.:COMPROMISO fALSO:.

Hola niñas feliz años nuevo tarde pero segura

Aqui les dejo una nueva novelita no es mia pero me gusto la historia, espero que les guste sale, ahi me ponen sus comentarios ahi les va...


Myriam enterró la cabeza bajo la almohada, y se esforzó por ignorar el estridente timbrazo que sonaba en la puerta del apartamento de su hermana. Apretó los dientes, en un esfuerzo inútil por recuperar el sueño, y al no conseguirlo, se tapó los oídos con las manos.
Quienquiera que fuera no parecía despuesto a marcharse. Exasperada, tiró la almohada por encima de su cabeza, con tan mala suerte que rebotó en la pared u fue a estrellarse contra un cerdito de porcelana que su hermana tenía en la mesilla.
Myriam se quedó mirando las piezas rotas, y decidió con optimismo que con un poco de pegamento quedaría como nuevo... en el supuesto, claro, de que no fuera una auntética antigÜedad de mucho valor. Con Veronica nunca se sabía: en su piso se mezclaban alegremente las gangas del rastro con piezas muy caras.
Echó un vistazo alrededor para buscar una bata. Aunque hacía casi una semana que se había mudado, todavía no habia acabado de deshacer las maletas. Al final desistió, al fin y al cabo, llevaba una pijama tan recatada que no inspiraba la menor lujuría.

-¡¿Quién es?! -refunfuño Myriam mientras descorria los cerrojos-
.-- ¡Necesito hablar con Veronica!

<<Si, tú y todos los hombres de menos de noventa años de la cuidad, a juzgar por los mensajes de la contestadora>>, se dijo Myriam ironicamente. Aquel tipo había sido el primero en llegar tan lejos, asi que asumió que se trataba de alguien conocido. Resopló para quitarse un rebelde mechón rojiso de la frente.

- Pues no está... -empezó parpadeando para acostumbrarse a la luz del vestíbulo- ¡Oh! ¡Eres tú!
¡No era así en absoluto como se lo había imaginado! Como en un sueño, descorrió el cerrojo. Victor Garcia no era de la clase de hombres a los que se pudiera dejar esperando en la puerta... y, pensándolo bien, tampoco era del tipo de lo que una espera encontrarse el abrir. En su caso, no abundaban los hombres guapos, y ciertamente a Victor este adjetivo le hacía poco justicia, con esmoquin, y que llamara a su puerta a las ocho de la mañana.
- ¿Nos conocemos? -pregunto Victor extrañado antes de que la luz del reconocimiento iluminara sus ojos de un brillante negro - ¡Eres Maria! ¿No?- y sin pedirle siquiera permiso entró en el vestíbulo y se quedó plantado delante de uno de los amplios ventanales del salón.
Myriam se quedó algo enfadada y enojada al comprobar que, como siempre había temido, él apenas parecía recordarla.
- No, Myriam- le corrigió secamente.
- ¿Has tenido un accidente o algo así? -pregunto Victor
¡Caso se le había olvidado! institivamente se llevó una mano al ojo derecho y buscó un espejo donde mirarse.
- Algo así -replicó Myriam evasivamente, evaluando los daños. Podría haber sido peor, concluyo con su optimismo caracteristico. Lo podría disimular con un poco de maquillaje.
- ¿Cuándo va a volver Veronica? -insistió Victor lanzandole una mirada impaciente a su reloj.

La mayoria de la gente se hubiera quedado impresionada al ver la exclusiva joya, pero Myriam se sintió más atraída por la visión de la muñeca que aquel gesto había dejado al descubierto. Inmediatamente se maldijo a sí misma por semejante reacción de adolescente.
De repente recordó el golpe de pura pasión "adolescente" que había sentido la última vez que lo vio en carne y hueso... para ser exactos, mucho más de lo primero que de lo segundo, por desgracia para su equilibrio mental.
Se había prometido a sí misma que la próxima vez que viera a Victor Garcia no quedaría ni rastro de acné juvenil, ni llevaría aparato en los dientes, y procuraría disimular su rebelde melena Rojisa. De las dos primeras cosas se habia desembarazado con facilidad y, para su sorpresa había descubierto que su cabello provocaba más admiracón que otra cosa entre el elemento masculino.
Recordó que también se había propuesto impresionarlo con su resplandeciente belleza y chispeante ingenio. Ni por lo más remoto se había imaginado llevando aquel horrible pijama tan recatada. Eso le pasaba por no haber sido capaz de rechazar el regalo de una anciana tía que no tenía ni la menor idea de sus gustos, y que aún pensaba que tenía la misma talla que a los dieciséis.
A esa edad Myriam había alimentado las más desatadas fantasías, pero de eso hacía mucho tiempo: la realidad se había revelado mucho más excitante... solo que si hubiera sabido que iba a volver a verlo se hubiera esforzado por presentar mejor especto Por mucho que hubiera empezado el siglo XXI, Myriam sabía que aún pasaría mucho tiempo antes de que a una mujer dejaran de juzgarla por su aspecto. En cualquier caso no le hizo demasiada gracias darse cuenta de que aún persistia su ansia adolecsnete por impresionarlo.
- Te he preguntado que cuándo va a volver Veronica
- Dentro de seis meses
- ¡¿Cómo dices?! -Victor frunció el ceño
- ¡No me mires así. que yo no tengo la culpa!
Myriam conocía perfectamente todas sus artimañas: podría mostrarse realmente encantador, hacer que todo el mundo a su alrededor sucumbiera a su encanto. A veces le parecía ser la única en el mundo capaz de ver al miserable egoísta que había en su interior...aparte de su ex esposa. por supuesto.
- ¡Dios! justo cuando la necesitaba... ¿Donde está?
¡Aquél hombre era un egoísta de campeonato! No pudo reprimir una sonrisa al ver la desolación con la que se dejo caer en el sofá, sonrisa que se desvaneció de inmediato al pensar la de veces que lo habría hecho. No quería ni imaginarse lo que habría hecho alli...
- En Nueva York- repitió Myriam corriendo un apretado velo: lo que su hermana hiciera con ese o cualquiera otro hombre en la intimidad de su hogar no era su asunto suyo.
- Así que es eso...- se aflojó la corbata y se recostó en el respaldo con los ojos cerrados.
- Pero,¿qué te pasa?
Victor abrió los ojos, pero Myriam se dio cuenta de que la mirada sin verlo, como si hubiera olvidado su presencia. O tal vez estuviera deseando que se marchara para hundirse hasta el fondo en un océano de autocompasión.
- Estoy perdido a no ser que encuentre... - repentinamente Victor le lanzó una mirada esperanzada- pero dime, ¿qué estás haciendo tú aqui, Mar... Myriam?- se preguntaba por qué razón una mujer crecidita como ella se ponía aquella pijama horrenda.
- se acabó el contrato del piso en el que estaba, y Veronica me dijo que podía quedarme hasta que encontrara otra cosa

Victor recordó que su amiga le había contado que su hermana estaba estudiando. De hecho, se habia pasado toda una fiesta contando divertidas anécdotas sobre las penurias de la vida de estudiante. Pero de eso hacía muchisimo tiempo. Conocía montones de excelentes estudiantes que no acababan de encontrar trabajo; puede que ese fuera el caso de aquella chica.

Myriam se iba enfureciendo por momentos al comprobar que él no demostraba el menor interés por ella; ni siquiera le había preguntado qué había estado haciendo durante los últimos años.

- ¿Y qué esta haciendo Veronica en Nueva York?
- Le han ofrecido el puesto de editora que Anabel ha dejado vacante unos meses, quieren que ella... bueno, no lo sé exactamente -confesó Myriam; no entendia muy bien los métodos de trabajo dela destacada revista de modas en la que trabajaba se hermana- El caso es que le pidieron que se fuera para allá cuanto antes
- Nos hemos debido cruzar, me alegro por ella- añadió Victor, pero por le tono en que lo dijo era evidente que estaba más preocupado por los inconvenientes que le iba a acarrear aquel improvisto.
Myriam dio gracias por no tener amigos tan egoístas como lo era Victor.
- estoy segura de que, de haber sabido que te iba a ocacionar tantos transtornos, habria renunciado sin dudarlo -ironizó Myriam
Victor le lanzó una aviesa (mala) mirada, sin dejarse engañar por el momento por el aire de finjida inocencia de aquella brujilla, porque eso era lo que parecía con aquella mata de pelo de color exuberante y sus oscuros ojos cafeses.
- me alegro de corazón, sé lo mucho que ha trabajado por conseguir ese puesto - y lo mucho que debia haberlo planificado, pensó para sus adentros con admiracón sincera. Su amiga sabía exactamente lo que quería en la vida y se lanzaba a muerte para conseguirlo- Lo que pasa es que lo siento por mí

Myriam: si, tiene que ser realmente muy duro - se burló Myriam, medio enfadada, medio intrigada por sus palabras- Rebosas salud por los cuatros costados, eres inmensamente rico y francamente guapo -ni se molestó en mencionar el título nobiliario que heredaría cuando se padre muriese.

El alzó la nariz, en un gesto casiidéntico al que aparecía en los retratos de sus ancestros que Myriam había visto colgados delas paredes de la mansión familiar, Mankeisin menor; la había visitado el único día al año que abría las puertas al público, esa había sido su única oportunidad de vislumbrar la riqueza y la historía que los Garcia había acumulado durante generaciones.

Victor: Gracias -sonrió

Myriam sintió que la abandonaban las fuerzas:prefería con mucha vérselas con si desdén que lidiar con aquella amabilidad tan poco característico de él.

Myriam: ¿Por?
Victor: ¿Francamente guapo has dicho?
Myriam: mucho más de lo que imaginas- bufó

Victor se encogió de hombros, pero por debajo de su burlón cinismo Myriam percibió algo diferente: ¿estaría harto acaso de que la gente le tuviera en consideración solo por su buena apariencia? Enseguida descarto aquella idea tan peregrina: ¿a quién no le gustaría ser el centro de atención de cualquier reunión?

Myriam: ¿Y para qué quieres a Veronica si se puede saber? -por un segundo temía que le dijera que se metiera en sus asuntos, pero tras pensarselo un segundo, lo miró sonriendo-
Victor: Iba a pedirle que fuera mi prometida esta noche -respondió como si fuera lo más normal del mundo-

Pero Myriam se quedó sin habla y se desplomó en la silla más sercana que teniaen su camino.

Myriam: ¡¿Vas a pedirle a Veronica que se case contigo?!
Victor: ¿Acaso he dicho yo eso? -replico picado

Myriam que se iba recuperando del susto, se sintió herida en lo más hondo al notar que él la trataba como si fuera tonta de remate.

Myriam: Acabas de decir que vas a pedirle que sea tú prometida
Victor: No tengo la menor intención de volver a casarme, solo necesito una prometida para esta noche,a mi juicio, la única razón medianamente plausible para casarse esformaruna familia, cosa que yo ya hice en su momento, así que fin del tema

Hubiera sido una una teoría bastante plausible para quien no conociera a la preciosa Tara.

Myriam: No esperarás que me crea quelo unicó por lo que te casaste con Tara fue para tener niños...- se burló Myriam. No es que fuera una experta en el proceso mental masculino,pero ningún hombre que ella conociera salndría con una supermodelo pensando solo en bebés.

Victor: he de decir- aclaró haciendo caso omiso de su sarcasmo- que Veronica sería la única mujer ala que se lo pediría

Disgustada, Myriam reconoció el dolor punzante de los celos. De repente, tuvo una visión nauseabunda de si misma, con un recargado vestido de dama de honor, caminando hacia el altar junto a su radiante hermana. Tendría que ser una santa para alegrarse por su hermana... y, desgraciadamente, ella no era precisamente la madre Teresa de Calcuta.

Myriam: No entiendo lo que pretendes - solo había dejado claro que Veronica sería la única con la que se casaría, sobre eso no había duda.

