Una Venganza Muy Dulce

-¿Vamos a empezar de nuevo? -le dijo al oído con un murmullo apenas apreciable.
Myriam tembló de miedo. Tenía que darle la respuesta acertada. Quería que esta vez todo fuera diferente.
-Lo hice todo mal al utilizar un nombre falso. Lo sé. Y siento mucho haberlo liado todo entre nosotros -se disculpó con ansiedad-. La única excusa que puedo darte es... que me sentía tan insegura, Víctor...
Él suspiró profundamente y ella sintió su aliento en el cabello.
-Yo fui demasiado rápido. Me maldije por ello. Si te hubiera dejado seguir siendo Mairym Montés, quizás hubieses aprendido a confiar en mí.
Él hablaba del pasado, no del presente. No escuchaba esperanza en su voz, solo tristeza. Myriam sintió un gran peso en el corazón. Parecía que no pensaba en recuperar lo que habían perdido.
La música cesó.
Víctor la soltó ..
-¡No! -fue la respuesta vehemente de su hermano.
Danny se quedo sorprendido por la agresividad de su hermano.
-Esta vez no, Danny-. Myriam no es para tí. Nunca lo fue. Y yo soy el que voy a bailar con ella. Vete por ahí a buscar a otra mujer.
Danny lo miraba boquiabierto.
-De acuerdo. Relájate. Solo pretendía...
-Meterte en medio. Como hiciste hace nueve años.
-Pero, Víctor, eso es la prehistoria.
-No, para mí. Lárgate, Danny.
-De acuerdo, me largo -dijo Danny alejándose con los ojos como platos y rojo de vergüenza.
Víctor dio un paso al frente y agarró a Myriam por la cintura para bailar con ella. El abrazo era fuerte y posesivo y parecía que el corazón quería salírsele del pecho.
-¡En, un momento! -interrumpió la voz de Inés-. Yo me quedo con esto -añadió tomando la varita y pasándosela a Raúl-. También tengo que quitarte las alas para que no se estropeen.
-Inés tiene razón -dijo Raúl-. No queremos más disgustos.
-Ya podéis bailar -anunció Inés con las alas en la mano-. O pelearos, o lo que queráis.
Raúl y Inés eran dos almas gemelas y sabían cómo armonizar su mundo. Dejaron a Myriam y a Víctor a solas para que hicieran lo que necesitaran con el suyo.
Víctor le tomó la mano y entrelazó los dedos con los de ella.
-Dime que esto no es un juego, Myriam –pidió con intensidad.
-No es ningún juego, te lo prometo -le respondió con verdadero fervor.
Sus padres pasaron al lado bailando.
-¿Estáis bailando o qué? -preguntó su madre divertida.
Para no atraer más miradas curiosas, Víctor se puso a bailar apretando a Myriam contra su pecho.
Ella apenas podía oír la música de lo fuertes que eran los latidos de su corazón.
-¿Vamos a empezar de nuevo? -le dijo al oído con un murmullo apenas apreciable.
Myriam tembló de miedo. Tenía que darle la respuesta acertada. Quería que esta vez todo fuera diferente.
-Lo hice todo mal al utilizar un nombre falso. Lo sé. Y siento mucho haberlo liado todo entre nosotros -se disculpó con ansiedad-. La única excusa que puedo darte es... que me sentía tan insegura, Víctor...
Él suspiró profundamente y ella sintió su aliento en el cabello.
-Yo fui demasiado rápido. Me maldije por ello. Si te hubiera dejado seguir siendo Mairym Montés, quizás hubieses aprendido a confiar en mí.
Él hablaba del pasado, no del presente. No escuchaba esperanza en su voz, solo tristeza. Myriam sintió un gran peso en el corazón. Parecía que no pensaba en recuperar lo que habían perdido.
La música cesó.
Víctor la soltó y, por un terrible instante, Myriam se sintió despechada. Todo había acabado. No había más oportunidades. Entonces, él la tomó de la mano.
-Ven conmigo -dijo llevándosela al jardín.

