, Víctor hizo una mueca, esas sillas parecen durísimas, si te sientas en una, pueden que te aten las muñecas, te afeiten la cabeza y te suelten una descarga de cincuenta mil voltios.
Ella se rió, no debería haberlo hecho, tenia que prepararse mentalmente para actuar con autoridad, pero el tenia razón, las sillas tenían el respaldo recto y alto y el asiento rígido, daban impresión de castigo.
Que enseñan en Empresariales? Pregunto el, que asiento proporcionan mas testosterona?
No quiero un asiento que me de testosterona, contesto ella con voz seca.
Sabes a que me refiero, poder, dominio, supremacía.
Quien dice que eso sea sinónimo de testosterona?
El ruido de pasos y voces le impidió contestarla, un minuto después apareció en el umbral un hombre alto y fuerte de mediana edad, con cabellos plateados recogido en una coleta, llevaba un traje corte extraño, que parecía diseñado por un modisto que quería hacer una declaración de principios. Myriam supuso que le había costado una fortuna.
Víctor!!!!, grito, ofreciendo a Víctor la mano derecha y dándole una palmada en la espalda, ¡ me alegro de verte!
Máx saludo a Víctor, con una sonrisa sutil, yo también me alegro, ella es Myriam Montemayor.
¡Myriam! Grito aplastándole los dedos con su apretón de manos.
Como esta?, dijo ella con educación, le pareció irónico que un magnate de la comida sana tuviera un aspecto tan parecido al de …….. un buey.
Estos son mis vips, dijo Máx, señalando a la mujer y a los dos hombres que habían entrado tras de el, si Myriam fuera vicepresidente de algo, no le gustaría que la presentaran como “VIP”, se sentaron alrededor de la mesa, Myriam y Víctor a un lado, dos de los directivos frente a ellos y el tercero y Máx en los extremos. Myriam pensó que no le había tocado el asiento que subía la testosterona, no sintió ninguna súbita oleada de poder, ni le salio pelo en la barbilla.empeso la reunión, Máx le dijo a Myriam y a Víctor una innecesaria charla sobre las presiones de gestionar el inventario y el reto de seleccionar productos, señalo que en sus tiendas tenia que ofrecer cosas que pudiera vender, productos por los que sus clientes habían demostrado preferencia, dijo que su margen de beneficios era escaso, Myriam no lo creyó, y que no podía desperdiciar espacio en productos nuevos de alto riesgo.
Lo cierto es que te encantan los Batidos Frutales García, le recordó Víctor, con voz tan lánguida que parecía a punto de quedarse dormido, los has probado y dijiste que te han gustado mucho.
No cuestiona la calidad de tu producto, dijo Máx, es una buena bebida….
Y sana añadió Victor, sin aditivos químicos ni endulcolorantes, nada mas que mezclas de zumos de fruta batidos.
No lo discuto, es un buen producto, verdad? Miro a sus empleados y todos asintieron obedientemente.
Es el tipo de bebida que seria un éxito entre tus clientes, insistió Victor, Myriam lo admiro en silencio, no sonaba agresivo ni desesperado, su actitud era casi altruista, como si intentara evitar que Máx cometiera un error fatal.
Es posible, concedió Máx, enseño sus dientes blancos y perfectos, el caso es que ya vendemos otros zumos de fruta, y se fabrican mas cerca de aquí, importar los zumos desde Cape Cod, no nos parece práctico en este momento.
Como parte de nuestra expansión, dijo Victor, vamos a crear una distribuidora para la zona centro, eso no es larga distancia.
No crearas la distribuidora hasta cerrar el trato con nosotros, dijo Max, la distribuidora llegara después de que nos comprometamos.
Pero estará ahí, Victor encogió los hombros, si ese argumento fuera irrelevante, tendrán suministro fresco y a tiempo, es lo único que importa.
Myriam estaba sentada en silencio, se sentía inútil, pero Victor había insistido en que su sola presencia seria una gran contribución, a ella no le parecía suficiente, pero era contable, Que podía decir?
Que tal le va a Rocío? Pregunto Victor de pronto.
Myriam movió el pie, preparada para darle una patadita, no entendía por que había sacado a relucir su escabroso pasado con la hija de Max, pero a Max no pareció importarle, esbozo una sonrisa fluorescente, va a casarse en junio del año que viene.
Lo se, me lo dijo, el novio parece un gran tipo.
No es lo bastante bueno para mi nena, pero nadie lo es.
Hay alguna posibilidad de que tengas tiempo para verla? Seguro que le encantaría.
Myriam se esforzó por mantener una expresión impasible, las aventuras modernas estaban mas allá de su comprensión y los padres modernos rizaban el rizo, la ultima vez que ella había roto con un chico, su padre amenazo con darle una paliza, a pesar de que Myriam insistió en que había sido ella quien había roto la relación y no lo sentía en absoluto, no se imaginaba a su padre diciendo “ Eh porque no quedas con Roberto la próxima vez que venga a la ciudad?
Estaba pensando en enviarles a ella y al afortunado novio unas cajas de Batidos Frutales García, cuando se casen.
Eso le encantara.
Si, Victor sonrió con astucia, sobre todo teniendo en cuenta que no podrá comprarlos en tus tiendas
Max inclino levemente la cabeza, después inicio otro largo discurso sobre sus problemas de inventario y la necesidad de liquidar las insistencias rápidamente, porque la esencia de la comida sana era que fuera fresca. Pontifico sobre la industria de las bebidas embotelladas en general, cristal, versus, plástico, versus, latas, de vez en cuando, uno de sus vips aportaban una cifra o una aclaración, pero era el show de Max de la Mora, finalmente Max llego al final, como un reloj al que se le hubiera acabado la cuerda.
Victor se removió en la silla y estiro las piernas, su incomodidad, atrapado en una silla incomoda y escuchando el discurso de Max, parecía incrementarse por su atuendo formal , lo miro de reojo, estaba en silencio y Myriam se pregunto si no tenia mas ideas o estaba mudo de aburrimiento.
Decidió que era hora de hablar.
Innovación, dijo.
Qué? Max le dirigió, una mirada mezcla de curiosidad y desden.
Una forma de conseguir que los clientes regresen es la innovación, improviso, intentando recordar lo poco que había estudiado de marketing en la carrera, a los clientes les gustan las cosas de siempre pero también probar cosas nuevas, sobre todo clientes como los suyos, son la vanguardia; los preocupa la salud y también el sabor, si sus tiendas venden siempre los mismos productos, dejaran de parecer vanguardistas.
Max se quedo pensativo, Myriam miro a Victor de reojo y vio que la observaba, sonriente, no creo que nadie pueda alegar que Vida Natural no vende alimentos de vanguardia, comento uno de los ejecutivos.
Si se puede considerar que existen alimentos vanguardistas, apunto la ejecutiva.
Debe estarlo, dijo Myriam, su cadena esta en la vanguardia, debería ser la primera en vender los Batidos García en la zona central, no querrán que les lleve ventaja alguna cadena de supermercados mediocre, verdad?, se pregunto si debería insinuar que había otras cadenas interesadas en vender los Batidos Frutales García, intento recordar una ética empresarial respecto a mentir en las negociaciones, pero no hizo falta, su estrategia había funcionado, Max alzo las cejas y miro hacia el techo.
No quiero que se me adelanten, mascullo, algunas cadena ya venden soja tostada, harina integral y verduras orgánicas, siguen siendo supermercados antiguos, pero creen que incluir algunos productos nuevos en sus estantes es señal de modernidad, tenemos que ir por delante de ellos.
Batidos Frutales García es una forma de hacerlo, afirmo Myriam, hagan un pedido pequeño para ver como va…..
No, la interrumpió Victor, hagan un pedido grande, so se arrepentirán, el producto será un éxito.
Lo pensaremos, dijo Max, mirando de uno a otro, Victor se puso de pie y Myriam lo imito.
Piénsalo, le dijo a Max, extendió la mano para soportar otro apretón quebrahuesos, veras cuanta razón tiene Myriam, nombro el hotel en el que estaban alojados, estaremos aquí hasta mañana, después, hizo suya la insinuación de Myriam y la convirtió en una mentira, tenemos otras reuniones a las que asistir.
Nos pondremos en contacto con ustedes pronto, prometió Max, es un placer verte, Victor, la brisa marina de Cape Cod te sienta bien.
Gracias, a ti tampoco parece irte mal el viento de Chicago, Victor sonrió, puso la mano en la espalda de Myriam y la escolto hacia fuera, no volvió hablar hasta que estuvieron en el ascensor, estuviste muy bien, le dijo con admiración.
Mentí, suspiro ella, había conseguido una segunda oportunidad de malinterpretarte.
Tu se la diste aun mayor, que otras reuniones tenemos?
No se, Victor encogió los hombros, podríamos reunirnos con un camarero y comer algo, o con la taquillera del cine y ver una película.
Estamos aquí por negocios, le recordó ella con severidad, era la encargada de calcular y archivar las notas de gastos del viaje.
Acabaremos esperando de una manera u otra, predigo que Max no llamara hasta media tarde, si lo hace. Después tenemos que conseguir que firme el contrato antes de que vuelva a cambiar de opinión, podemos esperar en el hotel o en el cine. Tu eliges.
Vamos al hotel a ver si ha llamado Raúl, sugirió ella, después…. Quizás podía ir a comer y al cine con Victor, seria como una cita, estaría embobada como una colegiala, igual que cuando la llevo a casa en descapotable, se sonrojaría y le sudarían las manos.
Quería creer que había cambiado, su misterioso visitante nocturno había alterado su perspectiva y la había convencido de su fuerza femenina, quería creer que no volvería a sentirse nerviosa o embobada por Victor, de momento, el viaje iba bien, había sido muy consciente de su atractivo, pero no había hecho el ridículo.
De acuerdo, accedió el, volvamos al hotel paro a un taxi y diez minutos después estaban en el hotel, tenían un mensaje, pero no era el que esperaban.
Victor desdoblo el papel, lo leyó y sonrió con alegría, se lo entrego a Myriam.
QUEREMOS LA EXCLUSIVA DE DISTRIBUCIÓN DE BATIDOS FRUTALES GARCÍA EN LA REGIÓN DE CHICAGO. LLEGUEMOS A UN ACUERDO. BRUNO.
Ella no sabia que pensaría Victor de otorgarle derechos exclusivos, aunque fueran temporales.
Pero lo tuvo claro al ver su sonrisa traviesa y casi sexy. Se le acelero el corazón aunque sabia que la sonrisa debía a la capitulación de Victor, no tenia nada que ver con ella.
Victor la agarro, la alzo del suelo y le dio una vuelta en el aire.
OH, Myriam, murmuro, estuviste bien, eres fantástica, ¡lo conseguiste!
Supo que la sonrisa si tenia algo que ver con ella.
fresita- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
otro mas
CAPITULO # 6
La película era horrible, tenia persecuciones de coches, explosiones y un argumento con mas agujeros que el queso gruyere. Las actrices eran guapas, pero no se quitaban la ropa, así que no se aprovechaba su potencial.
A pesar de los fallos de la película, Myriam parecía estar pasándola bien, Victor había sugerido saltarse el almuerzo e ir directos al cine, donde el compro un cartón de palomitas gigantes para compartir, tenían unas cuantas horas que matar; Victor no pensaba contestar demasiado rápido a Max, sobre todo después de decir que tenían mas reuniones, Victor pensó que ver una película de espías era tan buena forma de hacerlo como comiendo en un restaurante, charlando de naderías.
No se le daba bien hablar por hablar y sospechaba que a Myriam tampoco, no había esperado que se le diera bien ver una película de acción en mitad de un viaje de negocios, reírse de los diálogos irreales y poner los ojos en blanco con la profusión de clichés, pero para su sorpresa, se le daba de miedo.
El cine estaba casi vació y Myriam y el eran las personas vestidas con atuendo mas formal, la mayoría de la audiencia eran jubilados; nadie mas asistiría a una sesión matinal en un día de diario.
Myriam tenia una sonrisa fantástica, burbujeaba desde su garganta hacia fuera y era queda y musical, también tenia un perfil precioso, un par de veces sus dedos se rozaron en el cartón de palomitas y descubrió que sus manos también eran fantásticas, de piel suave.
Se alegraba de que hubiera accedió a ir al cine con el, no estaba previsto y era inapropiado, pero ella, arriesgando su reputación de contable estricta y formal, había aceptado la sugerencia.
Nunca había pensado que fuera capaz de correr riesgos; suponía que los contables eran la antitesis de un aventurero, pero también se había arriesgado al hablar en la reunión con Max, y ganado.
Eso le gustaba. En lo referente a mujeres, correr riesgos era mucho mas atractivo para Victor que unos labios carnosos o una figura espectacular.
Era indudable, Myriam lo excitaba: sus piernas, su risa, su valor en la reunión…..
En la pantalla, el héroe y la heroína se besaban de forma mecánica, que pretendía ser apasionada.
Miro a Myriam de reojo, parecía aburrida, no lo extraño; el beso era patético.
Se pregunto como besaba, ninguna mujer había parecido aburrida después de besarlo a el….
Pero Myriam no era como las mujeres que había besado, seria firme y resistente o suave y entregada? Tendría que seducirla lenta y gradualmente, o se derretiría en sus brazos?
Solo pensarlo hizo que todo su cuerpo palpitara, miro la pantalla, el beso se había interrumpido con la llegada en escena de coches de policías y de bomberos, todos con las luces encendidas, el ruido de las sirenas parecía casi una advertencia personal para Victor: si seguía pensando en Myriam y el sexo, necesitaría un coche de bomberos que lo apagara.
El plan de emparejarla con Raúl había pasado a la historia, el pobre tipo había tenido que irse y Victor empezaba a fantasear sobre la mujer que había creído perfecta para Raúl, quizá el destino había intervenido por algo, a veces las cosas ocurrían para bien.
Cuando acabo la película, Victor tiro el cartón de palomitas en la papelera y Myriam fue por una servilleta para limpiarse la mantequilla de los dedos y los labios, A Victor le habría encantado quitársela a besos, se recrimino por enésima vez, Myriam era su contable, no debía pensar en ella en el terreno sexual.
Son las tres y media, dijo ella, crees que deberíamos dejar de hacer sufrir a Max?
Victor estuvo a punto de decir que el sufría por recibir un beso con sabor a sal y mantequilla, pero se limito a asentir con brusquedad y abrirle la puerta.
Parpadearon como topos al salir al sol, el hotel estaba a tres manzanas de allí, caminaron sin hablar, había demasiado ruido por culpa del trafico.
La película era estupida, dijo Myriam en el ascensor.
No tenia mucho sentido, corroboro el.
La trama, que el futuro del planeta dependiera de que un sobre llegase a manos del presidente, era ridícula, pero incluso aceptando eso, los agentes eran unos ineptos, habría sido mucho mas fácil enviar el sobre por mensajero a la Casa Blanca, en vez de recorrer todo el mundo con el.
Si, bueno.. sonrió el, se espera que esas películas te aceleren el corazón, no que te hagan pensar.
Supongo que no puedo evitar pensar, dijo ella, casi disculpándose
Pensar es bueno, afirmo el, era bueno la mayoría de las veces, pero otras causaba problemas, con respecto a Myriam, no sabia si debía o no debía pensar.
Salieron del ascensor y fueron hasta la puerta de la habitación de Myriam, Victor espero mientras ella sacaba la llave, después recordó que su habitación estaba a dos puertas mas allá, tuvo que obligarse a seguir; le había resultado natural entrar con ella.
Estaba loco, su mente había mutado, ella era Myriam Montemayor y pretendía entrar en su habitación para demostrarle la diferencia entre el grotesco y pegajoso beso que habían visto en la pantalla y un beso real, apasionado, un beso que los hiciera arder desde dentro.
Fue hacia su habitación y entro, vio su reflejo en el espejo que había en la puerta del cuarto de baño, parecía normal, excepto por la vestimenta, eran la cara, el cuerpo y los ojos de Victor García los que veía, no había cambiado.
Myriam si, no es algo especifico o concreto, no había ganado ni perdido peso, no había cambiado de corte de pelo, ni de vestimenta, pero….
Solo pensar en ella le provocaba una erección, vio que la luz roja del teléfono parpadeaba.
Alzo el auricular y pulso la tecla de mensajes.
Hola, Victor, soy Raúl, se oyó, mi padre esta estable y creen que le harán el bypass mañana, el pronostico es bueno, solo quería que lo supieras, espero que no hayas metido la pata hasta el fondo con Max.
Victor gruño al oír la ultima frase, pero se alegraba de que el padre de Raúl estuviera bien, en el fondo, temía que el no haber metido la pata se debía a que su contable había estado genial.
Colgó y luego marco el numero de la habitación de Myriam.
Al oír su voz, baja y grave, le hirvió la sangre, pensó que era una hechicera que le había hecho un encantamiento, se aclaro la garganta antes de hablar.
Tengo un mensaje de Raúl, su padre va bien.
Eso es fantástico!
Van a hacerle un bypass mañana.
OH, sonó menos alegre, es una operación seria.
Si, pero se ha hecho un millón de veces, estoy seguro de que todo ira bien.
Eso espero.
El analizo el tono de su voz, intentando dilucidar si añoraba estar con Raúl en ese momento dándole la mano y animándolo, o si tenia la mas mínima sospecha de lo que Victor pensaba cuando estaba con ella.
Estas lista para ir a ver a Max? Pregunto el.
Por supuesto.
De acuerdo, te veré en un minuto.
Tenia que controlarse y actuar con frialdad, iban de camino a negociar un contrato, Victor era presidente de una empresa y debía actuar en consecuencia, cerraría el trato, no podía pensar en otra cosa.
Dos horas después, salieron de la sede de Vida Natural y se enfrentaron al trafico de la hora pico, el cielo tenia un resplandor púrpura.
De alguna manera, milagrosamente, había conseguido la cuenta, sin tener que hacer demasiadas concesiones, Myriam se sentía mareada, entusiasmada por haber tomado parte en el primer paso de la empresa hacia la distribución nacional.
Había creído que Victor estaría jubiloso pero, aunque parecía contento, estaba callado.
Deberíamos hacer algo especial para cenar, sugirió, porque el no parecía animado, hay que celebrarlo.
El la miro, la brisa le revolvió el pelo, otorgando a su rostro un aire infantil que la enterneció, casi o era justo que siendo tan guapo y con tanto éxito fuera tan poco egocéntrico e inconciente de su atractivo.
Que tienes en mente?, pregunto, sus ojos chispearon, si ella fuera una mujer fatal podría haber pensado que su mirada indicaba un interés que iba mas allá de una cena especial, pero no debía creer eso.
No se, replico, un restaurante interesante, creo.
El rumio su respuesta, encogió los hombros y levanto la mano para detener un taxi vacío.
No conozco los restaurantes de Chicago, supongo que podríamos volver a preguntarle a Max, o pedir consejo al conserje del hotel.
Seamos aventureros, dijo Myriam, sorprendiéndose a si misma, solo se había aventurado al aceptar el trabajo en Batidos Frutales García y aquel sábado por la noche en la que disfruto de su hora mágica, aunque hubiera sido una aventura imaginaria.
Subió al taxi, seguida por victor.
Perdone, podría recomendarnos un restaurante?, le pregunto al conductor, Victor la miro con curiosidad.
Un restaurante?, el taxista giro la cabeza.
Su sitio favorito, donde iría si tuviera algo que celebrar, explico. Miro a Victor para comprobar que no se estaba extralimitando, el sonreía y le brillaban los ojos.
Donde iría yo, el conductor pensó un momento y les echo un vistazo por el espejo retrovisor, con el ceño fruncido, no donde creo que irían ustedes.
Somos de mente abierta, insistió ella, asombrada por su impulsividad, llévenos y ya decidiremos.
De acuerdo como quieran, acepto el, iniciando la bandera e incorporándose al trafico.
Veinte minutos después, podría haber estado en otra ciudad, incluso en otro mundo, no se veían rascacielos de metal y cristal, ni ejecutivos con maletines caminando por la acera, estaban en un colorido barrio étnico salpicado con tiendas de comestibles, lavanderías y tiendas de licores, se detuvo ante una escalera que descendía hacia una puerta en la que decía Miriam.
Ahí abajo, les dijo, es la mejor comida de la ciudad.
Myriam y Victor intercambiaron una mirada, ella sentía cierta aprensión, pero el la reto.
Casi tiene tu nombre en la puerta, señalo.
De acuerdo, acepto ella, negándose a recuperar su personalidad contable, probémoslo.
Podremos encontrar un taxi cuando terminemos? Pregunto Victor, pagando al conductor.
Oh, si, hay montones de taxis, pídanle a Miriam que me llame si no encuentran uno, volveré, prometió el, díganle que llame a t.j., me localizara.
Myriam hizo acopio de su coraje y permitió que Victor la ayudara a salir del taxi, el sonrió de nuevo, con expresión divertida e intrigada al mismo tiempo.
Tienes agallas, murmuro, agarrando su mano, espero seguir teniéndolas después de comer lo que sirvan en este lugar, bromeo ella.
Bajaron la escalera y entraron en un comedor poco iluminado, la decoración era mínima: mesas, sillas y algunas laminas de paisajes en las paredes, se oía el murmullo de los comensales, nadie llevaba ropa formal.
Una mujer se acerco, alzo dos dedos interrogativamente y los condujo hacia una mesa pequeña situada en una esquina, les entrego dos cartas y desapareció.
Que es esto? Búlgaro?, pregunto Myriam con una risita, la carta estaba en un lenguaje desconocido.
Alguna lengua eslava, supongo, Victor rió también, tienes idea de lo que ofrecen?
Ni la mas mínima, lo que si entendía eran los precios, considerablemente mas bajos de lo que habrían pagado por un bocadillo en las cercanías del hotel.
El rió con mas fuerzas y ella lo acompaño, cuando llego la camarera con agua, Victor le devolvió las cartas.
Tráiganos sus mejores platillos, y vino, nos arriesgaremos, pidió Victor, la camarera asintió con la cabeza y se marcho, Victor se inclino hacia Myriam, era esto lo que tenias en mente como celebración?
Creo… creo que a veces hay que arriesgarse, dijo ella, sus manos estaban sobre la mesa, muy cerca de las de el, casi rozándose, no siempre, pero si a veces.
Soy muy aficionado a los riesgos, cubrió la distancia que los separaba y puso las manos sobre las de ella, tenia las palmas anchas y grandes, protectoras y posesivas al mismo tiempo, ella sintió una oleada de calor recorrer sus venas.
Myriam pensó que estaba corriendo un riesgo mayor al permitir que la tocara que yendo a ese restaurante. Aun así, se sentía segura con el.
La camarera regreso con una botella de vino y dos platos; uno parecía contener pepinos y aceitunas rayados y el otro tiras de pescado ahumado cubierto con una pálida salsa, sirvió el vino y se marcho
Un brindis, sugirió Victor, soltó las manos de Myriam y alzo la copa.
Por la exitosa negociación.
Ella choco su copa con la de el.
Por ti, murmuro Victor.
Había brindado por ella, Myriam pensó que si tuviera mas practica en las relaciones entre hombres y mujeres, habría sabido que el brillo de sus ojos no significaba nada, pero era tan inexperta que pensó que ese brillo podía tener algo de deseo.
Era imposible que Victor la deseara, pero… daba esa impresión.
