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Re: .:COMPROMISO fALSO:.
gracias por el capitulo
girl190183- VBB BRONCE
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Edad : 40
Fecha de inscripción : 05/12/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Muchas gracias por el capitulo, pofaaaa no tardes con el final.
alma.fra- VBB DIAMANTE
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Fecha de inscripción : 25/06/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Gracias por el Cap. y pos nimodo el final Bueno Saludos tu novela esta buenisima Atte: Iliana
myrithalis- VBB PLATINO
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Localización : Monterrey, Nuevo Leon
Fecha de inscripción : 09/11/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
graciias x el cap niiña me encanto y k biien k ya van a viiviir juntos pero como k ya se va a termiinar la noveliita hay con lo k me gusta
Dianitha- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 1477
Localización : chihuahua
Fecha de inscripción : 22/07/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
GRACIAS X EL CAP....
P,D:QUE RAPIDA SE MER HIZO LA NOVE... EL PROXIMO ES EL FINAL.
P,D:QUE RAPIDA SE MER HIZO LA NOVE... EL PROXIMO ES EL FINAL.
Eva_vbb- VBB DIAMANTE
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Edad : 39
Fecha de inscripción : 25/05/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
QUE LASTIMA QUE YA SE VA HA TERMINAR, GRACIAS POR EL CAPÍTULO
mats310863- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 983
Fecha de inscripción : 01/06/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
gracias por el capi y de verdad es una lastima que ya se acabe la nove
ç
saludos
ç
saludos
fresita- VBB PLATINO
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Edad : 43
Localización : colima, méxico
Fecha de inscripción : 31/07/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Hola niñas pues gracias por haber leido esta pequeña novela, que bueno que les gusto, pero todo lo bueno tiene un fin asi que ahi les va.
CAPÍTULO 10
Myriam se despertó al oír unos enérgicos golpes en la puerta. Encendió la lámpara de la mesilla y se levantó medio dormida.
¿Habra perdido Veronica su vuelo? Lanzó un triste vistazo al lado vació de la cama... Victor estaría allí si no se hubiese tenido que marchar a todo corre a la hora de la comida en respuesta a un SOS de Tara.
Aunque lo que pasaba era que el niño estaba enfermo, no parecía muy angustiado: Tara mimaba mucho a Alex y el pequeño se aprovechaba, así que seguramente se habría dado un atracón de golosinas.
Myriam casi ni se había preocupado por si repentina marcha asta que Veronica le insinuó lo degradante que debía resultar estar con un hombre que salía conrriendo en cuanto le llamaba su esposa; con un par de frases había conseguido que se sintiera como plato de segunda mesa, y eso que Myriam se había esforzado lo suyo en no hacer caso de los comentarios de Veronica. Su hermana sacaba la artillería pesada en cuanto salia a relucir el nombre Tara... ¿otra muestra tal vez de sus instintos posesivos? Se dijo que su relación con Victor estaría sentenciada si Veroniva decidía un dia mostrarse mosesiva con ella.
Se le ocurría pensar que tal vez Alex se había recuperado más pronto de lo previsto, así que salió disparada a abrir la puerta. Cuando lo hizo, casi se le vino encima su inesperado visitante.
- ¿Donde está?- preguntó, pugnado por recuperar el equilibrió.
- ¿Quinn...?- Myriam lo siguió mientras por todo el salón.
- Sé que a vuelto: la han visto. No te esfuerces en negarlo...
El Quinn Tyler que ella conocía era un hombre alto y fuerte, con un gusto exquisito para los trajes caros, las chicas guapas y las motos de carreras. Debía de estar impresionante con su traje de motorista, pero aquella noche presentaba un aspecto lamentable.
Tenía una barba de varios días, y estab pálido y desencajado, con los ojos enrojecidos. Si se hubiera encontrado con él por la calle sin conocerlo, habría cruzado a la otra acera; se notaba, además, cierta tensión violenta en todos y cada uno de sus ademanes.
La transformación del profesional intachable que ella conocía en aquel desecho humano eran tan notable, que solo podía mirarlo fascinada mientras ponía el salón patas arriba en busca de Veronica. Resultaba interesante comprobar que, incluso en aquel estado, prodecía metódicamente, sin dejar rincón alguno por rastrear.
- Sé que estás aquí- rugía de vez en cuando.
- Quinn, por favor, siéntate- aunque tal vez no fuera una buena idea; tal vez después mo lograra levantarlo-. No puedes ir ahí- exclamó al ver que se dirigía al dormitorio. Se estremeció al oír los tremendos golpes que dio a la pared dela habitación. ¿Qué diria Veronica si supiera que le estaban achando la casa abajo?
- ¡Dios! ¿Dónde está?- aquel hombretón se había transformado en un niño indefenso.
Myriam se le quedó mirando horrorizada estaba tendido cuan largo era la cama que ella acababa de dejar.
- Sé que estás aquí, puedo olerla- insistió, llevandose una lamohada a la nariz e inhalando profundamente-. Está caliente... la cama todavía está caliente. Myriam...
- Ha vuelto a Nueva York, Quinn- le dijo dulcemente. Se le partía el corazón al verlo en aquel estado.
- No re creo
- Yo no te mentiría, Quinn.
- No, tu eres una buena chica, Myriam- murmuró a punto de echarse a llorar-. ¿Por qué no me enamoraría de una buena chica como tú?- gimoteó, asiéndole la mano.
- Estás borracho, Quinn.
- Hasta las orejas, borracho como una cuba... ¿Qué puedo hacer, Myriam? Myriam... qué nombre tan bonito...
- Gracias- se dijo que más valia que a la mañana siguiente no recordara nada de lo sucedido, por el bien de los dos-. Anda, duerme un poco- le palmeó el hombro en un gesto de consuelo.
- Gran idea... la verdad es que no puedo ni moverme- dijo, mirando impotente sus piernas inmóviles.,
- Qué se le va hacer- murmuró Myriam-. Lo mejor será que te quedes aquí mismo.
