PORQUE SOY MUJER ((completa))
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PORQUE SOY MUJER ((completa))
- Disculpa… ¿Te encuentras bien?
- ¡No puede ser!
- ¿Qué pasa? ¿Te lastimé?
- ¡Por qué no te fijas por donde caminas!
- Lo siento… ¿Pero qué te hice, te lastime?
- ¡Peor!... (Sintió una fuerza que la hizo voltear hacia arriba, se encontraba aún agachada… cuando lo vio a los ojos, sabía que había cometido el peor error de su vida, el corazón se detuvo, dejó de respirar, sentía arder su piel en el sitio donde era sostenida con fuerza, sintió que el mundo iba a acabar en ese preciso instante, se perdió por completo en los ojos negros que la observaban… pero lo que más la aterró y que provocó que quisiera salir corriendo de ahí… era que nada de eso le importaba en lo absoluto… no importaba si su corazón dejaba de latir, si sus pulmones se detenían, si era abrasada por el fuego de aquella piel, si se perdía por completo en su mirada, incluso no le importaba si el mundo se acaba en ese mismo instante… porque en ese instante comprendió que el destino la había alcanzado…)
- Perdón… ¿Te sientes bien? (Observaba a la mujer que tenía frente a él, de cabello rojo, ojos color miel y con fuerza que creyó que moriría…)
- Sí… (Se separó de él bruscamente y volvió a agacharse…)
- Deja te ayudo… (Se agacho el también y la ayudó a levantar un montón de papeles que habían caído en el momento que chocó con ella…)
- No es necesario… Yo puedo sola…
- Yo tuve la culpa… venía distraído… (No la escuchó, seguía recogiendo papeles…)
- Gracias… (Se puso de pie tomó los papeles que él le ofrecía…)
- ¿Estás bien? (observaba su cara de preocupación…)
- ¡Cómo quieres que este bien!... Me pasé toda la noche acomodando estos papeles, y ahora porque venías distraído están todos revueltos… (se dio la media vuelta para irse…)
- ¡Espera! (Le grito, se quedó viéndola mientras se iba, era una mujer muy hermosa… corrió para pararse justo frente a ella para evitar que siguiera su camino…)
- ¡Y ahora qué quieres! (dijo muy molesta, no conforme con tirarle todos los papeles ahora quería hacerle perder el tiempo…)
- Mi nombre es Víctor García.
- ¿Y a mí qué?... ¡Quítate!
Víctor: Espera, me siento responsable…
- Eres responsable.
Víctor: Deja te ayudo a acomodar esos papeles, seguro terminas antes con mi ayuda.
- Con tu ayuda se acaba de arruinar una noche de trabajo.
Víctor: Por favor, deja que te ayude… (Le sonrió tiernamente)
- No gracias.
Víctor: No te pienso dejar ir, a menos que me permitas reparar el daño que provoqué.
- No entiendes, no necesito tu ayuda… Muchas gracias… (Intento caminar para irse… pero no la dejó…)
- ¡Me quieres decir, ahora qué quieres!... qué llegue tarde a mi trabajo.
Víctor: No… Deja te ayudo a acomodar esos papeles y te podrás ir.
- Qué necio eres, no necesito tu ayuda… Adiós… (Rodeó a Víctor y caminó decidida hacia su coche, ya se le había hecho tarde y tenía que entregar ese trabajo, aunque todavía no sabía como…)
Víctor: (La jalo del brazo, para evitar que se fuera… y todos los papeles volvieron a caer, mientras ella era presa de sus brazos…)
- ¡¡Ve nada más lo que hiciste!!... ¡¡¡Qué te pasa!!!
Víctor: (Se quedó sin habla tenía a una mujer entre sus brazos, que mujer, irradiaba fuego en todo su cuerpo… su mirada, quería matarlo… y él con gusto se dejaría matar por esa mujer… que luchaba furiosa por escapar de sus ataduras…)
- ¡¡¡Suéltame!!!...
Víctor: Ya te dije, de aquí no te vas, hasta que te ayude.
- (Se quedó viéndolo fijamente, las palabras que salieron de su boca fueron diferentes a las que le había escuchado segundos antes, sintió una fuerte opresión en el pecho, su voz se torno tan grave y profunda que fue una caricia para sus sentidos… dejó de luchar…)
Víctor: ¿Vas a permitir que te ayude? (dijo sonriendo al ver que se rendía…)
- ¡¡Eres un necio!!