El vino estaba bueno, era seco y con un exótico toque almendrado, eso dio a Myriam coraje de probar el pepino rayado, Victor corto un trozo de pescado y se lo metió en la boca.
Oh, exclamo ella.
Wow! Dijo el al mismo tiempo.
Ambos se echaron a reír.
Cada unos de los platos que les llevo la silenciosa camarera resulto exquisito, compartieron fideos salados, carnes especiadas, verduras asadas y diferentes tipos de pan, pastas y quesos, mientras paladeaban el vino, y hablaron, sobre el adorado mustang descapotable de Victor, de la hermana de Myriam, de la de Victor, del primer trabajo de el en una terraza y del de ella en un supermercado, hablaron de Grecia y del ultimo perro que había tenido el, falleció dos años antes y al que aun echaba de menos.
No era la cena de celebración que ella había esperado, era mejor.
En especial, era fantástico hablar con el sintiéndose relajada, no estaba nerviosa como una chiquilla, no le sudaban las manos y no tenia pánico, era como un amigo, un alma gemela a quien hubiera conocido desde siempre.
La magia no había acabado cuando el pago la ridículamente económica factura, salieron y un taxi los esperaba en la puerta, con t.j. al volante.
Victor no hablo cuando se acomodaron en el taxi, no hacia falta, el espacio que los había separado esa mañana ya no existía, en cualquier otro momento Myriam se habría quedado atónita al descubrirse agarrando la mano de Victor en el asiento trasero de un taxi, pero esa noche resultaba natural, inevitable.
No tenia ni idea de lo que iba a suceder cuando llegaran al hotel. Sin la intimidad que había compartido durante la cena era real, si la calidez y fuerza de la mano que la agarraba significaba algo, la consecuencia era obvia, pero ella era Myriam y el era el guapísimo jefe que solo la había visto como una contable eficiente durante los últimos cuatro meses, quizá toda la velada fuera una ilusión, tal vez se despertara por la mañana en su cama, en Hyannis, con Grecia ladrando para que la sacara a dar un paseo, entonces comprendería que todo había sido un sueño: el vuelo a Chicago, el infarto del padre de Raúl, la reunión con los directivos de Vida Natural, el restaurante y la carta indescifrable, el regreso al hotel de la mano de Victor.
Un sueño, o un regalo.
Cuando t.j., los dejo ante la puerta del hotel, el pago lo que marcaba el contador y añadió un billete de veinte dólares, el conductor no pareció asombrarse ni avergonzarse por la enorme propina, asintió con la cabeza, como si entendiera por que Victor se sentía agradecido.
De la mano, cruzaron el vestíbulo hacia el ascensor, de la mano avanzaron por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de Myriam, Victor la hizo seguir hasta que llegaron a la de el, introdujo la tarjeta en la puerta y abrió, se volvió hacia ella.
Era el momento de despertarse, podía sonreír y decir, “ un sueño fabuloso, pero es hora de volver a la realidad “ o podía dejar que Victor hiciera con ella lo que había hecho su hombre soñado durante aquella hora mágica.
Ninguna de las alternativas la convencía, no quería despertarse, pero tampoco quería participar activamente.
Se puso de puntillas y posos los labios en los de el, un beso suave, nada agresivo que pudiera asustar a un hombre, nada que creara histeria empresarial: el jefe y la contable sumido s en un tórrido abrazo!, solo un besito de gratitud y amistad……
El la abrazo, acepto su boca y toda noción de amistad y gratitud se evaporo, la beso como el hombre de sus sueños, solo que esta vez era real, se sentía despierta, consiente e increíblemente viva, sus brazos eran fuertes, el beso apasionado, su cuerpo duro y anhelante.
No recordaba haberse movido, pero estaba en su habitación con la puerta cerrada, el volvió a rodearla con sus brazos y a besarla, Victor García, el hombre del que había estado enamorada desde que entro en su despacho, la deseaba, a ella.
Eso la excitaba casi tanto como besarlo, no era amor no podía serlo, pero era deseo candente, y ella se sentía bella, deseable y sexy, le temblaban las piernas.
Recordando el placer que había sentido con su amante misterioso, le devolvió el beso a Victor, jugando con su lengua, llevo las manos a su nuca y enredo los dedos en su cabello negro, deseaba hacerlo gemir, sentirse débil y fuerte al mismo tiempo, como ella, deseaba que su corazón se desbocara y su sangre fuera fuego, como la de ella.
El interrumpió el beso y se aparto para mirarla, tenia los parpados pesados y los labios húmedos de besarla, ella se pregunto si todo le parecía un sueño y si deseaba despertarse, pero el esbozo una sonrisa lenta y seductora que le dijo que el sueño tardaría en acabar.
La llevo hacia la cama, sin apartar los ojos de su rostro, le quito la chaqueta, no le hizo falta bajar la vista para empezar a desabrocharle la blusa y sacársela de la falda, deslizo las manos por su estomago hacia el sujetador y busco el broche en su espalda, lo abrió con destreza y le quito el sujetador junto con la blusa.
A ella se le acelero el corazón, todo era demasiado real para ser un sueño, la estaba desnudando un hombre que había sido el amante de sus sueños durante meses, un hombre cuya apariencia y olor eran idénticos a los del amante que la había visitado una mágica noche de sábado.
El tiro la blusa y el sujetador sobre una silla y empezó a acariciarla de la cintura a los hombros, pasando por su clavícula y bajando a sus pechos.
Ella se arqueo hacia el, asombrada por la calidez y ternura de sus dedos mientras exploraban las curvas de su cuerpo, sus pezones se hincharon contra sus pulgares, el se sentó en la cama, arrastrándola, y empezó a chupar sus pezones.
Ella deseo gemir, suspirar gritar; decirle lo bien que se sentía, pero, como en el sueño, no había lugar para palabras, todo era sensación, calor, deseo y pasión.
Empezó a desabrocharle la camisa, no era tan eficaz como el en el arte de desvestir, pero prefirió no pensar en eso, un minuto después el se quito la camisa y la tiro al otro lado de la habitación.
El resto de la ropa de ambos pareció desaparecer con mas rapidez: falda, cinturón, medias, calcetines, pantalones, ropa interior…. Todo voló por la habitación en menos de un minuto, se encontraron desnudos, ella vulnerable, el magnifico como un dios del olimpo, al que podría adorar, deseaba hacerle el amor a Victor.
La tumbo sobre la cama y ella lo abrazo, asombrada por lo real, solidó y vivo que parecía, percibió el latido de su corazón, la calidez satinada de su piel, la firmeza de sus músculos que rozaban su pecho y los pezones que se endurecían bajo sus dedos, bajo las manos por su abdomen.
El giro y la obligo con las piernas a tumbarse de espaldas, después la beso con fiereza, no hablaron, ni siquiera cuando introdujo una pierna entre las suyas, puso una mano bajo su trasero y la apretó contra su entrepierna, ni cuando abandono sus labios para dibujar un sendero de besos entre sus senos, ella solo anhelaba estar mas cerca de el, ser parte de su cuerpo.
Se apoyo en un codo y recorrió su cuerpo con la otra mano: costillas, caderas, el triangulo de vello entre los muslos, la suave carne que había mas abajo, introdujo un dedo en su interior y ella se trago un gemido para no romper el silencio que los acunaba, llevo las manos hacia su miembro y lo acaricio, preparándolo como el la preparaba a ella, su corazón y su alma gemían Victor, mientras su cuerpo se abría a el, lo guiaba a su interior y notaba su tensión al controlarse, sin dejar de acariciarla, buscando hacerla estallar antes de penetrarla, sus dedos se hundían en su humedad, la volvía loca. el la miro a los ojos, debió percibir su expresión desesperada, porque la penetro de una embestida, se quedo quieto, recuperando el aliento y dejando que se acostumbrara a sentirlo en su interior, pero Myriam no necesitaba tiempo, parecía diseñado para ella, el ritmo se aceleró y se movieron al compás, era divino…. Un sueño.
Encajaban, ambos se perdieron en el éxtasis de estar unidos, eran un ser, muslos, manos, caderas, cuello, todo palpitaba, todo era sensación o beso.
Ella sintió una convulsión y se mordió el labio.
Victor, susurro.
Myriam, grito el. en ese instante, cuando el pronuncio su nombre y alcanzo el clímax en su interior, Myriam pensó que quizá no fuera un sueño
CAPITULO # 6
La película era horrible, tenia persecuciones de coches, explosiones y un argumento con mas agujeros que el queso gruyere. Las actrices eran guapas, pero no se quitaban la ropa, así que no se aprovechaba su potencial.
A pesar de los fallos de la película, Myriam parecía estar pasándola bien, Victor había sugerido saltarse el almuerzo e ir directos al cine, donde el compro un cartón de palomitas gigantes para compartir, tenían unas cuantas horas que matar; Victor no pensaba contestar demasiado rápido a Max, sobre todo después de decir que tenían mas reuniones, Victor pensó que ver una película de espías era tan buena forma de hacerlo como comiendo en un restaurante, charlando de naderías.
No se le daba bien hablar por hablar y sospechaba que a Myriam tampoco, no había esperado que se le diera bien ver una película de acción en mitad de un viaje de negocios, reírse de los diálogos irreales y poner los ojos en blanco con la profusión de clichés, pero para su sorpresa, se le daba de miedo.
El cine estaba casi vació y Myriam y el eran las personas vestidas con atuendo mas formal, la mayoría de la audiencia eran jubilados; nadie mas asistiría a una sesión matinal en un día de diario.
Myriam tenia una sonrisa fantástica, burbujeaba desde su garganta hacia fuera y era queda y musical, también tenia un perfil precioso, un par de veces sus dedos se rozaron en el cartón de palomitas y descubrió que sus manos también eran fantásticas, de piel suave.
Se alegraba de que hubiera accedió a ir al cine con el, no estaba previsto y era inapropiado, pero ella, arriesgando su reputación de contable estricta y formal, había aceptado la sugerencia.
Nunca había pensado que fuera capaz de correr riesgos; suponía que los contables eran la antitesis de un aventurero, pero también se había arriesgado al hablar en la reunión con Max, y ganado.
Eso le gustaba. En lo referente a mujeres, correr riesgos era mucho mas atractivo para Victor que unos labios carnosos o una figura espectacular.
Era indudable, Myriam lo excitaba: sus piernas, su risa, su valor en la reunión…..
En la pantalla, el héroe y la heroína se besaban de forma mecánica, que pretendía ser apasionada.
Miro a Myriam de reojo, parecía aburrida, no lo extraño; el beso era patético.
Se pregunto como besaba, ninguna mujer había parecido aburrida después de besarlo a el….
Pero Myriam no era como las mujeres que había besado, seria firme y resistente o suave y entregada? Tendría que seducirla lenta y gradualmente, o se derretiría en sus brazos?
Solo pensarlo hizo que todo su cuerpo palpitara, miro la pantalla, el beso se había interrumpido con la llegada en escena de coches de policías y de bomberos, todos con las luces encendidas, el ruido de las sirenas parecía casi una advertencia personal para Victor: si seguía pensando en Myriam y el sexo, necesitaría un coche de bomberos que lo apagara.
El plan de emparejarla con Raúl había pasado a la historia, el pobre tipo había tenido que irse y Victor empezaba a fantasear sobre la mujer que había creído perfecta para Raúl, quizá el destino había intervenido por algo, a veces las cosas ocurrían para bien.
Cuando acabo la película, Victor tiro el cartón de palomitas en la papelera y Myriam fue por una servilleta para limpiarse la mantequilla de los dedos y los labios, A Victor le habría encantado quitársela a besos, se recrimino por enésima vez, Myriam era su contable, no debía pensar en ella en el terreno sexual.
Son las tres y media, dijo ella, crees que deberíamos dejar de hacer sufrir a Max?
Victor estuvo a punto de decir que el sufría por recibir un beso con sabor a sal y mantequilla, pero se limito a asentir con brusquedad y abrirle la puerta.
Parpadearon como topos al salir al sol, el hotel estaba a tres manzanas de allí, caminaron sin hablar, había demasiado ruido por culpa del trafico.
La película era estupida, dijo Myriam en el ascensor.
No tenia mucho sentido, corroboro el.
La trama, que el futuro del planeta dependiera de que un sobre llegase a manos del presidente, era ridícula, pero incluso aceptando eso, los agentes eran unos ineptos, habría sido mucho mas fácil enviar el sobre por mensajero a la Casa Blanca, en vez de recorrer todo el mundo con el.
Si, bueno.. sonrió el, se espera que esas películas te aceleren el corazón, no que te hagan pensar.
Supongo que no puedo evitar pensar, dijo ella, casi disculpándose
Pensar es bueno, afirmo el, era bueno la mayoría de las veces, pero otras causaba problemas, con respecto a Myriam, no sabia si debía o no debía pensar.
Salieron del ascensor y fueron hasta la puerta de la habitación de Myriam, Victor espero mientras ella sacaba la llave, después recordó que su habitación estaba a dos puertas mas allá, tuvo que obligarse a seguir; le había resultado natural entrar con ella.
Estaba loco, su mente había mutado, ella era Myriam Montemayor y pretendía entrar en su habitación para demostrarle la diferencia entre el grotesco y pegajoso beso que habían visto en la pantalla y un beso real, apasionado, un beso que los hiciera arder desde dentro.
Fue hacia su habitación y entro, vio su reflejo en el espejo que había en la puerta del cuarto de baño, parecía normal, excepto por la vestimenta, eran la cara, el cuerpo y los ojos de Victor García los que veía, no había cambiado.
Myriam si, no es algo especifico o concreto, no había ganado ni perdido peso, no había cambiado de corte de pelo, ni de vestimenta, pero….
Solo pensar en ella le provocaba una erección, vio que la luz roja del teléfono parpadeaba.
Alzo el auricular y pulso la tecla de mensajes.
Hola, Victor, soy Raúl, se oyó, mi padre esta estable y creen que le harán el bypass mañana, el pronostico es bueno, solo quería que lo supieras, espero que no hayas metido la pata hasta el fondo con Max.
Victor gruño al oír la ultima frase, pero se alegraba de que el padre de Raúl estuviera bien, en el fondo, temía que el no haber metido la pata se debía a que su contable había estado genial.
Colgó y luego marco el numero de la habitación de Myriam.
Al oír su voz, baja y grave, le hirvió la sangre, pensó que era una hechicera que le había hecho un encantamiento, se aclaro la garganta antes de hablar.
Tengo un mensaje de Raúl, su padre va bien.
Eso es fantástico!
Van a hacerle un bypass mañana.
OH, sonó menos alegre, es una operación seria.
Si, pero se ha hecho un millón de veces, estoy seguro de que todo ira bien.
Eso espero.
El analizo el tono de su voz, intentando dilucidar si añoraba estar con Raúl en ese momento dándole la mano y animándolo, o si tenia la mas mínima sospecha de lo que Victor pensaba cuando estaba con ella.
Estas lista para ir a ver a Max? Pregunto el.
Por supuesto.
De acuerdo, te veré en un minuto.
Tenia que controlarse y actuar con frialdad, iban de camino a negociar un contrato, Victor era presidente de una empresa y debía actuar en consecuencia, cerraría el trato, no podía pensar en otra cosa.
Dos horas después, salieron de la sede de Vida Natural y se enfrentaron al trafico de la hora pico, el cielo tenia un resplandor púrpura.
De alguna manera, milagrosamente, había conseguido la cuenta, sin tener que hacer demasiadas concesiones, Myriam se sentía mareada, entusiasmada por haber tomado parte en el primer paso de la empresa hacia la distribución nacional.
Había creído que Victor estaría jubiloso pero, aunque parecía contento, estaba callado.
Deberíamos hacer algo especial para cenar, sugirió, porque el no parecía animado, hay que celebrarlo.
El la miro, la brisa le revolvió el pelo, otorgando a su rostro un aire infantil que la enterneció, casi o era justo que siendo tan guapo y con tanto éxito fuera tan poco egocéntrico e inconciente de su atractivo.
Que tienes en mente?, pregunto, sus ojos chispearon, si ella fuera una mujer fatal podría haber pensado que su mirada indicaba un interés que iba mas allá de una cena especial, pero no debía creer eso.
No se, replico, un restaurante interesante, creo.
El rumio su respuesta, encogió los hombros y levanto la mano para detener un taxi vacío.
No conozco los restaurantes de Chicago, supongo que podríamos volver a preguntarle a Max, o pedir consejo al conserje del hotel.
Seamos aventureros, dijo Myriam, sorprendiéndose a si misma, solo se había aventurado al aceptar el trabajo en Batidos Frutales García y aquel sábado por la noche en la que disfruto de su hora mágica, aunque hubiera sido una aventura imaginaria.
Subió al taxi, seguida por victor.
Perdone, podría recomendarnos un restaurante?, le pregunto al conductor, Victor la miro con curiosidad.
Un restaurante?, el taxista giro la cabeza.
Su sitio favorito, donde iría si tuviera algo que celebrar, explico. Miro a Victor para comprobar que no se estaba extralimitando, el sonreía y le brillaban los ojos.
Donde iría yo, el conductor pensó un momento y les echo un vistazo por el espejo retrovisor, con el ceño fruncido, no donde creo que irían ustedes.
Somos de mente abierta, insistió ella, asombrada por su impulsividad, llévenos y ya decidiremos.
De acuerdo como quieran, acepto el, iniciando la bandera e incorporándose al trafico.
Veinte minutos después, podría haber estado en otra ciudad, incluso en otro mundo, no se veían rascacielos de metal y cristal, ni ejecutivos con maletines caminando por la acera, estaban en un colorido barrio étnico salpicado con tiendas de comestibles, lavanderías y tiendas de licores, se detuvo ante una escalera que descendía hacia una puerta en la que decía Miriam.
Ahí abajo, les dijo, es la mejor comida de la ciudad.
Myriam y Victor intercambiaron una mirada, ella sentía cierta aprensión, pero el la reto.
Casi tiene tu nombre en la puerta, señalo.
De acuerdo, acepto ella, negándose a recuperar su personalidad contable, probémoslo.
Podremos encontrar un taxi cuando terminemos? Pregunto Victor, pagando al conductor.
Oh, si, hay montones de taxis, pídanle a Miriam que me llame si no encuentran uno, volveré, prometió el, díganle que llame a t.j., me localizara.
Myriam hizo acopio de su coraje y permitió que Victor la ayudara a salir del taxi, el sonrió de nuevo, con expresión divertida e intrigada al mismo tiempo.
Tienes agallas, murmuro, agarrando su mano, espero seguir teniéndolas después de comer lo que sirvan en este lugar, bromeo ella.
Bajaron la escalera y entraron en un comedor poco iluminado, la decoración era mínima: mesas, sillas y algunas laminas de paisajes en las paredes, se oía el murmullo de los comensales, nadie llevaba ropa formal.
Una mujer se acerco, alzo dos dedos interrogativamente y los condujo hacia una mesa pequeña situada en una esquina, les entrego dos cartas y desapareció.
Que es esto? Búlgaro?, pregunto Myriam con una risita, la carta estaba en un lenguaje desconocido.
Alguna lengua eslava, supongo, Victor rió también, tienes idea de lo que ofrecen?
Ni la mas mínima, lo que si entendía eran los precios, considerablemente mas bajos de lo que habrían pagado por un bocadillo en las cercanías del hotel.
El rió con mas fuerzas y ella lo acompaño, cuando llego la camarera con agua, Victor le devolvió las cartas.
Tráiganos sus mejores platillos, y vino, nos arriesgaremos, pidió Victor, la camarera asintió con la cabeza y se marcho, Victor se inclino hacia Myriam, era esto lo que tenias en mente como celebración?
Creo… creo que a veces hay que arriesgarse, dijo ella, sus manos estaban sobre la mesa, muy cerca de las de el, casi rozándose, no siempre, pero si a veces.
Soy muy aficionado a los riesgos, cubrió la distancia que los separaba y puso las manos sobre las de ella, tenia las palmas anchas y grandes, protectoras y posesivas al mismo tiempo, ella sintió una oleada de calor recorrer sus venas.
Myriam pensó que estaba corriendo un riesgo mayor al permitir que la tocara que yendo a ese restaurante. Aun así, se sentía segura con el.
La camarera regreso con una botella de vino y dos platos; uno parecía contener pepinos y aceitunas rayados y el otro tiras de pescado ahumado cubierto con una pálida salsa, sirvió el vino y se marcho
Un brindis, sugirió Victor, soltó las manos de Myriam y alzo la copa.
Por la exitosa negociación.
Ella choco su copa con la de el.
Por ti, murmuro Victor.
Había brindado por ella, Myriam pensó que si tuviera mas practica en las relaciones entre hombres y mujeres, habría sabido que el brillo de sus ojos no significaba nada, pero era tan inexperta que pensó que ese brillo podía tener algo de deseo.
Era imposible que Victor la deseara, pero… daba esa impresión.
El vino estaba bueno, era seco y con un exótico toque almendrado, eso dio a Myriam coraje de probar el pepino rayado, Victor corto un trozo de pescado y se lo metió en la boca.
Oh, exclamo ella.
Wow! Dijo el al mismo tiempo.
Ambos se echaron a reír.
Cada unos de los platos que les llevo la silenciosa camarera resulto exquisito, compartieron fideos salados, carnes especiadas, verduras asadas y diferentes tipos de pan, pastas y quesos, mientras paladeaban el vino, y hablaron, sobre el adorado mustang descapotable de Victor, de la hermana de Myriam, de la de Victor, del primer trabajo de el en una terraza y del de ella en un supermercado, hablaron de Grecia y del ultimo perro que había tenido el, falleció dos años antes y al que aun echaba de menos.
No era la cena de celebración que ella había esperado, era mejor.
En especial, era fantástico hablar con el sintiéndose relajada, no estaba nerviosa como una chiquilla, no le sudaban las manos y no tenia pánico, era como un amigo, un alma gemela a quien hubiera conocido desde siempre.
La magia no había acabado cuando el pago la ridículamente económica factura, salieron y un taxi los esperaba en la puerta, con t.j. al volante.
Victor no hablo cuando se acomodaron en el taxi, no hacia falta, el espacio que los había separado esa mañana ya no existía, en cualquier otro momento Myriam se habría quedado atónita al descubrirse agarrando la mano de Victor en el asiento trasero de un taxi, pero esa noche resultaba natural, inevitable.
No tenia ni idea de lo que iba a suceder cuando llegaran al hotel. Sin la intimidad que había compartido durante la cena era real, si la calidez y fuerza de la mano que la agarraba significaba algo, la consecuencia era obvia, pero ella era Myriam y el era el guapísimo jefe que solo la había visto como una contable eficiente durante los últimos cuatro meses, quizá toda la velada fuera una ilusión, tal vez se despertara por la mañana en su cama, en Hyannis, con Grecia ladrando para que la sacara a dar un paseo, entonces comprendería que todo había sido un sueño: el vuelo a Chicago, el infarto del padre de Raúl, la reunión con los directivos de Vida Natural, el restaurante y la carta indescifrable, el regreso al hotel de la mano de Victor.
Un sueño, o un regalo.
Cuando t.j., los dejo ante la puerta del hotel, el pago lo que marcaba el contador y añadió un billete de veinte dólares, el conductor no pareció asombrarse ni avergonzarse por la enorme propina, asintió con la cabeza, como si entendiera por que Victor se sentía agradecido.