- Afortunado el hombre que se case contigo, Myriam. balbuceó Quinn cerrando los ojos-. Te estoy muy agradecido- añadió cortésmente. A los pocos segundos, estaba dormido como un tronco.
Myriam lo miró entre divertida e irritada. ¡Hombres! Con mucho cuidado, le quitó los zapatos, le aflojó la corbata y le desabrochó la camisa. Buscó su almohada y usó el resto de cojines para evitar que se moviera y rompiera algo. Si eso ocurría, ya podía irse olvidando de conquistar a Veronica: su hermana era extremadamente intolerante con algunas cosas. Sacóel colchón en el que dormía cuando estaba Veronica en la casa y se acostó.
...
Myriam estaba guardando las mantas y sábanas que había usado el día anterior cuando por fin Quinn se despertó. Le dedicó una cómica mueca y se dejó caer en un sillón.
- ¡Dios! ¡Estoy muerto!
- Pues no lo parece.
- ¿Myriam?- la miró confuso hasta que por fin se encendió una bombilla en su cerebro-. ¡Myriam!
- ¿Te acuerdas de la otra noche?
- Mas a menos... me puse en evidencia, ¿verdad?
- Seré una tumba, mo te preocupes... aunque deberías arreglar el desaguisado en la pared. Veronica es muy especial para esas cosas.
En cuando oyó el nombre de su hermana, Quinn se quedó visiblemente mohíno. ¿Qué habría pasado si Veronica hubiese estado en la casa?
- Sí, lo haré. Siento haberte quitado la cama- se disculpó advirtiendo preocupado que iba muy ligera de ropa.
-Olvidalo lo que estás pensando: no eres mi tipo, Quinn.
- ¡Uf, menos mal!- replicó aliviado-. ¡Dios mío! ¡Qué mal sabor de boca tengo!
- El baño está a tu entera disposición.
- ¡Eres un ángel! ¿No tendrás una aspirina o similar?
- Será mejor que tomes paracetamol. Tu pobre estómago ya ha sufrido demasiado. Voy a preparar café.
- Gracias, Myriam- dijo el joven conmovido.
- ¿Por el café?
- Por eso y por no hacer preguntas.
...
El café estaba hirviendo alegremente cuando oyó pasos en la moqueta y unos golpecitos en la puerta.
- ¡¡Victor!! ¿Qué haces aquí?
Victor la asió por la cintura y, sin dejar de besarla, la empujó hacia el interior de la casa; estaba recién duchado y su aroma resultaba embriagador.
- Tenemos que hablar.
- Bueno- replicó Myriam sin saber a cuanto de qué venía aquella urgencia-. ¡Alex está bien?- preguntó besándolo levemente en la mejilla.
-Como un toro- replicó, devolviéndole las caricias
- ¿De qué quieres hablar?
- Quería desearte suerte- contestó evasivamente. <<Rata cobarde>>, se dijo a sí mismo.
- ¿Solo eso?
- Es tu primer día en el nuevo trabajo: ¿es que se te ha olvidado? ¿O es que te sientes muy segura de ti misma?
- Ya me gustaría- ¿por qué tenía la extraña impresión de que le estaba ocultando algo?
- Mmmm, huele de maravilla- dijo Victor aspirando el aroma del café-. ¿Estás nerviosa?- parecía preocupado.
Y tanto que nerviosa. Justo en aquel momento se le ocurrió que una situación de lo más inocente podía ser malinterpretado de la forma más tonta. Lanzó una mirada nerviosa a la puerta del dormitorio.
- Un poco-contestó, dándose cuenta de que automáticamente Victor miraba en la misma dirección-. No he dormido mucho- enseguida lamentó dar explicaciones que nadie le abía pedido.
- ¿A ver cómo va ese café?- Quinn salió del baño con el torso desnudo, secándose el pelo con una toalla-. Este sí que es la mejor medicina... -se detuvo en seco al ver a Victor-. ¡Victor! ¡Qué sorpresa!- por el tono en que lo dijo no parecía precisamente complaciente.
- Sí, menuda sorpresa, colega- Victor estaba tan enfadado, que Myriam se estremeció y Quinn retrocedió un poco-. Myriam me estaba contando que anoche apenas durmió.
- Lo siento- se disculpó Quinn-, me temo que ha sido por mi culpa.
Myriam ahogó un gemido: ¿es que Quinn no se daba cuenta de que estaba metiendo la pata hasta el fondo?
- Victor, esto no es...- empezó en un intento desesperado por arreglar las cosas-...
-¿... lo que parece?- Victor lanzó una terrible carcajada, dio un paso al frente y estampó un tremendo puñetazo directo a la mandíbula de Quinn que, pillado por sorpresa, perdó el equilibrio y se cayó cuan largo era.
Myriam saltó como una flecha para intentar rescatar un cachorro de cerámica del que Veronica estaba especialmente orgullosa. No lo consiguió por una fracción de segundo.
- ¡Mira lo que has hecho?- le reprocho a Victor furiosa.
- Es una pena que no demuestres el mismo interés por otras cosas de las pertenenias de Veronica- comentó Victor con una frialdad que la dejó clavada-. Lo has hecho por venganza, ¿verdad?- le espetó.
Myriam se quedó palida al oír que la acusaba de haberse acostado con el novio de su hermana. ¿ Eso era lo que pensaba de ella? Cuando todavía estaba pensando qué contestar, Victor volvió a la carga.
- ¿O llevan más tiempo? Si hubiera sabido que esto es lo que te gusta, habríamos limitado nuestra relación al dormitorio: eso me habría facilitado mucho la vida.
- ¡Yo no quería facilitarte la vida!- rugió Myriam.
- ¡Ja! Noticias frescas. No has hecho otra cosa que complicarme la existencia desde el momento en que te insinuaste...
- ¿Que yo qué?- ¿cómo podía estar hablando en serio?-. No hice nada de eso, en contra de lo que dictaba el sentido común, acepté ayudarte... Ojalá no lo hubiera hecho...
- Nunca me gustó este cachorro- Quinn había conseguido incorporarse y estaba examinando los fragmentos.