Víctor: No tienes una idea.
- ¿Y qué esperas para recoger los papeles? (Dijo al alejarse de él, para empezar nuevamente a recoger los papeles que se le había caído…)
Víctor: (sonrió y la ayudó nuevamente a recoger los papeles…)
- ¿Y dónde pretendes ayudarme a acomodar todo esto? (Dijo mordazmente…pensó que se libraría de él… su cuerpo y sus sentidos reaccionaban de manera muy diferente con su cercanía, tenía que irse cuanto antes…)
Víctor: (Sonrió… entendió perfectamente lo que trataba de decirle…) Hay una cafetería aquí cerca… vamos…
- ¡Cómo quieras! (Caminó al lado de ese hombre que acaba de conocer y por el que sus sentidos sentían una extraña debilidad…)
Víctor: (Al llegar, tomaron una mesa…) ¿Quieres algo de tomar?
- ¡No vine a tomar café!
Víctor: Perdón…
- (Empezó a revisar todos los papeles que tenía sobre la mesa de la cafetería…)
Víctor: ¿En qué te ayudo? (Dijo al verla…)
- Cierra la boca.
Víctor: ¿Siempre eres así?
- ¿Así como?
Víctor: Tan enojona.
- No nada más cuando algún estúpido, choca conmigo y me echa a perder el trabajo de toda la noche.
Víctor: Como me dijiste que te llamabas.
- No te dije.
Víctor: ¿Cómo te llamas?
- Mira, las hojas están por temas y enumeradas, empieza a acomodar y las pones en el fólder en que van.
Víctor: Ok… (Empezó a hacer lo que ella le dijo…)
- ¡Por fin! Todo en orden, otra vez… (Terminaron de acomodar todo como en 45 minutos…)
Víctor: Ves, te dije que íbamos a terminar más pronto si te ayudaba.
- Bueno, gracias por tu ayuda… Me tengo que ir… (Se levantó… y tomó los papeles…)
Víctor: Espera, te llevó.
- No gracias, traigo carro.
Víctor: Te acompaño hasta tu carro, no vaya hacer que alguien choque contigo.
- No es necesario…
Víctor: Si lo es… (Dejo dinero en la mesa y le quitó los papeles de las manos… y la acompañó hasta su auto que no estaba tan lejos de ahí…)
- Gracias… (Ya se había subido a su auto…)
Víctor: Víctor…
- ¿Perdón?
Víctor: Mi nombre es Víctor
- Gracias Víctor… (Prendió su auto…)
Víctor: No me dijiste como te llamas.
- Ni te lo pienso decir.
Víctor: ¿Nos vamos a volver a ver…?
- Espero que no… Adiós… (Arrancó y se fue… ya iba tardísimo…)
Víctor: Yo no estaría tan segura… (Sonrió… mientras perdía de vista el auto de esa mujer que tantos estragos habían causado en él…)
- ¿Por qué llegaste tan tarde?
- Si te contará lo que pase.
- Tú papá estaba muy preocupado.
- Si lo sé, pero que iba a hacer, si Víctor chocó conmigo…
- ¿Víctor?... ¿Quién es Víctor?
- Con el que choqué hoy en la mañana y que tuvo la culpa de que llegara tan tarde.
- Pues para acabarlo de conocer…
- ¿Qué intentas decir, Inés?
Inés: Nada… ¿Y qué paso?
- Se desacomodó todo… y me ayudó a acomodar los papeles.
Inés: Pues que amable.
- Insoportable.
Inés: ¿Por qué?
- Estaba necio con ayudarme, tanto que me dijo que no me dejaría ir si no me ayudaba.
Inés: Lo bueno, que ya todo esta bien.
Llegó a su casa exhausta, el día había sido muy pesado, entre la presentación del nuevo proyecto de la empresa de su familia, y el desagradable encuentro de la mañana, quería dormir inmediatamente, así que ni siquiera cenó, se dio un baño y se metió a la cama para dormir, en cuanto su cabeza hizo contacto con la cómoda almohada se quedó profundamente dormida…
Al siguiente día, como siempre lo hacía se levantó, se lavó la cara, los dientes… en fin hizo su rutinario camino para ir a su trabajo… pero en todo el día se sorprendió a si misma pensando en ese hombre con el que había chocado el día anterior, no lo podía borrar de su mente, su mirada era como un fantasma que la perseguía, aún recordaba su voz, no podía olvidarlo… estuviera haciendo lo que estuviera haciendo siempre asaltaba su mente como un ladrón… y así fue durante todo la semana, no podía olvidarlo, era tan extraño lo acababa de conocer, y sentía que lo extrañaba… sentía una necesidad de verlo otra vez… su nombre se había quedado tatuado en su mente y no podía sacarlo de ahí… Víctor García, era lo que ocupaba sus pensamientos… y seguramente no volvería a verlo nunca más…
Inés: ¿Vamos a comer?