Victor: Eso es porque no escuchas; es muy sencillo: quería que Veronica finjiera ser mi prometida - le explicó mientras se quitaba una invisible mota de polvo de sus inmaculados pantalones.
Myriam: ¿Qué lo finjiera? pero... ¿por qué? -antes de que la interrumpiera diciendole que no era asunto suyo, continuó atropelladamente- ¿Es que acostumbras a dejarte caer por la mañana tempranoen casa de tus amigas con semejante petición?
Victor: ¿Has dicho... por la mañana?
Myriam: Di, ¿Y...? -replico poniendose de pie muy digna, el efecto que quiso dar a aquel gesto quedó un poco estropeado al tropezar con el bajo de los pantalones y casi caher.

Victor cayó en la cuenta de que tal vez aquella fea pijama que llebçaba la joven podría ser de un hombre. Por alguna exraña razón, la idea de que estuviera con un hombre no le hacia la menor gracia. Debiía de ser porque siempre habia pensado en Myriam como la hermana pequeña de su amiga, considerándola solo como una simpática jovencita con aparato en los dientes, Con sorpresa, descubrió que en la joven se había producido varios cambios de importancia... especialmente en lo que a su fisico se refería.

Victor: No es por la mañana

Myriam lo miró, primero incrédula y, enseguida, presa de pánico,Victor se recordo que, teniendo en cuenta las juergas que se habia corrido en su juventud, era el menos indicadopara juzgarla.

Myriam: ¿Qué día es?
Victor: Miércoles por la tarde

Palida y desencajada Myriam volvió a dejarse caher en la silla

Myriam: ¿Lo dices enserio?
Victor: ¿Qué dia creias que era?
Myriam: Martes por la mañana
Victor: Una fiesta de órdago. ¿no?

Aunque Myriam todavía se estaba haciendo a la idea de haber dormido un día de más , no pudo dejar de notar la censura de su voz.

Myriam: Pareces mi madre- aun que lo que salía reprocharle su progenitora no eran las juergas, sino la cantidad de horas que se pasaba trabajando en el hospital sin descano. A decir verdad, no había sido buena idea aceptar quedarse a la fiesta de despedida que le habian organizado despies de pasarse casi sesenta horas de guardia en urgencias. ¡Y pensar que creía haver dicho en broma que se iba a pasar sus días de permiso durmiendo!

Victor: Confió en que seas consciente de que esta es la casa de tú hermana- dijo Victor súbitamente alarmado de imaginarse hordas de jóvenes libertinos arrasando el piso- Ella sabe que tú estás aquí. ¿verdad?

Myriam se sintió un pococulpable al pensar en el cerdito que había roto. Ojalá aquel tipo le hubiera tratado on tanta displicencia cuando ella tenia 16 años, entonces nole había quitado el sueño ni un minuto. En el fondo, no dejaria de tener gracia que la considerara una persona peligrosa.

Myriam: ¡Oh, me has descubierto! ¡Soy una okupa! -exclamo, lanzandole una mirada retadora- Necesito tomar algo... No te preocupes, me referia a un café. añadió sarcástiamente.
Victor: ¿Resaca?
Myriam: ¡No! -rugió

Ya en la cocina, se puso a abrir y cerrar alacenas en busca del bore de café, plenamente consciente de que él la había seguido y vijilaba todos sus movimientos, comportándose como si la casa fuera suya.

Victor: Ahí está el café- dijo finalmente, demostrando lo familiarizado que estaba con aquel entorno- Veronica solo lo toma descafeinado- añadió, alcanzandole el bote.
Myriam: Todavia no sé dónde están las cosas- se defendió- No llevo aquí mucho tiempo.

No hacia falta que lo jurara, pensó Victor mirándola críticamente mientras ella se bebía un enorme vaso de agua.

Victor: Sabrás que la ingesta desmedida de alcohol produce una terrible sensación de sed, ¿no? - ¡Diablos!. Aquello sonaba como si lo hubiese ducho su padre... No podía entenderlo: con aquella chica no podía evitar sentirse protector. No había olvidado lo que había tenido que hacer para salvarla de cometer una estupidez.
Myriam: No necesito que me des lecciones, gracias- replico secamente, Aparte de haberlo estudiado aplicadamente en sus libros de medicina, había tenido innumerables ocaciones de comprobar los efectos del alcohol gracias a su trabajo en urgencias. El tipo que le había puesto el ojo morado cuando estaba cosiendo la herida de la cabeza no era el primer borracho que había intentado agredirla.
Victor: Lo quiero solo- Myriam le lanzó una mirada aviesa-: me refiero al café, lo tomo sin azúcar.
Myriam:¿Sabes que eres un mandón?- rezongo, hachando una cucharada de café en otra taza. Si alguien le hubiera ducho tan solo 24 horas antes... mejor ducho 48, que iba a estar sentada en la cocina con Victor Garcia, se hubiera reído a carcajadas- ¿Para qué necesitas una prometida?- pregunto curiosa- Y solo por una noche, qué extraño.
Victor: Es que he quedado a cenar con unamujer que quiere casarse conmigo - Myriam se mordió el labio para resistir el impulso de echarse a reír. Le parecia cuando menos curioso que se hubiesen transtocado de ese modo los papelesde predador y presa.
Myriam: Y por eso quieres usar a Vero como escudo- su hermana era tan hermosa que cualquier mujer se sentiría intimidada con su presencia. De hecho, ella sse había pasado toda la adolecsencia acomplejada por la prefección de su hermana- ¿Cómo estás tan seguro de que quiere casarse contigo?- todo aquel asunto talvez no fuera sino producto de la arrogancia de un hombre irresistible.
Victor: por que me lo ha dicho- Myriam enarcó las cejas sorprendida: evidentemente aquella misteriosa mujer no se caracterizaba precisamente por ser muy sutil.
Myriam: A lo mejor estaba de broma -aventuro
Victor: Te puedo asegurar que no
Myriam: ¿Cómo estás tan seguro?
Victor: Porque es Tara-Myriam dejo caher el cartón de leche, derramando su contenido por la impecable encimera de la cocina.
Myriam: ¿No será la misma Tara...?- preguntó atónita
Victor: La misma con la que me casé y de la que me divorcié- afirmo tranquilamente mientras acababa de preparar el café- La madre de mi hijo, por si necesitas más datos.
Myriam:¡Demonios!
Victor: Tal vez se pudiera expresar de forma más delicada, pero, la verdad, reconozco que "demonios" no está mal- bromeó
Myriam: Creía que estaba viviendo con ese actor en...
Victor: "Estaba", tú lo has dicho. Ahora se dedica a seguirme allá donde vaya- explico resignado-; Si voy a París, allí se presenta ella: ¿qué voy a Los Ángeles? pues lo mismo...
Myriam: pero será porque viaja mucho, las modelos tienen que hacerlo...
Victor: ¿A la fería de Libro de Munich?
Myriam: Bueno puede que ahi no- admitió
Victor: Nada de "puede", no digas bobadas
Myriam: Pero, ¿no fue ella la que decidió dejarte?
- Él asintió con un gesto-
Victor:efectivamente, pero debe tener remordimientos. Está empeñada en arreglar las cosas.

No parecia mut contento ante semejante perspectiva. Myriam se preguntó si no sería un rasgo de su carácter protestar por todo. Se dijo que la idea de que la superfamosa Tara, la modelo de piernas interminables u curvas vistijinosas, estuviera arrepentida, haría vibrar de puro delirio a la mayoría de los hombres.

Myriam: ¿Y por qué no le dices sencillamente que no quieres volver a casarte con ella?- no entendia por qué se mepeñaba en ahogarse en un vaso de agua
Victor: Ya lo he intentado, pero no me cree y, además, no quiero hacerle daño- fue la sorprendente respuesta- Los periodistas se lo hicieron pasar tan mal a la pobrecilla cuando nos divorciamos y cuando me concedieron la custodia de Alejandro, que no quiero que vuelva a pasar por lo mismo- por increible que pareciera, su tono de voz destilaba cariño sincero hacia su ex- ¿Azúcar?- preguntó con la cuchara en el azucarero.

¡Pobrecilla! Myriam lo miró incrédula. Según las revistas, sí, había leido la última palabra de lo que se había publicado sobre la pareja, su mujer lo había dejado cuando él decidió dejar el circuito de Formula uno, dejandole literalmente abandonado y a cargo del hijo de ambos. ¿Seguiría enamorado de ella a pesar de todo?. Aquello era increible: ¡y pensar que dos minutos antes estaba angustiada por la posibilidad de que Victor estuviera enamorado de Veronica!.
Mientras se tomaba el café, se fijó en que Victor parecía estar lejor de allí. Por una vez, parecía haberse olvidado de su habitual pose.
Victor: Tara está completamente decidida- anunció tras un lñargo suspiro- Dice que quiere rescatarme de una vida solitaria y sin rumbo.
Myriam: ¿De verdad tienes un avida solitaria y sin rumbo?- pregunto escéptica
Victor: Para Tara, estar soltero significa lo mismo
Myriam: Se me parte el corazón- replicó con sorna, pero se contuvo al ver que él le lanzaba una mirada feroz.
Victor: A mi me gusta estar soltero- declaró
Myriam: Si, creo que leí algo al respecto la semana pasada en un periódico con el que envolvieron el pescado- había estado disfrutando de si soltería en el asinto de una limusina con una joven aspirante a actriz que llevaba un vestido corto y agustado.
Victor: Ya, te refieres al desastre de la ceremonia de entrega de premios- refunfuño- Si no fuera un caballero, te diría lo miso que le dije a ese fotografo. Para tú información, no era más que un montaje para conseguir publicidad.
Myriam: ¡Ah! Ya lo entiendo-se mofó- ¿Y no podías haberle pedido a esa chica que te echara una mano en este asuntillo? Parecia muy profesional- bromeó.
Victor: ¡Claró que no! Yo no hubiera querido involucrar a nadie más, pensé que Tara me creería cuando le dije que estaba enamorado de otra persona- parecia realmente frustrado por su falta de cooperación-
Myriam: No me digas que n confía en tí. ¡Menuda falta de consideración por su parte!
Victor: Jamás le he mentido
-Myriam enarcó las cejas incrédula-
Victor: En condiciones normales, jamás le hubiese mentido, pero esta vez lo hago por su bien- se justificó a regañadientes. Era evidente que estaba deseando estrangularla
Myriam: Por no hablar de tú propia convenencia
Victor: Cuando le dije que había otra mujer fue porque pensé que Veronica se prestaría a colaborar. Eso fue antes de enterarme de que se había ido al otro lado del océano, claro. Ahora solo tengo media hora para encontrar una sustituta- dijo lanzando una mirada desesperada a su reloj
Myriam: Pues yo hubiera creido que había un rebaño de aspirantes deseosas de echarte una mano
-Victor lanzó una candorosa mirada-
Victor: el problema estriba- le explicó en un tono deliberadamente conmovedor- en que no creo que ninguna de ellas esté dispuesta como Vero a devolverme el anillo de compromisoal día siguiente. Y no quiero salir del fuego para caer en las brasas
Myriam: ¡Santo Cielo!, qué duro debe de resultar ser tan irresistible- se mofo cruelmente
Victor: Te pediría que me ayudaras...-hizo una pausa mientras ella profería unas cuantas exclamaciones- pero tengo la impresión de que no te gusto demasiado. Además, no creo que estés exactamente...-aunque se calló, el sentido de sus palabras resultaba evidente
Myriam: ¿Exactamente qué?- quiso saber Myriam, ya ne pie de guerra. Sabía perfectamente que lo que había querido decir era que nadie creería que un hombre como él iba a casarse con una mujer como ella.

Retadora, alzó la barbilla. Tal vez no volviera loco a los hombres, pero de ahí a que la tomara por la última oportunidad de un hombre desesperado... Ya no era la misma niñita que se había hundido en la más absoluta misería por un cruel comentario, e iba a demostrárselo a ese arrogante de Victor Garcia.
Victor: Vestida para la ocación- estaba encantado de haber recodado que, según Vero, la mejor forma de que su hermana aceptara hacerl algo, era decirle que no lo hiciera: <Es terca como una mula>, había sido sus palabras exactas.

Y, efectivamente, Myriam no estaba dispuesta a que la dejara de lado tan fácilmente. Si ese tipo se pensaba que no daba talla para salir con él, le iba a demostrar inmediatamente lo equivocado que estaba.