Victor, que embebido en la discusión había olvidado a su adversario, se volvió como una fiera.
- ¿Y a quién le importa eso?- barbotó-. ¡Levántate, Tyler! Y a ti no se te ocurra venirme con el cuento de que la de anoche fue la primera vez- le aspetó a Myriam.
- No lo fue- << ni la primera, ni la segunda ni la tecera, estupid>>
Victor apretó los puños hasta que le chasquearon los nudillos mientras lanzaba a Quinn una mirada fulminante. Se sentía engañado, frustrado, inmensamente furioso.
- ¡No te levantes, Quinn, o volverá a pegarte!- le advirtió Myriam.
- No lo creas- se defendió Quinn-. Antes me ha pillado de sorpresa.
- ¿Si? Solo hay un modo de averiguarlo- insistió Victor, con ánimo beligerante-. ¿Te llama ella o la llamas tú?- preguntó apretando los
CAPÍTULO 10
Myriam se despertó al oír unos enérgicos golpes en la puerta. Encendió la lámpara de la mesilla y se levantó medio dormida.
¿Habra perdido Veronica su vuelo? Lanzó un triste vistazo al lado vació de la cama... Victor estaría allí si no se hubiese tenido que marchar a todo corre a la hora de la comida en respuesta a un SOS de Tara.
Aunque lo que pasaba era que el niño estaba enfermo, no parecía muy angustiado: Tara mimaba mucho a Alex y el pequeño se aprovechaba, así que seguramente se habría dado un atracón de golosinas.
Myriam casi ni se había preocupado por si repentina marcha asta que Veronica le insinuó lo degradante que debía resultar estar con un hombre que salía conrriendo en cuanto le llamaba su esposa; con un par de frases había conseguido que se sintiera como plato de segunda mesa, y eso que Myriam se había esforzado lo suyo en no hacer caso de los comentarios de Veronica. Su hermana sacaba la artillería pesada en cuanto salia a relucir el nombre Tara... ¿otra muestra tal vez de sus instintos posesivos? Se dijo que su relación con Victor estaría sentenciada si Veroniva decidía un dia mostrarse mosesiva con ella.
Se le ocurría pensar que tal vez Alex se había recuperado más pronto de lo previsto, así que salió disparada a abrir la puerta. Cuando lo hizo, casi se le vino encima su inesperado visitante.
- ¿Donde está?- preguntó, pugnado por recuperar el equilibrió.
- ¿Quinn...?- Myriam lo siguió mientras por todo el salón.
- Sé que a vuelto: la han visto. No te esfuerces en negarlo...
El Quinn Tyler que ella conocía era un hombre alto y fuerte, con un gusto exquisito para los trajes caros, las chicas guapas y las motos de carreras. Debía de estar impresionante con su traje de motorista, pero aquella noche presentaba un aspecto lamentable.
Tenía una barba de varios días, y estab pálido y desencajado, con los ojos enrojecidos. Si se hubiera encontrado con él por la calle sin conocerlo, habría cruzado a la otra acera; se notaba, además, cierta tensión violenta en todos y cada uno de sus ademanes.
La transformación del profesional intachable que ella conocía en aquel desecho humano eran tan notable, que solo podía mirarlo fascinada mientras ponía el salón patas arriba en busca de Veronica. Resultaba interesante comprobar que, incluso en aquel estado, prodecía metódicamente, sin dejar rincón alguno por rastrear.
- Sé que estás aquí- rugía de vez en cuando.
- Quinn, por favor, siéntate- aunque tal vez no fuera una buena idea; tal vez después mo lograra levantarlo-. No puedes ir ahí- exclamó al ver que se dirigía al dormitorio. Se estremeció al oír los tremendos golpes que dio a la pared dela habitación. ¿Qué diria Veronica si supiera que le estaban achando la casa abajo?
- ¡Dios! ¿Dónde está?- aquel hombretón se había transformado en un niño indefenso.
Myriam se le quedó mirando horrorizada estaba tendido cuan largo era la cama que ella acababa de dejar.
- Sé que estás aquí, puedo olerla- insistió, llevandose una lamohada a la nariz e inhalando profundamente-. Está caliente... la cama todavía está caliente. Myriam...
- Ha vuelto a Nueva York, Quinn- le dijo dulcemente. Se le partía el corazón al verlo en aquel estado.
- No re creo
- Yo no te mentiría, Quinn.
- No, tu eres una buena chica, Myriam- murmuró a punto de echarse a llorar-. ¿Por qué no me enamoraría de una buena chica como tú?- gimoteó, asiéndole la mano.
- Estás borracho, Quinn.
- Hasta las orejas, borracho como una cuba... ¿Qué puedo hacer, Myriam? Myriam... qué nombre tan bonito...
- Gracias- se dijo que más valia que a la mañana siguiente no recordara nada de lo sucedido, por el bien de los dos-. Anda, duerme un poco- le palmeó el hombro en un gesto de consuelo.
- Gran idea... la verdad es que no puedo ni moverme- dijo, mirando impotente sus piernas inmóviles.,
- Qué se le va hacer- murmuró Myriam-. Lo mejor será que te quedes aquí mismo.
- Afortunado el hombre que se case contigo, Myriam. balbuceó Quinn cerrando los ojos-. Te estoy muy agradecido- añadió cortésmente. A los pocos segundos, estaba dormido como un tronco.
Myriam lo miró entre divertida e irritada. ¡Hombres! Con mucho cuidado, le quitó los zapatos, le aflojó la corbata y le desabrochó la camisa. Buscó su almohada y usó el resto de cojines para evitar que se moviera y rompiera algo. Si eso ocurría, ya podía irse olvidando de conquistar a Veronica: su hermana era extremadamente intolerante con algunas cosas. Sacóel colchón en el que dormía cuando estaba Veronica en la casa y se acostó.
...
Myriam estaba guardando las mantas y sábanas que había usado el día anterior cuando por fin Quinn se despertó. Le dedicó una cómica mueca y se dejó caer en un sillón.
- ¡Dios! ¡Estoy muerto!