- Sí, por favor, necesito salir de aquí. (Dijo cansada de sus propios pensamientos…)
Inés: ¿Qué te pasa?
- No soporto un segundo más así.
Inés: ¿Qué te pasa?
- Ni siquiera yo misma lo sé, es tan extraño, tan diferente lo que siento…
Inés: Dime…
- Mejor, vamos a comer… ya no quiero pensar más.
Inés: Como quieras… (Salieron a comer juntas…)
- ¿Y a dón…? (Se quedó de pie, estática, mientras bajaban los 20 escalones del majestuoso edificio donde trabajaba al lado de su padre, que conducían a la calle…)
Inés: Myriam… Myriam… ¿Qué te pasa?
Myriam: (Ni siquiera escuchó a su amiga, que la llamaba insistentemente, estaba envuelta en una nube… parado al pie de las escaleras se encontraba él, recorriéndola con la mirada, sintió el más exquisito placer de su vida, sus mejillas se tiñeron de rojo por el descarado escrutinio al que estaba siendo sometida, su corazón latía acelerado, sintió una necesidad enorme de correr a sus brazos…)
Inés: ¡¡¡Myriam!!!
Myriam: (Salió de su asombro…) ¿Qué paso?
Inés: ¿A ti, qué te pasa? ¿Te sientes bien?
Myriam: Sí… no te preocupes… (Aún sentía la cálida mirada sobre ella…)
Inés: Vámonos…
Myriam: sí… vámonos… (Para continuar bajando por la escalinata… paso junto a él, con la vista al frente, era increíble la sensación que sentía…)
Víctor: A sí que te llamas Myriam.
Myriam: (Se detuvo en cuanto escuchó su voz… giró lentamente hacia él…)
Víctor: ¡Hola, Myriam!
Inés: ¿Lo conoces, Myriam?
Myriam: (Volteó con su amiga...) Sí…
Inés: ¡Hola, mucho gusto, mi nombre es Inés! (Dirigiéndose al desconocido)
Víctor: Un placer, Inés… mi nombre es Víctor.
Inés: ¿Tú eres Víctor?
Víctor: Simón…
Inés: Así que es él, el que casi provoca tu despido. (Dijo bromeando… Myriam era la dueña de la empresa, así que era imposible que la despidieran…)
Víctor: Lamento haberte metido en tantos problemas. (Dijo avergonzado, si ese mañana no hubiera salido como loco, nada de eso habría pasado…)
Myriam: Esta exagerando, no te preocupes… Nadie iba a despedirme. (Dijo viendo a Inés, que le sonreía…)
Víctor: Me da gusto…
Myriam: Nos vamos… (Le dijo a Inés…)
Víctor: Espera… me preguntaba si aceptarías comer conmigo…
Myriam: Lo siento, pero no puedo… voy a comer con Inés.
Inés: Por mi no te preocupes, yo como sola…
Víctor: Pero, no me gustaría deshacer sus planes.
Inés: No te preocupes… vayan a comer… Nos vemos niña… (Le dio un beso y se fue antes de que Myriam pudiera reaccionar…)
Víctor: ¿Nos vamos?
Myriam: ¿Cómo supiste dónde encontrarme?
Víctor: El destino. (Dijo sonriendo…)
Myriam: Me estabas esperando… cómo supiste que trabajo aquí.
Víctor: Tengo suerte, eso es todo… Vamos…
Myriam: Lo siento, pero no acostumbró salir con desconocidos… y además mentirosos. (Se dio la media vuelta para volver al edificio…)
Víctor: Espera… (La tomó del brazo…) Que manía la tuya, por escapar de mí.
Myriam: Nadie esta escapando. (Se alejó de él…)
Víctor: Acepta comer conmigo, y te lo explicó todo.