De la mano, cruzaron el vestíbulo hacia el ascensor, de la mano avanzaron por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de Myriam, Victor la hizo seguir hasta que llegaron a la de el, introdujo la tarjeta en la puerta y abrió, se volvió hacia ella.
Era el momento de despertarse, podía sonreír y decir, “ un sueño fabuloso, pero es hora de volver a la realidad “ o podía dejar que Victor hiciera con ella lo que había hecho su hombre soñado durante aquella hora mágica.
Ninguna de las alternativas la convencía, no quería despertarse, pero tampoco quería participar activamente.
Se puso de puntillas y posos los labios en los de el, un beso suave, nada agresivo que pudiera asustar a un hombre, nada que creara histeria empresarial: el jefe y la contable sumido s en un tórrido abrazo!, solo un besito de gratitud y amistad……
El la abrazo, acepto su boca y toda noción de amistad y gratitud se evaporo, la beso como el hombre de sus sueños, solo que esta vez era real, se sentía despierta, consiente e increíblemente viva, sus brazos eran fuertes, el beso apasionado, su cuerpo duro y anhelante.
No recordaba haberse movido, pero estaba en su habitación con la puerta cerrada, el volvió a rodearla con sus brazos y a besarla, Victor García, el hombre del que había estado enamorada desde que entro en su despacho, la deseaba, a ella.
Eso la excitaba casi tanto como besarlo, no era amor no podía serlo, pero era deseo candente, y ella se sentía bella, deseable y sexy, le temblaban las piernas.
Recordando el placer que había sentido con su amante misterioso, le devolvió el beso a Victor, jugando con su lengua, llevo las manos a su nuca y enredo los dedos en su cabello negro, deseaba hacerlo gemir, sentirse débil y fuerte al mismo tiempo, como ella, deseaba que su corazón se desbocara y su sangre fuera fuego, como la de ella.
El interrumpió el beso y se aparto para mirarla, tenia los parpados pesados y los labios húmedos de besarla, ella se pregunto si todo le parecía un sueño y si deseaba despertarse, pero el esbozo una sonrisa lenta y seductora que le dijo que el sueño tardaría en acabar.
La llevo hacia la cama, sin apartar los ojos de su rostro, le quito la chaqueta, no le hizo falta bajar la vista para empezar a desabrocharle la blusa y sacársela de la falda, deslizo las manos por su estomago hacia el sujetador y busco el broche en su espalda, lo abrió con destreza y le quito el sujetador junto con la blusa.
A ella se le acelero el corazón, todo era demasiado real para ser un sueño, la estaba desnudando un hombre que había sido el amante de sus sueños durante meses, un hombre cuya apariencia y olor eran idénticos a los del amante que la había visitado una mágica noche de sábado.
El tiro la blusa y el sujetador sobre una silla y empezó a acariciarla de la cintura a los hombros, pasando por su clavícula y bajando a sus pechos.
Ella se arqueo hacia el, asombrada por la calidez y ternura de sus dedos mientras exploraban las curvas de su cuerpo, sus pezones se hincharon contra sus pulgares, el se sentó en la cama, arrastrándola, y empezó a chupar sus pezones.
Ella deseo gemir, suspirar gritar; decirle lo bien que se sentía, pero, como en el sueño, no había lugar para palabras, todo era sensación, calor, deseo y pasión.
Empezó a desabrocharle la camisa, no era tan eficaz como el en el arte de desvestir, pero prefirió no pensar en eso, un minuto después el se quito la camisa y la tiro al otro lado de la habitación.
El resto de la ropa de ambos pareció desaparecer con mas rapidez: falda, cinturón, medias, calcetines, pantalones, ropa interior…. Todo voló por la habitación en menos de un minuto, se encontraron desnudos, ella vulnerable, el magnifico como un dios del olimpo, al que podría adorar, deseaba hacerle el amor a Victor.
La tumbo sobre la cama y ella lo abrazo, asombrada por lo real, solidó y vivo que parecía, percibió el latido de su corazón, la calidez satinada de su piel, la firmeza de sus músculos que rozaban su pecho y los pezones que se endurecían bajo sus dedos, bajo las manos por su abdomen.
El giro y la obligo con las piernas a tumbarse de espaldas, después la beso con fiereza, no hablaron, ni siquiera cuando introdujo una pierna entre las suyas, puso una mano bajo su trasero y la apretó contra su entrepierna, ni cuando abandono sus labios para dibujar un sendero de besos entre sus senos, ella solo anhelaba estar mas cerca de el, ser parte de su cuerpo.
Se apoyo en un codo y recorrió su cuerpo con la otra mano: costillas, caderas, el triangulo de vello entre los muslos, la suave carne que había mas abajo, introdujo un dedo en su interior y ella se trago un gemido para no romper el silencio que los acunaba, llevo las manos hacia su miembro y lo acaricio, preparándolo como el la preparaba a ella, su corazón y su alma gemían Victor, mientras su cuerpo se abría a el, lo guiaba a su interior y notaba su tensión al controlarse, sin dejar de acariciarla, buscando hacerla estallar antes de penetrarla, sus dedos se hundían en su humedad, la volvía loca. el la miro a los ojos, debió percibir su expresión desesperada, porque la penetro de una embestida, se quedo quieto, recuperando el aliento y dejando que se acostumbrara a sentirlo en su interior, pero Myriam no necesitaba tiempo, parecía diseñado para ella, el ritmo se aceleró y se movieron al compás, era divino…. Un sueño.
Encajaban, ambos se perdieron en el éxtasis de estar unidos, eran un ser, muslos, manos, caderas, cuello, todo palpitaba, todo era sensación o beso.
Ella sintió una convulsión y se mordió el labio.
Victor, susurro.
Myriam, grito el. en ese instante, cuando el pronuncio su nombre y alcanzo el clímax en su interior, Myriam pensó que quizá no fuera un sueño
fresita- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
otro mas aun no termina en la proxima lo completo este capitulo
CAPITULO # 7
Victor se sentía mejor, mucho mejor, por primera vez en semanas se sentía…… vivo.
Mas que vivo, se sentía poderoso y también impotente, estaba saciado y anhelaba mas, se sentía como si acabara de descubrir los secretos del mundo en los brazos de Myriam y como si no supiera nada de nada.
Loco y cuerdo, a la vez.
Myriam, maravillado, se puso de lado, sin dejar de abrazarla y miro su rostro, tenia las mejillas arreboladas y los parpados entrecerrados, pero lo miraba.
Deslizo una mano por su brazo para entrelazar los dedos con los suyos, recordo como habia sentido esos dedos acariciar su piel, calidos y traviesos, como lo habia excitado, subiendo y bajando por su miembro, cosquilleando las partes mas sensibles, sintio una nueva tension en la entrepierna, deseaba mas, mas Myriam, solo Myriam…. Su contable, rio.
De que te ries?, pregunto ella, abriendo los ojos.
No te parece esto gracioso?, al ver el destello indignado de sus ojos le apreto la mano, quiero decir, añadio rapidamente, ni en sueños podias haberte imaginado acabando en la cama conmigo, verdad?
Ella no contesto.
Es decir, es fantastico, aclaro el, cuando el silencio dura mas de un minuto, gracioso pero fantastico, hasta a el mismo le sonaron mal sus palabras.
Aja, dijo ella.
Fenomenal, su sonrisa se borro al comprender cuan verdad era, el sexo con ella habia sido mas que fenomenal, increíble, el mejor que habia experimentado en su vida, sintio otra contracción al recordarlo.
Estudio la expresiva boca, las pestañas espesas, el cabello oscuro y brillante.
Lo digo en serio, le beso la punta de la nariz, puede que yo tambien nos haya imaginado en la cama, quiza fuera inconsciente y no me di cuenta, pero llevo tiempo observandote y pensando “ hay dentro hay mas que un gran cerebro “.
Gracias, sono ofendida.
He pensado en ti en momentos extraños, cuando deveria pensar en otras cosas, por ejemplo, esta mañana; cuando deberia haber estado pensando en la reunion con Max, pensaba en tus piernas.
Mis piernas, arrugo la frente.
Venga, insistio el, te estoy diciendo que la atracción lleva ahí un tiempo, bajo la superficie, me alegro de que por fin haya salido a la luz.
Eso es esto? Atracción?
Si, y locura, quimica y deseo, tienes unas piernas fantásticas, y el resto tambien es increíble.
O si, soy increíble, por fin se ablando y sonrio.
Lo eres.
Suenas como un hombre que se cree en la obligación de hacerle cumplidos a una mujer después de hacerle el amor.
Preferiria hacerte el amor otra vez, dijo el, su ereccion se hizo mas intensa, olvida los cumplidos, prefiero demostrarte lo que pienso, deslizo la mano libre desde su hombro por el costado, hasta la cadera, crees que podria shacer esto otra vez?
Oh, no se, dijo ella remilgada, el comprendió que bromeaba, tenia expresión seria, pero sus ojos chispeaban, no sabia cuando empezo a darse cuenta de que tenia unos ojos tan bonitos, una boca tan besable.
Deslizo la mano entre sus muslos y ella cerro los ojos, un leve suspiro escapo de sus labios mientras se abria a sus dedos, entregandose, era suya.
Mientras la besaba, admitio que el tambien era de ella, solo ver su expresión transformarse en una concentración erotica era suficiente para atraparlo, oir su respiración entrecortada lo encadenaba, era el cautivo, Myriam la carcelera.
Se tumbo de espaldass y la puso sobre el, queria sentir el peso de su carne suave, queria que su cabello le acariciara el rostro y que sus senos se deslizaran por su pecho, queria que ella lo cabalgara y apretase los muslos contra sus costados mientras el sujetaba sus caderas y se perdia en su interior.
Su calidez lo rodeo, humeda, y su deseo se hizo realidad, se arqueo hacia ella una y otra vez, ella le clavo los dedos en los hombros, jadeando, tensa de calor y energia, buscando la liberación de la pasion.
Tras haberle hecho el amor una vez, el deberia poder haber aguantado mas tiempo, pero era magnifica, sentirla apretando su miembro, ver sus pezones oscuros, oir sus gemidos…. Iba a alcanzar el orgasmo, demasiado pronto, estaba a punto de morir con esa dulce tortura.
Situo la mano en el punto en que sus cuerpos se unian y la toco, ella gimio, volvio a tocarla y ella se deshizo de placer, cayendo sobre el, creyo oirla gritar su nombre; después dejo de pensar y se dejo ir en oleadas, olvidandolo todo excepto la sensación.
Ella seguia pulsando a su alrededor cuando el termino, tenia la mano atrapada entre ambos, pero cuando intento retirarla, ella gimio de nuevo, perdiendose en un nuevo climax que la dejo relajada y sollozante de placer.
La abrazo y espero a que su respiración recobrara la normalidad.
Eso no te ha parecido gaciosos? Pregunto.
No, suspiro ella, apoyo la cabeza en su hombro.
Triste entonces, sugirió el, tragico
Espantoso, lo ayudo ella.
Devastador.
Si, se puso seria de repente, ha sido devastador.
El volvio a preguntarse si la habia ofendido, si lo odiaria por bromear en un momento como ese.
Los cerebros femeninos eran complicados y el de Myriam mas que el de ka mayoria, quiza porque dedicaba gran parte de su teimpo a los numeros, haciendo balances, analizando beneficios y perdidas, tal vez, en ese momento estaba evaluando como habia hecho el amor, pasandolo por el ordenador de sus emosiones e intentando descubrir el resultado final.
Pero, tratandose de sexo, no habia resultado final, se pregunto si estaria calculando sus perdidas, la abrazo con fuerza, no queria hacer declaraciones ni a comprometerse, pero, diablos, habia sido fantastico, en absoluto devastador.
No sabia como decirlo sin que sonara cursi o a la promesa que no podia cumplir, asi que se limito a abrazarla y acariciar su cabello, intentando decirle sin palabras que estaba a salvo en su brazos, ella se acomodo a su lado, respirando pausadamente, con la mano sobre su pecho y atrapandole la pierna con las suyas, lo asombraba lo sexy que era, incluso en reposo, tendria que vlver a hacerle el amor pronto, muy pronto.
Cerro los ojos y se dejo invadir por una oleada de relax, calida y tranquilizadora como el sueño.
Que hora es? Pregunto ella adormilada.
A quien le importa? Dijo el, sin abrir los ojos.
A mi, ella se elevo lo suficiente para ver el despertador que habia en la mesita, oh, sera mejor que me vaya, musito.
De que hablas? Abrio los ojos y fruncio el ceño
Es que… se sento, parpadeando y aparto el cabello del rostro, creo que deberia volver a mi habitación.
Porque?
Porque si, se aparto de el, mostrandole la espalda, el vio un diminuto lunar cerca de su omoplato y dos oyuelos junto a la base de su columna, deseo besar su espalda de arriba abajo, masajear los musculos de su nuca y acariciar sus senos desde atrás…
Ella bajo las piernas de la cama y el movimiento lo saco de sus fantasias, se sento rapidamente y obserrvo, confuso, como se agachaba para recoger su ropa.
Que ha ocurrido? Pregunto, desconcertado una vez mas por la complejidad del cerebro femenino, que he hecho mal?
Nada, ella se puso las braguitas y le dirigio una sonrisa nerviosa, en serio Victor, ha sido….. suspiro, increíble, pero creo que seria mejor que volviera a mi habitación a dormir.
No seria mejor, discutio el, yo creo que deberias dormir aquí.
No, se dio la vuelta, como si temiera mirarlo, descubrio su sujetador sobre una silla y fue por el.
De acuerdo, mira, debia haber hecho algo mal.
Una mujer no huia de la cama de un hombre como si fuera venenoso, tras un episodio de sexo extraordinario, a no ser que algo fuese mal, desconocia que la estaba molestando, pero no soportaba la idea de no tenerla a su lado el resto de la noche.
Se puso de pie y se acerco con cautela, deseando poder leer su mente.
Sea lo que sea, lo siento, dijo, pensando que una disculpa generalizada no podia hacer ningun mal.
No has hecho nada mal, Victor, se abrocho el sujetador y se volvio hacia el con una debil sonrisa.
Quiero decir, cuando me rei…… no me reia de ti, solo me reia porque la idea de que tu y yo estuviesemos tan bien juntos.
Es graciosa, lo corto ella, estrafalaria, toralmente ilogica.
A quien le importa?, a mi no, desde luego insistio el, lo unico que le importaba era que ella iba a amarcharse y no queria que lo hiciera.
Quiza, se abrocho la falda y empezo a ponerse la blusa, quiza solo necesites algo de tiempo para organizar mis pensamientos, de acuerdo? Forzo una sonrisa, tenia los ojos velados y el no supo si se debia a las lagrimas o al panico.
Que es lo que tienes que organizar?
Puede que yo no me tome esto tan a la ligera como tu, tenia la voz tensa, sin duda era panico, puede que necesite pensar.
Piensa aquí, quien te lo impide?
Por favor, Victor… suplico, tambien habia lagrimas, el vio que una le escapaba por el rabillo del ojo; le temblaba la voz, tengoq ue irme, es culpa mia, no tuya, en serio, recogio las medias del suelo, las metio en el maletin del ordenador, se puso los zapatos y agarro la chaqueta, no hiciste nada mal, Victor, aseguro, le dio un beso en los labios y se marcho.
El se quedo inmóvil, desnudo y atonito, mirando la puerta cerrada y sintiendo un vacio en la habitación sin ella, maldijo, volvia a estar loco, pero esa locura distinta; la locura provocada por creer que lo ocurrido en la ultima hora debia ser un sueño, si hubiera sido real, Myriam no habira huido.
Nadie la acusaria nunca de ser desenvuelta, entro en la habitación, cerro la puerta y se apoyo en ella, dejo el maletin en el suelo y se quito los zapatos, tenia el corazon desbocado, los ojos humedos y no sabia si lo que acababa de hacer era lo mas sabio o lo mas estupido que habia hecho en su vida.
Podria haber pasado la noche con Victor, toda la noche rodeada por sus brazos, por su cuerpo.
Se habria despertado y echo el amor y vuelto a dormir.pero habia mirado el reloj de la mesilla y pensado: “oh, oh, llevo aquí casi una hora “ habia estado segura que al final de la hora la magia desapareceria, el sueño acabaria y perderia su regalo.
Decidio que era una idiota, lo ocurrido la noche del cambio de hora habia sido una fantasia.
Lo ocurrido en la habitación de Victor habia sido muy real, al menos le parecia real cuando no pensaba en lo imposible que era que Victor, la mirara dos veces y le gustara lo que veia.
Se tumbo en la cama y cerro los ojos, le dolian los musculos de los muslos y notaba el sabor de Victor en los labios, cerro los dedos y recordo la textura de su cabello cuando lo acariciaba, hacer el amor con el habia sido tan real como todo lo ocurrido durante el dia; negociar con éxito el contrato, ver una película horrible, cenar en un restaurante exotico y volver al hotel en el taxi de su amigo t.j.
Habia echo bien abandonando la habitación de el, el no la amaba ni le entregaria alma y corazon, era muy posible que cuando regresaran a Hyannis, se sintiera vagamente avergonzado por lo que habia hecho en Chicago, quiza se sentiria obligado a despedirla, si su presencia en la empresa lo incomodaba, si ella misma se sentia incomoda, quiza presentara la dimision, pasar la noche con el solo habria empeorado las cosas.
Marcharse habia sido muy sensato.
Entonces por que lloraba? Porque se sentia desconsolada, sola en una cama demasiado grande para una persona? Podia soportar la vergüenza, pero no el dolor del corazon.
No podia haberse enamorado de el, era cierto que el le habia echo el amor con mas pasion ternura y devocion que nadie en su vida, incluyendo sueños u horas regaladas, pero no podia creer que hubiera cruzado la linea que separaba un encaprichamiento de estar enamorada, se conocia mejor, habia hablado de muchas cosas y disfrutado uno en compañía del otro, se habian hecho amigos.
Pero no era amor, no podia serlo, el era un chico de playa que habia descubierto un producto unico y habia sabido la forma de comercializarlo, tostado por el sol y libre como un amante del surf, digno de un capricho, no de amor.
No la amaba,era imposible, ella no era el tipo de mujer de la que el pudiera enamorarse, era obvio que le habia gustado cuando compratian sexo apasionado, incluso mucho, pero una vez pasada la hora, se acababa su regalo, no era algo a largo plazo.
Por eso se habia ido antes de que acabara la magia.
Le habria gustado salir del hotel a la mañana siguiente sin verlo, pero era imposible, tenian que volver juntos a Hyannis, incluso si no fuera asi, no habria podido evitarlo, porque la esperaba junto al ascensor cuando llego al vestíbulo.
No habi dormido bien, decir que no estaba resplandeciente habria sido un eufemismo, tenia ojeras y el pelo enmarañado y revuelto.
Ver que Victor tambien tenia un aspecto horrible no le hizo sentirse mejor, el, por supuesto, hasta horrible estaba guapo, vestido de vaqueros viejos, un sueter marron y zapatos deportivos, parecia mas un chaval de camino al club para tomar una cerveza que un ejecutivo regresando de un importante viaje de negocios.
Hola, saludo el con aire contrito.
Hola, miro su barbilla para no sentirse atrapada por sus preciosos ojos.
Desayunamos antes de salir?
Ella no teni hambre, pero una taza de café le iria bien, asintio tirando de su maleta, lo siguió hasta la cafeteria del hotel.
Una camarera los llevo a la mesa, el pidio dos cafes, Myriam miro la carta, todo le parecia demasiado; huevos fritos, tortitas con sirope, el especial, “buenos dias “, no era un buen dia, le pesaba el corazon.
Solo tomare café, le dijo a la camarera.
El la miro como si percibiera un mensaje subliminal en su fatal apetito, pidio tostadas y zumo, por lo visto tampoco estaba demasiado hambriento.
Has sabido algo de raul esta mañana? Pregunto ella, tras un largo silencio, alguien tenia que romper el hielo y actuar con madurez.
No.
Espero todo vaya bien con su padre.
Si.
Hasta ahí llego la conversación, se arriesgo a mirarlo, tenia la vista perdida, por lo visto, estaba tan incomodo como ella.
Se planteo sacar el tema de la noche anterior, pero no sabia que decir, que habia sido fantastico, pero habia huido porque tenia miedo?, miedo, de que?, de enamorarse? De descubrir que no sentia nada por ella?
No lo entiendo, dijo el bruscamente, clavando los ojos en ella, estuvimos bien juntos.
Eso fue anoche, al fin y al cabo, el era el maduro, quien sacaba el tema a la luz.
Tambien habriamos estado bien esta mañana.
Habira estado mejor que bien, hacer el amor con el de nuevo habria sido un estallido de fuegos artificiales.
Eres mi jefe, dijo, porque le parecio la mejor manera de explicar su aprension.
Tu jefe?
Si, mi jefe, el hombre que me contrato, quien dirige la empresa para la que trabajo.
El juro entre dientes y se recosto en la silla mientras la camarera se fue, voy a encontrarme con un problema legal? Una denuncia por acoso? No te obligue a nada Myriam, creo que eso es obvio.
No voy a denunciarte, claro que no, solo digo que es mala idea que una mujer… tenga una aventura con su jefe.
Crees que eso cambiaria nuestra relacion lavoral?
No, si lo olvidamos, dijo ella, tomo un sorbo de café, si simulamos que nunca ocurrio.
Es eso lo que quieres hacer?
Ella deseo gritar “ no “ deseaba que volviera a ocurrir, cada noche, queria simular que era real, no solo el sexo, sino la emosion que habia detrás, la intimidad, queria amarlo y que la amara.
Si, contesto.
Quieres olvidar que ocurrio?, el parecia desconcertado.
Si, dijo, pensando: no
De acuerdo, si eso es lo que quieres de verdad…… encogio los hombros
CAPITULO # 7
Victor se sentía mejor, mucho mejor, por primera vez en semanas se sentía…… vivo.
Mas que vivo, se sentía poderoso y también impotente, estaba saciado y anhelaba mas, se sentía como si acabara de descubrir los secretos del mundo en los brazos de Myriam y como si no supiera nada de nada.
Loco y cuerdo, a la vez.
Myriam, maravillado, se puso de lado, sin dejar de abrazarla y miro su rostro, tenia las mejillas arreboladas y los parpados entrecerrados, pero lo miraba.
Deslizo una mano por su brazo para entrelazar los dedos con los suyos, recordo como habia sentido esos dedos acariciar su piel, calidos y traviesos, como lo habia excitado, subiendo y bajando por su miembro, cosquilleando las partes mas sensibles, sintio una nueva tension en la entrepierna, deseaba mas, mas Myriam, solo Myriam…. Su contable, rio.
De que te ries?, pregunto ella, abriendo los ojos.
No te parece esto gracioso?, al ver el destello indignado de sus ojos le apreto la mano, quiero decir, añadio rapidamente, ni en sueños podias haberte imaginado acabando en la cama conmigo, verdad?
Ella no contesto.
Es decir, es fantastico, aclaro el, cuando el silencio dura mas de un minuto, gracioso pero fantastico, hasta a el mismo le sonaron mal sus palabras.
Aja, dijo ella.