- Pues no lo parece.
- ¿Myriam?- la miró confuso hasta que por fin se encendió una bombilla en su cerebro-. ¡Myriam!
- ¿Te acuerdas de la otra noche?
- Mas a menos... me puse en evidencia, ¿verdad?
- Seré una tumba, mo te preocupes... aunque deberías arreglar el desaguisado en la pared. Veronica es muy especial para esas cosas.
En cuando oyó el nombre de su hermana, Quinn se quedó visiblemente mohíno. ¿Qué habría pasado si Veronica hubiese estado en la casa?
- Sí, lo haré. Siento haberte quitado la cama- se disculpó advirtiendo preocupado que iba muy ligera de ropa.
-Olvidalo lo que estás pensando: no eres mi tipo, Quinn.
- ¡Uf, menos mal!- replicó aliviado-. ¡Dios mío! ¡Qué mal sabor de boca tengo!
- El baño está a tu entera disposición.
- ¡Eres un ángel! ¿No tendrás una aspirina o similar?
- Será mejor que tomes paracetamol. Tu pobre estómago ya ha sufrido demasiado. Voy a preparar café.
- Gracias, Myriam- dijo el joven conmovido.
- ¿Por el café?
- Por eso y por no hacer preguntas.
...
El café estaba hirviendo alegremente cuando oyó pasos en la moqueta y unos golpecitos en la puerta.
- ¡¡Victor!! ¿Qué haces aquí?
Victor la asió por la cintura y, sin dejar de besarla, la empujó hacia el interior de la casa; estaba recién duchado y su aroma resultaba embriagador.
- Tenemos que hablar.
- Bueno- replicó Myriam sin saber a cuanto de qué venía aquella urgencia-. ¡Alex está bien?- preguntó besándolo levemente en la mejilla.
-Como un toro- replicó, devolviéndole las caricias
- ¿De qué quieres hablar?
- Quería desearte suerte- contestó evasivamente. <<Rata cobarde>>, se dijo a sí mismo.
- ¿Solo eso?
- Es tu primer día en el nuevo trabajo: ¿es que se te ha olvidado? ¿O es que te sientes muy segura de ti misma?
- Ya me gustaría- ¿por qué tenía la extraña impresión de que le estaba ocultando algo?
- Mmmm, huele de maravilla- dijo Victor aspirando el aroma del café-. ¿Estás nerviosa?- parecía preocupado.
Y tanto que nerviosa. Justo en aquel momento se le ocurrió que una situación de lo más inocente podía ser malinterpretado de la forma más tonta. Lanzó una mirada nerviosa a la puerta del dormitorio.
- Un poco-contestó, dándose cuenta de que automáticamente Victor miraba en la misma dirección-. No he dormido mucho- enseguida lamentó dar explicaciones que nadie le abía pedido.
- ¿A ver cómo va ese café?- Quinn salió del baño con el torso desnudo, secándose el pelo con una toalla-. Este sí que es la mejor medicina... -se detuvo en seco al ver a Victor-. ¡Victor! ¡Qué sorpresa!- por el tono en que lo dijo no parecía precisamente complaciente.
- Sí, menuda sorpresa, colega- Victor estaba tan enfadado, que Myriam se estremeció y Quinn retrocedió un poco-. Myriam me estaba contando que anoche apenas durmió.
- Lo siento- se disculpó Quinn-, me temo que ha sido por mi culpa.
Myriam ahogó un gemido: ¿es que Quinn no se daba cuenta de que estaba metiendo la pata hasta el fondo?
- Victor, esto no es...- empezó en un intento desesperado por arreglar las cosas-...
-¿... lo que parece?- Victor lanzó una terrible carcajada, dio un paso al frente y estampó un tremendo puñetazo directo a la mandíbula de Quinn que, pillado por sorpresa, perdó el equilibrio y se cayó cuan largo era.
Myriam saltó como una flecha para intentar rescatar un cachorro de cerámica del que Veronica estaba especialmente orgullosa. No lo consiguió por una fracción de segundo.
- ¡Mira lo que has hecho?- le reprocho a Victor furiosa.
- Es una pena que no demuestres el mismo interés por otras cosas de las pertenenias de Veronica- comentó Victor con una frialdad que la dejó clavada-. Lo has hecho por venganza, ¿verdad?- le espetó.
Myriam se quedó palida al oír que la acusaba de haberse acostado con el novio de su hermana. ¿ Eso era lo que pensaba de ella? Cuando todavía estaba pensando qué contestar, Victor volvió a la carga.
- ¿O llevan más tiempo? Si hubiera sabido que esto es lo que te gusta, habríamos limitado nuestra relación al dormitorio: eso me habría facilitado mucho la vida.
- ¡Yo no quería facilitarte la vida!- rugió Myriam.
- ¡Ja! Noticias frescas. No has hecho otra cosa que complicarme la existencia desde el momento en que te insinuaste...
- ¿Que yo qué?- ¿cómo podía estar hablando en serio?-. No hice nada de eso, en contra de lo que dictaba el sentido común, acepté ayudarte... Ojalá no lo hubiera hecho...
- Nunca me gustó este cachorro- Quinn había conseguido incorporarse y estaba examinando los fragmentos.
Victor, que embebido en la discusión había olvidado a su adversario, se volvió como una fiera.
- ¿Y a quién le importa eso?- barbotó-. ¡Levántate, Tyler! Y a ti no se te ocurra venirme con el cuento de que la de anoche fue la primera vez- le aspetó a Myriam.
- No lo fue- << ni la primera, ni la segunda ni la tecera, estupid>>
Victor apretó los puños hasta que le chasquearon los nudillos mientras lanzaba a Quinn una mirada fulminante. Se sentía engañado, frustrado, inmensamente furioso.
- ¡No te levantes, Quinn, o volverá a pegarte!- le advirtió Myriam.
- No lo creas- se defendió Quinn-. Antes me ha pillado de sorpresa.