Myriam: No me interesa saberlo… adiós. (Subió los 20 escalones y desapareció tras la puerta del edificio... aún no comprendía porque su cuerpo reaccionaba de una manera tan irracional en su presencia… pidió comida…)
Inés: ¿Cómo te fue? (Lo primero que hizo cuando regresó de comer fue ir a buscarla…)
Myriam: No fui a comer con él.
Inés: ¿Por qué?, si vino hasta aquí para comer contigo.
Myriam: Porque no me interesa.
Inés: Myriam, esta guapísimo... además le gustas.
Myriam: Quieres olvidarlo… No voy a salir con él nunca… además dudo que regrese. (Su mente se negaba a aceptar, la fuerte atracción que sentía hacia él… a toda costa…)
Días después de que la fuera a buscar se encontraba en su departamento… cuando se escuchó el timbre…
Myriam: (Un enorme arreglo floral en su puerta)
Repartidor: La señorita Myriam.
Myriam: sí, soy yo.
Repartidor: Esto es para usted…
Myriam: Pase… déjelo en la mesa… (Buscó en su bolsa para darle algo, y cerró la puerta tras él… Se quedó de pie frente a ese enorme arreglo, no tenía idea de quién pudiera mandarle rosas… hace mucho que no tenía una relación, no había conocido a nadie últimamente… se acercó para tomar la tarjeta que traía la explicación a su duda… lo único que decía la tarjeta era…Víctor García… no podía creerlo, como ese hombre había conseguido su dirección, pensó que después de su último encuentro la había olvidado, estaba segura, siempre que salía del edificio, soñaba con encontrarlo al pie de las escaleras, esperándola… aunque después se odiaba por tener semejante deseo…)
Y a partir de ese día empezó a recibir un arreglo diario, de diferentes flores todos… aunque sabía que lo más prudente era rechazarlo, a partir de ese día su casa siempre estaba llena de flores de todo tipo…)
Myriam: Ya no sé que hacer, tal parece que no entiende.
Inés: ¿Por qué no lo buscas, y se lo dices?
Myriam: ¿Y dónde? Lo único que sé de él, es que se llama Víctor García, se ha encargado de que no olvide su nombre.
Inés: Pues a mí, me parece muy romántico.
Myriam: Pues a mí, ya me cansó, nada más deja que me lo encuentre y verás…
Inés: Pues tal parece que no tendré que esperar mucho.
Myriam: ¿De qué hablas?
Inés: Mira, quién esta ahí.
Myriam: (volteó al final de la escalera… ahí estaba nuevamente, increíblemente bien vestido, observándola de pies a cabeza y sonriéndole de una manera que sintió que se desmayaría…)
Inés: ¿Qué es lo que le vas a decir?
Myriam: ¡Inés!
Inés: Me voy, te dejo… después me cuentas… (Bajó rápidamente las escaleras y desapareció… no sin antes saludar educadamente a Víctor…)
Myriam: (Descendió lentamente las escaleras, sin despegar la vista un minuto de sus ojos negros… necesita calmarse antes de llegar hasta él…)
Víctor: ¿Recibiste las flores?
Myriam: Te encargaste de que así fuera. ¿No?
Víctor: (sonrió…)
Myriam: ¿Cómo conseguiste, mi dirección?
Víctor: Vamos a comer.
Myriam: Te dije que no saldría contigo…
Víctor: Y yo te dije que te explicaría todo, mientras comíamos. (Abrió la puerta de su lujoso automóvil… para que ella subiera…)
Myriam: (Subió en silencio al auto, aunque después de que él cerró la puerta quiso salir de ahí, de hecho estuvo a punto de hacerlo…)
Víctor: ¿Intentas huir otra vez? (Sonrió al ver su intento por bajar del auto…)
Myriam: (soltó, la puerta y fijó su vista en el camino…)
Víctor: Espero, y te agrade este restaurante.
Myriam: Esta bien… (Bajó del auto, rechazando su ayuda… y camino hacia la entrada del restaurante, uno de los mejores de la ciudad…)
Mesero: Buenas Tardes, señor… señorita… Su mesa esta lista.
Víctor: Gracias…
Myriam: (Había estado en ese restaurante miles de veces, pero ahora… no podía explicar lo que sentía…)
Víctor: ¿Qué deseas comer?
Myriam: (Tomó la carta y pidió algo muy ligero…)
Víctor: ¿Eso es todo lo que piensas comer? (Dijo asombrado)
Myriam: Ahora, ni siquiera soy libre de pedir lo que yo desee.