Myriam: Tengo otra ropa- dijo airadamente- Y mucha gente piensa que arreglada gano un montón
Victor: No lo dudo, no lo dudo- la tranquilizo Victor inmediatamente. El extraño brillo en su mirada hizo que por un momento Myriam dudara de su impulso- ¿Te importaria darte prisa?
Myriam: ¿Prisa?
Victor: Si quieres llegar a tiempo...

- Myriam parpadeo con la boca abierta de asombro

Myriam: ¿Por qué crees que voy a ayudarte?
Victor: Bueno, si no vas a ser capaz de hacerlo...- admitió comprensivo

En aquel punto, Myriam estuvo casi segura de que había sido miserablemente manipulada, pero el resto de duda que aún le quedaba y su incapacidad congénita de acharse atrás una vez aceptado el reto, le hicieron responder de inmediato:
Myriam: Ni por un momento pienses que lo hago por que se me caiga la baba por tí
Victor: No te preocupes- replico alegremente- creo que podré soportarlo

- Con una mueca de disgusto, Myriam se dirigió al dormitorio murmurando maldiciones-

Cuando 10 minutos más tarde salió de la ducha, todavia se arrepentia de haberse dejado embarcar en aquel lío. Y lo que menos entendía era por qué se sentía tan excitada. Llevando como única prenda una toalla enrollada en la cabeza a modo de turbante, se dirigió al dormitorio con gracia felina y abrió una de las dos maletas que contenían la mayor parte de sus bienes terrenales. Scó varías cosas y al incorporarse se quedó mirando su imagen reflejada en el espejo rodeado de querubines que tenía justo anfrente. No estba nada mal, pensó, observando con ojo crítico cada detalle de sus formas, bien proporcionadas con su pequeña estatura. No, nada mal, se repitió mientras se colocaba delante el vestido de seda gris para ver el efecto. Una chispa de malicia asomó por el rabillo de ojo. Abrió un poco la puerta y le tendió a Victor el vestido.

Myriam: Anda, se bueno y plánchame esto. No querrás que lleguemos tarde, ¿verdad?- dijo, y cerro la puerta sin darle opción de replicar. Sonrió al imaginar a Victor Garcia, el astro de circuitos de Fórmula Uno, la cabeza del imperio editorial de la familia... planchando. Ese hombre se había pasado la vida rodeado de criados, era casi un milagro que supiera atarse los zapatos. Riendo todavía, se sentó paea examinar con tranquilidad los mil y un cosméticos de su hermana.

Con un hábito movimiento de muñeca, se recogió el pelo en un moño en la nuca, dejando algunos mechones sueltos para dar al peinado un aire informal, Afortunadamente, tal como había prvisto, el golpe en el ojo pudo disimular con un poco de maquillaje.
Probó unos cuantos perfumes hasta decidirse por uno, con el roció generosamente. Tras ponerse una braguitas y calzarse unos precisos zapatos de tacón alto, lo único que le faltaba era el vestido.
Oyó unos golpecitos en la puerta, y solo dispuso de medio segundo para taparse el pecho con las manos antes de que la puerta se abriera. Aunque le hubiera gustado salir corriendo, su orgullo la obligó a qiedarse inmóvil mientras él se la quedaba mirando de arriba abajo, deteniéndose a placer en determinadas partes de su anatomia.

Victor: Estás muy bien

Myriam se encogió de hombros en un gesto de pretendidamente natural, fingiendo una indiferencia que estaba muy lejos de sentir. Temblaba, aunque su piel ardía. <Calmate>, se dijo a sí misma. <Victor Garcia a debido de ver un montón de mujerse desnudas, y tú no eres más que pasable>. Sin embargo, el convencimiento de ser mediocre, no impidió que le recorriera el cuerpo un estremecimiento puramente sexual.

Victor: Ciertamente, arreglada ganas un montón- aquellas orónicas palabras se prestaban a cualquier interpretación, asi que Myriam se no calentó mucho la cabeza- Toma- dijo dandole el vestido
Myriam: Gracias- automáticamente, adelantó un brazo para tomar la prenda, sin darse cuenta asta que fue demasiado tarde de lo expuesta, en el sentido literal de la palabra, que la dejaba aquel gesto. Volvió a dejar la mano donde estab rápidamente, pero no sin poder evitar que asomara un pezón- ¿Te importaria dejarlo encima de la cama?- le pidio con voz ronca, esforzándose desesperadamente por mantener la compostura- ¿Quieres darte deprisa?- le apremió mientras él se volvia con toda tranquilidad hacia la cama... en la que quiezá se había acostado Veronica- No querrás tener esperando a tu mujer, ¿verdad?

Él dejo la delicada prenda sobre la cama, alisándola con la palma de su mano. Aquel gesto lo hizo imaginar a Myriam la misma caricia sobre su piel desnuda.

Victor: Ex mujer- preciso incorporandose-. Y Tara no ha llegado puntual en su vida, ni siquiera a su boda, así que no te agobies. No hay tanta prisa
Myriam: ¡Y me lo dices ahora!- Myriam había logrado ponerse una bata, así que se sentía mucho más segura.

Su turbación había sido provocada porque se había sentido vulnerable al estar casi desnuda adelante de él. Si esa era la explicación más lógica, decidió arrebujarse en la bata. Si él también hubiera estado desnudo, no se habría sentido tan acobardada...
Pero en cuanto, inevitablemente, se imaginó a Victor desnudo, su teoría hizo aguas de inmediato. <¡Oh, Dios!>, pensó cuando él le dedicó aquella sonrisa que siempre le hacía temer que era capaz de adivinar sus pensamientos, <¡Ojalá terminara pronto esta terrible velada!<

Si como no ustedes le creen jajajaja... por que yo nop jijijiji

Ahi les dejo el primer capi para que chequen si les gusta pa seguirle sale, espero sus comentarios nos veremos

Gracias x el capitulooooo siguele niña

graciias x la noveliita y claro k nos gusto xfa niiña no tardes con el siiguiiente cap k me muero x saber k es lo k va apasar en esa velada o no ñiiñas!!!!

Hola amiga Monike feliz año y que bueno que posteas una novelita me encanta siguele por fa pronto

Gracias niña por la nueva novelita y siguele por fasssssssss Saludos Atte: Iliana

FELIZ AÑO NIÑA Y CLARO QUE ME GUSTO EL PRIMER CAP... ASI QUE TE ESTARE ESPERANDO CON EL SIGUIENTE NO TARDESSS

YA QUIERO SABER EL RESULTADO DE ESTE FALSO COMPROMISO, GRACIAS POR EL INICIO DE LA NOVELA

sigueleeee esta buenisisisisisisisisisissimaaaaaaaaaa

saludos

HOLA NIÑA Y EL CAP... DE HOY????????????
PORQUE SI VAS A SUBIR CAP... VERDAD?

Oye esta buenisima la novela por fis siguele pronto que me estoy comiendo las uñas de solo pensar en como continuara esta espectacular historia jejejej

si niña sigueleeeeee

andale niña queremos capi te digo estoy intrigada con eso del falso compromiso espero nos pongas capi pronto


saludos

NIÑA:

KIEROOOO CAPIIIIIIIIIIII ANDALES

SALUDOS

GENO

QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP...
QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP...
QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP...
QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP...
QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP... QUEREMOS CAP...

Hola niñas perdon por la tardanza
Pero la chamba es la chamba verdad jijiji
Para recompensarlas les voy a poner tres capis completos sales ahi les va

Capitulo 2

Victor: Como no tenemos tiempo de inventarnos nada, déjame hablar a mi- propuso con su brusquedad abitual
Myriam: ¿Laringitis, quizás?- replico sardónicamente- ¿O se supone que me he quedado muda ante la maravillosa perspectiva de haberte pescado?

Él le tomó lamano, y antes de que pudiera protestar, le deslizó en el dedo un impresionante anillo con un zafiro.

Victor: Esto valdrá por el más elocuente de los discursos- observó, contemplando el efecto de la joya en su mano
Myriam: ¡No puedo llevarlo!- exclamó impetuosa
Victor: Lamento que no te guste, pero será por esta noche

¿Gustar? Era una joya hermosísima, y probablemente de incalculable valor.

Myriam: Me está grande... seguro que lo pierdo- balbuceó presa del pánico. Seguro que a Vero le hubiera santado como un guante... tal vez incluso lo habría comprado para ella. Esa posibilidad hacía aún más imperativo librarse de aquel anillo cuanto antes-
Victor: El angarse es un poco anticuado. Tara nuncalo quiso. Era de mi abuela- comento-

En esas sincunstancias, no tendría por qué sentirse tan mal por llevar una joya que otra mujer había rechazado, pero le caso era algo que si la molestaba.

Myriam: no creo que Tara vaya a trague este cuento Victor- comentó desanimada, contemplando el anillo como si fuera un bicho capaz de picarla-
Victor: Si abandonas esa actitud derrotista, y dejas de soltar esas fracesitas tuyas, yo creo que tenemos bastantes posibilidades. Tara no es nada suspicaz, y como nunca le he mentido, no tiene ningun motivo para pensar que la estoy engañando

-Incómoda Myriam jugueteaba con el anillo-

Myriam: ¿nunca?- insistió
Victor: Nunca. replico con firmeza- Descontando claro, cuando le decía que no había nada que me gustara más que pasar la tarde en los desfiles de modas.
Myriam: Me asombra que un matrimonio tan, pero tan perfecto acabara rompiéndose- gruñó Myriam. A guzgar por sus palabras, era el marido perfecto-
Victor: Precisamente, creo que se rompió por mi afán de sinceridad.

"Hablando de fracesitas", pensó Myriam divertida.

Myriam: ¿Acaso crees que unmatrimonio tiene más posibilidades de sobrevivir gracias a ciertas dosis de engaño?
Victor: Lo que digo es que no quería estar casado con una mujer que estaba enamorada de otro hombre.
Myriam ¡Oh!- aquella franqueza le resulto un tanto incómoda. No parecia un hombre con el ego hundido, pero tal vez si frialdad era una forma de disimular un corazón destrozado-. Supongo que ahora no está enamorada de nadie, ¿verdad?
Victor: Esa es la forma de pensar típica femenina
Myriam: Es que soy una mujer
Victor: Con ese vestido que llevas, no hay la menor duda al respecto. Pero supongo que ese es precisamente el objetivo que buscas...
Myriam: ¿Cómo dices?- por desgracia, no consiguió imprimir a su voz el tono sínico y distante que le hubiera gustado emplear. Mirando aquellos ojos tan negros, Myriam deseó que su vanidad no hubiera empañando su buen juicio, y haber accedido participar en aquella mascara.
Victor: La unica razón por la que te has embarcado en esto es para demostrar,e que con los años has mejorado hasta un extremo invreible...

Myriam tuvo que reprimir un insulto. ¡Cómo se atrevia a deciler semejante cosa! Aquel hombre le parecía más detestable ha cada segundo que pasaba. Tenía que haber estado ciega y haber sido completamente idiota para tenerle en alguna estima, se reprochó amargemente.

Myriam: ¡Yo no...!
Victor: Bueno, como quieras- la interrumpio- Lo que ahora importa es que Tara sí que está enamorada de otro hombre... el mismo de antes, para ser exactos. Lo que oasa es que se siente muy culpable por habernos abandonado a mí y a Alex, y esa culpa es la que impide seguir su camino y ser feliz. Me preocupa Tara, y solo deseo que encuentre la felicidad.
Myriam: En conclusión, ¿debo pensar que ese una especie de santo?
Victor: Para que lo sepas, no me importa ni esto lo que piensas de mí- dijo, haciend un gesto con el pulgar y el índice-. Lo unico que espero es que hayas dejado la escoba en casa esta noche.

¡¿Escoba?! ¡Pero qué cara tenía aquel tipo!
Myriam: Seré tan dulce y sumisa como a tí te gusta- dijo con una sonrisa almibarada. Jamás en toda su vida adulta había consentido en que un hombre hablara por ella, y no tenía la menor intencón de empezar a aceptarlo aquella noche. Sentada en el taxi, se dedicó a mirar con toda atención a su acompañente.