Fenomenal, su sonrisa se borro al comprender cuan verdad era, el sexo con ella habia sido mas que fenomenal, increíble, el mejor que habia experimentado en su vida, sintio otra contracción al recordarlo.
Estudio la expresiva boca, las pestañas espesas, el cabello oscuro y brillante.
Lo digo en serio, le beso la punta de la nariz, puede que yo tambien nos haya imaginado en la cama, quiza fuera inconsciente y no me di cuenta, pero llevo tiempo observandote y pensando “ hay dentro hay mas que un gran cerebro “.
Gracias, sono ofendida.
He pensado en ti en momentos extraños, cuando deveria pensar en otras cosas, por ejemplo, esta mañana; cuando deberia haber estado pensando en la reunion con Max, pensaba en tus piernas.
Mis piernas, arrugo la frente.
Venga, insistio el, te estoy diciendo que la atracción lleva ahí un tiempo, bajo la superficie, me alegro de que por fin haya salido a la luz.
Eso es esto? Atracción?
Si, y locura, quimica y deseo, tienes unas piernas fantásticas, y el resto tambien es increíble.
O si, soy increíble, por fin se ablando y sonrio.
Lo eres.
Suenas como un hombre que se cree en la obligación de hacerle cumplidos a una mujer después de hacerle el amor.
Preferiria hacerte el amor otra vez, dijo el, su ereccion se hizo mas intensa, olvida los cumplidos, prefiero demostrarte lo que pienso, deslizo la mano libre desde su hombro por el costado, hasta la cadera, crees que podria shacer esto otra vez?
Oh, no se, dijo ella remilgada, el comprendió que bromeaba, tenia expresión seria, pero sus ojos chispeaban, no sabia cuando empezo a darse cuenta de que tenia unos ojos tan bonitos, una boca tan besable.
Deslizo la mano entre sus muslos y ella cerro los ojos, un leve suspiro escapo de sus labios mientras se abria a sus dedos, entregandose, era suya.
Mientras la besaba, admitio que el tambien era de ella, solo ver su expresión transformarse en una concentración erotica era suficiente para atraparlo, oir su respiración entrecortada lo encadenaba, era el cautivo, Myriam la carcelera.
Se tumbo de espaldass y la puso sobre el, queria sentir el peso de su carne suave, queria que su cabello le acariciara el rostro y que sus senos se deslizaran por su pecho, queria que ella lo cabalgara y apretase los muslos contra sus costados mientras el sujetaba sus caderas y se perdia en su interior.
Su calidez lo rodeo, humeda, y su deseo se hizo realidad, se arqueo hacia ella una y otra vez, ella le clavo los dedos en los hombros, jadeando, tensa de calor y energia, buscando la liberación de la pasion.
Tras haberle hecho el amor una vez, el deberia poder haber aguantado mas tiempo, pero era magnifica, sentirla apretando su miembro, ver sus pezones oscuros, oir sus gemidos…. Iba a alcanzar el orgasmo, demasiado pronto, estaba a punto de morir con esa dulce tortura.
Situo la mano en el punto en que sus cuerpos se unian y la toco, ella gimio, volvio a tocarla y ella se deshizo de placer, cayendo sobre el, creyo oirla gritar su nombre; después dejo de pensar y se dejo ir en oleadas, olvidandolo todo excepto la sensación.
Ella seguia pulsando a su alrededor cuando el termino, tenia la mano atrapada entre ambos, pero cuando intento retirarla, ella gimio de nuevo, perdiendose en un nuevo climax que la dejo relajada y sollozante de placer.
La abrazo y espero a que su respiración recobrara la normalidad.
Eso no te ha parecido gaciosos? Pregunto.
No, suspiro ella, apoyo la cabeza en su hombro.
Triste entonces, sugirió el, tragico
Espantoso, lo ayudo ella.
Devastador.
Si, se puso seria de repente, ha sido devastador.
El volvio a preguntarse si la habia ofendido, si lo odiaria por bromear en un momento como ese.
Los cerebros femeninos eran complicados y el de Myriam mas que el de ka mayoria, quiza porque dedicaba gran parte de su teimpo a los numeros, haciendo balances, analizando beneficios y perdidas, tal vez, en ese momento estaba evaluando como habia hecho el amor, pasandolo por el ordenador de sus emosiones e intentando descubrir el resultado final.
Pero, tratandose de sexo, no habia resultado final, se pregunto si estaria calculando sus perdidas, la abrazo con fuerza, no queria hacer declaraciones ni a comprometerse, pero, diablos, habia sido fantastico, en absoluto devastador.
No sabia como decirlo sin que sonara cursi o a la promesa que no podia cumplir, asi que se limito a abrazarla y acariciar su cabello, intentando decirle sin palabras que estaba a salvo en su brazos, ella se acomodo a su lado, respirando pausadamente, con la mano sobre su pecho y atrapandole la pierna con las suyas, lo asombraba lo sexy que era, incluso en reposo, tendria que vlver a hacerle el amor pronto, muy pronto.
Cerro los ojos y se dejo invadir por una oleada de relax, calida y tranquilizadora como el sueño.
Que hora es? Pregunto ella adormilada.
A quien le importa? Dijo el, sin abrir los ojos.
A mi, ella se elevo lo suficiente para ver el despertador que habia en la mesita, oh, sera mejor que me vaya, musito.
De que hablas? Abrio los ojos y fruncio el ceño
Es que… se sento, parpadeando y aparto el cabello del rostro, creo que deberia volver a mi habitación.
Porque?
Porque si, se aparto de el, mostrandole la espalda, el vio un diminuto lunar cerca de su omoplato y dos oyuelos junto a la base de su columna, deseo besar su espalda de arriba abajo, masajear los musculos de su nuca y acariciar sus senos desde atrás…
Ella bajo las piernas de la cama y el movimiento lo saco de sus fantasias, se sento rapidamente y obserrvo, confuso, como se agachaba para recoger su ropa.
Que ha ocurrido? Pregunto, desconcertado una vez mas por la complejidad del cerebro femenino, que he hecho mal?
Nada, ella se puso las braguitas y le dirigio una sonrisa nerviosa, en serio Victor, ha sido….. suspiro, increíble, pero creo que seria mejor que volviera a mi habitación a dormir.
No seria mejor, discutio el, yo creo que deberias dormir aquí.
No, se dio la vuelta, como si temiera mirarlo, descubrio su sujetador sobre una silla y fue por el.
De acuerdo, mira, debia haber hecho algo mal.
Una mujer no huia de la cama de un hombre como si fuera venenoso, tras un episodio de sexo extraordinario, a no ser que algo fuese mal, desconocia que la estaba molestando, pero no soportaba la idea de no tenerla a su lado el resto de la noche.
Se puso de pie y se acerco con cautela, deseando poder leer su mente.
Sea lo que sea, lo siento, dijo, pensando que una disculpa generalizada no podia hacer ningun mal.
No has hecho nada mal, Victor, se abrocho el sujetador y se volvio hacia el con una debil sonrisa.
Quiero decir, cuando me rei…… no me reia de ti, solo me reia porque la idea de que tu y yo estuviesemos tan bien juntos.
Es graciosa, lo corto ella, estrafalaria, toralmente ilogica.
A quien le importa?, a mi no, desde luego insistio el, lo unico que le importaba era que ella iba a amarcharse y no queria que lo hiciera.
Quiza, se abrocho la falda y empezo a ponerse la blusa, quiza solo necesites algo de tiempo para organizar mis pensamientos, de acuerdo? Forzo una sonrisa, tenia los ojos velados y el no supo si se debia a las lagrimas o al panico.
Que es lo que tienes que organizar?
Puede que yo no me tome esto tan a la ligera como tu, tenia la voz tensa, sin duda era panico, puede que necesite pensar.
Piensa aquí, quien te lo impide?
Por favor, Victor… suplico, tambien habia lagrimas, el vio que una le escapaba por el rabillo del ojo; le temblaba la voz, tengoq ue irme, es culpa mia, no tuya, en serio, recogio las medias del suelo, las metio en el maletin del ordenador, se puso los zapatos y agarro la chaqueta, no hiciste nada mal, Victor, aseguro, le dio un beso en los labios y se marcho.
El se quedo inmóvil, desnudo y atonito, mirando la puerta cerrada y sintiendo un vacio en la habitación sin ella, maldijo, volvia a estar loco, pero esa locura distinta; la locura provocada por creer que lo ocurrido en la ultima hora debia ser un sueño, si hubiera sido real, Myriam no habira huido.
Nadie la acusaria nunca de ser desenvuelta, entro en la habitación, cerro la puerta y se apoyo en ella, dejo el maletin en el suelo y se quito los zapatos, tenia el corazon desbocado, los ojos humedos y no sabia si lo que acababa de hacer era lo mas sabio o lo mas estupido que habia hecho en su vida.
Podria haber pasado la noche con Victor, toda la noche rodeada por sus brazos, por su cuerpo.
Se habria despertado y echo el amor y vuelto a dormir.pero habia mirado el reloj de la mesilla y pensado: “oh, oh, llevo aquí casi una hora “ habia estado segura que al final de la hora la magia desapareceria, el sueño acabaria y perderia su regalo.
Decidio que era una idiota, lo ocurrido la noche del cambio de hora habia sido una fantasia.
Lo ocurrido en la habitación de Victor habia sido muy real, al menos le parecia real cuando no pensaba en lo imposible que era que Victor, la mirara dos veces y le gustara lo que veia.
Se tumbo en la cama y cerro los ojos, le dolian los musculos de los muslos y notaba el sabor de Victor en los labios, cerro los dedos y recordo la textura de su cabello cuando lo acariciaba, hacer el amor con el habia sido tan real como todo lo ocurrido durante el dia; negociar con éxito el contrato, ver una película horrible, cenar en un restaurante exotico y volver al hotel en el taxi de su amigo t.j.
Habia echo bien abandonando la habitación de el, el no la amaba ni le entregaria alma y corazon, era muy posible que cuando regresaran a Hyannis, se sintiera vagamente avergonzado por lo que habia hecho en Chicago, quiza se sentiria obligado a despedirla, si su presencia en la empresa lo incomodaba, si ella misma se sentia incomoda, quiza presentara la dimision, pasar la noche con el solo habria empeorado las cosas.
Marcharse habia sido muy sensato.
Entonces por que lloraba? Porque se sentia desconsolada, sola en una cama demasiado grande para una persona? Podia soportar la vergüenza, pero no el dolor del corazon.
No podia haberse enamorado de el, era cierto que el le habia echo el amor con mas pasion ternura y devocion que nadie en su vida, incluyendo sueños u horas regaladas, pero no podia creer que hubiera cruzado la linea que separaba un encaprichamiento de estar enamorada, se conocia mejor, habia hablado de muchas cosas y disfrutado uno en compañía del otro, se habian hecho amigos.
Pero no era amor, no podia serlo, el era un chico de playa que habia descubierto un producto unico y habia sabido la forma de comercializarlo, tostado por el sol y libre como un amante del surf, digno de un capricho, no de amor.
No la amaba,era imposible, ella no era el tipo de mujer de la que el pudiera enamorarse, era obvio que le habia gustado cuando compratian sexo apasionado, incluso mucho, pero una vez pasada la hora, se acababa su regalo, no era algo a largo plazo.
Por eso se habia ido antes de que acabara la magia.
Le habria gustado salir del hotel a la mañana siguiente sin verlo, pero era imposible, tenian que volver juntos a Hyannis, incluso si no fuera asi, no habria podido evitarlo, porque la esperaba junto al ascensor cuando llego al vestíbulo.
No habi dormido bien, decir que no estaba resplandeciente habria sido un eufemismo, tenia ojeras y el pelo enmarañado y revuelto.
Ver que Victor tambien tenia un aspecto horrible no le hizo sentirse mejor, el, por supuesto, hasta horrible estaba guapo, vestido de vaqueros viejos, un sueter marron y zapatos deportivos, parecia mas un chaval de camino al club para tomar una cerveza que un ejecutivo regresando de un importante viaje de negocios.
Hola, saludo el con aire contrito.
Hola, miro su barbilla para no sentirse atrapada por sus preciosos ojos.
Desayunamos antes de salir?
Ella no teni hambre, pero una taza de café le iria bien, asintio tirando de su maleta, lo siguió hasta la cafeteria del hotel.
Una camarera los llevo a la mesa, el pidio dos cafes, Myriam miro la carta, todo le parecia demasiado; huevos fritos, tortitas con sirope, el especial, “buenos dias “, no era un buen dia, le pesaba el corazon.
Solo tomare café, le dijo a la camarera.
El la miro como si percibiera un mensaje subliminal en su fatal apetito, pidio tostadas y zumo, por lo visto tampoco estaba demasiado hambriento.
Has sabido algo de raul esta mañana? Pregunto ella, tras un largo silencio, alguien tenia que romper el hielo y actuar con madurez.
No.
Espero todo vaya bien con su padre.
Si.
Hasta ahí llego la conversación, se arriesgo a mirarlo, tenia la vista perdida, por lo visto, estaba tan incomodo como ella.
Se planteo sacar el tema de la noche anterior, pero no sabia que decir, que habia sido fantastico, pero habia huido porque tenia miedo?, miedo, de que?, de enamorarse? De descubrir que no sentia nada por ella?
No lo entiendo, dijo el bruscamente, clavando los ojos en ella, estuvimos bien juntos.
Eso fue anoche, al fin y al cabo, el era el maduro, quien sacaba el tema a la luz.
Tambien habriamos estado bien esta mañana.
Habira estado mejor que bien, hacer el amor con el de nuevo habria sido un estallido de fuegos artificiales.
Eres mi jefe, dijo, porque le parecio la mejor manera de explicar su aprension.
Tu jefe?
Si, mi jefe, el hombre que me contrato, quien dirige la empresa para la que trabajo.
El juro entre dientes y se recosto en la silla mientras la camarera se fue, voy a encontrarme con un problema legal? Una denuncia por acoso? No te obligue a nada Myriam, creo que eso es obvio.
No voy a denunciarte, claro que no, solo digo que es mala idea que una mujer… tenga una aventura con su jefe.
Crees que eso cambiaria nuestra relacion lavoral?
No, si lo olvidamos, dijo ella, tomo un sorbo de café, si simulamos que nunca ocurrio.
Es eso lo que quieres hacer?
Ella deseo gritar “ no “ deseaba que volviera a ocurrir, cada noche, queria simular que era real, no solo el sexo, sino la emosion que habia detrás, la intimidad, queria amarlo y que la amara.
Si, contesto.
Quieres olvidar que ocurrio?, el parecia desconcertado.
Si, dijo, pensando: no
De acuerdo, si eso es lo que quieres de verdad…… encogio los hombros
fresita- VBB PLATINO
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Localización : colima, méxico
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
bueno niñas pues hay les deje mucho que leer saludos para todas ya puse capis en la historia de un amor adiosssssssssssssssssssssss
saludos
saludos
fresita- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
¡QUE BARBARA MYRIAM!, COMO SE TE OCURRE DECIRLE QUE QUIERES OLVIDAR LO QUE PASO, ESPERO REACIONES PRONTO, GRACIAS POR EL CAPÍTULO
mats310863- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Muchas gracias por los capitulos.
Nooooo Myri, como ke olvidarlo??
Nooooo Myri, como ke olvidarlo??
alma.fra- VBB DIAMANTE
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
No Myriam!!! no puedes olvidar lo que paso con Victor y bien que sabes
muchas gracias por el marathon de capitulos. Me avente todo los capitulos de un jalon y aqui me tendras dando lata
muchas gracias por el marathon de capitulos. Me avente todo los capitulos de un jalon y aqui me tendras dando lata
marimyri- VBB ORO
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Fecha de inscripción : 05/08/2008
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
aqui les dejo mas capi espero les guste y grax por los coemntarios
Por lo visto, siempre y cuando no lo demandara, Victor podria aceptar su sugerencia sin problema, seguramente habria borrado lo ocurrido de su mente cuando terminara de desayunar.
Eso convencio a Myriam de que no podia volver a ocurrir, si el podia olvidar, ella lo haria, quiza no le resultaria facil, pero lo haria.
Aceptaria el regalo que habia recibido con gracia y gratitud, sin sentir amargura porque no llegara a ser mas, como un sueño, una hora magica.
CAPITULO # 8
Nunca entenderia a las mujeres, hasta ese momento no lo habia preocupado, pero… Myriam.
Estaba sentado en su despacho, unos dias después de su vuelta de Chicago, Raul estaba frente a el con su traje bien cortado y una copia del contrato con Vida Natural extendido sobre el regazo.
Max accedio a esto? Alzo las cejas con sorpresa, como lo conseguiste?, que hiciste?
No se lo que hice, dijo Victor, aunque lo sabia muy bien, lo que habia hecho era sentarse con Myriam, dejando que su postura e inteligencia le proporcionara calma y templanza, estando juntos se habian hecho invencibles, ganando la batalla.
Y después lo habian celebrado, pero no iba a pensar en eso, ella le habia pedido que olvidara la celebración, y si tenia suerte, quiza algun dia llegaria a hacerlo.
Se me ha ocurrido otras ideas, comento Victor, haciendo que las cejas de raul se arquearan de nuevo… que ideas?
Victor se recosto en la silla y miro el cielo gris, no queria compartir sus ideas solo con raul, queria que myriam las oyera tambien, que se diera cuenta de que era un genio, casi rezongo, no era ningun genio, ni siquiera habia ido a la universidad, y ella tenia un master, pero aun asi, si tenia que simular que no habia sido ni seria mas que la contable de su empresa, queria que supiera que tenia ideas.
He pensado que deberiamos tener una reunion con los miembros del personal para hablar de los nuevos mercados en los que deberiamos introducirnos.
¡ una reunion de personal!, raul lo miro intrigado, Victor esto demuestra mucha responsabilidad y prevision, estoy orgulloso de ti.
Victor intento que su mueca pareciera una sonrisa, raul solo bromeaba a medias, nunc ase habia acostumbrado a la informal manera que tenia Victor de conducir los negocios, rara vez tenia reuniones de personal, los empleados charlaban en los pasillos.
No queria que raul se sintiera orgullosos de el, queria que myriam…. Diablos, queria a myriam, sin mas.
Esas ideas se te ocurrieron durante el viaje? Pregunto raul, un viaje muy productivo, caliente.
Victor penso, con amargura, que solo lo habia sido cuando estaba con myriam, desde luego que habia sido caliente, en muchos sentidos.
Ella lo estaba evitando, estaba en algun lugar del edificio donde no podia verla, ni encontrarla, en su despacho o en la sala del personal, o en el cuarto de baño; donde quiera que el no estaba.
No podia culparla, en primer lugar, tenia razon respecto al tema jefe-empleada, si tenia una aventura, causaria problemas, resentimientos entre el resto del personal, ella podria sentir celos si lo veia intercambiando chistes con una de las secretarias, o cometer errores con los calculos de beneficios y perdidas si el empezaba a salir con otra mujer, podia llegar a ser un lio.
En segundo lugar, y mas importante, debia estar buscando mas en una relacion de lo que el podia ofrecer, no era como el, libre, aventurera y tranquila, era una mujer callada, agradable y bien educada, lo habia asombrado su pasion en Chicago, porque no daba la impresión de ser apasionada, no era la clase de mujer que se acostaba con un hombre solo por diversión, y Victor no era la clase de hombre que pudiera prometerle a una mujer mas que diversión.
Ella tenia razon, tenia que olvidar todo el asunto.
Como va lo de la sede de distribucion para la zona centro? Le pregunto a raul.
Estamos estudiando tres emplazamientos en Chicago, hay una antigua planta embotelladora de agua en venta, que podriamos poner en marcha con rapidez, supongo que al principio tendremos que llevar los productos a Vida Natural con camiones, creo que sera mejor alquilar camiones que comprarlos, pero si los alquilamos no podremos pintar publicidad en ellos.
Porque no? No podemos incluir sa condicion en el contrato de arrendamiento?
Lo investigare, raul tomo nota, una vez que tengamos una embotelladora en la zona central, podemos buscar otros puntos de venta, funcionara, porque le diste a Vida Natural derechos excusivos de venta durante los dos primeros años, pero solo el condado de Cook, para cuando acabe el año, estaremos listos para expandirnos por el centro del pais, sonrio a Victor, espero que estes listo para dar ese paso, Victor, ha llegado el momento, ya no eres un pequeño empresario de Hyannis, has dado el salto a empresa nacional.
Solo a Chicago, dijo Victor, no se sentia bien; se sentia como un hombre que, por primera vez en su vida, no habia conseguido a la mujer que deseaba.
Lo que quiero decir es que tendremos que adoptar otra mentalidad, explico raul, Victor se pregunto si ese era el tipo de cosas que enseñaban en las escuelas de negocios, habra que añadir un cero o dos a cada cifra, eres capaz de pensar a lo grande?
A donde quieres llegar raul? Victor puso los ojos en blanco.
Solo quiero que entiendas la gravedad de la situación, Raul toqueteo el contrato, has mencionaddo una reunion de personal, y creo que deberias empezar a mantenerlas de forma regular, y tendras que ampliar la plantilla, no me refiero solo a conductores de camion, me refiero q gente que controle lo que ocurre en todos sitios, uno de los mayores escollos en el desarrollo de una empresa es el que el jefe intente aferrarse a la mentalidad de pequeño negocio.
Victor siempre habia asumido que ampliar la empresa solo implicaria un cambio en sus ingresos.
No habia pensado en contratar nuevo personal.
A quien deberia contrartar?
Para empezar, a alguien que vigile esos ceros, sugirió Raul, un gestor financiero.
Tengo a Myriam, dijo Victor, apreto los dientes. No la tenia, y eso lo volvia loco.
Es contable, creo que podria hacerlo, tiene la capacidad, pero tendras que ascenderla si quieres que asuma mas responsabilidades, y subirle el sueldo.
Bien, la ascendere, acepto el, sin embargo, tenia dudas, ella podria pensar que la ascenderia por motivos personales, poruqe se habia acostado con ella y deseaba hacerlo de nuevo.
Lo que habia dicho del sexo entre empleada y jefe, era cierto, lo complicaba todo.
No se, se contradijo, tal vez seria mejor que contratara a otra persona.
Creo que Myriam seria ideal para el puesto, estaba contigo en Chicago, debe haber contribuido para cerrar el trato con Vida Natural, un ascenso seria una buena recompensa y un reconocimiento de su capacidad.
Myriam habia contribuido mucho y se merecia el ascenso, independientemente del sexo, creia que haria mejor papel como gestora que cualquier otra persona, encajaba en Batidos Frutales Garcia, todo funcionaba bien con ella y no le daba lata.
De acuerdo, le ofrecere el puesto.
Una decisión inteligente, sonrio raul, estara encantada, predijo, es callada, pero vale mucho.
Necesito una cita, mascullo Victor, no queria seguir hablando de Myriam, lo deprimia.
Una cita?, raul empezaba a levantarse, pero se sento al oir ese comentario.
Si, una cita, pasar tiempo con una mujer.
Necesitas mi ayuda para eso? Raul arrugo la frente.
No, puedo conseguir mis propias citas, rezongo Victor.
Eso creia, raul se puso de pie, pues consigue una, te la mereces tanto como Myriam el ascenso.
Victor deseo gritarle que dejara de hablar de ella, estaba seguro de que si le preguntaba a raul por las remolachas, el encontraria la manera de mencionar a Myriam en la respuesta: sabes que Myriam tiene una fantastica receta de pastel de remolacha?