Los demás estaban cantando el Cumpleaños Feliz a la madre de Víctor y nadie se dio cuenta de que salían. Corrió la puerta de cristal que daba al jardín y se la llevó fuera. Caminaron hasta el final, hasta una zona muy oscura.
-Aquí no nos molestarán -murmuró soltándole la mano y separándose de ella unos pasos.
Myriam no tenía ni idea de lo que pretendía.
Una frágil esperanza le susurraba que él quería estar con ella. Quería hablar y eso podía ser una buena señal. Pero se sentía incapaz de pronunciar palabra.
-Siempre ha sido una cuestión de confianza-declaró Víctor meneando la cabeza como si algo lo estuviera atormentando-. Lo hice tan mal hace nueve años...
-Víctor, vamos a olvidarlo todo -suplicó deseando un futuro juntos.
-Tengo que hacerte comprender, Myriam. No podemos dejar pendiente este asunto -añadió con vehemencia-. Necesito que sepas que fuiste muy especial para mí. Incluso cuando era una niña pequeña, me mirabas de esa forma... con los ojos llenos de inocente confianza... Como si pensaras que nada podría pasarte porque yo estaba allí para protegerte.
-Eso es como el culto a los héroes -dijo deseando que dejara de hablar del pasado, asustada de que no condujera a ningún lugar bueno.
-No, era algo más. Nadie más me daba esa sensación de... puro amor. Me imagino que se podría decir que me alimentaba de él, hasta que me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo. Me convencí a mí mismo de que al forzar la ruptura te estaba dando libertad. Pero lo que rompí fue tu confianza mí.
«Era amor verdadero», quiso gritar Myriam, pero se mordió la lengua al no sentirse tan valiente como para confesar la verdad.
-Me odié por haberlo hecho, por haberte perdido -continuó Víctor-, y supe que nunca más podría volver a tenerte. Así es que, cuando reconocí a Myriam Montemayor en Mairym Montés... me pilló desprevenido. Quería que volvieras a creer en mi. Cuando no lo hiciste, en lugar de enfrentarme a lo que yo había hecho, comencé a dejar de confiar en ti.
Víctor extendió las manos a modo de suplica.
-Te juro que es verdad, Myriam. Durante estos nueve años, mi corazón ha estado como muerto. Ninguna de las relaciones que he tenido ha sido importante para mí. Después, hace una semana...-se acercó a ella, despacio, con ojos observadores, indagadores-.- conocí a un hada de cuento, y cuando ella me besó, fue como si hubiera hechizado mi cuerpo y mi alma - añadió con voz ronca.
-A mí me pasó lo mismo, Víctor -susurró Myriam-. Por eso he querido venir vestida así hoy, para que volviera a suceder la misma magia.
-Myriam...

Myriam y Víctor se fundieron en un beso apasionado. Necesitaban que todo saliera bien para que la magia volviera a surgir y los invadiera. El pasado ya no les interesaba. Solo importaba el presente y el viaje que pudieran emprender desde allí.
-Haré todo lo que esté en mi mano para recuperar tu confianza. Dame otra oportunidad. Myriam -le susurró al oído.
-Abrázame fuerte. No me sueltes.
-Nunca -le juró-. Nunca.
Y la besó con esa promesa en los labios, en el alma. Y sus corazones latieron al unísono.
-¿Víctor?... ¿Myriam?... -era la voz de Carole que los llamaba.
Víctor dejó de besarla con un suspiro.
-Sí... ¿qué pasa? -respondió de mala gana.
-Voy a traer el pastel de mamá. Os quiero a los dos dentro con todos los demás.
-Estaremos ahí en un minuto -aseguró a su hermana y luego, mirando a Myriam, le dijo-: ¿Te parece bien... enfrentarte a mi familia conmigo?
-¿Y a ti?
-Por mí no hay ningún problema. Estoy encantado de tenerte a mi lado y no me importa que todos sepan que eso es lo que quiero.
-Entonces, por mí tampoco hay problema.
Con un pulgar le acaricio la mejilla.
-Yo te cuidaré, Myriam.
-Confío en que lo harás -le aseguró con una sonrisa-. Este es el principio de nuestra segunda oportunidad.
-Sí -confirmó Víctor.
Y juntos caminaron hacia la casa dejando la oscuridad detrás.
No había lugar para la oscuridad es sus corazones, solo para la magia.