Victor estaba anudandose el nudo de la corbata a su potente cuello. La tenue luz resaltaba los duros ángulos de su actractivo rostro, pero después de la ridícula ecsena del dormitorio, Myriam luchaba para no dejarse intimidar por sus acerados ojos y aquellos labios sensuales. Victor acabo de atarse la corbata y le lanzó una mirada dificil de interpretar a Myriam.

Victor: No tienes idea de lo que <<a mi me gusta>>- el brillo de sus ojos resultó más demoledor para su sistema nervioso que la más violenta tormenta-

Sin embargo, terca como era cosiguió reprimir el impulso de acurrucarse en su lado del asiento y taparse con sus manos. Debería haber una ley que prohibiera salir a la calle a tipos como él.

Myriam: estaré solo pendiente de cada una de tus palabras cielo- le prometió con una caída de ojos cargada de ironía-
Victor: Y por todos ls santos, no se te ocurra beber mucho- le advirtió Victor severamente.

Myriam apretó los labios enfurruñada: ¿acaso no era ella la quele estaba haciendo un favor? Por la actitud de Victor, podría deducirse todo lo contrario.

Myriam: Pareces creer que soy una bocharra- ¡y pensar que en la fiesta del hospital solo había tomado un par de copas de vino blanco... cuyos efectos, añadiendo a una semana de exhaustivo trabajo que habían sido hacerle dormir como una bendita durante dos días anteras.
Victor: Lo que digo es que, a juzgar por como tienes el ojo, parese que perdiste el equilibrio, por lo menos- replicó mirandola más de serca-
Myriam: No, no me caí
Victor: Entonces, ¿cómo te lo hiciste?
Myriam: bueno, es un poco complicado de expresar...-dijo evasivamente-. Por un puñetazo- confesó al fin, sin darse cuenta de que Victor estaba perdiendo la paciencia-
Victor: ¿Es te lo a hecho un hombre?- pregunto profundamente enojado
Myriam: No ha sido tan grave como la última vez- dijo alegremente, sin darse cuenta del efecto de sus palabras
Victor: ¿Volviste por más?- insistió incrédulo
Myriam: bueno notenía elección...- empezo a explicarle,pero antes de que pudiera decir más, él la interrumpio con un rujido-
Victor: ¡¡¡Que no tenías elección!!! Por Dios santo, mujer, siempre hay una forma de escapar de una relación violenta. Qué a los 16 años hicieras una tontería puedo entenderlo- entre aquella descarga, aquella breve alusión a aquel mortificante episodio, la hizo ruborizarse hasta las orejas-. Pero por lo que veo, has desarrollado una maligna inclinación a dejarte maltratar-

Por fin entendió entonces Myriam que Victor no había hecho más que malinterpretar sus palabras . Abrió la boca para explicarle lo que había sucedido realmente, deseosa de dar una buena explicación a aquel santurron mentamentodo, pero en el ultimo momento decidió callarse. No le debía nada a Victor Garcia ninguna explicación. ¿Cómo se atrevia aqueñ tipejo a pensar que ella podía ser una victima? Revistiendose de una frialdad que estaba muy lejos de sentir, le sonrió muy tranquila.

Myriam: No pense que fueras tan... moralista- dijo finjiendo sorpresa-
Victor: Si por moralista entiendes que no puedo soportar a los hombres que piensan que lanzar un puñetazo es una forma de afecto, entonces lo admito, lo soy. Y si piensas que puedes cambiarlo, olvidalo: los hombres como esos no cambian- ironicamente, no se daba cuenta de que estaba furibundo que resltaba más amenazante que aquellos brutos con los que Myriam había tenido que enfrentarse en el cumplimiento de su deber. Por una parte, la joven estaba deseando aplaudir aquel estallido de vehemencia, pero, por otra, le llevaban los demonios por lo que había llegado a pensar de ella.
Myriam: Bueno, bueno, no te lo tomes tan apecho- le tranquilizo, poniendo una mano sobre su muslo-
Victor: No me tomes el pelo Myriam- dijo, haciendo que ella se sintiera aún más confundida- Para ser un alma tan dulce- le dijo con voz temblorosa- aprietas muy fuerte- con un gesto señalando sus dedos, que Victor mantenia firmemente aprisionados. Apenas podia soportar las contradictorias sensaciones que ese contancto despertaba en su interior. Rápidamente él la solto- Lo siento-
Myriam: No te preocupes- replico Myriam moviendo los dedos para restableser la circulación-. No entiendo por qué reaccionas así- continuó, visiblemente enfadada, con los ojos relucientes de ira. Si no hubiera estado tan segura de que Victor era incapaz de desarrollar cualquier emoción, se había dado cuenta de que la estaba mirando con algo muy parecido a la preocupación sincera.
Victor: Pareces una chica inteligente
Myriam: ¡Vaya, muchas gracias!
Victor: Se que me guardas cierto resentimiento, Myriam...y, además, supongo que ser hermana de alguien como Veronica no debe resultarte fácil- lo que le faltaba: que le recordara que nunca podría estar a la altura de su brillante hermana- Sin embargo, tu autoestima tiene que estar realmente por los suelos si consideras que... -apretando la mandibula furioso al imaginar que un tipo había sido capaz de...- Creo que te gusta que los demás piensen que eres un espiritu libre, pero ¿no te das cuenta de que no hay una minimamente enriquesedor de dejar que un bruto te ponga una mano encima?- Myriam inspiro profundamente, intentando controlar la ira que sentia por escapar por cada poro de su piel-
Myriam: No sigas- le corto con acritud
Victor: Ya, supongo que no es asunto mío- reconoció, aunque en realidad su mente estaba más que ocupada calculando de qué forma podría conseguir que el vestido de le resvalara un poco. Aquella fugaz visión de sus senos desnudos no se le iba de la cabeza. En otras sircunstancias, no se lo habría pensado dos veces, pero Myriam no era solo su complice en un plan que le interesaba mucho: era tambien una chicas muy joven, a la que conocía desde que era una niña, por añadidura, la hermana de su mejor amiga. Ya tenía demasiados problemas como para añadir una preocupación más en su vida, pensó juiciosamente-
Myriam: Tú lo has dicho- fue la replica de una ceñuda Myriam. Para ser un hombre tan decididamente en contrade la violencia, parecia arder en deseos de estrangularla.
Victor: Está bien, dejémoslo- evidentemente, no estaba en absoluto de acuerdo con ella, pero por laguna razón que a Myriam se le escapaba, había decidido dejarlo pasar-. Llegaremos enseguida. ¿Vas a portarte bien?- lo dijo tan serió, que Myriam no pudo resistir la tentación de hacerle sufrir un poco más-
Myriam: Pues no sabría que decirte...

Y entonces, Victor se abalanzó sobre ella tan repentinamente que no pudo reaccionar. Puso sus labios sobre los suyos y la besó con pasión. Myriam sintió el ligero aroma de su colonia. mezclado con la cálida fragancia masculina que emanaba su cuerpo, solo con un enorme esfuerzo, consiguió mantenerse tensa como un arco, pues temía que, si se relajaba, aunque fuera solo un instante, corría el riesgo de desmayarse.

Victor: Lo siento, me he pasado- murmuro al fin separandose de ella

Myriam supo que, por irónico que resultara, no se estaba refiriendo al beso, que apenas parecía haberle causado la menor impresión. Desde luego, ni siquiera le había alterado el ritmo de la respiración, como le había ocurrido a ella, que estaba poco menos que congestionada. Ella sí que se había dado cuenta, ¡vaya si se había dado cuenta!

Victor: Al fin y al cabo, tú vida es tuya- reconoció
Myriam: ¡Y tambien mis labios!- Por nada del mundo quería que él creyera que la había afectado lo más minimo aquel beso dado con la clara intención de hacerle callar. En cambio Victor no dijo nada, demasiado acupado en reprocharse a sí mismo aquel estúpido impulso con el que solo había conseguido complicar las cosas aún más. Cruzó los brazos y se mantuvo en obstinado silecio hasta que llegaron al hotel-
Victor: No estaria mal que no estuvieras tan a la defensiva
Myriam: ¿Es una orden?
Victor: Solo si tú te lo tomas de como tal. En realidad es una súplica, por favor, intenta recordar que se supone que estamos profundamente enamorados- añadió no sin ironía.

Entrar en un lujoso restaurante del brazo de Victor Garcia había sido una de sus más recurrentes fantasías... ¡Y pensar que, cuando se desarrollaban en su mente, aquellas escenas resultaban tan plancenteras! Nada que ver con la cruel realidad: ciertamente, Victor hacía gala de unos modales exquisitos, pero solo después de haberse burlado de ella, sermoneando a fondo, y acabar rematando la faena con un beso de película. ¡Dios! ¡Cómo detestaba a aquel hombre!

.-- ¡Llegáis tarde!- una inmensa nube de perfume los envolvió antes incluso de llegar a la mesa donde los esperaban.

Myriam se mantuvo a un lado mientras Tara rodeaba con su brazo el cuello de su ex marido y le propinaba un cálido beso en los labios. La espléndida melena rubía le caia casi asta la esbelta cintura. Un simple vistazo a su sencillo y carisimo vestido de alta costura hizo que Myriam se sintiera como una fregona. Evito mirarla a los ojos, era bastante frustrante constatar que Tara Steel era aún mucho más hermosa en persona de lo que pareciea en las fotos.

Tara: Estás manchado de pintalabios, cariño. dijo limpiándole la comisura de los labios con un pañuelo. Victor la dejo hacer sin la menor protesta- Y bo he sido yo...- añadió medio decepcionada, medio molesta- Hola- continúo mirando a Myriam con sincero interes- Victor ha sido tan misterioso que ni siquiera se cómo te llamas. De hecho, estaba empezando a pensar que no eras más que un producto de su imaginación. La verdad es que es ele hombre más imaginativo que conozco- comentó, lanzando a su ex una mirada de complicidad-
Myriam: ¿Y conoces mucho? Hombres, quiero decir- las palabras se le escaparon antes de que pudiera evitarlo. Tal vez no fuera tan mala idea después de todo dejar que Victor llevara el peso de la conversación.

Tras un breve instante de vacilación, Tara se echó a reír, aun que Myriam no la hubiera culpado si en vez de eso le hubiese soltado una buena bofeada.

Tara: Pues no tantos como te habría hecho creer las revistas...
Victor: Se llama Myriam- interino rápidamente, separando una silla para que la sudodicha se sentara- No viene mal una ración de celos
Myriam: No pretendía ser grosera- se disculpó Myriam terriblemente mortificada
Victor: Es un comienzo- replicó el joven severamente, mientras tomaba asiento entre las dos mujeres-
Tara: ¡No pasa nada, Victor! Myriam me ha recordado que soy agua pasada, lo que, dadas las circunstancias, me parece de lo mñas correcto- Myriam logro esbozar una débil sonrisa-. Tendrás que perdonarme, Myriam: reconozco que siempre tendré debilidad pos este hombre.

¡Que situación tan extraña! Myriam no podía entender por qué Victor se mosntraba tan renuente a reconciliarse con Tara. No solo era increiblemente guapa y sexy sino que, además, parecía encantadora.

Tara: Si hubiera sabido de tu existencia antes, no me habría puesto en evidencia intentando reavivir la vieja llama. Pero no debes estar celosa: Victor me ha dicho que estña loco por tí.

A estña declaración, Myriam solo pudo responder con un murmullo inarticulado. Empezaba a temer que no iba a poder soportar mucho tiempo aquella equivoca situación. Le daban ganas de levantarse y gritar que aquel hombre no la amaba, que casi ni recordaba su nombre.

Tara: Y ahora que te conozco lo entiendo; además, me ha contado que te encantan los niños... Ya sabes que Victor nunca se casaria con una mujer a la que no le gustaran. Alejandro es lo más importante de su vida, y yo me alegro tanto de que uno de los dos sea tan responsable... Victor es un padre maravilloso, todo lo contrario que yo, que como madre soy una auténtico desastre...
Victor: No digas bobadas- la interrumpio de inmediato-. Alejandro está orgullosísimo de su madre, y siempre lo estará. El que diga lo contrario tendra que vérselas conmigo.