- ¿Si? Solo hay un modo de averiguarlo- insistió Victor, con ánimo beligerante-. ¿Te llama ella o la llamas tú?- preguntó apretando los
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Fecha de inscripción : 22/01/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
dientes-. ¿Qué te has propuesto, ser su mentor?
- ¿De qué estas hablando? ¿Crees que no puede pasar una noche sin que me acueste con un hombre?- exclamó Myriam con despreció. Los hombres y su comportamiento dominante y machista. Por primera vez en su vida, el celibato se le antojaba una opción muy atractiva-. Por favor, nada de sangre en la alfombra de Veronica. ¡Por Dios Santo, Victor, tranquilizate! Te estás portando como un estúpido.
- No solo él- dijo Quinn, entre dientes, sintiendo una repentina compresión por el hombre que lo había golpeado.
- Cierra la boca, Tyler, nadie te ha pedido opinión,
- ¡Oh, vamos! A ver si se comportan los dos como personas creciditas y no como un par de chiquillos.
Quinn sonrió mientras trataba de ponerse en pie.
-Lo que usted diga, señora- dijo, palpádose la cabeza.
- Si te duele la cabeza, es tu culpa
- Eso solo empeora las cosas- dijo Quinn.
- ¡Si no puedes soportarlo, a lo mejor te convendría alejarte de su cama!
Myriam estalló.
- Esto ha ido demasiado lejos, Victor. ¡Ya está bien! Te estás portando como un celos...
- ¡Pues claro que estoy celoso. mujer!- replicó él son despecio-. ¡Qué hombre no lo estaría si se da cuenta que la mujer de la que se ha enamorado como un imbécil ha pasado la noche con un dinjúan!
Las palabras fueron como una explosión en la cabeza de Myriam.
- ¿Qué has dicho?
Victor echó la cabeza hacía atrás, como si le hubieran dado un puñetazo.
- He dicho- gruñó, tratando de evitar la cuestión- que le voy a romper la cara.
- No, no es eso lo que has dicho
-¿Ah, no? Bueno, da igual, se la voy a romper de todas formas.
Quinn miraba a uno y a otro con una expresión de incredulidad.
- Bueno, ya sabes dónde encontrarme, Victor. Te espero cuando quieras- dijo, y beso a Myriam en la mejilla. Victor estuvo apunto de cumplir sus amenazas-. Gracias, Myriam... por cederme tu cama.
- Tú camisa... la chaqueta...- masculló Myriam, metiéndose en la habitación y saliendo a toda prisa-. Deprisa, deprisa- le surgirió a Quinn, apremiándolo a que se marchara.
- ¿A donde te crees que vas, Tyler?- insistió Victor.
- A casa, amigo- respondió Quinn, tranquilamente-. Te invitaría, pero sospecho que tienes algo mejor que hacer.
Tenía un aspecto horrible, con dos moretones en la cara, y Myriam se sintió muy culpable, pues, en vez de atenderlo, estaba deseando que se marchara. No podía esperar más para quedarse a solas con Victor: <<me quiere, me quiere>>, se repetía
- No irása condicir, ¿eh, Quinn?- le dijo
- Si te digo la verdad, Myriam, no tengo ni idea de dónde he dejado el coche- dijo, rebuscando en el bolsillo de la chaqueta-. Ni la cartera, ¿tú no...?
Myriam extrajo la cartera de su bolso y se la dio junto a su pequeño bloc de notas.
- Ya lo he dicho antes, eres un ángel.
Myriam sonrió.
- Adiós, Quinn.
- Oye, Myriam, no le menciones esto a... ya sabes, ¿de acuerdo?
No hacía falta ser un genio para saber a quién se refería.
- No has respondido a mi pregunta, Victor- peguntó Myriam nada más cerrar la puerta.
- ¿Cómo dices?
- No te hagas el tonto.
Victor estaba aturdido. ¿Cómo no se había dado cuenta antes de que aquellos dos no eran amantes?
- No has pasado la noche con él, ¿verdad?
Myriam sonrió. Disfrutaba de su turbación, porque él se merecía sufrir. ¿Había dicho lo que ella creía que había dicho?
- Ni esa ni ninguna otra.
- ¿Nunca?
- Pareces decepcionado. La misma decepción que me habría llevado yo si hubiera querido seducir a Quinn la pasada noche, estaba borracho como una cuba.
- Tienes que admitir que la situación era muy aquívoca.
Para alguien que no sabe lo que es la confianza, sí.
Victor apretó los dientes.
- No puedo imaginar que un hombre no quiera acostarse contigo
- ¿No puedes?
- Eres la mujer más deseable que he conocido en mi vida- dijo Vicrtor, mirandola a los ojos-. Te quiero, estoy enamorado de ti, Myriam, casi desde la primera noche- se le quebró la voz-. Aunque me costó darme cuenta.
Myriam no podía creer que ella, la discreta y amable Myriam, pudiera despertar aquellos sentimientos en un hombre como Victor Garcia.
- Me conoces muy poco, Victor
Victor suspiró
- Y ese es parte del problema, ¿no?
Myriam guardó silencio. Quería dejar que Victor se explicara, pero , por su parte, no había problema en absoluto. Por primera vez en mucho tiempo en su horizonte personal no se vislumbraba ni una sola nube.
- Sé que era demasiado pronto- dijo Victor, sacudiendo a cabeza-. La gente no se enamora la primera noche.
- Parece ser que tú sí
No se resistía a la posibilidad de oírselo decirde nuevo. Se sentía ligera, volando.¿Podría existir alguien tan feliz?
- Pues sí, me enamoré- dijo Victor, apretando los dientes-. Sé que tú no estás enamorada de mí, pero si te dejaras llevar seguro que te enamoras.Podemos ir poco a poco...
Myriam agachó la vista.
- Creo que no.
Victor se puso pálido
- Yo respetó tu vida profesional...- dijo en voz baja-. Yo ya tengo a Alex y no quiero que haya ninguna presión para tener hijos. Y en cuanto al matrimonio...- dijo, y se encogió de hombros-. ¿Qué significa un trozo de papel?- dijo, sin mucha convicción-. Sé que puedo hacerte feliz si me dejas.
