EL PIRATA Y LA SIRENA... By MarySan

GRACIAS POR EL CAPITULO

me quede picada con tan buen capi gracias

gracias por el cap niña

Gracias por el capitulo, esperamos el siguiente.......Ya se van a besar que padre
Saludos....... no tardes pliss.....

CAP: VII
Regreso a casa

Cuando las bocas estaban a milímetros una de la otra, Myriam pensó en lo que se había estado recordando desde que Víctor le hiciera aquellas insinuaciones… Las sirenas no podían besar a un hombre… Y como en cámara lenta volteó la cabeza y los labios de Víctor fueron a parar directamente a la mejilla de Myriam… Víctor se quedó ahí respirando el olor de su piel sin moverse…

- Tramposa… - Pero de todos modos le plantó un beso tronado… - Mañana por la mañana te dejaremos ir… Regresar a tu mundo… - Myriam asintió y Víctor se puso de pié… - Voy por algo de piña… - Le dijo sonriendo… Myriam sonrió a su vez y se dijo que la disfrutaría como si fuera la última vez… Porque en realidad lo era… La última vez que comería piña, uvas y todos esos manjares que había probado en su divertida estancia en el barco… Y sobre todo, era la última vez que lo vería a él y respiraría su olor… Y la última que intentaría besarla…

La mañana llegó mucho antes de lo que ella lo hubiera querido… Ese día Víctor le quitó las vendas que traía en el brazo porque ya no las necesitaba… El tejón la miraba tratando de aguantar las lágrimas un poco más atrás de ellos… Había un tenso ambiente… Después que Víctor hubo revisado las heridas por enésima vez, se puso de pié y dijo…

- Voy a traer tu comida… No podemos dejar ir a una dama con hambre ¿no tejón? – Le dijo sonriendo al niño quien luchaba por contener las lágrimas…

- ¡No mi capitán! Ni a una sirena mi capitán… - Víctor soltó la carcajada

- Claro… Ni a una sirena… - Dijo saliendo del camarote… Cuando quedaron a solas…

- Ya debes estar ansiosa por regresar a tu casa… - Afirmó el niño…

- Sí… Pero… A donde voy no hay piña… Ni uvas… Ni coco con limón… - Las caras que hizo de antojo hicieron soltar al niño sonora carcajada… Y luego a ella… reían juntos con muchas ganas - Ven… - Lo llamó… El chiquillo se acercó y – Te voy a dar un abrazo… - Y sin esperarlo, el tejón se echó a sus brazos… - Te voy a extrañar mucho… Sobre todo voy a extrañar nuestros juegos de cartas…

- Yo también… Eres a la única que le podía ganar…

- ¡Oye! ¡Ya no me ganabas todas! – Le dijo ofendida…

- Pero casi todas… - Le dijo mirándola – Y no te pude enseñar todos los juegos que sé… - No se dieron cuenta que Víctor estaba en la puerta con la bandeja de fruta para Myriam… Pero no quiso entrar… Quería darles tiempo para despedirse…

- Ya sé… - Le contestó triste…

- Si quieres… Yo te puedo ver algún día en la playa y te puedo llevar piña… - A Myriam se le iluminaron los ojos… - O podemos vernos para jugar…

- ¿De veras? – Le preguntó interesada…

- ¡Sí! ¡De veras! – Le contestó entusiasmado… Víctor abrió la boca con incredulidad ¡Estaba citándose con el tejón! Lo más gracioso era que él mismo había estado contemplando la idea de decirle que quería seguir viéndola… Y no sabía que pretexto usar… Había estado dándole vueltas al asunto toda la noche y de buenas a primeras el muchachito aquel se le había adelantado con un simple ofrecimiento de piña y de una mano de cartas ¡Qué fáciles eran las mujeres! Aunque en realidad aquella no era una mujer… Era una sirena y no debía olvidarlo… - Pero y ¿cómo lo haremos? ¿cómo sabré cuando te veré?

- Muy fácil… Yo voy a dejarte una bandera pirata amarrada al árbol que está en el acantilado que está en la playa donde apareció mi capitán después del naufragio ¿sí sabes cual? - Le propuso el niño

- Sí… Ya sé cual… - Le respondió ella… - Pero… Como sabré ¿dónde y a que hora?