Myriam nunca había estado con un hombre dispuesto a enfrentarse al mundo por ella. Por alguna razón, se sintió tan triste que le dieron ganas de llorar.

Tara: Eres tan bueno... y después de lo que yo te hice- se lamento- Me alegro muchisimo de que hayas encontrado a tu media naranja. Es algo casi mistico- declaró en un murmullo.
Victor: ¿Mistico?- repitió secamente

Myriam se puso alerta. Si ella hubiera ducho algo que hubiese sido la mitad de cursi, él la hubiera destrozado con su sarcasmo, penso. Pero en vez de eso, Victor se limito a mirar a su ex con la mayoria de las cortesias.

Tara: Es alucinante. Mi astróloga me dijo el otro día que algo así le iba a ocurrir a uno de mis mejores amigos... lo que no sabía entonces es que le iba a pasar a Victor.
Myriam: ¿Astróloga?- repitió. Inmediatamente corrigió la imagen mental que se habia hecho de Tara, guapa pero sin seso, concluyó.
Tara: Si, es una mujer increible. No tomo ninguna desición importante sin consultarselo antes, ¿Verdad, Victor?
Victor: Cierto, querida- confirmo el intervalo
Tara: Solo acepta clientes con recomendación, pero yo te la puedo presentar si quieres, Myriam. Es increiblemente buena ayudando a la gente a tomar desiciones.
Myriam: Gracias, pero prefiero ser yo la que contrele mi propio destino- respondio rapidamente
Tara: ¡Vaya! Asi que eres una escéptica, como Victor- Dedico a su ex una tolerante sonrisa-. Dime, Myriam, ¿qué opinas de Alejandro?¿No te parese e niño más guapo del mundo?
Myriam: To... todavia no lo conozco- cruzó los dedos, esperando no haber dicho algo inconveniente-
Tara: ¿De verdad?

A Myriam no le sorprendio que a Tara le extrañara tanto. Si Victor desidiera volver a casarse, lo más logico era que le presentara su prometida a su hijo cuando antes. Y si el niño mostraba su desagrado, entonces, adiós boda. Compadecia a la mujer que tuviera que pasar por semejante prueba.

Victor: Claro, no ha podido ser- intervino- Ya sabes que el niño lleva en Maine cuatro semanas , en casa de Chris y Jude. Fuiste tú la que me convencio para que se quedara, acuerdate.
Tara: Es que se entiende tan bien con el pequeño Daniel que pense que...- se interrumpio bruscamente al caer en cuenta de lo que Victor acababa de decir-. Oye, ¿ es que hace colo cuatro semanas que se conocen? Tenía la impresión de que...¿Tus padres lo saben, Victor?
Victor: Solo tú lo sabes, Tara, y de momento quisiera que siguiera así- Myriam lo miro alarmada: más valia que Victor dejara el tema si no quería verse enredado en sus mentiras- Aun que conozco a Myriam desde que era una chiquilla, llevamos saliendo muy poco tiempo...- tomo las manos de Myriam entre las suyas y se las llevo a los labios-
Myriam: Poquisimo, la verdad- añadió rapidamente.
Victor: La verdad es que todavia no nos hemos hecho a la idea. No quiero abrumar a Myriam , bastante agobiada está ya con la idea de tener que conocerlos y todo eso, ¿verdad, amor?- dijo caiñosamente a los ojos-
Myriam: No tanto- le contradijo. Aunque estaba dispuesta a cumplir su palabra, había limites, Victor estaba tonto si pensaba que se iba a quedar sentada mensamente oyéndolo decir lo que le viniera en gana- Nada de agobios, todo lo más algo nerviosa.

Cuando llego el camareró, y antes de que Myriam abriera la boca Victor pidió por ella, una de las cosas que más odiaba.

Victor: Myriam tomará agua mineral, ¿verdad cariño?- aun que estaba a punto de estallar de rabia contenida, Myriam logró componer su expresión sumisa-
Myriam: Lo que tú digas cariño- era imposoble que Tara no se diera cuenta de la carga de sarcasmo implicíta en aquel dialogo, pero en cuanto el camarero se fue, Myriam descubrió lo que Tara había deducido realmente de aquella conversación-
Tara: ¡Estás embarazada!- exclamo cruzando las manos- ¡Es maravilloso!

Myriam la miro atónita. Increible: no solo tenía su permiso para casarse con su ex, sino que ademas Tara le daba su aprovación para reproducirse.

Tara: Está resplandeciente, Victor ¿No te parece?- comento con una sonrisa-
Victor: Yo creo que Myriam es capaz de iluminar cualquier sitio en el que esté, pero me temo que soy un poco parcial. Lamento decepcionarte Tara, pero te aseguro que no está embarazada. Hay otras razones por la que la gente no toma alcohol... y otras muchas por las que dos personas deciden casarse- añadió insinuante, lanzando a Myriam una mirada de una carga erótica tal que la hizo estremecerse de arriba abajo. La joven se mordió el labio nervosa, procurando no mirarlo dorectamente a los ojos para que no se saliera con la suya y la redujera a un estado cercano a la idiotes. El muy malvado sabía perfectamente la expresión que sus negros ojos causaban en el sexo opuesto. Myriam carraspeo antes de dirigirse directamente a Tara.
Myriam: Lo que pasa es que Victor opina que tengo problema con la bebida- declaró y Tara no sabia si tomarselo en serio o en broma. Insegura miró a Myriam y luego a Victor, que se había quedado pálido-
Tara: Estás de broma... ¿verdad?
Victor: Sí Tara, es broma -replicó con su sarcasmo caracteristico- Myriam tiene un sentido del humor muy peculiar
Myriam: Creía que te gustaba todo de mí, cariño- dijo candorosamente. En aquel momento llegaba el camarero para anotar su pedido- Por favor, pide por mi, cielo- continuó Myriam fingiendo a las mil maravillas una sumisión que estaba lejos de sentir... y obteniendo a cambio de sus esfuerzos una iracunda mirada por parte de Victor-. Ya sabes que soy inútil paea estas cosas...
Tara: No riñan, por favor- suplico Tara- Ya veo que a ustedes les gusta, pero yo lo odio- Myriam la miró sorprendida. ¿Les gustaba?¿De dónde habúa sacado una idea tan absurda? Por le rabillo del ojo, se dio cuenta de que Victor parecia tan confundido como ella-
Tara: Dime Myriam ¿a qué te dedicas?
Victor: A preocuparse por mí, sobre todo- replico Victor antes de que pudiera habrir la voca. Evidentemente, el muy cretino pensaba que hiciera lo que hiciera para ganarse la vida, no era nada en comparación con la perspectiva de casarse con un rico influyente heredero como él. Y de entre todas las ocupaciones posibles, la peor, sin duda, era la suya: una ocupedisima doctora cuyas obligaciones apenas le dejaban tiempo libre- ¿Te he dicho que Myriam es la hermana de Veronica Montemayor?
Tara: ¿De verdad? ¡Nunca lo hubiera imaginado! ¿Sabes, Victor? Siempre pense que si volvías a casarte sería con Veronica. A decir verdad, Myriam, cuando estabamos casados legué a sentirme celosa de tú hermana y todos esos amigos de la univercidad. Sabes a lo que me refiero, ¿no?- Myriam que en aquel momento se sentía muy identificada con ella, asintió- Resulta irónico, ¿verdad?- río
Victor: Nunca me lo habías contado- exclamó Victor sorprendido. ¿Conciencia culpable?, se preguntó Myriam sin la menor compasión. No merecia ni el beneficio de la duda. Justo entonces un ruido les hizo volver la cabeza, lo mismo que al resto de los comensales

.--¡Oh, por favor! ¡Que alguien nos ayude!- una atractiva mujer se había arrodillado al lado de un hombre de mediana edad tendido en el suelo-. ¡Oh, Dios, no respira!- Myriam y Victor llegaron casi al mismo tiempo a socorrer al enfermo. Inmediatamente Victor colocó los dedos en la yugular para tomarle el pulso.
Victor: Nada- dijo sacudiendo la cabeza. Procedió de inmediato a aflojarle la corbata mientras la mujer se tumbaba sobre él hundida en la desesperación.
Myriam: Déjame...
Victor: ¿Por qué no te ocupas de la mujer?- le ordenó Victor cortante-- ¿Han llamado a una ambulancia?
.-- Si señor-- confirmó el maitre materializandose a su lado. Tomo a la mujer por el brazo y la llevó a un lado. Se quedo mirando preocupado mientras Victor procedía a dar al hombre un masaje en el pecho- ¿No cree que deberíamos esperar a que llegara un médico señor?

Capítulo 3

YO SOY médico- dijo Myriam tomando el mando-. Un, dos...- contó en voz alta, al tiempo que empezaba el masaje cardiobascular-
Victor: Me has ganado por goleada- comentó Victor cuando sus ojos se encontraron durante un segundo-
Myriam: Ahórrate el aliento- le aconsejo Myriam-, que lo vas a necesitar.

Para su inmenso alivio, cuando llegaron los paramedicos el hombre ya respiraba. Myriam se alegró de ver una cara familiar. Le hizo in conciso informe al encargado de aquella emergencia que la escuchó atentamete.

.-- Qué suerte que estuviera aquí, doctora Montemayor. Bueno trabajo- añadió mientras procedia al traslado a la ambulancia- Lo llevaremos al hospital inmediatamente.
Myriam: Muchas gracias, Paul
Paul: gracias a usted- replicó el hombretón con una cáloda sonrisa-. La echamos mucho de menos, Myriam.

Victor miro toda aquella escena sin perder detalle, preguntandose si se notaría lo estúpido que se sentía. A decir verdad, se había comportado com un completo estúpido.

Victor: ¿Por qué no me lo dijiste?
Myriam: ¿Por qué no me lo preguntaste?- replicó Myriam alzando la cabeza para mirarlo cara a cara.

Muchas personas se le hacercaron para felicitarla, cuando volvió hacia la mesa donde una temblorosa Tara los esperaba tomando una copa de brandy. Se levantó de inmediato y envolvió a Myriam en un cálido abrazo.

Tara: ¡Has estado maravillosa! ¿Verdad Victor? Es increible que estés tan tranquila... Yo estoy temblando como una hoja...- comentó extendiendo la mano para que todospudieran verlo- Bueno, ahora sé a qué te dedicas-
Myriam: Bueno, en mi caso la procesión va por dentro
Tara: Debe ser maravilloso poder ayudar a la gente
Victor: Es una suerte que no vivamos en un país donde te llevan a juicio por menos de nada: nos lo pensaríamos dos veces antes de ayudar a la gente- En consideración a Tara, Myriam no dijo nada. Si hubiera estado con sus colegas y amigos, habría hecho algún comentario gracioso para aliviar la tensión-
Myriam:Tambien es muy cansado, no creas. Trabajamos muchas horas, y nuestra vida social se resiente bastante
Tara: Me lo puedo imaginar
Myriam: Bueno, también tiene sus compensaciones- comentó Myriam maliciosamente haciendo un gesto hacia la ambulancia-. ¿Te has fijado...?
Tara: Vaya que si me he fijado- la interrumpio Tara de inmediato- Los hombres de uniforme tienen un no sé qué...
Myriam: Y no solo eso- apostilló Myriam lascivamente
Victor: ¿Quieren que me vaya?- aunque fingiera estar muy por encima de aquellas ñañerias, Victor no se había perdido un ápice de aquella picante conversación
Tara: No me digas que una intranscendente charla de chicas te hace sentir inseguro Victor- se burló Tara
Victor: No, lo que pasa es que no quiero estorbar...
Myriam: No estorbas. le aseguró Myriam maliciosamente
Tara: De verdad, Myriam: sé por experiencia lo dificil que es conjugar la carrera profecional con el matrimonio, pero si tú pareja te apoya, podrás conseguirlo- la animó Tara, sin darse cuenta de la ironia implicíta en sus palabras
Myriam: Por desgracia, no hay mucho hombres que sean tan comprensivos- se lamentó Myriam cínicamente
Tara: Bueno por lo menos tú eso no tienes resuelto, ¿verdad? Has encontrado al hombre perfecto- continuó Tara lanzando una cálida sonrisa a su ex marido- ¡Me alegro tanto de que Victor se case contigo y no con Veronica! No es que no sea una gran persona- añadió rápidamente-, lo que ocurre es que ustedes dos hacen una pareja ideal, no hace falta mas que mirarlos para darse cuenta.