A Myriam se le escaparon unas lágrimas de pura felicidad. El brillo de sus ojos dejó paralozado a Victor.
- No dejes tu trabajo, como vendedor no vales nada.
Una luz de algo parecido al alivio comenzó a brillar en los extraordinarios ojos negros de Victor.
- ¿Ah, no?
- No me interesa el producto que quieres venderme- dijo ella, tomando su rostro entre sus manos-. Quiero niños, y quiero ese trozo de papel, no necesariamente pronto... bueno, lo del niño.
- ¿Servirá un padre veterano como yo?- preguntó Victor con una sonrisa de exquisita felicidad.
- Creo que sí. Y la confianza será parte importante de todo ello.
- Ah, pequeña hipócrita- protestó Victor, besando a su prometida-. Si hubiera descubierto a tu hermana o a Tara medio desnuda en mi habitación, te habrías puesto como una fiera.
Myriam sonrió.
- Te habría matado allí mismo- confesó-. Pero, dime, Victor, no puedo esperar. Si era eso lo que sentías por mí, por qué no has dicho nada. Ni siquiera podía sospechar.
- Te pedí que vivieras conmigo
- Por razones puramente prácticas- dijo ella, sonrojándose ante maliciosa sonrisa de Victor-, bueno, no del todo prácticas. Pero desde luego ni siquiera mencionaste la palabra <<amor>>.
- Quería demostrarte que estaba preparado para esperar por ti.
- ¡Oh, Victor! Eso es lo más romántico que he oído nunca.
Victor se encogió de hombros.
- A veces tengo bueno momento- dijo-. Pero amor mí, ningún hombre, a no ser que sea masoquista, le dice a una mujer que está enamorado de ella cuando ella se empeña en afirmar que no lo quiere. O, al menos, eso dice el proverbio chino.
- ¡Dilo otra vez!
- ¿El qué?
- ¡Amor mío!
- Amor mío- repitió él
Myriam le echó los brazos al cuello y se apretó contra él.
- Y tú eras el más cínico con el amor y el matrimonio. ¡El soltero por excelencia!
- No me gustan los fracasos, pero con Tara fracasé en toda la regla- explicó él con un suspiro-. Aunque tuvimos a Alex, algo de lo que nunca podré arrepentirme.
- yo me algro de que sea así y de que lo tengas- dijo Myriam, besándolo en los labios, varias veces-. Te quiero. ¡Oh, cómo me alegro de poder decirlo!
- Y yo me alegró de poder oírlo- dijo él, estrechándola con fuerza.
- Pensaba que la manera más rápida de alejarte de mí era decírtelo.
- Probablemente tengas razón, pero me habría alejado dos días- dijo Victor-. Me ha llevado tiempo, pero creo que ya estoy preparado para un matrimonio adulto, ¿Y tú?
- Yo me siento muy adulta.
Victor se echó a reír.
- Demonios, pues parece que tienes dieciocho años. ¡Menos mal que no!
- En fin, veo que este va a ser un matrimonio de conveniencia
- ¿Y eso?
- Bueno, tienes que admitir que te va a resultar muy conveniente no tener que explicarle a tu familia que me has dejado
- Si continúas mirándome así, pequeña, voy a tener que explicarles por qué nos casamos sin esperar a que volvieran- dijo Victor, y ella se echó a reír-. Pero espera un momento. He mandado que lo hagan más pequeño y ni siquiera he llegado a guardarlo en el banco- dijo, metiéndole el anillo en el dedo.
- Es perfecto
- No, tú eres perfecta. Y, ahora. vamos a celebrar tu perfección- dijo Victor, tomándola en sus brazos.
- ¡Oh, amor mío!- dijo ella, apoyando la cabeza en su pecho-. No puedo
- ¿No puedes?
- Entro a trabajar dentro de cuarenta minutos
Victor echó la cabeza hacia atrás, con un gesto de frustración.
- Claro que- añadió Myriam- siempre puedo llegar un poco más tarde.
Victor la miró a los ojos. Nada en el mundo le gustaba más que ver aquella expresión en su mirada. La expresión del deseo y el amor. Avanzó un paso, pero, al instante, retrocedió.
- ¿En tu primer día? ¿No te da vergüenza? Ponte algo de ropa si no quieres que te vista yo- dijo con exagerada firmeza mientras la dejaba en el suelo.
Myriam lo miró ladeando la cabeza.
- ¿Qué tal si yo me visto ahora y tú me desnudas esta noche?
Victor sonrió.
- ¡Hecho! Pero, por favor, ponte uno de esas pijamas. Uno día de estos vas a tener que decirme de quién son.
- De acuerdo, uno de estos días te lo diré- añadió Myriam con una solemnidad-. Si el matrimonio consiste en compromisos como esté, creo que me va a gustar.
- Seguro que te va a gustar, amor mío, te lo prometo- dijo Victor, con toda la sinceridad del mundo.
Y Myriam le creyó...
FIN
- ¿De qué estas hablando? ¿Crees que no puede pasar una noche sin que me acueste con un hombre?- exclamó Myriam con despreció. Los hombres y su comportamiento dominante y machista. Por primera vez en su vida, el celibato se le antojaba una opción muy atractiva-. Por favor, nada de sangre en la alfombra de Veronica. ¡Por Dios Santo, Victor, tranquilizate! Te estás portando como un estúpido.
- No solo él- dijo Quinn, entre dientes, sintiendo una repentina compresión por el hombre que lo había golpeado.
- Cierra la boca, Tyler, nadie te ha pedido opinión,
- ¡Oh, vamos! A ver si se comportan los dos como personas creciditas y no como un par de chiquillos.
Quinn sonrió mientras trataba de ponerse en pie.
-Lo que usted diga, señora- dijo, palpádose la cabeza.
- Si te duele la cabeza, es tu culpa
- Eso solo empeora las cosas- dijo Quinn.
- ¡Si no puedes soportarlo, a lo mejor te convendría alejarte de su cama!
Myriam estalló.