- Mmmm… Cuando te deje la bandera iré a asomarme todas las tardes a las 6… Y te veré en la roca más baja… La que da al mar…

- No… Yo estaré pendiente de la bandera… Todos los días vendré a asomarme si está… Y si la veo, ese mismo día te esperaré en la roca…

- Ah bueno… Pues entonces te veré ahí.. – Le dijo alegre… Víctor decidió entrar entonces… Myriam y el tejón lo miraron al mismo tiempo, llevaba la comida y algo más en una bolsa…

- Traje un pequeño obsequio… - Myriam tomó la bolsa que él le ofrecía junto con el desayuno y encontró trozos de fruta en ella… Y Myriam sonrió más ampliamente…

- ¡Gracias! – Le dijo con los ojos brillantes…

- En cuanto termines de desayunar te podrás ir… Nadie estará en cubierta cuando te vayas… Así evitaremos comentarios y trampas… - Le dijo serio

- ¿Nadie mi capitán? ¿Ni yo? – Le preguntó contrariado

- Tu sí… Tú tienes que ayudarme a liberarla… - Le dijo condescendiente… El chiquillo se alegró de sobremanera…

- Sí, mi capitán – Myriam comió toda la fruta despacio, como si no quisiera que el momento de partir llegara… Pero cuando se terminó hasta el último trozo…

- ¿Estás lista? – Le preguntó Víctor… Myriam solo asintió con la cabeza así que él se acercó – No olvides mis catalejos… - Myriam se sorprendió y recogió el curioso aparato para envolverlo entre sus manos y la bolsa con la fruta... – Voy a cargarte… Myriam se miró la camisa del marino que aun traía puesta… - No, esa quédatela… No dudo que los demás estén asomados por alguna rendija… Quítatela hasta que te encuentres lejos del barco… - Myriam asintió y él se agachó… - Pásame el brazo por el cuello… Te voy a sacar… - Y como si no pesara más que una pluma, Víctor la sacó de la tina y con ella en brazos atravesó la puerta del camarote… Myriam cerró los ojos… Esa era la última vez que estaría tan cerca de su marinero de cara bonita… La última vez que percibiría ese aroma que la estremecía… Llegaron a la parte más baja del barco… Víctor ya tenía preparada una gran manta y una cuerda que con una polea le serviría para bajarla sin hacerle daño… La acomodó sobre ella y… - Tranquila… Esto es seguro… Ya lo probé ¿Lista?

- Sí… Lista… - Víctor comenzó a dar vuelta al rodillo pero cuando ya la acercaba a la orilla, dando vueltas paró en secó y atoró la cuerda… Myriam quedó suspendida en el aire mirándolo sorprendida… Víctor se acercó ella entonces…

- Olvidé algo… - Le dijo mirándola serio…

- ¿Qué? – Preguntó ella con el ceño fruncido… Víctor la miró a los ojos…

- El beso… - Myriam abrió los ojos como platos ¿Había oído bien? – Sí, no te hagas la sorprendida… Quiero besarte antes de que te vayas…

- ¡No! No puedes… No debes…

- Pero quiero… - Le dijo con seguridad…

- No, no… No puedo… No debo… - Le dijo poniéndose muy nerviosa porque en su interior moría por hacerlo… Sabía que besarlo sería increíble…

- Entonces no te voy a dejar ir… - Myriam lo volvió a mirar sorprendida – A menos que…

- ¿Qué? – Le preguntó ella temerosa de lo que le propusiera…

- Quiero verte… Seguirte viendo… - Myriam no supo si brincar de alegría o saltar al mar y huir a toda prisa… Los latidos de su corazón parecían querer salírsele del pecho…

- ¿Por qué? – Le preguntó casi sin aliento…

- Porque sí… Ya te lo dije antes… Me embrujaste… No me preguntes porqué, yo solo sé que necesito segur viéndote… Acepta… Y cumple o en este momento te doy un beso… Aquí frente a todos… Frente a los marineros que seguramente están espiando… Y lo voy a hacer frente a tu José el tejón… Para comprobarle que te gusto…

- ¡No me gustas! – Protestó indignada

- Tu… A mi… Me gustas… Y yo estoy seguro que yo te gusto a ti, por eso el tejón te hace burla… Y en este momento te voy a besar si no aceptas verme…- Le dijo mirando sus labios… - Myriam sintió que el corazón se le subía a la cabeza…

- Bueno… Entonces sí…

- ¿Sí que? ¿Sí te dejarás besar? – Le dijo acercándose más, provocando que ella se echara hacia atrás - ¿O sí te podré volver a ver?