De repente, Myriam recondó lo bien que se las habían arreglado apenas unos minutos antes: Victor parecia adivinar lo que ella quería que hiciera antes incluso de pedírselo. Si desplegaba la misma intuición en otros campos más placenteros, aquel hombre eran una auténtica joya.

Victor: Sí, claro, debemos ser almas gemelas- El evidente sarcasmo de su voz hizo que Tara lo mirara y sacó a Myriam de sis ensoñaciones eróticas: abrió los ojos de par en par y exhaló un suspiro-.Estas cansada- dijo Victor, por suerte interpretando erróneamente aquel gesto. Pareciía preocupado, pero Myriam no se hizo iluciones: seguro que aquello formaba parte de su papel de novio perfecto, pensó, mientras debía la copa de brandy que Tara de había puesto en las manos.

Toda aquel charlateo sobre parejas comprensivas la hacía sentirse algo melancólica, y, para colmo, no habia podido evitar preguntarse que clase de amante sería Victor. No podía negarse que le parecía tremendamente atractivo, así que su única posibilidad era mantener una actitud lo más pregmática posible, poner freno a su desbocada imaginación... recondarse, que, por mucho que desèrtara su lujuria, aquel hombre ni siquiera le gustaba.
Sabía que había otras mujeres en su vida y, aunque se diera la remota posibilidad de que desmostra algún interés por ella, no tenía la menor intención de engrosar la larga lista de sus amantes. Al parecer, había dos mujeres importantes en su vida: su ex mujer y su propia hermana. Como era evidente que no podía competir con ninguna de las dos, lo más prudente sería mantenerse al margen.

Para su inmenso alivio, Victor empezo a disculparse en cuanto estuvieron en el taxi de vuelta a casa.

Victor: No fue tú novio el que te puso el ojo asi, ¿verdad? Supongo que fue por gajes del oficio
Myriam: Si, un borracho con una herida en la cabeza no es facil de manejar. Por suerte, Paul, el paramédico que has visto, pudo controlarlo
Victor: ¡Vaya! Qué suerte...- dijo friamente
Myriam: Es un tipo encantador- no le gustaba que se metiera con sus amigos
Victor: ¿Es que no tienen guardias de seguridad?
Myriam: ¡Claro que si!
Victor: Pues no parece que sean muy profesionales, la verdad
Myriam: Bueno, pues quizás no
Victor: ¿Por qué me das la razón como a los tontos?
Myriam: Porque no admites otra opinión que no sea la tuya- le contesto harta-. Además, me ha molestado bastante que dieras por hecho que soy del tipo de mujer que admite que la maltraten sin protestar. Me has tratado con una disciplencia y una mojigateria insoportables.
Victor: ¡Eh, para el carro! Entiendo lo que te propones...
Myriam: ¿Ah, si?- sorprendida, Myriam volteo para mirarlo a la cara
Victor: Te has entendido muy bien con Tara
Myriam: Me gusta, si, pero no tanto como a tí- bromeó-. Me fastidia engañarla
Victor: No te preocupes, es por una buena causa. Cuando se empeña en sacrificarse, no hay quien la pare
Myriam:¿Y qué va a pasar cuando vea que no te casas?
Victor: No te preocupes: nunca me ha fallado la imaginación
Myriam: Lo mismo parece pensar Tara- se calló bruscamente temiendo que Victor se diera cuenta de que dedicaba demasiado tiempo en sus asuntos-
Victor: Y supongo que tu ataque de sueño también se debe a tu trabajo
Myriam: Fue un error tomarme un par de copas después de una guardia tan larga. Es que me hicieron una fiesta de despedida- le explico-. ¡Ay, Dios!- exclamó, dándose una palmada en la frente-. ¡No he llamado a mi madre! Debe de estar pensando que me han secuestrado.

La actitud hiperprotectora de su madre se debía a que, de niña, Myriam había teniado cierta propensión a sufrir todo tipo de accidentes. Cuando un día le prometió que ya no se subiria más a los árboles, su madre le advirtió que a las "Chicas grandes" les podían pasar cosas peores que caerse de un árbol". Su insistencia en repetir que ya era "una chica grande" había acabado por convertirse en un chiste en su familia... sobre todo teniendo en cuenta que no había crecido mucho.

Myriam: Bueno- comentó con una chispa de malicia brillante en los ojos-. Siempre podría escaparme montada en mi escoba- Victor encontró deliciosa quella miestra de humor; en realidad, hacía mucho tiempo que no estaba tan interesado en una mujer-
Victor: Oye, qué yo no tengo nada contra las brujas... sobre todo si son pelirrojas, tienen un cuerpo perfecto y una piel tan cremosa como la leche- decia al tiempo que se iba fijando en cada uno de los atributos que acababa de describir- Myriam le escuchaba incrédula. ¿Acaso estaba firteando con ella? ¡Victor Garcia, nada menos! Ninguna de sus fantasias le habia preparado para enfrentarse a esa situación; sentía una mezcla de excitación y desánimo, al pensar que aquel debía de ser su comportamiento siempre que estaba con una mujer-
Myriam: Y te diré que el dentista hizo un trabajo estupendo ¿quieres verlo?- le espetó con retintín, molesta por su superficial comentario-. El firteo no estaba en el guión- bufó
Victor: Es que estoy improvisando- replicó Victor sin hacer caso a la vocecilla que le recomendaba no seguir por aquel camino, que le recordaba que no quería liarse con una chica como aquella. Era demasiado franca, insegura, y, además, tenía lengua viperina. Como si sus palabras no bastaran para confirmar los temores de Myriam, Victor le lanzó una mirada de interpretación inequivocamente sensual.
Myriam: Entonces empieza de una vez- le sontó furiosa-
Victor: ¡Se diria que te sientes insultada!- no se tenía por un crído, pero la actitud de Myriam no era nada alagador. Y una extraño, porque se daba perfecta cuenta de que se sentía atraída por él- ¿Es porque estás saliendo con alguien?- ella nego con la cabeza-
Myriam: Si te preocupa que me sienta insultada si no filtreas conmigo, déjalo. No creo que tú reputación de ligón se vea muy perjudicada por que te tomes un día libré- replicó alterada mientras se quitaba el anillo y se lo daba- Que pudiera recordar, Victor nunca se había sentido tan frustrado. ¿Es que esa pelirroja cabeza hueca no se daba cuenta de que le estaba insultando dando por hecho que era promiscuo?¿ Se creía todas las mentiras que se decian de él en las revistas? ¿Acaso pensaba que de verdad le gustaba aquella reputación?-
Victor: Pues para tú información, te diré que no le hago el amor a todas las personas con las que comparto un taxi... solo a las mujeres- añadió sarcásticamente
Myriam: Ya sabes a que me refiero- dijo intentando limar asperezas- De verdad, no pienses que me parece moralmente reprochable tu actitud hacia el sexo
Victor: que liberal eres- gruño Victor
Myriam: Lo que pasa es que no soy muy espontánea- declaró Myriam on sinceridad. A aquellas alturas, no le importaba que la tomara por una mojigata-. Puede que me lleve mas tiempo decidir qué cereal tomo por la mañana que a tí elegir pareja
Victor: Pues aún recuerdo cuando me pediste que te enseñara a besar... eso fue bastante espontaneo, ¿no?- a Myriam le costó unos segundos reaccionar
Myriam: Eso ha sido un golpe bajo. No sé a cuento de qué vienes a sacarlo a relucirlo ahora- Victor se ruborizó. Él tampoco se lo explicaba. Recordaba solo que había sido el día en el que había descubierto que el hombre que había dejado embarazada a su hermana pequeña estaba casado.
Myriam: Entonces yo no era más que una cría inexperta, había bebido un poco de más de la cuenta- continuó incomoda- Pero tú eras mayor, y se supone que más maduro. Sin embargo, tu reacción fue desproporcionada. La verdad es que me trataste fatal.

Habia sido después de una fiesta campestre, en la que se había tomado unos cuantos basos de sidra pensando que no se le sebirían a la cabeza. No habría pasado nada si sus padres hubiesen estado esperándola en casa, pero habían salido. Sintiendose una mujer de mundo, Myriam le ofreció una taza de cafe a su acompañante. Esa sensación duró hasta que se sentaron en el sofá y él se abalanzó sobre ella, empezando entonces un forcejeo de en que Myriam fue presa del pánico. La cosa término bruscamente cuando se encendió una lámpara y apareció Victor, que estaba acostado en otro de los sofás del salón, medio dormido, con el torso desnudo y muy enfadado. En cuanto al chico que estaba con ella vio la envergadura de su rival, se marcho a toda velocidad. Myriam apenas se dio cuenta: nunca hasta entonces había estado tan cerca de un hombre medio desnudo, y puedeque fuera efecto de la sidra, pero le parecía que ninguno podía ser tan guapo como Victor. Muy preocupado, él le había preguntad si se encontraba bien. Myriam asintió, colocandose la ropa y recobrando la compostura. Muy serio, Victor empezó a soltarle un montón de consejos que su padre ya le habúa dado... pero una cosa esa oír un sermón de us progenitor y otra muy distinta que se lo soltara el hombre de sus sueños. Myriam se sentó morir de humillación y rabia al ver como la trataba como una niña.
Victor: En fin- había concluido Victor pensando que era muy gracioso- por suerte no ha pasado nada. Dudo que ese mequetrefe supiera besar. Deberías esperar hasta encontrar un hombre de verdad...- Aquella condescendencia fue la gota que colmó el vaso: con los brazos en jarras, Myriam le espetó:
Myriam: Si te crees tan bueno, ¿por qué no me enseñas tú?- Victor le dirigió una mirada fulminante y empezó a lanzarle una andanada que dejó por los suelos su autoestima durante mucho tiempo

Victor carraspeó oncómodo. Po segunda vez, a Myriam casi le pareció que, por primera vez, reconocía que en aquella ocasión su reacción no había sido la más adecuada-
Victor: Hay veces en las que no hay más remedio que mostrarse un poco duro, y, por lo que recuerdo, fuiste bastante arriesgada- se justifico. Su expresión se endureció al recordar la triste historia de si hermana jude-
Myriam: Ya, pero creo que te pasaste al decirme que no era más que una fulana- le recordo Myriam ácidamente-. Por el bien de tú hijo, espero que tus ideas sobre pedagogía hayan cambiado algo estos años
Victor: No sabia que fueras tan rencorosa- fue su increible respuesta- Estarás contenta; por fin has podido echármelo en cara. ¿O es que crees que rechazándome vas a avivir mi interés por tí?
Myriam: ¡Eres imposible! Para que lo sepas, hay una explicación mucho más sencilla, pero dudo que tú puedas entenderlo, entérate de una vez: no me gustas, Victor- Victor enarcó las cejas, reprimiendo el impulso de hacer que se tragara sus palabras... cosa que sería todo un placer, pensó, pasando revista a sus evidentes encantos.
Victor: Lo que dices lo desmienten tus ojos- ¡El muy... gusano! Pra su desgracia, tenía razón. La triste verdad era que lo deseaba con toda el alma. Myriam rezó para que lo unicó que pudiera ver en sus ojos fuera puro rechazo.
Myriam: Si creer eso te hace sentirte mejor, adelante- Victor se hecho a reir, así que Myriam se atrincheró en un ofendido silencio durante el resto del trayecto. Cuando llegaron, no la acompaño hasta la puerta: no le importó, pero pensó que podía mostrarse un poco mas agradecido después de que ella le hubiera salvado el pellejo. Se dijo que no era extrañar: no era más que un niño rico, mimado y caprichoso, Veronica y Tara podían quedárselo de mil amores.

Capitulo 4

TE QUEDARÁS con nosotros el fin de semana, con Alejandro- la voz el otro extremo de la linea no admitía un no por respuesta. Victor suspiró resignadamente.
Victor: Supongo que podré arreglarlo- admitió a regañadientes. Aunque estaba acostumbrado a que si madre se metiera en sus asuntos, odiaba que le organizara la vida, y ella lo sabía.