- Esto ha ido demasiado lejos, Victor. ¡Ya está bien! Te estás portando como un celos...
- ¡Pues claro que estoy celoso. mujer!- replicó él son despecio-. ¡Qué hombre no lo estaría si se da cuenta que la mujer de la que se ha enamorado como un imbécil ha pasado la noche con un dinjúan!
Las palabras fueron como una explosión en la cabeza de Myriam.
- ¿Qué has dicho?
Victor echó la cabeza hacía atrás, como si le hubieran dado un puñetazo.
- He dicho- gruñó, tratando de evitar la cuestión- que le voy a romper la cara.
- No, no es eso lo que has dicho
-¿Ah, no? Bueno, da igual, se la voy a romper de todas formas.
Quinn miraba a uno y a otro con una expresión de incredulidad.
- Bueno, ya sabes dónde encontrarme, Victor. Te espero cuando quieras- dijo, y beso a Myriam en la mejilla. Victor estuvo apunto de cumplir sus amenazas-. Gracias, Myriam... por cederme tu cama.
- Tú camisa... la chaqueta...- masculló Myriam, metiéndose en la habitación y saliendo a toda prisa-. Deprisa, deprisa- le surgirió a Quinn, apremiándolo a que se marchara.
- ¿A donde te crees que vas, Tyler?- insistió Victor.
- A casa, amigo- respondió Quinn, tranquilamente-. Te invitaría, pero sospecho que tienes algo mejor que hacer.
Tenía un aspecto horrible, con dos moretones en la cara, y Myriam se sintió muy culpable, pues, en vez de atenderlo, estaba deseando que se marchara. No podía esperar más para quedarse a solas con Victor: <<me quiere, me quiere>>, se repetía
- No irása condicir, ¿eh, Quinn?- le dijo
- Si te digo la verdad, Myriam, no tengo ni idea de dónde he dejado el coche- dijo, rebuscando en el bolsillo de la chaqueta-. Ni la cartera, ¿tú no...?
Myriam extrajo la cartera de su bolso y se la dio junto a su pequeño bloc de notas.
- Ya lo he dicho antes, eres un ángel.
Myriam sonrió.
- Adiós, Quinn.
- Oye, Myriam, no le menciones esto a... ya sabes, ¿de acuerdo?
No hacía falta ser un genio para saber a quién se refería.
- No has respondido a mi pregunta, Victor- peguntó Myriam nada más cerrar la puerta.
- ¿Cómo dices?
- No te hagas el tonto.
Victor estaba aturdido. ¿Cómo no se había dado cuenta antes de que aquellos dos no eran amantes?
- No has pasado la noche con él, ¿verdad?
Myriam sonrió. Disfrutaba de su turbación, porque él se merecía sufrir. ¿Había dicho lo que ella creía que había dicho?
- Ni esa ni ninguna otra.
- ¿Nunca?
- Pareces decepcionado. La misma decepción que me habría llevado yo si hubiera querido seducir a Quinn la pasada noche, estaba borracho como una cuba.
- Tienes que admitir que la situación era muy aquívoca.
Para alguien que no sabe lo que es la confianza, sí.
Victor apretó los dientes.
- No puedo imaginar que un hombre no quiera acostarse contigo
- ¿No puedes?
- Eres la mujer más deseable que he conocido en mi vida- dijo Vicrtor, mirandola a los ojos-. Te quiero, estoy enamorado de ti, Myriam, casi desde la primera noche- se le quebró la voz-. Aunque me costó darme cuenta.
Myriam no podía creer que ella, la discreta y amable Myriam, pudiera despertar aquellos sentimientos en un hombre como Victor Garcia.
- Me conoces muy poco, Victor
Victor suspiró
- Y ese es parte del problema, ¿no?
Myriam guardó silencio. Quería dejar que Victor se explicara, pero , por su parte, no había problema en absoluto. Por primera vez en mucho tiempo en su horizonte personal no se vislumbraba ni una sola nube.
- Sé que era demasiado pronto- dijo Victor, sacudiendo a cabeza-. La gente no se enamora la primera noche.
- Parece ser que tú sí
No se resistía a la posibilidad de oírselo decirde nuevo. Se sentía ligera, volando.¿Podría existir alguien tan feliz?
- Pues sí, me enamoré- dijo Victor, apretando los dientes-. Sé que tú no estás enamorada de mí, pero si te dejaras llevar seguro que te enamoras.Podemos ir poco a poco...
Myriam agachó la vista.
- Creo que no.
Victor se puso pálido
- Yo respetó tu vida profesional...- dijo en voz baja-. Yo ya tengo a Alex y no quiero que haya ninguna presión para tener hijos. Y en cuanto al matrimonio...- dijo, y se encogió de hombros-. ¿Qué significa un trozo de papel?- dijo, sin mucha convicción-. Sé que puedo hacerte feliz si me dejas.
A Myriam se le escaparon unas lágrimas de pura felicidad. El brillo de sus ojos dejó paralozado a Victor.
- No dejes tu trabajo, como vendedor no vales nada.
Una luz de algo parecido al alivio comenzó a brillar en los extraordinarios ojos negros de Victor.
- ¿Ah, no?
- No me interesa el producto que quieres venderme- dijo ella, tomando su rostro entre sus manos-. Quiero niños, y quiero ese trozo de papel, no necesariamente pronto... bueno, lo del niño.
- ¿Servirá un padre veterano como yo?- preguntó Victor con una sonrisa de exquisita felicidad.
- Creo que sí. Y la confianza será parte importante de todo ello.
- Ah, pequeña hipócrita- protestó Victor, besando a su prometida-. Si hubiera descubierto a tu hermana o a Tara medio desnuda en mi habitación, te habrías puesto como una fiera.
Myriam sonrió.
- Te habría matado allí mismo- confesó-. Pero, dime, Victor, no puedo esperar. Si era eso lo que sentías por mí, por qué no has dicho nada. Ni siquiera podía sospechar.
- Te pedí que vivieras conmigo
- Por razones puramente prácticas- dijo ella, sonrojándose ante maliciosa sonrisa de Victor-, bueno, no del todo prácticas. Pero desde luego ni siquiera mencionaste la palabra <<amor>>.