- Sí te veré – Víctor sonrió… El beso se daría en algún momento… Lo sabía

- Te veré cada 7 días… A esta misma hora… - Le dijo él… - En el islote de la gaviota ¿lo conoces? – Le preguntó hablándole tan bajito que solo ella podía apenas percibir lo que le decía…

- Sí… - Le dijo igual de bajito…

- No me dejes esperando… Porque entonces no dejaré al tejón asistir a sus citas y mucho menos llevarte ninguna piña… Él no va a desobedecerme - Myriam abrió la boca incrédula… ¡Los había escuchado! - No te sorprendas… Yo tengo oídos en todos lados… - Myriam quería parecer enojada pero no pudo contener una sonrisa… Entonces Víctor agachó la cabeza y le besó la mejilla… - Hasta dentro de 7 días hermosa Myriam… - Myriam otra vez sintió que el corazón le latía como si hubiera nadado kilómetros a toda prisa… Una sonrisa quedó dibujada en el rostro de ambos… Myriam aferró la bolsa con la fruta y el catalejo de Víctor mientras este la bajaba hasta el océano… Cuando llegó abajo pudo por fin volver a sentirse libre… Miró hacia arriba y vio a su pirata favorito y a su nuevo cómplice y amigo mirándola alejarse… Con la mano les dijo adiós contestando la despedida del tejón y sin poder dejar de mirar aquellos ojos y aquella figura que tanto la fascinaba… Cuando ya llevaba un rato nadando y dirigiéndose hacia los suyos recordó que aun traía la camisa de Víctor puesta, se la quitó y la enredó hasta que solo fue un montón de tela… Luego se tocó la mejilla y casi pudo sentir los labios de Víctor en ella… Sin poder contenerse pasó sus dedos por el rastro de aquel beso y luego se los llevó a los labios… Y un mareo repentino la asustó… No era nada de eso que sentía cuando él la miraba o se le acercaba a olerla… Recordó la razón por la que las sirenas y los hombres no podían besarse… Su abuela se lo había dicho… “Si una sirena besa a un hombre, desaparece”…

Continuará…

uyyy esto se esta poniendo muy pero muy bueno gracias por el capi

gracias por los capitulos siguele por favor

Mil gracias por el capitulo esta muy buena no tardes con el siguiente
por favor

GRACIAS POR EL CAPITULO

Gracias por el capítulo no tardes......Estoy emocionada Mary ya falta poco
Saludos........

que emocion gracias por los cap xfa no tardes con el siguiente cap

CAP: VIII
La primera cita

Faltaba un día para aquella primera cita clandestina con Víctor… Sólo un día… Y Myriam sentía que algo en el estómago le brincaba y le subía hasta el pecho… En ese momento se encontraba en medio de la nada, sobre una roca tomando el sol y recostada mirando por su catalejo el cielo… Se miró el brazo… Ya casi no tenía cicatrices, tan solo le quedaban algunas marquitas que prácticamente no se notaban… Los suyos la habían cuestionado sobre su ausencia y ella solo había dicho que creyó ver un barco en problemas y pensó que era probable que naufragara, y por eso lo siguió, pero que cuando se dio cuenta ya se había alejado mucho y por eso tardó en regresar… Las lastimaduras las justificó diciendo que se había atorado en unos arrecifes y había preferido no esforzar ni la aleta ni el brazo y se había quedado por ahí mientras sanaba… Todos parecieron quedar conformes con la explicación menos Margot que siempre la miraba con desconfianza y con envidia…

- Pues que raro… Tú nunca sigues embarcaciones… Solo llegas cuando ya todo está hecho… Y te llevas solo a los muertos… - Myriam la miró enojada pero no le respondió, prefirió irse de ahí para no crear problemas… La mujer la miró con sospecha y sonrió con burla… - Algo traes y pronto te descubrirás tu sola…- Apenas alcanzó a escuchar esto último cuando ya se retiraba…