Víctor: Muchas gracias, eso es todo. (Dirigiéndose al mesero…)
Myriam: ¿Cómo supiste mi dirección?
Víctor: Espera a que terminemos de comer.
Myriam: No tengo tiempo… así que contesta o me voy ahora mismo… (Ese hombre tenía un extraño efecto sobre ella…y debía alejarse…)
Víctor: Mientras te ayudaba a acomodar tus papeles.
Myriam: ahí no esta mi dirección (dijo terminante…)
Víctor: Pero si el sitio donde trabajabas… así que un día me di tiempo y te estuve esperando en la puerta, ya que ni tu nombre me diste.
Mesero: (Llegó la comida…)
Myriam: ¿Y mi dirección? (Cuando el mesero se retiro)
Víctor: Bueno eso fue más fácil, contrate a un investigador, y él me dio tu dirección.
Myriam: mandaste que me siguieran… (Dijo ofendida, ahora hasta la mandaba seguir…)
Víctor: mi intención en ningún momento fue ofenderte (al ver su estado de indignación…)
Myriam: (bajó la vista y empezó a comer… estaba tratando de reflexionar sobre todo eso, sobre ese hombre que no le había quitado la vista un segundo…) ¿Qué pretendes, con todo esto?
Víctor: Siempre que me gusta algo busco la manera de obtenerlo. (Dijo tan lentamente, que Myriam sintió que el estómago se le revolvía…)
Myriam: Pero yo no soy ningún objeto… así que… señor García… le agradecería que me tratara como una mujer y no un objeto que desea adquirir.
Víctor: Es precisamente lo que estoy haciendo tratarte como una mujer.
Myriam: ¡¡Esta usted loco!!
Víctor: Háblame de tú, ya lo estabas haciendo…
Myriam: ¡¡Estás loco!!... (Se levantó de la mesa…)
Víctor: ¿A dónde vas? (Levantándose también)
Myriam: A mi trabajo.
Víctor: Eres la dueña, no creo que tengas hora de entrada.
Myriam: el dueño es mi padre, no yo… y si tengo hora de entrada. (Caminó alejándose de la mesa)
Víctor: (La tomó del brazo, en la salida del restaurante…) Ni siquiera has acabado de comer…
Myriam: Ya no tengo hambre.
Víctor: Entonces yo te llevo.
Myriam: No… gracias.
Víctor: Te llevo. (Pidió su automóvil…)
Myriam: ¿Qué no piensas pagar?
Víctor: No es necesario… vamos. (Le ayudó a subir al auto… y se fueron… al llegar al edificio donde trabajaba, Myriam bajó sin darle tiempo a que él le ayudará…)
Myriam: No vuelvas a buscarme, no vuelvas a mandarme flores… entiendes… (Subió los escalones…)
Víctor: (La detuvo en los escalones, y la abrazó por la cintura…)
Myriam: (Nuevamente estaba lo suficientemente cerca de él para oler su perfume, no podía moverse, sintió que se iba a caer… cuando acarició su rostro, quiso alejarse de él, pero la sujetó por la nuca y la besó, intento alejarse de él, separarse de él, luchó contra él todo lo que pudo, pero él no la soltaba y no tenía la más mínima intención de hacerlo, esos labios sobre los de ella, la estaban transformando, la estaban haciendo caer en un hechizo lentamente, sentía una droga muy poderosa correr por sus venas e invadirla completamente como un cáncer que te consume lentamente, ya no pudo resistirlo más, entreabrió los labios para recibir completamente a Víctor, lo abrazó por el cuello y se aferró a él, lo besó con la misma pasión y necesidad con el que él se apoderaba de ella sin dejarla respirar, ni pensar…)
Víctor: (Se alejó de ella, soltándola lentamente…) Pasó por ti hoy en la noche. (Le dio un beso muy dulce sobre los labios, que aún temblaban y se marchó…)
Myriam pasó toda la tarde, soñando con ese beso, que la hizo olvidarse hasta de quien era… llegó a su departamento, estuvo horas tratando de elegir un vestido adecuado, paso horas frente al espejo, hace tanto tiempo que no deseaba verse bien, espectacular para alguien, ni siquiera sabía a qué horas pasaría por ella, estaba nerviosa… ese día no había recibido su arreglo florar que llegaba religiosamente en cuanto ella ponía un pie en el departamento… se escuchó el timbre, parecía el repartidor, siempre tocaba tres veces, así que fue por su bolsa y abrió la puerta, en efecto, otro día, otro tipo de flores, esta vez eran rosas blancas, sus favoritas… sonrió, mientras le decía al repartidor que pasara y colocara el arreglo donde siempre…
Myriam: Vaya, creo que por fin le atinó a mis flores preferidas. (Dijo divertida, mientras sacaba algo de dinero de su bolsa…)
- Después de agotar todos los tipos de flores.