Victor necesitaba una cita para borrar Chicago de su memoria, para recordar que habia muchas mujeres en el mundo, muchas de ellas mas sexys que la remilgada Myriam y que no huian después de hacer el amor.
Necesitaba una cita que lo ayudara a conseguir lo que Myriam queria que hiciese: olvidarla.
Dos tipos de control de calidad estaban jugando a la diana de velero de la sala de empleados, cuando Myriam entro a prepararse un te, en cuanto estuviera listo, volveria a su despacho, procuraba evitar los espacios comunes del edificio, para no cruzarse con Victor.
Era obvio que no queria verla, sabia donde estaba, en su despacho, casi todo el tiempo, y si tenia algo que decirle, personal o profesional, podia encontrarla.
Evitarla no era signo de cobardia, sino de respeto, ella le habia pedido que simulara que en Chicago no habia ocurrido nada entre ellos, y era lo que estaba haciendo, seguramente ya lo habia olvidado todo.
La cobarde era ella, no conseguia olvidar lo ocurrido, desde que volvieron del viaje era ella quien habia paseado a Grecia todas las tardes, contandole a la perra porque era malo practicar el sexo con Victor, incluso si era la culminacion de su fantasia mas intensa, era ella la que pasaba las noches en vela, escuchando el silencio y pregintandose si alguien, Victor, la visitaria en sus sueños, era ella quien temia quedarse dormida, porque si soñaba con el, recordaria lo que nunca podria llegar a ser real de nuevo.
Saco la taza del microondas y mojo una bolsita de infusión de menta en el agua caliente, a su espalda oia los golpes de las pelotas en la diana y del crujido que hacia cuando las despegaban del velero, oyo risas y recordo que la vida seguia adelante, fluia como un rio y antes o después, Myriam se reincorporaria a su curso.
¡eh, Victor! Exclamo yahir, uno de los hombres, Myriam dejo caer la bolsa dentro de la taza, llevo quince puntos de ventaja, quieres tirar algunas?
Mmm, creo que pasare, respondi la voz suave y profunda de Victor, ella recordo como sonaban sus gemidos cuando dentro de ella, alcanzaba el orgasmo, enrojecio mientras utilizaba una cucharilla para sacar la bolsita de la taza.
Deseo que pasara de largo, poder escapara sin verlo, pero no tuvo esa suerte, oyo pasos a su espalda y supo que era el, vio una sombra en la encimera; un segundo después estuvo a su lado, mirando en el armario.
Te? Dijo, mirando su taza, creia qye eras bebedora de café.
A veces prefiero te, dijo ella.
El saco la lata de café y los filtros dela rmario y preparo la cafetera, era habitual que hiciera café, a pesar de ser el fundador y presidente de la compañía, no tenia pretensiones ni aires de grandeza hacia lo que queria.
El te es una bebida seria, propia de damas, comento el, mirandola de reojo, es lo que beben las viejas tias solteronas.
Estoy bebiendo esto porque es un te de hierbas, sin cafeina, le dijo, odiandolo por pincharla, no me impedira dormir esta noche, de pronto se dio cuenta de que no queria hablar con el de noches insomnes.voy a darte un ascenso, dijo Victor.
Que? Myriam dejo caer la cucharilla y la bolsita sobre la encimera, salpicandolo todo.
Un ascenso, raul y yo estuvimos hablando opina que con el crecimiento de la compañía vamos a necesitar que asumas mas responsabilidades.
Ella trago saliva, se pregunto por que le estaba diciendo eso ante la cafetera, por que no la habia llamado a su despacho, para hablar como los profesionales que eran, no actuaba como un jefe, sino como un tipo guapo y carente de formalidad.
No lo analices demasiado, añadio el, es decir, es algo estrictamente profesional, la empresa necesita un gestor financiero y te he elegido a ti.
No tiene nada que ver con… nada, saco una taza del armario.
Ah, deberia haberse alegrado por aclarar que el ascenso no era nada personal, pero solo consiguió sonrojarse aun mas, limpio la encimera con una toalla de papel, gestor finaciero?
Si, podemos buscar otro titulo si quieres, controladora? Lo que sea, solo se que eres la persona mas indicada para ocuparte de las finanzas.
Entiendo.
Tienes el cerebro adecuado, puedes hacerlo.
Tambien habra un aumento de sueldo, raul e ines, de personal, lo hablaran contigo.
Muy bien sentia un cosquilleo en la nuca y tenia las manos humedas, odiaba volver a sentirse como una colegiala torpe estando a su lado.
Tienes buen aspecto, dijo el, con la misma brusquedad con la que le habia notificado el ascenso, ella lo miro y descubrio que parecia fascinado por la cafetera.
Gracias, se obligo a decir.
Es un color bonito, señalo con vaguedad su blusa de seda verde azulado, remetida en unos pantalones gris carbon.
Gracias, repitio ella, no queria que elogiara su aspecto ni su ropa, la halagaria, pero encenderia una chispa de esperanza en su corazon y eso era peligroso, lo que ella deseaba era que Victor la quisiera de verdad y que pudiera tener algo mas que una aventura de oficina, no iba a suceder; era mejor aceptarlo.
Entonces, te parece bien el ascenso?
Me parece bien, respondio, hablare con ines, tengo que volver a mi despacho, deseo que se le ocurriera algo avispado, gracioso, para demostrarle que habia olvidado lo ocurrido en Chicago.
Pero no lo habia olvidado y no era avispada.
Agarro su taza y se marcho, diciendose que era tonta.
Dos semanas después, Victor celebro su primera reunion de personal ejecutivo, carecia de una sala de reuniones como la de Vida Natural, asi que la convoco en su despacho, al que habian llevado unas cuantas sillas mas.
Raul estaba alli y mike, de desarrollo de producto, e ines, de personal, hector, el director de distribución, llego armado de graficas para presentar las opciones de distribución regional en la zona centro, toña, la secretaria de Victor, estaba asu lado, tomando notas
en el ordenador.
Myriam se sento tan lejos como pudo de Victor sin sacar la silla al pasillo.
Creo que la mejor opcion es comprar la planta embotelladora de las afueras de Chicago, decia hector, los otros dos emplazamientos implicarian mas trabajo y remodelación, con esta, la maquinaria esta instalada, el agente dijo que conseguiremos que bajen el precio un poco, me gustaria ir a verla yo mismo.
Buena idea, dijo Victor, en us opinión, era obvio, pero queria comportarse como un jefe adecuado, sensato y entusiasta al tiempo.
Te gustaria acompañarme? Sugirió hector.
Podria hacerlo raul, como esta tu padre? Podrias volar a Chicago y pasar unos dias alli?
No es problema, contesto raul, mi padre esta muy bien, quejandose porque mi madre ya no le deja ponerse sal y mantequilla en las patatas asadas.
Victor sonrio y asintio con la cabeza, observando a Myriam con el rabillo del ojo, estaba muy modosita en la siulla, con las rodillas juntas y los tobillos cruzados, llevaba falda y no pudo evitar admirar sus piernas.
Deberias hablar con Myriam sobre cuanto tendremos que invertir, que creditos habra que solicitar y todo eso, añadio Victor, se recrimino en silencio por decir “ todo eso “; era poco profesional, Myriam, podras reunirte con hector para hablarlo?
Desde luego, dijo ella.
Todo iba como la seda, se sentia como un adulto, se pregunto si Myriam lo notaba, si le gustaba que se comportara como un ejecutivo autentico, lo habria olvidado todo y seguido con su vida?
continuara
es la parte que faltaba del capi 7 y parte del 8
saludos
Por lo visto, siempre y cuando no lo demandara, Victor podria aceptar su sugerencia sin problema, seguramente habria borrado lo ocurrido de su mente cuando terminara de desayunar.
Eso convencio a Myriam de que no podia volver a ocurrir, si el podia olvidar, ella lo haria, quiza no le resultaria facil, pero lo haria.
Aceptaria el regalo que habia recibido con gracia y gratitud, sin sentir amargura porque no llegara a ser mas, como un sueño, una hora magica.
CAPITULO # 8
Nunca entenderia a las mujeres, hasta ese momento no lo habia preocupado, pero… Myriam.
Estaba sentado en su despacho, unos dias después de su vuelta de Chicago, Raul estaba frente a el con su traje bien cortado y una copia del contrato con Vida Natural extendido sobre el regazo.
Max accedio a esto? Alzo las cejas con sorpresa, como lo conseguiste?, que hiciste?
No se lo que hice, dijo Victor, aunque lo sabia muy bien, lo que habia hecho era sentarse con Myriam, dejando que su postura e inteligencia le proporcionara calma y templanza, estando juntos se habian hecho invencibles, ganando la batalla.
Y después lo habian celebrado, pero no iba a pensar en eso, ella le habia pedido que olvidara la celebración, y si tenia suerte, quiza algun dia llegaria a hacerlo.
Se me ha ocurrido otras ideas, comento Victor, haciendo que las cejas de raul se arquearan de nuevo… que ideas?
Victor se recosto en la silla y miro el cielo gris, no queria compartir sus ideas solo con raul, queria que myriam las oyera tambien, que se diera cuenta de que era un genio, casi rezongo, no era ningun genio, ni siquiera habia ido a la universidad, y ella tenia un master, pero aun asi, si tenia que simular que no habia sido ni seria mas que la contable de su empresa, queria que supiera que tenia ideas.
He pensado que deberiamos tener una reunion con los miembros del personal para hablar de los nuevos mercados en los que deberiamos introducirnos.
¡ una reunion de personal!, raul lo miro intrigado, Victor esto demuestra mucha responsabilidad y prevision, estoy orgulloso de ti.
Victor intento que su mueca pareciera una sonrisa, raul solo bromeaba a medias, nunc ase habia acostumbrado a la informal manera que tenia Victor de conducir los negocios, rara vez tenia reuniones de personal, los empleados charlaban en los pasillos.
No queria que raul se sintiera orgullosos de el, queria que myriam…. Diablos, queria a myriam, sin mas.
Esas ideas se te ocurrieron durante el viaje? Pregunto raul, un viaje muy productivo, caliente.
Victor penso, con amargura, que solo lo habia sido cuando estaba con myriam, desde luego que habia sido caliente, en muchos sentidos.
Ella lo estaba evitando, estaba en algun lugar del edificio donde no podia verla, ni encontrarla, en su despacho o en la sala del personal, o en el cuarto de baño; donde quiera que el no estaba.
No podia culparla, en primer lugar, tenia razon respecto al tema jefe-empleada, si tenia una aventura, causaria problemas, resentimientos entre el resto del personal, ella podria sentir celos si lo veia intercambiando chistes con una de las secretarias, o cometer errores con los calculos de beneficios y perdidas si el empezaba a salir con otra mujer, podia llegar a ser un lio.
En segundo lugar, y mas importante, debia estar buscando mas en una relacion de lo que el podia ofrecer, no era como el, libre, aventurera y tranquila, era una mujer callada, agradable y bien educada, lo habia asombrado su pasion en Chicago, porque no daba la impresión de ser apasionada, no era la clase de mujer que se acostaba con un hombre solo por diversión, y Victor no era la clase de hombre que pudiera prometerle a una mujer mas que diversión.
Ella tenia razon, tenia que olvidar todo el asunto.
Como va lo de la sede de distribucion para la zona centro? Le pregunto a raul.
Estamos estudiando tres emplazamientos en Chicago, hay una antigua planta embotelladora de agua en venta, que podriamos poner en marcha con rapidez, supongo que al principio tendremos que llevar los productos a Vida Natural con camiones, creo que sera mejor alquilar camiones que comprarlos, pero si los alquilamos no podremos pintar publicidad en ellos.
Porque no? No podemos incluir sa condicion en el contrato de arrendamiento?
Lo investigare, raul tomo nota, una vez que tengamos una embotelladora en la zona central, podemos buscar otros puntos de venta, funcionara, porque le diste a Vida Natural derechos excusivos de venta durante los dos primeros años, pero solo el condado de Cook, para cuando acabe el año, estaremos listos para expandirnos por el centro del pais, sonrio a Victor, espero que estes listo para dar ese paso, Victor, ha llegado el momento, ya no eres un pequeño empresario de Hyannis, has dado el salto a empresa nacional.
Solo a Chicago, dijo Victor, no se sentia bien; se sentia como un hombre que, por primera vez en su vida, no habia conseguido a la mujer que deseaba.
Lo que quiero decir es que tendremos que adoptar otra mentalidad, explico raul, Victor se pregunto si ese era el tipo de cosas que enseñaban en las escuelas de negocios, habra que añadir un cero o dos a cada cifra, eres capaz de pensar a lo grande?
A donde quieres llegar raul? Victor puso los ojos en blanco.
Solo quiero que entiendas la gravedad de la situación, Raul toqueteo el contrato, has mencionaddo una reunion de personal, y creo que deberias empezar a mantenerlas de forma regular, y tendras que ampliar la plantilla, no me refiero solo a conductores de camion, me refiero q gente que controle lo que ocurre en todos sitios, uno de los mayores escollos en el desarrollo de una empresa es el que el jefe intente aferrarse a la mentalidad de pequeño negocio.
Victor siempre habia asumido que ampliar la empresa solo implicaria un cambio en sus ingresos.
No habia pensado en contratar nuevo personal.
A quien deberia contrartar?
Para empezar, a alguien que vigile esos ceros, sugirió Raul, un gestor financiero.
Tengo a Myriam, dijo Victor, apreto los dientes. No la tenia, y eso lo volvia loco.
Es contable, creo que podria hacerlo, tiene la capacidad, pero tendras que ascenderla si quieres que asuma mas responsabilidades, y subirle el sueldo.
Bien, la ascendere, acepto el, sin embargo, tenia dudas, ella podria pensar que la ascenderia por motivos personales, poruqe se habia acostado con ella y deseaba hacerlo de nuevo.
Lo que habia dicho del sexo entre empleada y jefe, era cierto, lo complicaba todo.
No se, se contradijo, tal vez seria mejor que contratara a otra persona.
Creo que Myriam seria ideal para el puesto, estaba contigo en Chicago, debe haber contribuido para cerrar el trato con Vida Natural, un ascenso seria una buena recompensa y un reconocimiento de su capacidad.
Myriam habia contribuido mucho y se merecia el ascenso, independientemente del sexo, creia que haria mejor papel como gestora que cualquier otra persona, encajaba en Batidos Frutales Garcia, todo funcionaba bien con ella y no le daba lata.
De acuerdo, le ofrecere el puesto.
Una decisión inteligente, sonrio raul, estara encantada, predijo, es callada, pero vale mucho.
Necesito una cita, mascullo Victor, no queria seguir hablando de Myriam, lo deprimia.
Una cita?, raul empezaba a levantarse, pero se sento al oir ese comentario.
Si, una cita, pasar tiempo con una mujer.
Necesitas mi ayuda para eso? Raul arrugo la frente.
No, puedo conseguir mis propias citas, rezongo Victor.
Eso creia, raul se puso de pie, pues consigue una, te la mereces tanto como Myriam el ascenso.
Victor deseo gritarle que dejara de hablar de ella, estaba seguro de que si le preguntaba a raul por las remolachas, el encontraria la manera de mencionar a Myriam en la respuesta: sabes que Myriam tiene una fantastica receta de pastel de remolacha?
Victor necesitaba una cita para borrar Chicago de su memoria, para recordar que habia muchas mujeres en el mundo, muchas de ellas mas sexys que la remilgada Myriam y que no huian después de hacer el amor.
Necesitaba una cita que lo ayudara a conseguir lo que Myriam queria que hiciese: olvidarla.
Dos tipos de control de calidad estaban jugando a la diana de velero de la sala de empleados, cuando Myriam entro a prepararse un te, en cuanto estuviera listo, volveria a su despacho, procuraba evitar los espacios comunes del edificio, para no cruzarse con Victor.
Era obvio que no queria verla, sabia donde estaba, en su despacho, casi todo el tiempo, y si tenia algo que decirle, personal o profesional, podia encontrarla.
Evitarla no era signo de cobardia, sino de respeto, ella le habia pedido que simulara que en Chicago no habia ocurrido nada entre ellos, y era lo que estaba haciendo, seguramente ya lo habia olvidado todo.
La cobarde era ella, no conseguia olvidar lo ocurrido, desde que volvieron del viaje era ella quien habia paseado a Grecia todas las tardes, contandole a la perra porque era malo practicar el sexo con Victor, incluso si era la culminacion de su fantasia mas intensa, era ella la que pasaba las noches en vela, escuchando el silencio y pregintandose si alguien, Victor, la visitaria en sus sueños, era ella quien temia quedarse dormida, porque si soñaba con el, recordaria lo que nunca podria llegar a ser real de nuevo.
Saco la taza del microondas y mojo una bolsita de infusión de menta en el agua caliente, a su espalda oia los golpes de las pelotas en la diana y del crujido que hacia cuando las despegaban del velero, oyo risas y recordo que la vida seguia adelante, fluia como un rio y antes o después, Myriam se reincorporaria a su curso.
¡eh, Victor! Exclamo yahir, uno de los hombres, Myriam dejo caer la bolsa dentro de la taza, llevo quince puntos de ventaja, quieres tirar algunas?
Mmm, creo que pasare, respondi la voz suave y profunda de Victor, ella recordo como sonaban sus gemidos cuando dentro de ella, alcanzaba el orgasmo, enrojecio mientras utilizaba una cucharilla para sacar la bolsita de la taza.
Deseo que pasara de largo, poder escapara sin verlo, pero no tuvo esa suerte, oyo pasos a su espalda y supo que era el, vio una sombra en la encimera; un segundo después estuvo a su lado, mirando en el armario.
Te? Dijo, mirando su taza, creia qye eras bebedora de café.
A veces prefiero te, dijo ella.
El saco la lata de café y los filtros dela rmario y preparo la cafetera, era habitual que hiciera café, a pesar de ser el fundador y presidente de la compañía, no tenia pretensiones ni aires de grandeza hacia lo que queria.
El te es una bebida seria, propia de damas, comento el, mirandola de reojo, es lo que beben las viejas tias solteronas.
Estoy bebiendo esto porque es un te de hierbas, sin cafeina, le dijo, odiandolo por pincharla, no me impedira dormir esta noche, de pronto se dio cuenta de que no queria hablar con el de noches insomnes.voy a darte un ascenso, dijo Victor.
Que? Myriam dejo caer la cucharilla y la bolsita sobre la encimera, salpicandolo todo.
Un ascenso, raul y yo estuvimos hablando opina que con el crecimiento de la compañía vamos a necesitar que asumas mas responsabilidades.
Ella trago saliva, se pregunto por que le estaba diciendo eso ante la cafetera, por que no la habia llamado a su despacho, para hablar como los profesionales que eran, no actuaba como un jefe, sino como un tipo guapo y carente de formalidad.
No lo analices demasiado, añadio el, es decir, es algo estrictamente profesional, la empresa necesita un gestor financiero y te he elegido a ti.
No tiene nada que ver con… nada, saco una taza del armario.
Ah, deberia haberse alegrado por aclarar que el ascenso no era nada personal, pero solo consiguió sonrojarse aun mas, limpio la encimera con una toalla de papel, gestor finaciero?
Si, podemos buscar otro titulo si quieres, controladora? Lo que sea, solo se que eres la persona mas indicada para ocuparte de las finanzas.
Entiendo.
Tienes el cerebro adecuado, puedes hacerlo.
Tambien habra un aumento de sueldo, raul e ines, de personal, lo hablaran contigo.
Muy bien sentia un cosquilleo en la nuca y tenia las manos humedas, odiaba volver a sentirse como una colegiala torpe estando a su lado.
Tienes buen aspecto, dijo el, con la misma brusquedad con la que le habia notificado el ascenso, ella lo miro y descubrio que parecia fascinado por la cafetera.
Gracias, se obligo a decir.
Es un color bonito, señalo con vaguedad su blusa de seda verde azulado, remetida en unos pantalones gris carbon.
Gracias, repitio ella, no queria que elogiara su aspecto ni su ropa, la halagaria, pero encenderia una chispa de esperanza en su corazon y eso era peligroso, lo que ella deseaba era que Victor la quisiera de verdad y que pudiera tener algo mas que una aventura de oficina, no iba a suceder; era mejor aceptarlo.
Entonces, te parece bien el ascenso?
Me parece bien, respondio, hablare con ines, tengo que volver a mi despacho, deseo que se le ocurriera algo avispado, gracioso, para demostrarle que habia olvidado lo ocurrido en Chicago.
Pero no lo habia olvidado y no era avispada.
Agarro su taza y se marcho, diciendose que era tonta.
Dos semanas después, Victor celebro su primera reunion de personal ejecutivo, carecia de una sala de reuniones como la de Vida Natural, asi que la convoco en su despacho, al que habian llevado unas cuantas sillas mas.
Raul estaba alli y mike, de desarrollo de producto, e ines, de personal, hector, el director de distribución, llego armado de graficas para presentar las opciones de distribución regional en la zona centro, toña, la secretaria de Victor, estaba asu lado, tomando notas
en el ordenador.
Myriam se sento tan lejos como pudo de Victor sin sacar la silla al pasillo.
Creo que la mejor opcion es comprar la planta embotelladora de las afueras de Chicago, decia hector, los otros dos emplazamientos implicarian mas trabajo y remodelación, con esta, la maquinaria esta instalada, el agente dijo que conseguiremos que bajen el precio un poco, me gustaria ir a verla yo mismo.
Buena idea, dijo Victor, en us opinión, era obvio, pero queria comportarse como un jefe adecuado, sensato y entusiasta al tiempo.
Te gustaria acompañarme? Sugirió hector.
Podria hacerlo raul, como esta tu padre? Podrias volar a Chicago y pasar unos dias alli?
No es problema, contesto raul, mi padre esta muy bien, quejandose porque mi madre ya no le deja ponerse sal y mantequilla en las patatas asadas.
Victor sonrio y asintio con la cabeza, observando a Myriam con el rabillo del ojo, estaba muy modosita en la siulla, con las rodillas juntas y los tobillos cruzados, llevaba falda y no pudo evitar admirar sus piernas.
Deberias hablar con Myriam sobre cuanto tendremos que invertir, que creditos habra que solicitar y todo eso, añadio Victor, se recrimino en silencio por decir “ todo eso “; era poco profesional, Myriam, podras reunirte con hector para hablarlo?
Desde luego, dijo ella.
Todo iba como la seda, se sentia como un adulto, se pregunto si Myriam lo notaba, si le gustaba que se comportara como un ejecutivo autentico, lo habria olvidado todo y seguido con su vida?
continuara
es la parte que faltaba del capi 7 y parte del 8
saludos
fresita- VBB PLATINO
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Localización : colima, méxico
Fecha de inscripción : 31/07/2009
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
gracias por el capitulo
marimyri- VBB ORO
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Localización : El Paso
Fecha de inscripción : 05/08/2008
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Ok niña gracias por el Cap. no tardes con los demas Saludos Bye Atte: Iliana
myrithalis- VBB PLATINO
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Localización : Monterrey, Nuevo Leon
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
graciias x el cap niiña solo espero k viictor cambiie su actiitud de con myrii x k es ovio k se enamoro de ella xfis no tardes conel siiguiiente cap siip niiña!!!!