Myriam se quedó pensando en esa sirena envidiosa… Tendría que tener cuidado con ella… Porque además era consciente de que cada vez se metía en más y más problemas... Pensó que tenía suerte de estar viva todavía porque si Víctor no se hubiera enterado que ella estaba en el barco, quien sabe que sería ahora de ella… Si su gente supiera todo lo que había pasado, la matarían en ese instante… Luego pensó en sus citas clandestinas con Víctor y con José, que no obstante a ella la alegraban de sobremanera, sabía que tendrían una consecuencia… Ella sabía que no debía acudir a esas citas, pero también sabía que no faltaría a ninguna… A casi una semana de haber sido liberada no hacía otra cosa que pensar en el barco, en sus juegos con el pequeño José y sobre todo en el capitán Víctor García… Soñadora se imaginó lo que estaría haciendo en ese momento… De seguro estaría navegando por el océano o anclado en algún puerto con alguna mercancía que habría conseguido… O con alguna mujer de esas que el tejón le había dicho que tenía… Pensar en eso hizo que el estómago le doliera… Y se dio cuenta también que apretaba los puños con enojo, así que prefirió ver las gaviotas en el cielo y no pensar más en eso…

Ese día había amanecido más azul que los demás y Víctor caminaba contento por la plaza de la isla con una bolsa de fruta en la mano y un habano en la otra… Se acercaba la hora, y él se dirigía decidido al lugar donde había se había citado con Myriam… Se quedó reflexionando un rato ¿y si no iba? Sonrió… Estaba seguro que iría… Aunque solo fuera para conseguir un pedazo de piña que tanto le gustaba… Lo que aun no entendía, era porque él mismo seguía tan obsesionado con esa sirena… Llevaba días pensando en ella… La noche anterior hasta había soñado con ella… Pero en su sueño ella no era una sirena, sino una mujer… Y él estaba haciéndole el amor… Fue tan real y tan excitante aquel sueño que hasta se había despertado ansioso y alterado… Y no había podido sacársela del pensamiento en todo el maldito día… De hecho no había podido dejar de pensar en ella desde que se había ido hacía ya una semana… El caballo que había alquilado estaba amarrado a las afueras del pueblo, justo donde lo había dejado, así que lo montó y se alejó a galope… El Corsario estaba anclado a unos kilómetros de ahí… Su tripulación andaba por el pueblo embriagándose y gastando el botín que habían conseguido apenas hacía dos días… Víctor subió al barco y se encontró con el tejón sentado en la cubierta… Tenía unos paquetes en la mano…

- ¿Qué haces aquí? ¿No te habías ido con el negro?

- Sí capitán, pero yo me regresé…

- ¿Y porqué? Tienes dinero para comprar lo que quieras…

- Ya compré lo que quería… Le mostró una bolsa con fruta y otra con un barco miniatura de madera…

- ¿Y esa piña? – Le sonrió…

- Ah… Es que… Pues…

- ¿Verás a Myriam no es verdad? – El chico sonrió y agachó la mirada – Lo sabía... ¿Y dónde la verás?

- Allá en la playa… Donde lo encontraron a usted mi capitán… Antes que ella se fuera quedamos en que yo le iba a poner una señal para que supiera que quería verla… Y ya se la puse hace rato… La veré mañana en la tarde seguro… Le compré esta piña y un regalo…

- ¿Un regalo? – Víctor sorprendido miró como el muchacho sacaba una cajita de entre la ropa y le mostraba un hermoso cepillo para cabello dorado al abrirla… Víctor sonrió… Aquel muchacho era mucho más listo que él... ¿Cómo no se le había ocurrido llevarle un regalo? – Sacó su reloj del bolsillo y miró la hora… Y pensó que ya no le daría tiempo de comprarle algo bonito… - Y si la verás hasta mañana ¿porqué no te quedaste en el pueblo?