Aquel era el periodo de tiempo más largo que había pasado alejado de su hijo. Estaba deseando tenerlo para él solo cuando el chavan volviera de sus vacaciones. Pero, mirándolo con objetividad, cosa que rara vez hacia en lo que se refería a Alejandro, la verdad es que estaba siendo un poco egoísta; sus padres veían tanto al niño como les gustaría.

.- Y que venga ella también...
Victor: ¿Ella?- a Victor se le callo la pluma con la que escribia del susto.
.- Si tú prometida- Victor tragó saliva. No se le había ocurrido que Tara se lo contara a su madre. Se maldijo por no haber detectado aquel fallo en su bien trazado plan-
Victor: ¿De qué me estas hablando, madre?- Por desgracia, su altivo tono no desanimó ni un poco a la entusiasta dama.
.- No te hagas el tonto, hijo: he estado hablando con Tara. La verdad, Victor, si querías mantenerlo en secreto, ella es la última persona a la que deberías habérselo dicho. Me ha contado que es una chica encantadora, pero como Tara es capaz de ver el lado bueno de un asesino en serie, me reservo mi opinión hasta conocerla. ¡Y no me vengas con la bobada esa de esperar hasta que se haga a la idea! ¿Desde cuándo eres tan considerado?- se burló su madre-. ¿Pasa algo con esa chica, o qué?
Victor: No se si Myriam podrá ir, mamá
.- Estoy segura de que sabrás convencerla. No hago más que oírlo persuasivo que eres con las mujeres- Aunque Victor no solo estaba acostumbrado al chispeante sarcasmo de su madre, sino que además le parecía estimulante, a veces le gustaría que fuera un poco más constructiva en lo que a criticar su carácter se refería.
Victor: No te puedo prometer nada...
.- Ya me lo figuraba. Eres el hombre mñas escurridizo que conozco. Ya sabes que tu padre y yo iremos a pasar un mes en casa de Chris y Jude, asi que tendrás que veir este fin de semana... a no ser que quieras que vaya yo a la ciudad a conocerla. ¿Estan viviendo juntos?
Victor: Te vere este fin de semana entonces, madre- hay cosas en la que no se pueden evitar, reflexiono. Colgó en teléfono y se puso a pensar: ¿qué hora sería en Nueva York?

...

Myriam se colocó bien el bolso y, al ver una manchita en la punta de sus recién estrenadas botas, se la limpió frotando disimuladamente en pie contra la falda larga. Cuando todavia estaba en esa postura, hasta ella llegó una tenue fragancia que conocía muy bien. Y pensar que media segundo antes su única preocupación había sido decidirse entre dos clases de pasta, se dijo, mientras el corazón empezaba a latirle como una ametralladora. Intentó rerasar lo más posible el momento de establecer contacto visual con aquellos ojos tan turbadores, procurando en cambio tranquilizarse.

Myriam: ¿Qué es esto?- exclamo al fin sin poderlo evitar, aunque sabía muy bien que era el deslumbrante anillo que le había prestado el día anterior.

Por lo menos no había dicho "¿Quién eres?", se consoló Victor filosóficamente, y eso que casi esperaba que lo reciviera de uñas. Pero, aunque creía que iba preparado para cualquier cosa, le sorprendió la intensidad de la inmediata tensión sexual que se estableció entre ellos. Una vez más, es entretuvo contemplando su preciosa figura: parecia una delicada pieza de porcelana, pequeña y perfecta. Seguro que podría abarcar su fino talle con las manos sin el menor esfuerzo. Hizo un esfuerzo por controlarse: aunque no solía frecuentar los supermercados, algo le decía que no debían estar bien vistas las escenas de sexo duro entre las ofertas. Lástima.
Myriam: ¿Qué estas haciendo aqui?- preguntó Myriam con voz ronca
Victor: ¿Comprar quizá?- replico Victor señalando con una gesto los abarrotados estantes-
Myriam: Permiteme que te dé un consejo: deberías llevar una cesta al menos, así no levantarás sospechas del detective.

De hecho, con aquel traje que llevaba de excelente corte ya estaba atrayendo la atención del resto de los clientes, especialmente de las mujeres. Myriam no podía reprocharles esa debilidad en los supermercados, sino más bien en los anuncios de las revistas. Su sola prsencia había levantado una oleada de murmullos perfectamente audible.

Victor: Esperaba encontrarme contigo- aquellas palabras podían derretir el corazón de cualquier compradora solitaria, siempre y cuando, claro, dicha compradora no supiera la clase de serpiente que era.
Myriam: ¿Esperabas? Pues yo creía que estabas deseando perderme de vista- replicó Myriam ácidamente-
Victor: No, lo que pasa es que la otra noche me dejaste muy frustrado- ella le lanzó una mirada gracial-. Esta bien- confesó al fin con una sonrisa capaz de derretir un iceberg-. Te he seguido; he llegado justo cuando salías de tu apartamento-
Myriam: Nunca me había pasado, y no me gusta mucho la idea- ¿Qué demonios quería de ella? Frenéticamente paso revista a un montón de probabilidades, descartándolas todas ellas inmediatamente. Tenía que ser realista: seguro que no había ido a decirle que no podía dormir pensando en ello. Aunque se moría de curiosidad, se hubiera cortado la lengua antes de rebajarse a admitirlo.
Victor: Necesito tu ayuda- Aunque sus hormonas estaban a punto de jugarle una mala pasada, todavía le quedaba un resto de orgullo.
Myriam: ¡Ni lo sueñes!- replicó terminante, mientras se afanaba colocando más latas en el carrito.

Ligera como una mariposa, se posó sobre su hombro una mano que tuvo el poder de inmovilizarla.

Victor: Por lo menos escúchame
Myriam: No hace falta, la respuesta sigue siendo no- Victor nunca hubiera imaginado que un simple monosílabo fuera tan contundente.
Victor: ¿Tienes gato?- Myriam miro el montón de latas de su carrito-
Myriam: No, todavía no, pero me gusta estar preparada- Victor hizo caso omiso de aquel sarcasmo, por lo que ella dedujo que tenía que estar desesperado. Muy en el fondo, sentía cierta satisfacción al saberse dueña y señora del destino de aquel hombre tan orgulloso.
Victor: Tenemos muchos gatos en la casa- Myriam supuso que se refería a la famosa mansión ancestral de la familia-
Myriam: Pues me alegro
Victor: Estoy seguro de que te encantarían
Myriam: Oye, ¿por qué no vas al grano?- le instó impaciente-. No puedo perder todo el día.
Victor: Necesito que fingas otra vez que eres mi prometida... solo durante el fin de semana, de verdad. Tara le habló a mi madre de tí, así que nos ha invitado a su casa. Mis padres se van de viaje dentro de poco, y para cuando vuelvan, Tara ya habrá vuelto con su novio y podremos olvidarnos de este enojoso asunto.- Ni por un momento aquel egoísta había pensado en que ella tuviera otros planes. Myriam se cruzó de brazos y lo miró incrédulo-
Myriam: Supongo que ni por un segundo habrás creído que voy a aceptar
Victor: No, no creo que lo vayas a hacer por mí
Myriam: ¿Qué quieres decir con eso?
Victor: He hablado con Veronica hace rato, le he estado explicando lo que ocurre... Casi se muere de risa.
Myriam: ¡Vaya, y yo que creía que era la única con sentido del humor!
Victor: Me dijo que estaba segura de que ayudarías encantada a uno de sus mejores amigos- sonrió al ver la expresión de horror con la que Myriam recibia estas palabras- Déjame pensar... sus palabras exactas fueron: <favor con favor se paga>. ¡Ah! Por cierto, Veronica me pidió que te preguntara si estás a gusto en su departamento, ese por el que no pagas ni un céntimo de alquiler...

¡El muy malvado! A decir verdad, había insistido en pagar, pero si magnática hermana mayor había rechazado su oferta, insistiendo en que era Myriam la que le hacía un favor a ella cuidándoselo.

Myriam: ¿Acaso me estás diciendo que Veronica me echaría del apartamento si no te ayudo?
Victor: ¡Oh, no! No creo que fuera capaz de demejante bajeza- repuso amablemente-. No, lo que creo es que se sentiría herida si no aceptas hacer un pequeño favor a unos de sus mejores amigos, eso es todo. Se sentiría tan decepcionada...- Myriam estaba apunto de estallar de pura indiganación-
Myriam: ¡Eres una rata chantajista!- ¡cómo le gustaría poder estamparle una bofetada en aquella cara tan dura!
Victor: Veronica está convencida de que harás lo más correcto. Me aseguró que eras una persona de firmes principios, muy justo y honorable- recitó Victor con pretendida humildad-
Myriam: ¡Que es mucho más de lo que se puede decir de tí!- rugió furiosa- ¿Cómo te atreviste a preguntar a mi hermana?
Victor: ¿Acaso temers que me haya contado tus oscuros secretos?- replicó provocadoramente.
Myriam: No tengo ningún secreto- dijo muy digna
Victor: Pues eso no es lo que me ha dicho Veronica- Myriam se quedo sin habla. Iba a matar a esa cotilla... Estaba atrapada. Victor sabía que no iba a dejar a Veronica en mal lugar: no olvidaba que había sido su hermana la que le había financiado buena parte de sus estudios. Aunque sus padres estaban en una posición desahogada, gracias a la auyda de Veronica había estudiado con muchas comodidades. Apretó la barra del carrito hasta que se le pusieron los nudillos blancos.
Myriam: ¡Qué quieres de mí?- preguntó resignada. Victor le lanzó una mirada cargada de intención-. No temas- continúo fríamente-, que no estoy haciendo ninguna proposición indecente.
Victor: Que lástima- Myriam lo miró intrigada. ¿Es que el muy canalla no se iba a cansar nunca de alimentar sus fantasías?
Myriam: Ahórrate la comedia, ¿quiere?, Espero que no descubran la farsa a los cinco minutos...
Victor: No, nos esforzaremos para evitarlo, ¿verdad Myriam? Oye, ¿no crees que deberíamos ponernos algún apelativo cariñoso? Así daremos mayor impresión de credibilidad
Myriam: ¿Qué sugieres?- a ella se le ocurrian dos o tres cosas que le gustaría llamarle-
Victor: ¿Qué te parese <Ricura>?- Myriam le manzó una mirada aviesa
Myriam: Si quieres llegar a viejo, será mejor que ni te atrevas a llamarme así. le advirtió muy seria-
Victor: Como quieras- replicó de inmediato, dispuesto a lo que fuera con tal de conseguir lo que se proponía.

...

- A ver: tu hermana está casada con un americano y viven en Maine- Myriam se veia incapaz de recordar los mil y un detalles que Victor le había contado sobre su familia.
- No: viven en Nueva York, pero tienen una casa de verano en Maine, que es donde ha estado Alejandro. Tienen un niño un par de años mayor que él y un bebé. Ya le he dicho a mi madre que quiero darle yo mismo la noticia de la boda cuando me parezca más conveniente, y, por suerte, en lo que al niño concierne, hace siempre lo que yo digo- ojalá, pensó. aquella actitud se extendiera a otras facetas de su vida- Asi que no tenemos que preocuparnos por eso.

Cuando le hablaba asi, parecía que todo aquel condenado asunto era cierto. Había habido momentos mientras memorizaba interminables listas de parientes, en los que había llegado a creer que de verdad ina a comocer a sus futuros suegros. Por suerte, se sabía capaz de mantener los pies en la tierra.

- No es muy corriente, ¿verdad?
- ¿El qué?- pregunto Victor sin apartar los ojos de la carretera. Tal y como era de suponer, era un conductor magnífico, pero, curiosamente, poco amigo de la velocidad.
- Que un niño viva con su padre- por lo que había leído en las revistas, era poco más de un bebé cuando sus padres se separaron-. No me parece que seas precisamente...
- ¿Un modelo de padre?- Victor remató la frase tan bruscamente, que ella se quedó callada unos minutos.
- No se cómo fue capa Tara...- atacó de nuevo
- ¿De abandonar al niño?- Victor le dedicó una mirada acerada-. No lo hizo: Tara puede ver al Alex siempre que quiera. Pasan juntos largas temporadas.