- Quería demostrarte que estaba preparado para esperar por ti.
- ¡Oh, Victor! Eso es lo más romántico que he oído nunca.
Victor se encogió de hombros.
- A veces tengo bueno momento- dijo-. Pero amor mí, ningún hombre, a no ser que sea masoquista, le dice a una mujer que está enamorado de ella cuando ella se empeña en afirmar que no lo quiere. O, al menos, eso dice el proverbio chino.
- ¡Dilo otra vez!
- ¿El qué?
- ¡Amor mío!
- Amor mío- repitió él
Myriam le echó los brazos al cuello y se apretó contra él.
- Y tú eras el más cínico con el amor y el matrimonio. ¡El soltero por excelencia!
- No me gustan los fracasos, pero con Tara fracasé en toda la regla- explicó él con un suspiro-. Aunque tuvimos a Alex, algo de lo que nunca podré arrepentirme.
- yo me algro de que sea así y de que lo tengas- dijo Myriam, besándolo en los labios, varias veces-. Te quiero. ¡Oh, cómo me alegro de poder decirlo!
- Y yo me alegró de poder oírlo- dijo él, estrechándola con fuerza.
- Pensaba que la manera más rápida de alejarte de mí era decírtelo.
- Probablemente tengas razón, pero me habría alejado dos días- dijo Victor-. Me ha llevado tiempo, pero creo que ya estoy preparado para un matrimonio adulto, ¿Y tú?
- Yo me siento muy adulta.
Victor se echó a reír.
- Demonios, pues parece que tienes dieciocho años. ¡Menos mal que no!
- En fin, veo que este va a ser un matrimonio de conveniencia
- ¿Y eso?
- Bueno, tienes que admitir que te va a resultar muy conveniente no tener que explicarle a tu familia que me has dejado
- Si continúas mirándome así, pequeña, voy a tener que explicarles por qué nos casamos sin esperar a que volvieran- dijo Victor, y ella se echó a reír-. Pero espera un momento. He mandado que lo hagan más pequeño y ni siquiera he llegado a guardarlo en el banco- dijo, metiéndole el anillo en el dedo.
- Es perfecto
- No, tú eres perfecta. Y, ahora. vamos a celebrar tu perfección- dijo Victor, tomándola en sus brazos.
- ¡Oh, amor mío!- dijo ella, apoyando la cabeza en su pecho-. No puedo
- ¿No puedes?
- Entro a trabajar dentro de cuarenta minutos
Victor echó la cabeza hacia atrás, con un gesto de frustración.
- Claro que- añadió Myriam- siempre puedo llegar un poco más tarde.
Victor la miró a los ojos. Nada en el mundo le gustaba más que ver aquella expresión en su mirada. La expresión del deseo y el amor. Avanzó un paso, pero, al instante, retrocedió.
- ¿En tu primer día? ¿No te da vergüenza? Ponte algo de ropa si no quieres que te vista yo- dijo con exagerada firmeza mientras la dejaba en el suelo.
Myriam lo miró ladeando la cabeza.
- ¿Qué tal si yo me visto ahora y tú me desnudas esta noche?
Victor sonrió.
- ¡Hecho! Pero, por favor, ponte uno de esas pijamas. Uno día de estos vas a tener que decirme de quién son.
- De acuerdo, uno de estos días te lo diré- añadió Myriam con una solemnidad-. Si el matrimonio consiste en compromisos como esté, creo que me va a gustar.
- Seguro que te va a gustar, amor mío, te lo prometo- dijo Victor, con toda la sinceridad del mundo.
Y Myriam le creyó...
FIN
monike- VBB PLATA
- Cantidad de envíos : 486
Edad : 36
Fecha de inscripción : 22/01/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
miil graciias monike x la noveliita me encanto el fiin
Dianitha- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 1477
Localización : chihuahua
Fecha de inscripción : 22/07/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
muchas gracias nena!!!!
te esperamos pronto con otra novelita!!!
saludos
te esperamos pronto con otra novelita!!!
saludos
Peke- VBB CRISTAL
- Cantidad de envíos : 152
Fecha de inscripción : 15/08/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Gracias por la novelita estuvo genial saludos Atte: Iliana
myrithalis- VBB PLATINO
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Edad : 42
Localización : Monterrey, Nuevo Leon
Fecha de inscripción : 09/11/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Vientos Monike estuvo fantastica la novelita FELICIDADES y muchisimas GRACIAS
jai33sire- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 1207
Edad : 48
Localización : Mexico Distrito Federal
Fecha de inscripción : 23/05/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Muchas gracias por el final, esta novela me encanto, estuvo muy padre.
alma.fra- VBB DIAMANTE
- Cantidad de envíos : 2190
Fecha de inscripción : 25/06/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Hay Que Lindo Final Que Bueno Que Se Dijeron Que Se Aman
MUCHAS GRACIASSSS
Eva_vbb- VBB DIAMANTE
- Cantidad de envíos : 2742
Edad : 39
Fecha de inscripción : 25/05/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
GRACIAS POR LA NOVELA, ESTUVO MUY BUENA, SALUDOS
mats310863- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 983
Fecha de inscripción : 01/06/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Estuvo muy bonita esta novelita y su final fue sensacional me encato
Eva Robles- VBB BRONCE
- Cantidad de envíos : 214
Edad : 51
Fecha de inscripción : 28/11/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
gracias niña muy buena nove
saludos
saludos
fresita- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 1024
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Localización : colima, méxico
Fecha de inscripción : 31/07/2009
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
Monike, muchas gracias por la novela, no había tenido oportunidad de entrar, esperamos otra pronto!!!!!!!!
Marianita- STAFF
- Cantidad de envíos : 2851
Edad : 38
Localización : Veracruz, Ver.
Fecha de inscripción : 25/05/2008
Re: .:COMPROMISO fALSO:.
gracias por la novela
dany- VBB PLATINO
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Fecha de inscripción : 23/05/2008
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