- Porque fueron a la cantina mi capitán… Y yo no quiero regresar a ese lugar… Prefiero quedarme aquí en el barco… Con usted… Bueno, pero si usted también va a ir a la cantina, mejor no…- Le dijo triste

- No… Yo voy a salir un rato… Pero en la noche si quieres podemos ir a la plaza… Dicen que viene un circo hoy… - Le dijo para animarlo…

- ¿Usted y yo mi capitán? ¿Al circo? – Víctor sonrió y le alborotó el cabello al chico como muestra de aprecio…

- Traen animales y hombres que escupen fuego… Ve a asearte… Hueles a pescado… Cuando regrese tendrás que estar listo…

- ¡Sí mi capitán! ¡A la orden mi capitán! – El muchacho tomó las bolsas y echó a correr hacia el camarote… Mientras, Víctor encendió su habano y volvió a mirar la hora… No podía llegar sin regalo a ver a Myriam… Aquél muchachito parecía saber mucho más de mujeres que él… Primero, se le había adelantado a citarse con ella… Luego lo del regalo… El bendito regalo… ¿Qué podría regalarle a una sirena?... Una sirena que actuaba como una mujer cada vez que él se acercaba… Y si actuaba como mujer seguramente era igual que todas las mujeres que él conocía… Apagó el habano y se encaminó a la bodega donde guardaba el botín… Entre las muchas cosas que consiguieron había algunas joyas… Y Víctor sabía que a las mujeres, las joyas las volvían locas… Miró dentro de la bolsa y ahí encontró anillos, aretes, dijes… Primero vio uno que le llamó la atención… Era un hermoso dije de una sirena… Sin pensarlo lo sacó y se lo guardó en uno de sus bolsillos… Siguió buscando y encontró la figura encantadora de un pirata con todo y pata de palo… Sonrió y pensó que era un regalo excelente para ella… Un dije que se lo recordaría todo el tiempo… Volvió a buscar dentro de la bolsa y encontró una pequeña cadenita… Tanto el dije como la cadenita las puso en la bolsa con la fruta que llevaba para Myriam… Estaba listo para verla… Salió de la bodega y bajó el bote…

- ¡Tejón! ¡Regreso en un rato! – Le gritó al muchacho al tiempo que de un brinco bajaba el bote por la proa y se internaba en el océano… Remaba con entusiasmo... El islote estaba cerca… Apenas llegó al lugar de la cita, revisó el reloj de nuevo... Pasaron unos minutos y la impaciencia se apoderó de él… ¿Y si no iba?... – Tienes que venir – Dijo en voz alta… Víctor había estado soñando con ese momento toda la maldita semana… Ella tenía que ir…

Myriam se había quedado quieta junto al bote al escuchar aquellas palabras… No se había atrevido a asomarse aunque lo había venido siguiendo desde hacía un rato… Se asomó un poco más y lo vio de espaldas a ella… De una bolsa que traía consigo sacó un catalejo y examinó el océano… La estaba buscando… Con un hormigueo en el vientre decidió dar la vuelta y mostrarse…

- Hola – Le dijo suavemente… Víctor bajó el catalejo y volteó para mirarla con una sonrisa en los labios… Estaba como a un metro de su bote…

- Ya estaba pensando que no vendrías… - Le dijo sin quitar esa sonrisa que hacía a Myriam mirarlo como tonta… - ¿Cómo estás?

- Bien… Es que… No estaba segura de venir

- ¿Porqué no?

- Porque las sirenas y los hombres no… - Dijo a medias…

- ¿No que?

- Pues no… No tienen nada que ver…

- Pero nosotros somos amigos ¿no? Porque tu me salvaste la vida a mi y yo te salvé a ti…

- Sí pero…

- Pero nada… Esas son tonterías… - Le dijo terminando el tema – Nosotros somos amigos… Los amigos se saludan… Y tu no haz venido a saludarme… - Myriam no se acercó… Solo sonrió…

- Sí… Yo dije hola…

- Yo no acostumbro a saludar a mis amigos así… Yo doy la mano… - Y le estiró la mano… Ella miró la mano que tenía estirada y sonrió…

- No caeré en tu trampa…

- ¿Trampa? ¿Cuál trampa? Si solo quiero saludarte – Le dijo ofendido – Además…. Tengo algo para ti… - Myriam abrió mucho los ojos… Y él volvió a estirar la mano, pero ahora con la bolsita en la mano…