Lo que no debía ocurrir muy a menudo, pensó Myriam, teniendo en cuenta la apretada agenda de la modelo.

- Ella lo quiere un montón- continuo Victor-. Lo que pasa es que vive conmigo.
- No la estaba criticando
- Si, lo hacías, aunque no has ducho nada que no le hayan repetido asta la saciedad: en su propia cara, a sus espaldas o en los periodicos. La han llamado en todos los tonos que te puedas imaginar <madre desnaturalizada>. Pero no tienes ni idea...
- No, claro que no. Pero supongo que todo los que van a estar en la casa este fin de semana lo saben, y no quiero meter la pata.
Victor la miró divertido.
- Por lo poco que te conozco, me temo que es precisamente lo que harás a las primeras de cambio...- bromeó-. Pero creo que tienes razón, asi que te contaré la historia: La familia de Tara es muy numerosa, ellas es la mayor de diez hermanos. Eran muy pobres; cuando el padre los abandonó, la madre empezó a tomar antidepresivos que tus colegas le recetaban como caramelos.

A Myriam le pareció entender que, en cierto modo, le hacía responsable del descuido de cierto sector de la profesión médica veinte años atrás. Sin embargo, estaba tan interesada por aquel relato, que no dijo nada.

-En vez de jugar con muñecas, le tocó cuidar de sus hermanos, cosa que hizo asta que saltó a la fama- continuó Victor-. Quiso hacerlo por Alejandro, pero se sentia profundamente desgraciada, atrapada incluso. Tal vez le hubiera resultado más facil si hubiese estado enamorada de mí, pero no lo estaba. Y eso eso todo, porque supongo que de mí y de mi familia ya sabes lo suficiente. ¿Satisfecha?
- ¿Desidieron tener a Alex como último recurso para salvar su matrimonio?- inmediatamente, Myriam lamentó haber expresado en voz alta sus pensamientos... pero aun asi, tampoco habia motivo para que Victor le lanzara aquella mirada de reproche, bien mirado era una deducción lógica y una solución por la que optaba más de una pareja en crisis.
- ¡Vaya! Eso es algo que ni siquiera se les había ocurrido a los paparazzi. No sabía que la profesión médica estuviera planeando hacer la competencia a la prensa amarillista.

Aquel era un insulto terrible porque provenía de alguien que había sido tratado como un pelele por los medios: primero lo habían techado de traidor a su patria al abandonar su carrera deportiva en el momento de mayor éxito, y luego le habían colgado el sambenito de abnegado padre abandonado por su esposa.

- Esta bien: ya que muestras tanta curiosidad, te contaré exactamente cómo fue- Victor detuvo el coche a la orilla de la solitaria carretera.
- No, no hace falta...
Haciendo caso omiso de sus protestas, Victor la asió por la barbilla para obligarla a que lo mirara directamente a los ojos.

La curiosidad de Myriam, premeditada o no, había removido los recuerdos más dolorosos de su vida, y reavivido el temor de que un día aquellos maliciosos rumores llegaran a oídos de Alex. No pensaba tener ninguna consideración con Myriam: en su opinión, la gente que metía sus narices en los asuntos de los demás, no merecía el menor respeto-
- Alex fue concebido sin segundas intenciones y con mucho places, te lo puedo asegurar. Myriam se ruborizó asta la raíz del pelo-. Efectivamente, ocurrió durante nuestro último intento por arreglar la relación, y sí, es hijo mío aunque no, no piesno hacerme las pruebas de ADN. ¿Satisfecha?- Myriam se hundió en su asiento, sintiéndose una arpía.

Y para colmo, lo peor era que no podía evitar imaginarse a sí misma compartiendo con él la situación que acababa de describir. Nunca había estado tan a merced de sus hormonas como en aquellos instantes. Lo único que se le ocurrió para salir de aquel atolladero, fue apelar su orgullo.
- ¡Oye! No le tomes conmigo porque tu mujer prefirio marcharse con otro hombre- le espetó, al tiempo que se apartaba un mechón rebelde de la cara-. No quiero ser tu cabeza de turco...

Victor se quedó atónito. Myriam estaba hecha una furia, con los ojos centellantes y los labios brillantes... tan tentadores que tuvo que hacer esfuerzo para no besarla.
- Está muy claro lo que te atrajo de Tara- continuó Myriam lanzada-. aunque no puedo entender qué es lo que ella vio en tí.

Victor no pudo resistirse un segundo más: la principio fue un beso salvaje, como su mirada, que fue disolviendose en la más pura dulzura para, cuando Myriam le rodeó el cuello con sus brazos, convertirse en algo más, mucho más peligroso.
Pero Myriam no pensaba en los riesgos, sino en concentrarse en lo que estaba sintiendo: no pudo reprimir un gemido de enterrar por fin sus dedos en su pelo negro...
Él la besaba en el cuello, los párpados... por todas partes. Colmó de expertas caricias hasta el último rincón de su rostro, para, poco a poco ir bajando la manos por su espina dorsal, y al llegar a la cintura, apretarla contra su cuerpo. Myriam sintió una devastadora oleada de placer que la impulsó a responder apretando sus senos contra aquel musculoso torso; a sus oídos llegaba el ensordecedor rumor de sus pulsos latiendo al unísono.
Aquellas sensaciones no había sido capaz de imaginarlas ni en sus más locas fantasías...
Solo se separaron cuando pasó una motocicleta a su lado haciendo sonar el claxon estrepitosamente, seguida de unos cuantos coches que siguieron su ejemplo.

- Ha sido una tontería- murmuró Myriam, algo abórchonada por el espectáculo que acababan de dar. Estaban aún tan cerca el uno del otro, que veían sus rasgos desenfocados.
- Tienes razón- convinó él, aunque mantuvo un instante más las manos debajo de su camisa de seda entallada que llevaba puesta. Sin embargo, Victor sabía que tenía que cortar aquello como fuera. Era un camino sin salida. Sin embargo, cuando sin querer le rozó un seno al separarse, fue como si recibiera una descarga electrica.
- Tienes una piel increiblemente suave- gruñó, deslizando los dedos justo bajo el límite que marcaba el sujetador de encaje. La excitación se le hizo insoportable cuando notó el suave perfume femenino que emanaba de su piel.
A Myriam se le habían desabrochado los botones de la blusa, lo que le permitía ver la visión de un delicioso escote que ya había tenido ocasión de apreciar gracias al vestido que había llevado en la cena con Tara. Muy frustrado, recostó la cabeza en el asiento y se pasó una mano por el pelo.
- Tienes razón- dijo devolviendose a mirarla-. No es el momento ni el lugar para que hagamos esto.
- ¿Hagamos?- repitió Myriam muy digna... Aunque era difícil mantener esa postura con el pelo alborotado, las mejillas ardiendo y la camisa desabrochada casi hasta la cintura, Myriam era extremadamente tozuda. Aquel engreído de Victor Garcia, en cuanto besaba a una chica debía pensar que pasaba a ser de su propiedad... lo que, teniendo en cuenta lo bien que lo hacía tal vez fuera raro después de todo. Sin embargo, ella no estaba dispuesta a ser una más.
- Puede que no sea muy caballeroso recondártelo- replicó Victor como de pasada, mientras lenzaba un vistazo a su reloj-, pero no parese que lo hayas hecho a disgusto, precisamente.
- No, debo reconocer que técnicamente es inmejorable- dijo Myriam condescendiente
- ¡Vaya! Pues muchas gracias, señorita- se burló Victor
- Sin embargo, un poco de espontaneidad no te vendría mal- le aconsejo Myriam en el mismo tono de perdonavidas-. Parecias algo tenso...
Curiosamente, Victor no se molesto por aquellos comentarios, más bien al contrario, se echó a reír a carcajadas, lo que le hizo aún más atractivo si cabía a ojos de Myriam.
- Entiendo perfectamente lo que quieres decir- a Myriam no le gustó nada el tono en que lo dijo-. Pero no te preocupes, sabía muy bien qué estaba haciendo y con quién... No temas que te confunda por otra ni aunque estemos a oscuras.
Seguramente creía que aquello era un cumplido, pero, de ser así, no podía haber sido expresado de forma más ambigua.
- No creo que vayamos a estar a oscuras nunca- murmuró sombria.
- ¿De verdad? Sin embargo, te diré que acariciar sin ver puede ser una experiencia de lo más intensa- Victor se demoró a placer en aquella perspectiva-: me encantaría la idea de tomarte de la mano y guiarte por mi cuerpo- dijo con voz ronca
- Si vuelves a hablarme de ese modo...- Myriam se interrumpió instante porque sabía que en ese caso lo que haría sería dejarle hacer encantada-, le contaré a todo el mundo que no estamos comprometidos.
Él no pareció en absoluto preocupado por aquella perspectiva.
- Bueno, vámonos- dijo poniendo la llave en el contacto-, anda, abrochate la blusa, no vaya a ser que todavía tengamos un accidente.
Roja como tomate, Myriam se apresuró a obedecer. Estaba segura de que le estaba tomando el pelo: era posible que un hombre que podia elegir entre dos mujeres de bandera como Tara y Veronica se sintiera aunque fuera minimamente tentado por su humilde persona.

...

Victor no se detuvo en la entrada pricipal, sino que se dirigió a la parte de atrás, donde los origenes isabelinos de la inmensa mansión no eran tan apreciables.
- Barbacoa familia- anunció, habriéndole la puerta-. y me parece que llegamos tarde- su madre era una fanática de la puntualidad, a pesar de llevar más de treinta y cinco años casada con su despistado padre.
Myriam se quedó impresionada por la magnificencia de la mansión, y temió que le iba a ser muy difícil encontrarse a gusto en ella... con aquella gente.
- No puedo, Victor- paralozada te terror, ni se movió de su asiento-, pensé que sería capaz, pero ahora...
- ¿Los nervios del estreno?
- Soy médico, no actriz. Cenar con Tara, bueno, pero conocer a tu familia...- le explicó temblorosa-. Y no me has ayudado nada, ni siquiera me has dicho qué ropa tenía que traer- añadió resentida.
- Oye, oye, que no somos la familia real; este país está a rebosar de nobles venidos a menos.
- ¡No fastidies! ustedes no son precisamente unos pobretones...
- Es verdad, pero tampoco hace falta que me lo aches en cara. Además, por si no lo sabías, mi madre es la hija de un granjero irlandés.
Aunque fuera un alienígena venido directamente de Marte, penso Myriam, eso no cambiaba un ápice la situación.
- Ya es demasiado tarde para que vambies de opinión, Myriam: creo que ya nos han oído llegar- añadió Victor al escuchar unas voces que se acercaban-. Anda, que no te van a comer- le tendió una mano para ayudarla a salir del Jaguar, y la atajo contra sí-. Tú relájate y disfruta.
- Si, nada menos- refunfuñó Myriam pugnada por desasirse de aquel abrazo que la tenía atrapada contra su pecho marmóreo-. ¿Te importaría soltarme?
- Ni hablar- replicó Victor sugetandola con más firmeza y dándole una nalgada en el trasero-. Seguro que nos están mirando, asi que tenemos que dar una buena imagen. Las primeras impresiones son muy importantes, ricura.
A Myriam le importaba un comino las primeras impresiones, y para soltarse le propinó una patada en la espinilla.
- ¡Maldita sea!
- ¡Te lo advertí
- Tienes razón- replicó Victor-. Mi niñera siempre decía contra la crueldad, cariño
- ¡Oh, no!- exclamo Myriam en cuanto adivinó en qué estaba pensando-. ¡Si me besas re juro que la próxima vez apuntaré mejor!.-Victor se quedó mirando entre curioso y divertido-
- No lo dirás en serio, ¿verdad?- preguntó con admiración sincera.

Espero que los disfruten niñas
Nos veremos la proxima semana niñas sales bye

Gracias por los capitulos

garcias por el capitulo

Gracias por el capitulo nos vemos pronto bye Atte: Iliana

graciias niiña x los cap me encantaron y claro k kii estare esperando los siiguiientes cap