POR unos días muy felices, Víctor -dijo Raúl levantando su copa de champán-. Y noches también-añadió con una sonrisa.
-Gracias -dijo Víctor, devolviéndole la sonrisa.
Estaban en el exterior de la carpa de la Colina del Observatorio, tomando un poco de aire fresco.
Myriam e Inés se habían ido a retocar.
El resto de la familia y amigos estaban en el interior, pero Víctor no quería circular entre ellos sin llevar a su flamante esposa del brazo.
-La mujer apropiada, en el lugar apropiado y en el momento oportuno. ¿Sabes que día es hoy?
Hoy es el día en que Julio César fue derrotado.
Víctor rió a carcajadas.
-Yo renunciaría a cualquier corona por tener a Myriam por esposa. Es la única fecha que quedaba libre este mes para celebrar aquí la boda y no queríamos esperar más.
-Pero si solo han pasado cuatro meses -le recordó Raúl.
Víctor negó con la cabeza. Llevaba esperando toda la vida.
-Inés insiste en que embistes como un toro.
-Bueno, no parece que vosotros os estéis durmiendo en los laureles, querido amigo. Menuda esmeralda lleva Inés en su anillo de compromiso.
-No quiero perder a esa mujer. Pero aún tenemos mucho de que hablar.
-Cada uno a su ritmo. Raúl.
-Estoy de acuerdo. Los dos hemos salido vencedores, y eso que aún no hemos cumplido los treinta y uno -declaró Raúl lleno de satisfacción.
Víctor sonrió por la costumbre de su amigo de echar siempre cuentas. La edad no tenía nada que ver con lo que sentía por Myriam. Ella había iluminado su vida de muchas maneras. Se maravillaba de lo afortunado que había sido. Myriam había decidido vengarse y el resultado había sido perfecto.
Desde luego, había sido una buena idea celebrar su boda en el mismo sitio en el que se habían encontrado. La magia había funcionado en ese lugar y siempre sería muy especial para ellos.
-¿Qué estáis haciendo aquí fuera?
Los dos se volvieron a mirar a Danny.
-Esperando por nuestras mujeres –respondió Raúl. Nos han dejado para empolvarse la nariz.
-Unas narices muy bonitas -comentó Danny sonriéndoles-. Tengo que deciros que habéis encontrado unas joyas.
Víctor se sintió obligado a preguntar a su hermano:-¿Sin rencores, Danny?
En un primer momento, Danny se quedó sorprendido, pero poco a poco fue comprendiendo.
-¿Por Myriam?
-Estabas colado por ella...
-Fue una obsesión de juventud -dijo Danny quitándole importancia-. De hecho, me alegro mucho de que hayáis acabado juntos. Ojala no me hubiera puesto tan pesado hace nueve años. Entonces, no me di cuenta de que estaba fastidiando algo realmente especial; pero ahora lo veo claro. De verdad, Víctor, me alegro muchísimo por los dos.
Danny dio un paso al frente con la mano extendida ofreciéndosela a su hermano y Víctor la apretó con aprecio.
-Gracias, Danny.
Myriam e Inés aparecieron en ese momento.
-Raúl, la orquesta está tocando un tango. ¿Vamos a bailar?
-Claro, preciosa.
Le dejó la copa de champán a Danny y se acercó a Inés bailando. Raúl se la llevó a dentro. La felicidad que emanaban dejó a los otros tres sonriendo.
-¿Quieres bailar tú también? -le preguntó Víctor a Myriam.
-Prefiero quedarme aquí un rato contigo.
-¡Bien! -dijo Danny y le tomó la copa de champán a Víctor-, Un buen padrino sabe cómo cuidar de las necesidades de los novios-. Antes de desaparecer añadió-: lo mejor que Víctor ha hecho en su vida; traerte a ti a la familia. Desde luego, estáis hechos el uno para el otro.
-Gracias, Danny -dijo Myriam.
Vio cómo se dirigía hacia la carpa y después miró a Víctor inquisitiva.
-Solo quiere dejar clara su postura. No hay ningún problema con él. Se alegra por nosotros-le aseguró Víctor.
-Para mí, solo fue y es, tu hermano.
-Lo sé.
El sentimiento de lo afortunado que era se acentuó al verla acercarse... Estaba tan guapa vestida de novia, parecía un hada... Pero lo más precioso de todo era el amor que reflejaban sus ojos.
Y la confianza que ya no iba a perder nunca.
Él extendió las manos y la envolvió con los brazos. Ella rodeó su cuello con los suyos.

-Llevas el reloj que te regalé -dijo Myriam-. No me di cuenta hasta que alzaste el brazo para brindar con mis padres.
-Me apeteció llevarlo hoy. Te quiero, Myriam. Para mí nunca habrá nadie más.
-Tampoco para mí -dijo en un murmullo-. Siempre fuiste el único... el amor de mi vida.
Y eso era la cosa más mágica de todas, pensó
Víctor mientras la besaba, que cuando el Destino volvió a cruzar sus caminos, ella todavía lo quería.
Él tuvo la oportunidad de descubrir que ella era la mujer que esperaba.
La única.
Su esposa... su alma gemela... el amor de su vida.


FIN!!!!!

Hay Niña que hermosa novela, ahh me gusto mucho jaja llevo quien sabe cuanto tiempo aqui pegada leyendola ahh quiero mas =) en verdad te quedo muy linda gracias por un verdadero cuento de Hadas

JENNY TE DOY 10 ESTUBO WENISIMA LA NOBEEE ME GUSTOO MUCHOTEE GRASIAS NI/A..............

ah muchas gracias por la novelita!!1.. me encanto.. estuvo muy lindaa!!..

SUPER LINDA NOVELA, GRACIAS

muy bonita la novela gracias

BONITA NOVE GRAX

A QUE LA HADITA

SALUDOS