- ¿Qué es? – La curiosidad femenina no fallaba…

- Acércate… - Le dijo agitado la bolsita… Myriam dudó un instante y luego se acercó… Pero él hizo la bolsa para atrás y volvió a estirar la mano… - Pero primero nos vamos a saludar… Myriam se detuvo y volvió a dudar… Pero lentamente sacó la mano del agua y la puso sobre la que Víctor le ofrecía… Como en cámara lenta Víctor la jaló hacia él y quedaron frente a frente mirándose a los ojos… Y como antes, él le miró la boca y se acercó a ella… Ella estaba tan atontada que sus ojos se cerraron en automático pero cuando Víctor le puso una mano en la cintura y la acercó a él Myriam se despabiló y agachó la cabeza… Y otra vez, los labios de Víctor fueron a parar directamente a su frente… - ¿Porqué te resistes bebé? – Le preguntó frustrado…

- Víctor… No… - Le dijo recargando la cabeza en su hombro

- ¿Porqué no? – Respondió él estrechándola contra sí y sacando la mitad de su cuerpo del mar… Myriam se sentía mareada porque Víctor respiraba sobre su piel y le daba suaves besos en el cuello…Se sentía tan débil que tuvo que aferrarse a sus brazos temblorosa…

- Porque yo soy una sirena… Y tú eres un hombre… - Le dijo acariciándole el cabello…

- Ya lo sé… Y no sabes como me pesa… Pero… Aun así… No quiero dejar de verte… - Le decía mientras la apretaba contra sí… Myriam se sentía en el cielo… Nunca imaginó que se podría sentir así en los brazos de un hombre… Víctor le recorría la espalda con las palmas… De pronto y sin darle tiempo a protestar, la tomó de la cintura y la sacó del agua completamente… Y la sentó sobre sus piernas – Eres tan hermosa Myriam… - Le besó un hombro y luego una mejilla… Y Myriam no protestó - Si no quieres que te bese en la boca está bien, pero déjame seguir viéndote… Seguir abrazándote… Oliéndote… Es cierto lo que te dije aquel día corazón… Me has embrujado… No hago otra cosa que pensar en ti…

Continuará….

muchas gracias por el capitulo, siguele por favor

Gracias por el capitulo

Muchas gracias por el capitulo que emocion su primera cita por favor no tardes con el siguente capi

mil gracias por el cap niña

hay seño me tengo que poner al corriente con su novela gracias

novelita ya las extrañaba esta genial no tardes

gracias por el capitulo

CAP: IX
Inicia el romance

Embriagado… Así se sentía… Embriagado de ella… Pensaba Víctor mientras remaba de regreso al barco… Aun sentía la piel de Myriam en los labios… Sus suaves manos sobre el cabello y sobre su cuello… Habían estado abrazados mucho tiempo y él aun traía una sonrisa en los labios… Pensaba en ella… En sus reacciones… En su cara cuando le dio los regalos… La piña le encantaba y él mismo le había dado pedacitos en la boca… Era muy diferente a las mujeres que conocía porque era como una niña… Curiosa de lo que él le decía o de lo que probaba…

- ¡Piña! – Recordó Víctor la exclamación de Myriam cuando él le puso la bolsita en el regazo…

- ¿Extrañabas tanto la piña como yo te extrañaba a ti? – Le preguntó Víctor acariciándole el brazo con el dorso de la mano…

- Sí, pero también los extrañé a ustedes…

- ¿Ah sí? Pero ¿a quién extrañabas más? ¿Al tejón o a mí? – Le dijo acercándosele a la mejilla y aspirando su aroma…

- A los dos… - Le dijo riéndose…

- No… A mí no me digas eso… ¿O sea que te da igual verlo a él que verme a mí? – Le preguntó mirándola a los ojos…

- No es igual… Son cosas diferentes… Con el tejón juego a las cartas… Platico de muchas cosas como de la comida, del pueblo donde vivía… Me divierte…

- Ah… Y entonces ¿qué extrañaste de mí? Porque ya me quedó claro todo lo que extrañas del tejón… - Le dijo fingiendo indignación, por lo que Myriam enrojeció un poco…

- Es diferente…

- ¿Qué es diferente?