Dianitha- VBB PLATINO
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Localización : chihuahua
Fecha de inscripción : 22/07/2009
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Muchas gracias por el capitulo, ojala ke esa Myri ya no se haga del rogar.
alma.fra- VBB DIAMANTE
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Fecha de inscripción : 25/06/2008
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
ESPERO QUE VICTOR PRONTO DE EL SIGUIENTE PASO PARA ACERCARSE A MYRIAM, GRACIAS POR EL CAPÍTULO
mats310863- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 983
Fecha de inscripción : 01/06/2008
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
Gracias por los capítulos Maira, andaba super atrasada!!!!!!!!!
Marianita- STAFF
- Cantidad de envíos : 2851
Edad : 38
Localización : Veracruz, Ver.
Fecha de inscripción : 25/05/2008
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
eit esta buenisisisisisisisima plissss sigueleeee!!!!!!!
osea me la avente de corriditoooo pense k habia mas!!!!
no tardes mucho plis!!!
saludos
osea me la avente de corriditoooo pense k habia mas!!!!
no tardes mucho plis!!!
saludos
Peke- VBB CRISTAL
- Cantidad de envíos : 152
Fecha de inscripción : 15/08/2009
Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
continuamos con la historia jajaj espero les siga gustando
Victor lo estaba intentando, el sábado anterior había salido con una antigua amiga, con la que había tenido algo unos años antes, la llevo a cenar a un restaurante caro, con vino, brandy y todos los lujos y buenas criticas, sin explosiones, ni fallos arguméntales, Victor la había odiado.
Después la llevo a casa, escuchando mientras ella analizaba el impacto emocional de la película, lo invito a entrar y rechazo la oferta, le gustaba, era guapa y lo había pasado muy bien cuando salían juntos, pero no quería acostarse con ella, otro síntoma de locura.
Si hemos terminado de discutir la planta embotelladora, dijo, tengo algunas ideas que proponer, era un buen ejecutivo, tenia buenas ideas y mas le valía a Myriam darse cuenta, me gustaría hablar de introducir Batidos Frutales García en nuevos mercados, además de Chicago, quiero decir.
Ese no es tu departamento, dijo Raúl con una sonrisa, tu eres el genio creativo, se supone que yo debo tener las ideas de comercialización.
He pensado que deberíamos introducir los Batidos en las líneas aéreas, siguió Victor, ignorando a Raúl, esos carritos de bebidas no tienen nada que merezca la pena, excepto el alcohol.
Es una gran idea, dijo Inés.
Victor miro a Myriam, esperando que pensara lo mismo, ella sonrió enigmáticamente y apunto algo en su libreta forrada de cuero.
Creo que tendremos problemas porque utilizamos botellas, señalo Raúl, si Batidos Frutales García se envasara en latas, podrían interesarse pero son botellas de vidrio y pesan.
La mezcla de Bloody Mary que utilizan va en botella de vidrio, también el vino y casi todos los licores, solo los refrescos son de lata y saben metálicos.
Puedo investigarlo, dijo Raúl, no te hagas demasiadas expectativas, pero es una idea.
Otra idea son los hoteles, estuve en ese hotel de Chicago….. Lanzo una mirada a Myriam, que hacia garabatos en su libreta…. Y solo tenían cosas aburridas, zumos de ciruela, por Dios!, la gente debería tener mas opciones para desayunar, no creen?, ahora sirven cereales integrales y yogurt en todos los hoteles, porque no una moderna bebida de fruta?
Tienes razón, dijo Raúl, por que no?
Victor miro a Myriam, querría su aprobación, ella alzo la mirada despacio, como si le pesara y asintió.
El sintió jubilo desproporcionado, le gustaba su idea!!!!!! Mas animado, miro a su alrededor.
Hay algún otro asunto que tratar?
Solo la fiesta de Navidad, dijo toña, alzando la vista de la pantalla del ordenador portátil.
Victor se pregunto si era un tema adecuado para una reunión de ejecutivos, el año anterior había acabado tomando pasta y vino en un salón privado de un restaurante junto al muelle, la planificación había sido informal y democrática, como casi todo en su empresa.
Que opinas tu? Le pregunto a toña, ese año era distinto, los beneficios se disparaban y crecían.
Ha sido un año bueno, nuevas oficinas, expansión…. Deberíamos hacer algo mas elegante que el año pasado.
De acuerdo. Myriam, analiza que presupuesto podemos dedicar a eso.
Tenemos que ir rápido, dijo Inés, si podemos permitírnoslo y lo hacemos un viernes, en vez de un sábado, puedo conseguir un salón de banquetes en tara.
¡ bromeas ! Raúl la miro atónito, ¿Tara? Es uno de los hoteles mas lujosos de la ciudad.
Salgo con alguien que trabaja allí, explico Inés, tengo contactos.
Creo que podemos costearlo, te lo confirmare después, prometió Myriam, miro a Victor, nos merecemos una celebración en Tara, ha sido un año fantástico.
Victor pensó que seria aun mejor si conseguía que Myriam volviera a compartir su almohada, se corto al pensar lo que pensarían el resto de sus colegas, la empresa estaba creciendo, el jefe no podía acostarse con la gestora financiera, a no ser que estuvieran comprometidos o casados, o algo, Victor no pensaba llegar a eso.
Creo que hemos terminado, dijo Victor.
Pensó en llevar a alguien a la fiesta, no le apetecía, pero soportaría mejor la velada si tenia otras piernas en las que fijarse, otro ojos que mirar.
Sentía amistad, lujuria, admiración y respeto por Myriam, ella le había pedido respeto, así que no la perseguiría.
Aunque no tenia interés por ninguna otra mujer, quizás llevara a una para mantener la cordura.
Si la cordura seguía siendo posible.
CAPITULO # 9
Como estoy, Grecia? Pregunto Myriam.
Grecia levanto la cabeza del calcetín anudado que estaba mordiendo, si la sorprendió ver a Myriam con un elegante vestido negro, no lo demostró, de hecho, el calcetín parecía interesarle mas.
Myriam había visto el vestido colgado en el escaparate de una boutique de la calle Mayor y había sentido su llama tentadora, obligándola a entrar en la tienda, había rezado para que el vestido no fuera de su talla, pero se lo probo y le quedaba como un guante, parecía diseñado para ella.
Era un vestido demasiado romántico, pero ahora que era la directora financiera de Batidos Frutales García, suponía que debía demostrarlo vistiéndose de forma especial para la fiesta de Navidad.
No sabia que pensaría Victor, pero daba igual.
Llevaban un mes entero sin intercambiar mas que frases de cortesía, tenia que admitir que la tenia impresionada con su agudeza empresarial, llegaba a las reuniones semanales cargado de ideas.
El verano anterior, cuando la había contratado, había actuado con una indiferencia que rayaba en la pasividad, de pronto era dinámico, innovador, listo, y procuraba demostrarlo siempre que podía.
Tenia que ser inteligente para ver creado su empresa, Myriam siempre había tenido debilidad por los hombres listos, pero no tenia porque tenerla con Victor, que se le acelerara el pulso al verlo, que temiera mirarlo a los ojos para no poner en peligro su salud mental, que se acostara todas las noches pensando en el, no significaba nada.
Era un sueño, no lo que deseaba para su vida.
Nada que pudiera contabilizar, no cuadraba.
Aun así, no haría ningún daño estar guapa para la fiesta, la indiferencia de Grecia no importaba, no tenia gusto; lo demostraba que se hubiera enamorado de Victor aquella noche de octubre, cuando la llevo a casa.
Me voy, le dijo a Grecia, poniéndose el abrigo y agarrando su bolso, tienes agua y comida, espero que te comportes, hasta luego.
La noche era fría, no había luna y el cielo estaba tachonado de estrellas, todas las tiendas del centro estaban decoradas con luces y espumillón, había arcos plateados con muerdago de plástico en las calles, pensó que estaba muy guapa he iba a pasarla de fabula, resplandecería, en las ultimas siete semanas había ayudado a conseguir la cuenta con Vida Natural, había recibido un ascenso, se había acostado con Victor sin autodestruirse y casi había superado su encaprichamiento con el, había hecho las compras navideñas, decorado la casa con velas rojas y ramitas de pino y comprado un vestido extravagante.
Esa noche iba para matar; la pasaría bien.
A Victor le gustaban las fiestas menos elegantes, pero considerando lo rápido que había organizado esa y que el no tenia que hacer ningún esfuerzo, no iba a quejarse, estaba en un salón pequeño, porque no eran muchos; pero había una larga mesa con un bufe, una barra libre, mesas circulares con velas en el centro, pista de baile y un dúo musical que no sonaba nada mal.
Lo asombraba que Inés y toña hubieran podido organizarlo todo, suponía que en parte se debía a que diciembre era un mes de temporada baja en Cape Cod, aun así, Tara era un hotel elegante, que solía necesitar reservas con mucha antelación, por lo visto que la directora de Recursos Humanos saliera con un director del hotel, había sido de gran ayuda.
Se situó cerca del bar, esperando no parecer tan incomodo con su traje gris como se sentía, lo había comprado el día anterior, y lo había recogido esa mañana, junto con la camisa turquesa y la corbata de seda que lucia, había elegido la camisa porque no lo aburría, la corbata era un arco iris de colores que formaban un dibujo abstracto, no le iban las corbatas, pero suponía que, siendo un magnate, tendría que ponérselas a veces.
Miro a su alrededor y sonrió, de momento había unas treinta personas, y esperaban al menos unas treinta mas, muchos empleados habían llevado a sus parejas, el se había planteado llevar a alguien, pero había pensado en un millón de razones entupidas para no hacerlo y una no tan estupida; no quería hacerlo.
Myriam aun no había llegado, lo irritaba ser tan conciente de su ausencia, probablemente llegaría con un tipo colgada del brazo, alguien perfecto para ella; un ejecutivo que se sentía cómodo utilizando trajes y prefería no pasar toda la noche con ella y no se molestaba si huía tras una hora de sexo.
A Victor no debería importarle eso, pero no conseguía olvidar esa hora de sexo, por mas que lo intentaba, era como una astilla clavada bajo una uña, eh! Guapísimo!!! Sheila, una de las directoras de fabrica, se arrimo a el, estaba muy guapa, con un vestido ajustado de terciopelo verde, tenia un martíni en una mano y en la otra un trozo de cangrejo pinchado en un palillo, menuda fiesta! Supongo que la compañía debe ir muy bien no?
Supongo que si, dijo el, deseando poder involucrarse en la conversación, pero sus ojos recorrían la sala sin descanso, buscando a alguien que no estaba allí.
En ese momento la vio, junto a la puerta, tardo un momento en aceptar que Myriam pudiera tener un aspecto tan…. Espectacular, no descarado, sino de elegante y atractivo, con su vestido negro.
Parecía resplandecer, tenia los ojos brillantes, los labios rosados, la piel suave y pálida, y brillantes ondas castañas enmarcaban su rostro, llevaba tacones bajos, suficientes para hacer que pareciera alta y lucir sus esbeltos tobillos.
Estaba justo debajo de un ramito de muerdago, perdona, murmuro Victor a Sheila, cruzo la habitación evitando a las parejas que bailaban mientras iba hacia la puerta, la culpa era del muerdago, y de Myriam, no habia olvidado nada, y el aspecto que tenia esa noche solo conseguiria que olvidara su sentido comun.
Rodeo unas mesas y llego a su lado desde detrás, inclino la cabeza y beso su mejilla con rapidez, ella dio un respingo, giro y lo miro boquiabierta.
El muerdago, explico el, consiente de que era una excusa muy pobre, esbozo una sonrisa candida, deseando que no se ofendiera por un besito en la mejilla.
Ella le devolvió la sonrisa titubeante, todos los nervios de Victor se dispararon, su cabello olía a flores, el escote caído del vestido mostraba su piel cremosa de debajo de su cuello, estaba deslumbrante, casi tanto como desnuda.
En otro tiempo, Victor habría creído que era normalita, no era la mujer que vería desde el otro lado de la sala y que necesitaría besar, con o sin muerdago.
Entonces había sido el mismo, la vida era normal, pero no se imaginaba volviendo a ser aquella persona, miro los ojos oscuros de Myriam y decidió que no le importaba lo mas mínimo.
Eso no debería estar ocurriendo.
Victor no debió haberla besado un minuto después de haber cruzado el umbral, sabia que la gente se besaba en las fiestas de empresas, pero cuando trabajaba en Boston, solía ocurrir entre altos directivos y jovencitas principiantes, cuando casi todos habían demasiado.
Afortunadamente, nunca la había besado uno de esos tipos, toda ella debía emanar vibraciones que advertían a los lascivos que no estaba interesada.
Debería decirle a Victor que se alejara, pero no quería hacerlo, esa noche no era ella misma, estaba elegante y sentía una confianza inusual, quería que todos la admiraran, que Victor la considerara irresistible, era una fiesta y Victor no era un Romeo panzudo de mediana edad que intentara aprovecharse.
Esto es una maravilla, dijo, adentrándose en la sala, en una esquina, un dúo tocaba una antigua canción de los Beach Boys, camareros y camareras atravesaban la sala con bandejas de canapés, un barman mezclaba bebidas en otra esquina.
Myriam miro a Victor unos años mas joven, atendiendo el bar de una fiesta similar, decidió que no habría estado tan guapo, no habría tenido arruguitas de risas alrededor de los ojos, ni hoyuelos tan marcados, ni habría podido lucir ese atuendo, una camisa que hacia eco con el oscuro de sus ojos, una corbata que parecía la pesadilla de un pintor, y un traje que le quedaba perfecto, enfatizando su ancha espalda, sus caderas estrechas y la longitud de sus piernas.
Mientras se adentraban en la sala, Myriam comprendió que no era solo su apariencia lo que la atraía, todos los lunes, desde que habían vuelto de Chicago, se sentaba en las reuniones y escuchaba sus ideas, sugerencias y objetivos para la empresa, sabia que no tenia experiencia empresarial, precisamente para compensar esa lacra había contratado a gente como Raúl y ella misma.
Pero últimamente parecía mas dinámico, mas entregado, no solo una fuerza creativa que había lanzado un producto innovador, sino alguien que visualizaba un futuro para su empresa, ya no era un chico guapo con buen instinto y mejor suerte.
Era un hombre que estaba al mando y lo sabia.
Que te gustaría beber? Pregunto el, conduciéndola hacia el bar.
Vino, Myriam sonrió al barman, Chardonnay, por favor, recordó el desconocido y delicioso vino que Victor y ella habían tomado en el extraño restaurante de Chicago, lo miro, preguntándose si el recordaba esa noche, aunque lo dudaba, seguramente había brindado con una docena de mujeres desde entonces.
Pero estaba a su lado, ignorando al resto de las mujeres de la sala, era casi como si estuviera anunciando, ante toda la planilla, que esa noche estaba con Myriam.
Era una bobada pensar eso, había tenido una breve aventura que había terminado, no podía confundir fantasía y realidad, seguramente había recibido a todas las mujeres con un beso bajo el muerdago.
Me gusta tu vestido, comento el.
Gracias, también debía habérselo dicho a todas.
Quieres comer o bailar? Pregunto el.
Son mis dos únicas opciones? Rió ella.
Podría sugerir otras posibilidades, pero seguramente me daría una bofetada, murmuro el con malicia.
No te abofetearía, Victor, aseguro ella, por lo visto no había olvidado lo de Chicago, eso le agrado.
No soy una persona violenta.
Entonces, bailemos, dejo los vasos de ambos sobre una mesa, puso la mano en su espalda y la guió hacia el centro de la pista de baile.
El dúo estaba tocando una canción de los Eagles, lenta y quejumbrosa, Myriam intento convencerse de que bailar con el no le hacia sentir nada, que estar en sus brazos no la inmutaba, solo era un baile, y el anfitrión de la fiesta de empresa bailaría con todas las mujeres asistentes, que acariciara su cintura con el pulgar no significaba nada, era normal.
Intento no captar su aroma especiado, no percibir el contorno firme de su pecho, no recordar esa noche, hacia un mes, en la que habían estado mucho mas juntos que en ese momento.
Deseo dar marcha atrás al reloj, como cuando se realizaba el cambio de hora.
Tengo que decirte, Myriam, murmuro el junto a su oído, que no he olvidado.
Parecía haberle leído el pensamiento, o quizás los recuerdos lo habían torturado tanto como a ella, era muy difícil ser racional cuando el la sujetaba con tanta fuerza, bailaban tan despacio.
Tenia buenas razones para pedirte que olvidaras, le recordó ella, su proximidad parecía haber afectado su capacidad de respirar, sentía opresión en los pulmones.
Recuerdo esas razones, dijo el, acariciándole la cintura de nuevo, incluso recuerdo que eran buenas, pero no he olvidado.
Ah, ella trago saliva, el la apretó mas, todos pueden vernos, susurro, preguntándose si también veían su rubor, le ardían las mejillas.
Que ven? A dos personas bailando? Pregunto el, si no quieres bailar conmigo, dilo.
Ella quería bailar, quería estar entre sus brazos, disfrutando de su altura, su fuerza, su calor, quería sentirse envuelta por la música, suave y seductora, sabiendo que el chico mas guapo de la fiesta no se avergonzaba de que lo vieran con ella, de hecho, parecía casi orgulloso de bailar con ella.
Orgullosos y seguro de si mismo.
No me importa bailar, contesto.
Podía disfrutar del resto de la canción con Victor, cuando acabara, le daría las gracias y lo dejaría, para que pudiera bailar con otra invitada, pero el no la abandono, la llevo hacia la mesa sobre la que habían dejado sus bebidas, se sentaron.
Que opinas de esto? Pregunto el, señalando la sala con la mano.
De la fiesta? Cuando el asintió, contesto, es mas elegante de lo que esperaba.
Te has vestido para una fiesta elegante apunto el.
Si, bueno…. Un ataque de locura por mi parte.
Locura? El soltó una risa y bebió un sorbo de la copa, es un vestido fantástico.
Gracias.
Habría quedado fuera de lugar en una fiesta que no fuera tan elegante como esta.
Ella asintió con la cabeza y sonrió.
Quizá, tu subconsciente sabia que la fiesta iba a ser asi, tal vez tus pensamientos seguían el mismo curso que los míos.
Myriam pensó que la conversación empezaba a ponerse peligrosa, ya era malo que el protagonizara todas sus fantasías, pero si encima empezaban a pensar igual, y bailaba y se sentaba con ella en la fiesta Navideña.
Lo cierto es, Myriam, que me he sentido fatal desde lo de Chicago, admitió.
Ella supuso que se refería a arrepentimiento, desilusión, quizá incluso enfado consigo mismo, con los dos, por haber perdido el control como lo había hecho.
La empresa va de maravilla, pero me siento….
No se, incompleto, como si me faltara algo, estiro la mano por encima de la mesa y toco la de ella.
He intentado olvidarlo, pero no puedo, no quiero hacerlo, trago saliva, creo que lo que ocurrió en Chicago es demasiado bueno para olvidarlo.
Tengo la sensación de que huiste y sigues huyendo, y me parece una tontería, deberías dejar de hacerlo.
Ella no había esperado que fuera tan sincero y directo, la declaración era mas que sincera, incluía un reto, la estaba retando para que dejara de huir y aceptarse la posibilidad de que su sueño se había realizado, que fantasía y realidad se habían fundido, tala vez había llegado la hora de admitir que Victor era mas que una criatura viril y atractiva diseñada para encender su imaginación.
Era un hombre listo, ambicioso y de mente abierta, le había hecho el amor con fuerza y ternura; había compartido sus ideas y sentimientos con ella.
De acuerdo, musito, entrelazando los dedos con los de el, dejemos de intentar olvidarlo.
No estaba segura de cómo fue el resto de la fiesta, lo había pasado muy bien, riendo, bailando, tomando canapés, bromeando con Raúl y comentando marcas de lápices de labios con toña, los detalles de la velada se mezclaban en su mente, era libre para recordar, para aceptar que todo lo ocurrido había sido realidad.
No paso toda la fiesta junto a Victor, pero eso no importo, incluso cuando estaba en extremos opuestos de la habitación , percibía que seguían juntos, inexplicablemente unidos.
Podía ser el vinculo del recuerdo, o algo mas; pero daba igual, Myriam se sentía bella, segura y deseada.
A las once y media gran parte de la gente se habia marchado, el duo recogio los instrumentos y el aroma del café fuerte inundo ña sala, la fiesta habia acabado.
Pero Myriam no huiria, esa vez no, Victor estaba hablando con los musicos y dandoles las gracias.
Después se dio la vuelta, la vio y fue hacia ella.
Te marchas? Pregunto, poniendo una mano sobre su hombro, un gesto casual pero también posesivo.
Ella miro sus ojos, intentando encontrar en ellos la respuesta, al no encontrarla, alzo los hombros.
La fiesta se acaba así que…
No te vayas, susurro el, sonrió y fue hacia la puerta a despedirse de un grupo de invitados que salía.
Myriam se quedo donde estaba, sintiendo una mezcla de ansiedad y excitación, no tenia ninguna explicación de obedecer, si se quedaba, seria porque quería hacerlo.
Y quería, aunque no supiera que iba a ocurrir a continuación, aunque imaginaba lo que ocurriría antes o después, deseaba quedarse.
Cuando los camareros empezaron a recoger la mesa del bufe, Victor agarro a Myriam del codo y la guió afuera de la sala.
Ella lo acompaño sin preguntar donde iban ni que harían, igual podían pasar la mitad de la noche charlando en una cafetería o acostándose juntos.
Tengo que pagar la cuenta, dijo el, yendo hacia el mostrador de recepción, la empleada del turno de noche los condujo a un pequeño despacho y les entrego la factura, podemos permitírnosla? Pregunto el sonriendo, dándosela a Myriam.
Ella le hecho un vistazo, la factura de la barra libre era menor de lo que esperaba, así que el hotel debía haber sido justo, hizo un rápido calculo mental.
Parece estar bien, le dijo.
De acuerdo, entrego su tarjeta de crédito a la mujer, tienes habitaciones libres para esta noche?
Creo que si, quiere que la añada a la factura?
No, la fiesta corre por la empresa, la habitación es personal, le dio una tarjeta de crédito distinta, la empleada salio del despacho, el se volvió hacia Myriam, te parece bien?
Ella podria haberlo regañado por presuntuoso, o haber huido, pero volvio a anonadarla su sinceridad, en sus ojos vio no solo sinceridad, sino tambien deseo y algo que habria llamado amor si estuviera fantaseando.
Aceptaba que el deseo era real, y mutuo, no se engañaria pensando mas alla de eso, pero tampoco huiria.
Si, acepto.
Poco después, la recepcionista regreso con la llave.
Necesitaran un botones? Pregunto, innecesariamente, tras mirar su atuendo fiestero.
No hace falta, Victor tomo la llave, salieron del despacho, Myriam se sentia avergonzada y traviesa, pero le daba igual lo que pensara la recepcionista.
La habitación daba a la piscina, que estaba iluminada, Victor echo el cerrojo de la puerta y fue hacia ella, Myriam decidio que esa vez no pensaria en si era un regalo que solo duraria una hora, en si Victor era adecuado para ella, ni en si despertaria a la mañana siguiente sola, dolorida y con las sabanas revueltas, no era un sueño, Victor era real: carne y hueso, pasion y deseo.
El acaricio su mejilla y después hundio la mano en su cabello, inclino la cabeza y la beso lentamente, sin prisa, Myriam acaricio sus brazos, fuertes y nervudos, tuvo que hacer esfuerzos para no quitarle la corbata de un tiron y desnudarlo.
Esto es fantastico, dijo el, besandola de nuevo, tras varios besos castos y gentiles, recorrio el perfil de sus labios con la lengua.
Ella sintio un esclofrio desde la espalda hasta las caderas, lo deseaba en ese instante, mas de lo que habia creido posible desear a un hombre.
Victor, nunca……..
El alzo la cabeza y beso su cuello, bajo la oreja.
Ella suspiro, invadida por una nueva oleada de deseo.
Nunca que?.
Nunca he sentido lo que siento contigo.
Eso es porque soy yo, afirmo el.
No, ella sonrio, quiero decir que no soy una persona muy sensual.
Ah, ya, el solto una carcajada, lo he notado.
En serio, Victor, no soy… bueno, no salgo mucho, soy contable; me dedico a los libros de cuentas.
Bueno, este libro es erotico, murmuro el, la alzo en brazos y cubrio su boca con un beso caliente, duro, devorador, la invadio con su lengua, haciendola gemir.
Ella oyo el ruido de la cre mallera de su vestido al bajar y sintio frio en la espalda, le solto el nudo de la corbata y empezo a desabrocharse la camisa sin dejar de besarla, el se rio.
No me digas que esto te parece gracioso, le advirtió ella.
Tu eres graciosa, ¡ decir que no eres sensual !
No lo soy, protesto ella, solo quiero que te quites la camisa.
Mmm, solo la camisa?, supongo que no eres tan sensual, después de todo.
Bueno… no pudo evitar reirse, quiza toda la pasion que ardia entre Victor y Myriam era graciosa, as u manera, quiero que te quites mas que la camisa.
Ah, se desabrocho el ultimo boton y se quito la camisa y la chaqueta a la vez, llevo la mano a la hebilla del cinturón, me quito tambien esto?
Si, dijo ella con timidez, ruborizandose.
Suena bastante sensual, desabrocho el cinturón, ¿ algo mas ?
Victor…. Le ardian las mejillas
Tal vez seas tan sensual que quieras que me baje la cremallera tambien, sugirió el, bajo la cremallera lentamente y adopto una pose indolente, ¿ algo mas?
Si, musito ella, hipnotizada por la vision de su pecho, su abdomen liso y la cremallera abierta.
Yo diria, por muy contable que seas, que eres mucho mas sensual de lo que crees, se bajo el pantalón un poco, metio los dedos en el elastico del calzoncillo y bajo las dos cosas a la vez, desinhibido, sin vergüenza, descaradamente excitado, me dejare los calcetines puestos, ofrecio, no quiero impresionarte.
Quitate tambien los calcetines, rio ella, se sentia atribulada y poderosa al mismo tiempo, ningun hombre habia hecho un strip-tease para ella, no habia imaginado que pudiera gustarle tanto.
Segura? No quiero avergonzarte, bromeo el.
Segura, nada de calcetines.
Bueno, si insistes, puso una mano en su hombro para equilibrarse, levanto un pie después el otro y se quito los calcetines, ya, dijo, ¿ te sientes sensual ?
Si, asintio, tambien se sentia mareada y tenia el corazon desbocado, el cuerpo ardiente y los senos hinchados, deseaba sentir el calor satinado de su piel, tocar la dureza que manifestaba su deseo por ella.
El le dio la vuelta y acabo de bajar la cremallera, siguiendola con una ristra de besos, le desabrocho el sujetador, la llevo hacia la cama, se sento y bajo el vestido, la combinación y las medias de una vez.
Cuando estuvo tan desnuda como el, la sento en su regazo, la beso apasionadamente y posesivamente.
Ella, por fin, pudo recorrer su cuerpo con las manos, morderle el hombro, lamer sus pezones, acariciar su torso con el cabello, podia ser tan sensual como el la suponia.
Victor acaricio con entusiasmo equioarable, utilizando manos, boca, cuerpo, le separo los muslos con las rodillas y la apreto contra el, haciendo que sintiera la friccion de su pecho, deslizo los dedos entre sus piernas y los introdujo en su interior, ella se arqueo hacia el, buscandolo, deseando mas, suplicando que le ofreciera todo.
Y lo hizo, con un empujon fiero y conquistador, le enseño todo lo que su cuerpo habia sabido siempre, que habia estado enterrado bajo numeros, libros, reticeria y profesionalidad, cada embestida le demostro que era bella, deseable, femenina, sensual, y cuando su cuerpo se convulsiono de placer, le demostro que era suya.
CAPITULO # 10
Victor sonrio, un rayo de luz entraba entre las cortinas, según el despertador eran las siete y cuarto y Myriam seguia a su lado.
Estaba de espaldas a el, con la cabeza sobre su brazo, tenia el trasero apoyado en su regazo, pero dormia demasiado profundamente para darse cuenta del efecto que eso estaba provocando en el.
No la despertaria, debia estar agotada, teniendo en cuenta como habia ido la noche, el tambien lo estaba, fisicamente, pero su mente estaba muy despierta.
Pensaba que la situación podia llegar a ser fantastica, dejaria atrás las complicaciones, las huidas, el panico y los disimulos, solo quedarian ellos dos, una buena amistad y sexo fantastico, no era mala manera de llegar a las vacaciones de Navidad.
Suponia que debia comprarle un regalo a ella, se pregunto que, nunca habia estado en su casa; no sabia si le gustaban las figuritas de porcelana o las velas aromaticas en cuencos de barro.
Las flores eran demasiado tipicas y se estropeaban en pocos dias, descarto las joyas por serias; implicaban compromiso.
¿ Perfume ? se acerco a ella y olio su pelo y su cuello, olia a si misma, calida, limpia y con una leve fragancia de jabon, preferia el aroma natural de una mujer al del perfume artificial.
Un pañuelo era demasiado generico; un jersey demasiado personal, no sabia que libros leia, una bomba para la bicicleta, un juguete para la perra…..
Deberia haberlo preocupado no conocerla lo bastante para poder elegir un regalo, sin embargo, sabia lo esencial: como conseguir que se sintiera bien, muy bien y loca de placer, sabia donde tocarla para quitarle el aliento, donde besarla para hacerla gemir, sabia que podia confiarle su vida y esperaba que sintiera lo mismo hacia el, lo demas eran detalles sin importancia.
Ella movio las caderas acercandose mas a el.
Tuvo un efecto inmediato sobre su ya apremiante ereccion, deslizo la mano por su costado hacia la zona suave y humeda que habia entre sus piernas.
Ella gimio.
¿ Victor ? parpadeo ella.
Esperabas a otra persona?
Ella sonrio adormilada, pero no aparto su mano, se puso de espaldas y lo miro, el empezo a mover los dedos rítmicamente y consiguió otro gemido.
Asi era como mas le gustaba: indefensa, sin coraza protectora, asi la queria, pura escencia vulnerable.
Sin dejar de frotar, beso uno de sus senos, era pequeño pero firme, el pezon se endurecia y erguia con cada caricia de su lengua, desplazo la boca al otro seno, adorando como su cuerpo respondia a cada caricia, ella arqueo la espalda y clavo las manos en sus hombros, cada vez mas caliente y humeda bajo sus dedos.
Beso mas abajo, su piel sabia dulce y salada la mismo tiempo, tenia la cintura estrecha, el vientre liso, siguió bajando, no sabia que regalarle en navidad, pero si que le encantaria lo que iba a darle en ese momento.
Ella gimio al primer contacto de su boca, utilizo labios y lengua, abriendola para el con los dedos, sintio como se tensaba, resistiendose a lo inevitable y después rindiendose al placer, su grito lo excito aun mas.
Se introdujo en ella, deseando sentir como lo apretaba en su interior,q ueria sentir su orgasmo rodeandolo, no le costo mucho esfuerzo, por fortuna, ya que apenas podia controlarse, tras unos cuantos movimientos la llevo de nuevo a la cima y el llego ella, perdiendose en la misma marea.
La abrazo con fuerza y se dejo caer de costado, arrastrandola a ella.
Oh, vaya, murmuro ella, minutos después.
Te ha gustado? Pregunto.
Si.
Era la primera vez para ti?
Bueno, en realidad….. hizo una pausa, el se pregunto que tenia que pensar, o era la primera vez, o no, casi deseaba que no, su ego masculino habria preferido haber sido el primero, seguia sin contestar y se apoyo en un codo para observarla.
No estoy segura, admitio ella por fin.
No estas segura? Estuvo a punto de echarse a reir, una mujer deberia saber si la habian besado intimamente o no, estabas dormida o que?
Creo que si, afirmo ella, sombria.
Entonces el tipo no debia ser muy bueno.oh, era… titubeo de nuevo, no era tan bueno como tu, dijo por fin, no sono como si quisiera halagarlo, sino como una simple verdad.
No te estaba pidiendo que compararas Myriam, solo me preguntaba…. Es decir, cuando tu y yo hacemos el amor…. No me imagino poder hacerlo dormidos.
Yo tampoco, dijo ella, sonriendo con timidez, cuando estoy contigo… es distinto a todo.
Seguia sonriendo, sus ojos oscuros chispeaban y le recordaron el brillo de su vestido la noche anterior, le gustaba su sonrisa y deseaba seguir contemplandola toda la mañana.
Te quiero, Victor, dijo.
Eso significaba su sonrisa: amor, el sintio una punzada de miedo.
Considero cuidadosamente la respuesta, lo que el habia considerado amistad y sexo excepcional, ella lo definia como amor, eso no se le habia pasado por la cabeza; el amor erra otra cosa, implicaba compromisos, obligaciones y hacer regalos de Navidad perfectos, porque uno sabia exactamente lo que deseaba su mujer.
El no conocia a Myriam tan bien, lo cierto era que no estaba seguro de desear hacerlo, se habria conformado con dejar las cosas en amistad y sexo.
Tenia que contestar, pero no estaba seguro de que decir, haria cualquier cosa por no herir los sentimientos de Myriam, todo menos mentir, le disgustaba tanto mentir como haber pasado semanas intentando olvidar lo sucedido en Chicago.
Pero noq ueria herirla, en absoluto.
Percibio que su falta de respuesta ya le estaba haciendo daño, su sonrisa se desvanecia como hielo bajo el sol de agosto.
Tenemos algo muy especial Myriam, dijo.
Supo en un instante que era una frase inadecuada.
De acuerdo, la sonrisa se borro del todo, ella se sento, perdona.
No, era el quien deberia estar disculpandose.
No deberia haber dicho nada, olvidalo, solo….. se le quebro la voz, se aparto de su mano, crei que podiamos ser sinceros el uno con otro, nada mas.
Podemos serrlo, lo somos, el habia sido tan sincero como ella, por desgracia, su reaccion no era la que ella habia deseado, ambos lo sabian.
No huyas, suplico, pero esa vez no era una huida, ella habia planteado sus terminos, al no contestar el habia expresado los suyos; y ella los rechazaba.
Se le ocurrieron maneras de dare la vuelta a la situación, podia sugerir que el amor podia llegar en el futuro, que le diera una oportunidad, se relajara y disfrutara de lo que compartian.
Sin embargo, sabia que el podia tardar toda la vida en llegar a ese punto, no se imaginaba declarando su amor eterno a una mujer, menos a un a Myriam que, a pesar de su pasion y atractivo, nunca habia sido su tipo.
Era contable.
La observo cruzar la habitación descalza para recoger su ropa, tenia la espalda presiosa, habia besado cada centímetro la noche anterior, y le habia encantado, pero no creia que eso significara que la amaba.
No, adoraba el sexo con ella, adoraba dormir a su lado y despertar a las tres de la mañana y hacerle el amor otra vez, y charlar en la oscuridad.
Le habia dicho que pasaria las navidades en Connecticut, con la familia de su hermana y sus padres, el le conto que iria a casa de sus padres en Yarmouthport, habia hablado de la nieve y de Grecia y del perro que habia tenido Victor.
Habia sido una noche fantastica, de las mejores de su vida, pero eso no implicaba que amase a Myriam.
contunuara...................
saludos
Victor lo estaba intentando, el sábado anterior había salido con una antigua amiga, con la que había tenido algo unos años antes, la llevo a cenar a un restaurante caro, con vino, brandy y todos los lujos y buenas criticas, sin explosiones, ni fallos arguméntales, Victor la había odiado.
Después la llevo a casa, escuchando mientras ella analizaba el impacto emocional de la película, lo invito a entrar y rechazo la oferta, le gustaba, era guapa y lo había pasado muy bien cuando salían juntos, pero no quería acostarse con ella, otro síntoma de locura.
Si hemos terminado de discutir la planta embotelladora, dijo, tengo algunas ideas que proponer, era un buen ejecutivo, tenia buenas ideas y mas le valía a Myriam darse cuenta, me gustaría hablar de introducir Batidos Frutales García en nuevos mercados, además de Chicago, quiero decir.
Ese no es tu departamento, dijo Raúl con una sonrisa, tu eres el genio creativo, se supone que yo debo tener las ideas de comercialización.
He pensado que deberíamos introducir los Batidos en las líneas aéreas, siguió Victor, ignorando a Raúl, esos carritos de bebidas no tienen nada que merezca la pena, excepto el alcohol.
Es una gran idea, dijo Inés.
Victor miro a Myriam, esperando que pensara lo mismo, ella sonrió enigmáticamente y apunto algo en su libreta forrada de cuero.
Creo que tendremos problemas porque utilizamos botellas, señalo Raúl, si Batidos Frutales García se envasara en latas, podrían interesarse pero son botellas de vidrio y pesan.
La mezcla de Bloody Mary que utilizan va en botella de vidrio, también el vino y casi todos los licores, solo los refrescos son de lata y saben metálicos.
Puedo investigarlo, dijo Raúl, no te hagas demasiadas expectativas, pero es una idea.
Otra idea son los hoteles, estuve en ese hotel de Chicago….. Lanzo una mirada a Myriam, que hacia garabatos en su libreta…. Y solo tenían cosas aburridas, zumos de ciruela, por Dios!, la gente debería tener mas opciones para desayunar, no creen?, ahora sirven cereales integrales y yogurt en todos los hoteles, porque no una moderna bebida de fruta?
Tienes razón, dijo Raúl, por que no?
Victor miro a Myriam, querría su aprobación, ella alzo la mirada despacio, como si le pesara y asintió.
El sintió jubilo desproporcionado, le gustaba su idea!!!!!! Mas animado, miro a su alrededor.
Hay algún otro asunto que tratar?
Solo la fiesta de Navidad, dijo toña, alzando la vista de la pantalla del ordenador portátil.
Victor se pregunto si era un tema adecuado para una reunión de ejecutivos, el año anterior había acabado tomando pasta y vino en un salón privado de un restaurante junto al muelle, la planificación había sido informal y democrática, como casi todo en su empresa.
Que opinas tu? Le pregunto a toña, ese año era distinto, los beneficios se disparaban y crecían.
Ha sido un año bueno, nuevas oficinas, expansión…. Deberíamos hacer algo mas elegante que el año pasado.
De acuerdo. Myriam, analiza que presupuesto podemos dedicar a eso.
Tenemos que ir rápido, dijo Inés, si podemos permitírnoslo y lo hacemos un viernes, en vez de un sábado, puedo conseguir un salón de banquetes en tara.
¡ bromeas ! Raúl la miro atónito, ¿Tara? Es uno de los hoteles mas lujosos de la ciudad.
Salgo con alguien que trabaja allí, explico Inés, tengo contactos.
Creo que podemos costearlo, te lo confirmare después, prometió Myriam, miro a Victor, nos merecemos una celebración en Tara, ha sido un año fantástico.
Victor pensó que seria aun mejor si conseguía que Myriam volviera a compartir su almohada, se corto al pensar lo que pensarían el resto de sus colegas, la empresa estaba creciendo, el jefe no podía acostarse con la gestora financiera, a no ser que estuvieran comprometidos o casados, o algo, Victor no pensaba llegar a eso.
Creo que hemos terminado, dijo Victor.
Pensó en llevar a alguien a la fiesta, no le apetecía, pero soportaría mejor la velada si tenia otras piernas en las que fijarse, otro ojos que mirar.
Sentía amistad, lujuria, admiración y respeto por Myriam, ella le había pedido respeto, así que no la perseguiría.
Aunque no tenia interés por ninguna otra mujer, quizás llevara a una para mantener la cordura.
Si la cordura seguía siendo posible.
CAPITULO # 9
Como estoy, Grecia? Pregunto Myriam.
Grecia levanto la cabeza del calcetín anudado que estaba mordiendo, si la sorprendió ver a Myriam con un elegante vestido negro, no lo demostró, de hecho, el calcetín parecía interesarle mas.
Myriam había visto el vestido colgado en el escaparate de una boutique de la calle Mayor y había sentido su llama tentadora, obligándola a entrar en la tienda, había rezado para que el vestido no fuera de su talla, pero se lo probo y le quedaba como un guante, parecía diseñado para ella.
Era un vestido demasiado romántico, pero ahora que era la directora financiera de Batidos Frutales García, suponía que debía demostrarlo vistiéndose de forma especial para la fiesta de Navidad.
No sabia que pensaría Victor, pero daba igual.
Llevaban un mes entero sin intercambiar mas que frases de cortesía, tenia que admitir que la tenia impresionada con su agudeza empresarial, llegaba a las reuniones semanales cargado de ideas.
El verano anterior, cuando la había contratado, había actuado con una indiferencia que rayaba en la pasividad, de pronto era dinámico, innovador, listo, y procuraba demostrarlo siempre que podía.
Tenia que ser inteligente para ver creado su empresa, Myriam siempre había tenido debilidad por los hombres listos, pero no tenia porque tenerla con Victor, que se le acelerara el pulso al verlo, que temiera mirarlo a los ojos para no poner en peligro su salud mental, que se acostara todas las noches pensando en el, no significaba nada.
Era un sueño, no lo que deseaba para su vida.
Nada que pudiera contabilizar, no cuadraba.
Aun así, no haría ningún daño estar guapa para la fiesta, la indiferencia de Grecia no importaba, no tenia gusto; lo demostraba que se hubiera enamorado de Victor aquella noche de octubre, cuando la llevo a casa.
Me voy, le dijo a Grecia, poniéndose el abrigo y agarrando su bolso, tienes agua y comida, espero que te comportes, hasta luego.
La noche era fría, no había luna y el cielo estaba tachonado de estrellas, todas las tiendas del centro estaban decoradas con luces y espumillón, había arcos plateados con muerdago de plástico en las calles, pensó que estaba muy guapa he iba a pasarla de fabula, resplandecería, en las ultimas siete semanas había ayudado a conseguir la cuenta con Vida Natural, había recibido un ascenso, se había acostado con Victor sin autodestruirse y casi había superado su encaprichamiento con el, había hecho las compras navideñas, decorado la casa con velas rojas y ramitas de pino y comprado un vestido extravagante.
Esa noche iba para matar; la pasaría bien.
A Victor le gustaban las fiestas menos elegantes, pero considerando lo rápido que había organizado esa y que el no tenia que hacer ningún esfuerzo, no iba a quejarse, estaba en un salón pequeño, porque no eran muchos; pero había una larga mesa con un bufe, una barra libre, mesas circulares con velas en el centro, pista de baile y un dúo musical que no sonaba nada mal.
Lo asombraba que Inés y toña hubieran podido organizarlo todo, suponía que en parte se debía a que diciembre era un mes de temporada baja en Cape Cod, aun así, Tara era un hotel elegante, que solía necesitar reservas con mucha antelación, por lo visto que la directora de Recursos Humanos saliera con un director del hotel, había sido de gran ayuda.
Se situó cerca del bar, esperando no parecer tan incomodo con su traje gris como se sentía, lo había comprado el día anterior, y lo había recogido esa mañana, junto con la camisa turquesa y la corbata de seda que lucia, había elegido la camisa porque no lo aburría, la corbata era un arco iris de colores que formaban un dibujo abstracto, no le iban las corbatas, pero suponía que, siendo un magnate, tendría que ponérselas a veces.
Miro a su alrededor y sonrió, de momento había unas treinta personas, y esperaban al menos unas treinta mas, muchos empleados habían llevado a sus parejas, el se había planteado llevar a alguien, pero había pensado en un millón de razones entupidas para no hacerlo y una no tan estupida; no quería hacerlo.
Myriam aun no había llegado, lo irritaba ser tan conciente de su ausencia, probablemente llegaría con un tipo colgada del brazo, alguien perfecto para ella; un ejecutivo que se sentía cómodo utilizando trajes y prefería no pasar toda la noche con ella y no se molestaba si huía tras una hora de sexo.
A Victor no debería importarle eso, pero no conseguía olvidar esa hora de sexo, por mas que lo intentaba, era como una astilla clavada bajo una uña, eh! Guapísimo!!! Sheila, una de las directoras de fabrica, se arrimo a el, estaba muy guapa, con un vestido ajustado de terciopelo verde, tenia un martíni en una mano y en la otra un trozo de cangrejo pinchado en un palillo, menuda fiesta! Supongo que la compañía debe ir muy bien no?
Supongo que si, dijo el, deseando poder involucrarse en la conversación, pero sus ojos recorrían la sala sin descanso, buscando a alguien que no estaba allí.
En ese momento la vio, junto a la puerta, tardo un momento en aceptar que Myriam pudiera tener un aspecto tan…. Espectacular, no descarado, sino de elegante y atractivo, con su vestido negro.
Parecía resplandecer, tenia los ojos brillantes, los labios rosados, la piel suave y pálida, y brillantes ondas castañas enmarcaban su rostro, llevaba tacones bajos, suficientes para hacer que pareciera alta y lucir sus esbeltos tobillos.
Estaba justo debajo de un ramito de muerdago, perdona, murmuro Victor a Sheila, cruzo la habitación evitando a las parejas que bailaban mientras iba hacia la puerta, la culpa era del muerdago, y de Myriam, no habia olvidado nada, y el aspecto que tenia esa noche solo conseguiria que olvidara su sentido comun.
Rodeo unas mesas y llego a su lado desde detrás, inclino la cabeza y beso su mejilla con rapidez, ella dio un respingo, giro y lo miro boquiabierta.
El muerdago, explico el, consiente de que era una excusa muy pobre, esbozo una sonrisa candida, deseando que no se ofendiera por un besito en la mejilla.
Ella le devolvió la sonrisa titubeante, todos los nervios de Victor se dispararon, su cabello olía a flores, el escote caído del vestido mostraba su piel cremosa de debajo de su cuello, estaba deslumbrante, casi tanto como desnuda.
En otro tiempo, Victor habría creído que era normalita, no era la mujer que vería desde el otro lado de la sala y que necesitaría besar, con o sin muerdago.
Entonces había sido el mismo, la vida era normal, pero no se imaginaba volviendo a ser aquella persona, miro los ojos oscuros de Myriam y decidió que no le importaba lo mas mínimo.
Eso no debería estar ocurriendo.
Victor no debió haberla besado un minuto después de haber cruzado el umbral, sabia que la gente se besaba en las fiestas de empresas, pero cuando trabajaba en Boston, solía ocurrir entre altos directivos y jovencitas principiantes, cuando casi todos habían demasiado.