- Todo… - Le dijo simplemente… Víctor sonrió y le dijo al oído en voz baja…

- Yo si puedo decirte que extrañaba de ti… Extrañé tu olor… Tocarte… Abrazarte… - Y mientras lo iba diciendo con acciones le demostraba sus palabras al acercarse a su cuello y respirar su aroma y al mismo tiempo al acariciar la piel de su espalda e inmediatamente después estrecharla contra él… - ¿Tu extrañas lo mismo de mí? – Le decía mientras repartía besos a lo largo de su cuello…Myriam se sentía mareada y solo pudo responder…

- Sí… - Víctor permaneció con ella en brazos largo rato… Luego la soltó y tomó un pedazo de piña con los dedos y se lo ofreció… Myriam sonrió y abrió la boca… - Mmmmm – Saboreó la fruta…

- Nunca he visto a nadie disfrutar más la comida que tu bebé… - Myriam volvió a sonreír, tomó un pedazo de piña e hizo lo mismo que él había hecho… Le ofreció un pedazo de piña con los dedos… Víctor abrió la boca y tomó la fruta mordiendo los dedos de Myriam al tiempo… Ella sintió un cosquilleo que le recorrió todo el cuerpo… Desde los dedos mismos hasta la punta de la aleta…

- Está deliciosa… - Para Myriam todo eso era nuevo, no sabía como actuar ante él , así que solo asintió y tomó otro pedazo de piña para ella…

- Bueno, pues ahora que está claro que extrañas del tejón y que extrañas de mí ya puedo dejar que lo veas mañana…

- ¿Mañana? – Le preguntó ella extrañada…

- ¡Ah! ¿No haz visto su señal? ¡Muy mal señorita! Porque el galán en cuestión hasta te compró un regalo en el pueblo hoy… Y está seguro de verte mañana como habían acordado - Myriam sonrió ampliamente…

- Jajajaja ¡Ah que no! José no es mi galán… Es mi amigo… Y no había visto la señal porque estaba esperando que tu… - Se interrumpió al darse cuenta que le estaba confesando que ella estaba pendiente de la cita que tenía con él y no del pobre del tejón… Víctor sonrió complacido…

- ¿Y yo? – Le dijo mirándola atentamente…

- ¿Tu que?

- ¿Yo soy tu galán?

- No… Tampoco… No puedes… Porque no eres un tritón… Ni yo soy una mujer - Víctor sonrió más ampliamente, cosa que hizo que a Myriam le saltara el corazón…

- Eso no importa, nos gustamos… Y no tienes que decir nada corazón… Yo estaba igual que tu… No he hecho otra cosa más que pensar en ti y en que te vería hoy… - Myriam solo agachó la cabeza y volvió a sonreír – Mejor busca en la bolsa el otro regalo que traje para ti… - Myriam otra vez como una niña revolvió la bolsa y metió la mano buscando dentro... Cuando sacó la cadena con el dije la observó atentamente…

- Es un hombre… - Parecía desconcertada…

- Es un pirata… Como yo… - Víctor tomó la cadena con el dije y se lo puso en el cuello… Myriam lo tomó con su mano y con la mirada le indicó que no entendía porqué se la había puesto – Quiero que lo traigas contigo… Para que me recuerdes cada vez que uno de esos tritones se te acerque… Myriam hizo una mueca…

- ¿Y cuando una mujer se acerque a ti? – Víctor ahora sí soltó una carcajada… Eso lo convenció completamente que las sirenas y las mujeres no eran muy diferentes… Siempre le habían molestado los celos de las mujeres… Porque él mismo nunca los había sentido… Ninguna mujer le había importado lo suficiente para sentirlos de verdad, pero con Myriam era diferente… Le encantaba que le mostrara celos y no le había gustado para nada el comentario de los tritones esos… Ella lo miraba enojada por la reacción de él… Pensaba que se estaba burlando de ella… Y en ese momento, como la niña que era le mostraba un bonito puchero…

- No hay ninguna mujer… - Le dijo serio… Pero ella seguía con el puchero en el rostro… - Ninguna que importe… - Le volvió a decir sin quitar seriedad en sus palabras…

- ¿De veras? – Le preguntó ahora con cara de duda…

- Sí… De veras… Lo juro - Myriam le sonrió entonces…

- No me lo voy a quitar… - Le dijo tomando de nuevo el dije con la mano…

- Mira… - Y sacó el otro dije de la bolsa… - Me dará suerte a mí…

- ¡Una sirena! – Le dijo ella contenta al ver el dije…

- Sí… Aunque tú eres mucho más bonita que esta… - Myriam sonrió más ampliamente… Y le dijo también…