Afortunadamente, nunca la había besado uno de esos tipos, toda ella debía emanar vibraciones que advertían a los lascivos que no estaba interesada.
Debería decirle a Victor que se alejara, pero no quería hacerlo, esa noche no era ella misma, estaba elegante y sentía una confianza inusual, quería que todos la admiraran, que Victor la considerara irresistible, era una fiesta y Victor no era un Romeo panzudo de mediana edad que intentara aprovecharse.
Esto es una maravilla, dijo, adentrándose en la sala, en una esquina, un dúo tocaba una antigua canción de los Beach Boys, camareros y camareras atravesaban la sala con bandejas de canapés, un barman mezclaba bebidas en otra esquina.
Myriam miro a Victor unos años mas joven, atendiendo el bar de una fiesta similar, decidió que no habría estado tan guapo, no habría tenido arruguitas de risas alrededor de los ojos, ni hoyuelos tan marcados, ni habría podido lucir ese atuendo, una camisa que hacia eco con el oscuro de sus ojos, una corbata que parecía la pesadilla de un pintor, y un traje que le quedaba perfecto, enfatizando su ancha espalda, sus caderas estrechas y la longitud de sus piernas.
Mientras se adentraban en la sala, Myriam comprendió que no era solo su apariencia lo que la atraía, todos los lunes, desde que habían vuelto de Chicago, se sentaba en las reuniones y escuchaba sus ideas, sugerencias y objetivos para la empresa, sabia que no tenia experiencia empresarial, precisamente para compensar esa lacra había contratado a gente como Raúl y ella misma.
Pero últimamente parecía mas dinámico, mas entregado, no solo una fuerza creativa que había lanzado un producto innovador, sino alguien que visualizaba un futuro para su empresa, ya no era un chico guapo con buen instinto y mejor suerte.
Era un hombre que estaba al mando y lo sabia.
Que te gustaría beber? Pregunto el, conduciéndola hacia el bar.
Vino, Myriam sonrió al barman, Chardonnay, por favor, recordó el desconocido y delicioso vino que Victor y ella habían tomado en el extraño restaurante de Chicago, lo miro, preguntándose si el recordaba esa noche, aunque lo dudaba, seguramente había brindado con una docena de mujeres desde entonces.
Pero estaba a su lado, ignorando al resto de las mujeres de la sala, era casi como si estuviera anunciando, ante toda la planilla, que esa noche estaba con Myriam.
Era una bobada pensar eso, había tenido una breve aventura que había terminado, no podía confundir fantasía y realidad, seguramente había recibido a todas las mujeres con un beso bajo el muerdago.
Me gusta tu vestido, comento el.
Gracias, también debía habérselo dicho a todas.
Quieres comer o bailar? Pregunto el.
Son mis dos únicas opciones? Rió ella.
Podría sugerir otras posibilidades, pero seguramente me daría una bofetada, murmuro el con malicia.
No te abofetearía, Victor, aseguro ella, por lo visto no había olvidado lo de Chicago, eso le agrado.
No soy una persona violenta.
Entonces, bailemos, dejo los vasos de ambos sobre una mesa, puso la mano en su espalda y la guió hacia el centro de la pista de baile.
El dúo estaba tocando una canción de los Eagles, lenta y quejumbrosa, Myriam intento convencerse de que bailar con el no le hacia sentir nada, que estar en sus brazos no la inmutaba, solo era un baile, y el anfitrión de la fiesta de empresa bailaría con todas las mujeres asistentes, que acariciara su cintura con el pulgar no significaba nada, era normal.
Intento no captar su aroma especiado, no percibir el contorno firme de su pecho, no recordar esa noche, hacia un mes, en la que habían estado mucho mas juntos que en ese momento.
Deseo dar marcha atrás al reloj, como cuando se realizaba el cambio de hora.
Tengo que decirte, Myriam, murmuro el junto a su oído, que no he olvidado.
Parecía haberle leído el pensamiento, o quizás los recuerdos lo habían torturado tanto como a ella, era muy difícil ser racional cuando el la sujetaba con tanta fuerza, bailaban tan despacio.
Tenia buenas razones para pedirte que olvidaras, le recordó ella, su proximidad parecía haber afectado su capacidad de respirar, sentía opresión en los pulmones.
Recuerdo esas razones, dijo el, acariciándole la cintura de nuevo, incluso recuerdo que eran buenas, pero no he olvidado.
Ah, ella trago saliva, el la apretó mas, todos pueden vernos, susurro, preguntándose si también veían su rubor, le ardían las mejillas.
Que ven? A dos personas bailando? Pregunto el, si no quieres bailar conmigo, dilo.
Ella quería bailar, quería estar entre sus brazos, disfrutando de su altura, su fuerza, su calor, quería sentirse envuelta por la música, suave y seductora, sabiendo que el chico mas guapo de la fiesta no se avergonzaba de que lo vieran con ella, de hecho, parecía casi orgulloso de bailar con ella.
Orgullosos y seguro de si mismo.
No me importa bailar, contesto.
Podía disfrutar del resto de la canción con Victor, cuando acabara, le daría las gracias y lo dejaría, para que pudiera bailar con otra invitada, pero el no la abandono, la llevo hacia la mesa sobre la que habían dejado sus bebidas, se sentaron.
Que opinas de esto? Pregunto el, señalando la sala con la mano.
De la fiesta? Cuando el asintió, contesto, es mas elegante de lo que esperaba.
Te has vestido para una fiesta elegante apunto el.
Si, bueno…. Un ataque de locura por mi parte.
Locura? El soltó una risa y bebió un sorbo de la copa, es un vestido fantástico.
Gracias.
Habría quedado fuera de lugar en una fiesta que no fuera tan elegante como esta.
Ella asintió con la cabeza y sonrió.
Quizá, tu subconsciente sabia que la fiesta iba a ser asi, tal vez tus pensamientos seguían el mismo curso que los míos.
Myriam pensó que la conversación empezaba a ponerse peligrosa, ya era malo que el protagonizara todas sus fantasías, pero si encima empezaban a pensar igual, y bailaba y se sentaba con ella en la fiesta Navideña.
Lo cierto es, Myriam, que me he sentido fatal desde lo de Chicago, admitió.
Ella supuso que se refería a arrepentimiento, desilusión, quizá incluso enfado consigo mismo, con los dos, por haber perdido el control como lo había hecho.
La empresa va de maravilla, pero me siento….
No se, incompleto, como si me faltara algo, estiro la mano por encima de la mesa y toco la de ella.
He intentado olvidarlo, pero no puedo, no quiero hacerlo, trago saliva, creo que lo que ocurrió en Chicago es demasiado bueno para olvidarlo.
Tengo la sensación de que huiste y sigues huyendo, y me parece una tontería, deberías dejar de hacerlo.
Ella no había esperado que fuera tan sincero y directo, la declaración era mas que sincera, incluía un reto, la estaba retando para que dejara de huir y aceptarse la posibilidad de que su sueño se había realizado, que fantasía y realidad se habían fundido, tala vez había llegado la hora de admitir que Victor era mas que una criatura viril y atractiva diseñada para encender su imaginación.
Era un hombre listo, ambicioso y de mente abierta, le había hecho el amor con fuerza y ternura; había compartido sus ideas y sentimientos con ella.
De acuerdo, musito, entrelazando los dedos con los de el, dejemos de intentar olvidarlo.
No estaba segura de cómo fue el resto de la fiesta, lo había pasado muy bien, riendo, bailando, tomando canapés, bromeando con Raúl y comentando marcas de lápices de labios con toña, los detalles de la velada se mezclaban en su mente, era libre para recordar, para aceptar que todo lo ocurrido había sido realidad.
No paso toda la fiesta junto a Victor, pero eso no importo, incluso cuando estaba en extremos opuestos de la habitación , percibía que seguían juntos, inexplicablemente unidos.
Podía ser el vinculo del recuerdo, o algo mas; pero daba igual, Myriam se sentía bella, segura y deseada.
A las once y media gran parte de la gente se habia marchado, el duo recogio los instrumentos y el aroma del café fuerte inundo ña sala, la fiesta habia acabado.
Pero Myriam no huiria, esa vez no, Victor estaba hablando con los musicos y dandoles las gracias.
Después se dio la vuelta, la vio y fue hacia ella.
Te marchas? Pregunto, poniendo una mano sobre su hombro, un gesto casual pero también posesivo.
Ella miro sus ojos, intentando encontrar en ellos la respuesta, al no encontrarla, alzo los hombros.
La fiesta se acaba así que…
No te vayas, susurro el, sonrió y fue hacia la puerta a despedirse de un grupo de invitados que salía.
Myriam se quedo donde estaba, sintiendo una mezcla de ansiedad y excitación, no tenia ninguna explicación de obedecer, si se quedaba, seria porque quería hacerlo.
Y quería, aunque no supiera que iba a ocurrir a continuación, aunque imaginaba lo que ocurriría antes o después, deseaba quedarse.
Cuando los camareros empezaron a recoger la mesa del bufe, Victor agarro a Myriam del codo y la guió afuera de la sala.
Ella lo acompaño sin preguntar donde iban ni que harían, igual podían pasar la mitad de la noche charlando en una cafetería o acostándose juntos.
Tengo que pagar la cuenta, dijo el, yendo hacia el mostrador de recepción, la empleada del turno de noche los condujo a un pequeño despacho y les entrego la factura, podemos permitírnosla? Pregunto el sonriendo, dándosela a Myriam.
Ella le hecho un vistazo, la factura de la barra libre era menor de lo que esperaba, así que el hotel debía haber sido justo, hizo un rápido calculo mental.
Parece estar bien, le dijo.
De acuerdo, entrego su tarjeta de crédito a la mujer, tienes habitaciones libres para esta noche?
Creo que si, quiere que la añada a la factura?
No, la fiesta corre por la empresa, la habitación es personal, le dio una tarjeta de crédito distinta, la empleada salio del despacho, el se volvió hacia Myriam, te parece bien?
Ella podria haberlo regañado por presuntuoso, o haber huido, pero volvio a anonadarla su sinceridad, en sus ojos vio no solo sinceridad, sino tambien deseo y algo que habria llamado amor si estuviera fantaseando.
Aceptaba que el deseo era real, y mutuo, no se engañaria pensando mas alla de eso, pero tampoco huiria.
Si, acepto.
Poco después, la recepcionista regreso con la llave.
Necesitaran un botones? Pregunto, innecesariamente, tras mirar su atuendo fiestero.
No hace falta, Victor tomo la llave, salieron del despacho, Myriam se sentia avergonzada y traviesa, pero le daba igual lo que pensara la recepcionista.
La habitación daba a la piscina, que estaba iluminada, Victor echo el cerrojo de la puerta y fue hacia ella, Myriam decidio que esa vez no pensaria en si era un regalo que solo duraria una hora, en si Victor era adecuado para ella, ni en si despertaria a la mañana siguiente sola, dolorida y con las sabanas revueltas, no era un sueño, Victor era real: carne y hueso, pasion y deseo.
El acaricio su mejilla y después hundio la mano en su cabello, inclino la cabeza y la beso lentamente, sin prisa, Myriam acaricio sus brazos, fuertes y nervudos, tuvo que hacer esfuerzos para no quitarle la corbata de un tiron y desnudarlo.
Esto es fantastico, dijo el, besandola de nuevo, tras varios besos castos y gentiles, recorrio el perfil de sus labios con la lengua.
Ella sintio un esclofrio desde la espalda hasta las caderas, lo deseaba en ese instante, mas de lo que habia creido posible desear a un hombre.
Victor, nunca……..
El alzo la cabeza y beso su cuello, bajo la oreja.
Ella suspiro, invadida por una nueva oleada de deseo.
Nunca que?.
Nunca he sentido lo que siento contigo.
Eso es porque soy yo, afirmo el.
No, ella sonrio, quiero decir que no soy una persona muy sensual.
Ah, ya, el solto una carcajada, lo he notado.
En serio, Victor, no soy… bueno, no salgo mucho, soy contable; me dedico a los libros de cuentas.
Bueno, este libro es erotico, murmuro el, la alzo en brazos y cubrio su boca con un beso caliente, duro, devorador, la invadio con su lengua, haciendola gemir.
Ella oyo el ruido de la cre mallera de su vestido al bajar y sintio frio en la espalda, le solto el nudo de la corbata y empezo a desabrocharse la camisa sin dejar de besarla, el se rio.
No me digas que esto te parece gracioso, le advirtió ella.
Tu eres graciosa, ¡ decir que no eres sensual !
No lo soy, protesto ella, solo quiero que te quites la camisa.
Mmm, solo la camisa?, supongo que no eres tan sensual, después de todo.
Bueno… no pudo evitar reirse, quiza toda la pasion que ardia entre Victor y Myriam era graciosa, as u manera, quiero que te quites mas que la camisa.
Ah, se desabrocho el ultimo boton y se quito la camisa y la chaqueta a la vez, llevo la mano a la hebilla del cinturón, me quito tambien esto?
Si, dijo ella con timidez, ruborizandose.
Suena bastante sensual, desabrocho el cinturón, ¿ algo mas ?
Victor…. Le ardian las mejillas
Tal vez seas tan sensual que quieras que me baje la cremallera tambien, sugirió el, bajo la cremallera lentamente y adopto una pose indolente, ¿ algo mas?
Si, musito ella, hipnotizada por la vision de su pecho, su abdomen liso y la cremallera abierta.
Yo diria, por muy contable que seas, que eres mucho mas sensual de lo que crees, se bajo el pantalón un poco, metio los dedos en el elastico del calzoncillo y bajo las dos cosas a la vez, desinhibido, sin vergüenza, descaradamente excitado, me dejare los calcetines puestos, ofrecio, no quiero impresionarte.
Quitate tambien los calcetines, rio ella, se sentia atribulada y poderosa al mismo tiempo, ningun hombre habia hecho un strip-tease para ella, no habia imaginado que pudiera gustarle tanto.
Segura? No quiero avergonzarte, bromeo el.
Segura, nada de calcetines.
Bueno, si insistes, puso una mano en su hombro para equilibrarse, levanto un pie después el otro y se quito los calcetines, ya, dijo, ¿ te sientes sensual ?
Si, asintio, tambien se sentia mareada y tenia el corazon desbocado, el cuerpo ardiente y los senos hinchados, deseaba sentir el calor satinado de su piel, tocar la dureza que manifestaba su deseo por ella.
El le dio la vuelta y acabo de bajar la cremallera, siguiendola con una ristra de besos, le desabrocho el sujetador, la llevo hacia la cama, se sento y bajo el vestido, la combinación y las medias de una vez.
Cuando estuvo tan desnuda como el, la sento en su regazo, la beso apasionadamente y posesivamente.
Ella, por fin, pudo recorrer su cuerpo con las manos, morderle el hombro, lamer sus pezones, acariciar su torso con el cabello, podia ser tan sensual como el la suponia.
Victor acaricio con entusiasmo equioarable, utilizando manos, boca, cuerpo, le separo los muslos con las rodillas y la apreto contra el, haciendo que sintiera la friccion de su pecho, deslizo los dedos entre sus piernas y los introdujo en su interior, ella se arqueo hacia el, buscandolo, deseando mas, suplicando que le ofreciera todo.
Y lo hizo, con un empujon fiero y conquistador, le enseño todo lo que su cuerpo habia sabido siempre, que habia estado enterrado bajo numeros, libros, reticeria y profesionalidad, cada embestida le demostro que era bella, deseable, femenina, sensual, y cuando su cuerpo se convulsiono de placer, le demostro que era suya.
CAPITULO # 10
Victor sonrio, un rayo de luz entraba entre las cortinas, según el despertador eran las siete y cuarto y Myriam seguia a su lado.
Estaba de espaldas a el, con la cabeza sobre su brazo, tenia el trasero apoyado en su regazo, pero dormia demasiado profundamente para darse cuenta del efecto que eso estaba provocando en el.
No la despertaria, debia estar agotada, teniendo en cuenta como habia ido la noche, el tambien lo estaba, fisicamente, pero su mente estaba muy despierta.
Pensaba que la situación podia llegar a ser fantastica, dejaria atrás las complicaciones, las huidas, el panico y los disimulos, solo quedarian ellos dos, una buena amistad y sexo fantastico, no era mala manera de llegar a las vacaciones de Navidad.
Suponia que debia comprarle un regalo a ella, se pregunto que, nunca habia estado en su casa; no sabia si le gustaban las figuritas de porcelana o las velas aromaticas en cuencos de barro.
Las flores eran demasiado tipicas y se estropeaban en pocos dias, descarto las joyas por serias; implicaban compromiso.
¿ Perfume ? se acerco a ella y olio su pelo y su cuello, olia a si misma, calida, limpia y con una leve fragancia de jabon, preferia el aroma natural de una mujer al del perfume artificial.
Un pañuelo era demasiado generico; un jersey demasiado personal, no sabia que libros leia, una bomba para la bicicleta, un juguete para la perra…..
Deberia haberlo preocupado no conocerla lo bastante para poder elegir un regalo, sin embargo, sabia lo esencial: como conseguir que se sintiera bien, muy bien y loca de placer, sabia donde tocarla para quitarle el aliento, donde besarla para hacerla gemir, sabia que podia confiarle su vida y esperaba que sintiera lo mismo hacia el, lo demas eran detalles sin importancia.
Ella movio las caderas acercandose mas a el.
Tuvo un efecto inmediato sobre su ya apremiante ereccion, deslizo la mano por su costado hacia la zona suave y humeda que habia entre sus piernas.
Ella gimio.
¿ Victor ? parpadeo ella.
Esperabas a otra persona?
Ella sonrio adormilada, pero no aparto su mano, se puso de espaldas y lo miro, el empezo a mover los dedos rítmicamente y consiguió otro gemido.
Asi era como mas le gustaba: indefensa, sin coraza protectora, asi la queria, pura escencia vulnerable.
Sin dejar de frotar, beso uno de sus senos, era pequeño pero firme, el pezon se endurecia y erguia con cada caricia de su lengua, desplazo la boca al otro seno, adorando como su cuerpo respondia a cada caricia, ella arqueo la espalda y clavo las manos en sus hombros, cada vez mas caliente y humeda bajo sus dedos.
Beso mas abajo, su piel sabia dulce y salada la mismo tiempo, tenia la cintura estrecha, el vientre liso, siguió bajando, no sabia que regalarle en navidad, pero si que le encantaria lo que iba a darle en ese momento.
Ella gimio al primer contacto de su boca, utilizo labios y lengua, abriendola para el con los dedos, sintio como se tensaba, resistiendose a lo inevitable y después rindiendose al placer, su grito lo excito aun mas.
Se introdujo en ella, deseando sentir como lo apretaba en su interior,q ueria sentir su orgasmo rodeandolo, no le costo mucho esfuerzo, por fortuna, ya que apenas podia controlarse, tras unos cuantos movimientos la llevo de nuevo a la cima y el llego ella, perdiendose en la misma marea.
La abrazo con fuerza y se dejo caer de costado, arrastrandola a ella.
Oh, vaya, murmuro ella, minutos después.
Te ha gustado? Pregunto.
Si.
Era la primera vez para ti?
Bueno, en realidad….. hizo una pausa, el se pregunto que tenia que pensar, o era la primera vez, o no, casi deseaba que no, su ego masculino habria preferido haber sido el primero, seguia sin contestar y se apoyo en un codo para observarla.
No estoy segura, admitio ella por fin.
No estas segura? Estuvo a punto de echarse a reir, una mujer deberia saber si la habian besado intimamente o no, estabas dormida o que?
Creo que si, afirmo ella, sombria.
Entonces el tipo no debia ser muy bueno.oh, era… titubeo de nuevo, no era tan bueno como tu, dijo por fin, no sono como si quisiera halagarlo, sino como una simple verdad.
No te estaba pidiendo que compararas Myriam, solo me preguntaba…. Es decir, cuando tu y yo hacemos el amor…. No me imagino poder hacerlo dormidos.
Yo tampoco, dijo ella, sonriendo con timidez, cuando estoy contigo… es distinto a todo.
Seguia sonriendo, sus ojos oscuros chispeaban y le recordaron el brillo de su vestido la noche anterior, le gustaba su sonrisa y deseaba seguir contemplandola toda la mañana.
Te quiero, Victor, dijo.
Eso significaba su sonrisa: amor, el sintio una punzada de miedo.
Considero cuidadosamente la respuesta, lo que el habia considerado amistad y sexo excepcional, ella lo definia como amor, eso no se le habia pasado por la cabeza; el amor erra otra cosa, implicaba compromisos, obligaciones y hacer regalos de Navidad perfectos, porque uno sabia exactamente lo que deseaba su mujer.
El no conocia a Myriam tan bien, lo cierto era que no estaba seguro de desear hacerlo, se habria conformado con dejar las cosas en amistad y sexo.
Tenia que contestar, pero no estaba seguro de que decir, haria cualquier cosa por no herir los sentimientos de Myriam, todo menos mentir, le disgustaba tanto mentir como haber pasado semanas intentando olvidar lo sucedido en Chicago.
Pero noq ueria herirla, en absoluto.
Percibio que su falta de respuesta ya le estaba haciendo daño, su sonrisa se desvanecia como hielo bajo el sol de agosto.
Tenemos algo muy especial Myriam, dijo.
Supo en un instante que era una frase inadecuada.
De acuerdo, la sonrisa se borro del todo, ella se sento, perdona.
No, era el quien deberia estar disculpandose.
No deberia haber dicho nada, olvidalo, solo….. se le quebro la voz, se aparto de su mano, crei que podiamos ser sinceros el uno con otro, nada mas.
Podemos serrlo, lo somos, el habia sido tan sincero como ella, por desgracia, su reaccion no era la que ella habia deseado, ambos lo sabian.
No huyas, suplico, pero esa vez no era una huida, ella habia planteado sus terminos, al no contestar el habia expresado los suyos; y ella los rechazaba.
Se le ocurrieron maneras de dare la vuelta a la situación, podia sugerir que el amor podia llegar en el futuro, que le diera una oportunidad, se relajara y disfrutara de lo que compartian.
Sin embargo, sabia que el podia tardar toda la vida en llegar a ese punto, no se imaginaba declarando su amor eterno a una mujer, menos a un a Myriam que, a pesar de su pasion y atractivo, nunca habia sido su tipo.
Era contable.
La observo cruzar la habitación descalza para recoger su ropa, tenia la espalda presiosa, habia besado cada centímetro la noche anterior, y le habia encantado, pero no creia que eso significara que la amaba.
No, adoraba el sexo con ella, adoraba dormir a su lado y despertar a las tres de la mañana y hacerle el amor otra vez, y charlar en la oscuridad.
Le habia dicho que pasaria las navidades en Connecticut, con la familia de su hermana y sus padres, el le conto que iria a casa de sus padres en Yarmouthport, habia hablado de la nieve y de Grecia y del perro que habia tenido Victor.
Habia sido una noche fantastica, de las mejores de su vida, pero eso no implicaba que amase a Myriam.
contunuara...................
saludos
fresita- VBB PLATINO
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Re: ---- SU AMOR SECRETO --------
¡VÍCTOR, QUE CORAJE, ERES UN TONTO! COMO NO TE HAS DADO CUENTA DE QUE AMAS A MYRIAM, GRACIAS POR LOS CAPÍTULOS
mats310863- VBB PLATINO
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