- Pues tú eres mucho más bonito que este…

- ¡Yo no soy bonito! – Protestó Víctor indignado…

- Sí eres… Y además no tienes pata de palo como este… Y tienes tus dos ojos… No tienes un parche como este…

- Myriam, los hombres no somos bonitos mi amor… A los hombres se les dice guapos… Atractivos… Varoniles… - Myriam sonrió…

- Pues tú eres todo eso… Y además eres bonito… Por eso te siguen todas esas mujeres que tienes en cada lugar… Todas se vuelven locas cada vez que tú les sonríes… Y como dice José… - Se interrumpió nuevamente al darse cuenta que estaba delatando a su amigo…

- ¿Que José dice qué? – Le preguntó haciéndose el ofendido – O sea, que hablas con el tejón de mí… A ver cuéntame ¿qué tanto te dice ese condenado muchacho? Así que los comentarios sobre todas esas mujeres que según tu yo tengo, es porque él te lo contó – Le dijo levantándole la cara para que lo viera de frente…

- No, no… Él no me dice nada… Es que eso lo supe yo y sólo se lo pregunté pero él es muy bueno… Nunca ha hablado mal de ti, al contrario… Siempre está hablando maravillas de su capitán - Le dijo hablando precipitadamente tratando de defender a su amigo… Víctor sólo sonrió y le besó el cachete, muy cerca de los labios… Y otra vez Myriam se sintió mareada y tuvo que recargar la cabeza en el hombro de Víctor cerrando los ojos… - ¿Verdad que no lo vas a regañar? – Le dijo aun en medio de su mareo…

- No… Si el tejón te habla bien de mí, hasta un premio se merece… - Víctor la sintió temblorosa y le preguntó - ¿Estás bien?

- Sí, sí… - Entonces él la abrazó más estrechamente…

- ¿Verdad que nos veremos en siete días? ¿Qué nunca me dejarás esperándote? – Le dijo acariciándole la cintura…

- Aquí estaré… Aunque no debería… Y no te dejaré esperándome… Pero ¿tú tampoco me dejarás esperando a mí verdad? – Le preguntó ella…

- Nunca a propósito… Si alguna vez no llego, déjale una señal al tejón y él te verá en el lugar que pactaron… Él te dirá porqué no acudí… Yo soy un pirata Myriam y mi vida está en peligro constante…

- No… - Le dijo ella tajante…

- Sí bebé… Y quiero pedirte una cosa… - A Myriam se le humedecieron los ojos de repente y pensó que si de ella dependía, ella siempre lo ayudaría como la vez pasada… Por eso negaba con la cabeza… - Por favor Myriam… Es importante para mí…

- ¿Qué es? – Le preguntó ella muy bajito…

- Yo soy un pirata… Y espero morir en el mar… - Myriam negó con la cabeza – Sí bebé… No espero que sea mañana… Pero será algún día… Y quiero que cuando eso pase tu vengas por mí… No dejes que se lleven mi cuerpo…

- No

- Las sirenas se llevan a los hombres ¿no es cierto? ¿O es que sólo se llevan a los hombres en peligro?

- No, no… Bueno… Algunas sí… Yo solo me llevo a los que ya… A los que ya no están vivos… Los ayudo a cruzar el umbral… - Víctor tragó saliva…

- Ah… Pues con mayor razón… Lo que quiero es que me ayudes a mí… Que seas tu la que me ayude… No dejes que mis enemigos se lleven mi cuerpo... Dime ¿harías eso por mí?

- Sí… - Víctor entonces la estrechó más contra sí mismo… Y pensó en su promesa de no enamorarse… Se dijo a sí mismo que no estaba enamorado de Myriam… Y además… Si lo estuviera, no estaría rompiendo su promesa porque ella no era una mujer… Era su hermosa sirena…

Continuará...

GRACIAS POR EL CAPITULO

gracias por el capitulo, siguele por faaaaaaaa

Gracias por capitulo,siguleeeeee no tardes.....
Saludos te mando un abrazo......