Myriam: (Levantó la vista asustada…) ¿Tú?
Víctor: Te dije que pasaría por ti… (Sonrió… La observaba detenidamente, estaba recorriéndola de pies a cabeza, analizando cada parte de ella, hasta el último detalle…)
Myriam: Gracias, por las flores. (Fue todo lo que pudo decir…)
Víctor: ¡¡Estás bellísima!! (Dijo acercándose a ella lentamente…)
Myriam: (Bajo la mirada, muy nerviosa, su sola presencia la hacía temblar, sin que lo pudiera controlar…)
Víctor: (Levantó su rostro con una mano… obligándola a que lo viera a los ojos…) ¡¡No cabe duda, que eres la mujer más hermosa que he visto!! (Se acercó lentamente para besarle los labios…)
Myriam: (Giró su cabeza, para evitar sus labios, y se alejó de él, caminó hacia las flores… y tomó la tarjeta… Víctor García… volteó hacia él…) Espero estar vestida apropiadamente… no sabía…
Víctor: ¡¡Estás perfecta!!
Myriam: (Se sonrojó… nadie le provocaba tantas cosas juntas con una sola mirada, con una sola palabra…)
Víctor: Será mejor que nos vayamos.
Myriam: sí, claro… voy por mis cosas y nos vamos… (Caminó hacia la habitación donde había dejado su bolso y su pachmina… cuando regresó lo encontró contemplando las fotos que tenía en la sala…)
Víctor: Se ve que te llevas muy bien con tu familia.
Myriam: Por supuesto, son lo más importante en mi vida.
Víctor: Espero poder cambiar eso…
Myriam: (Se quedó helada con el comentario, que es lo que le había tratado de decir… Parecía alguien diferente al que en la tarde la besó, sin ni siquiera preguntárselo…)
Víctor: Vámonos… (Le ofreció su brazo, y Myriam se apoyo en él…)
Myriam: ¿A dónde vamos?
Víctor: Es una sorpresa. (Dijo mientras mantenía la vista fija en el camino…)
Myriam: (observaba por la ventanilla del lujoso automóvil, mientras su cabeza y su corazón sostenía un combate feroz… era un hecho que su corazón, la habían llevado hasta ahí… y también lo era que ella sabía que estaba haciendo una estupidez…)
Víctor: Bebé… (Le dijo, cuando llegaron al lugar, al percatarse de que ella no se había dado cuenta…)
Myriam: (Salió de su estado contemplativo… y volteó a verlo…) ¿qué pasa?
Víctor: Llegamos… (Bajó del auto y la ayudó a bajar…)
Myriam: (Se dio cuenta de inmediato a donde la había llevado, el mejor restaurante de la ciudad… caminó apoyada en su brazo para entrar al lugar…)
Mesero: Buenas noches, Todo esta listo.
Víctor: Muchas Gracias… Vamos Myriam… (Le dijo muy cerca de su oído…)
Myriam: (caminaba sin prestar mucha atención a las personas, que los veían pasar… pero se sorprendió terriblemente cuando se alejaron del restaurante…) ¿A dónde vamos? (Dijo casi asustada…)
Víctor: Estoy seguro que toda esta gente podrá escuchar tus gritos de auxilio. (Dijo al ver su estado…)
Myriam: No me parece nada gracioso, Víctor… ni siquiera debería estar aquí. (Tal parece que su mente empezaba a funcionar…)
Víctor: ¿Dónde deberías estar?
Myriam: (Ya no pudo contestar, el lugar era precioso, estaba algo retirado del restaurante principal, pero como Víctor dijo seguro podrían escuchar sus gritos de auxilio… aunque pensaba que ya era demasiado tarde para pedir ayuda…)
Víctor: Sé que no es nada comparado con tu belleza, pero es lo único que pudo hacer este pobre mortal.
Myriam: (No le parecía mortal y mucho menos pobre… eso debió haber costado una fortuna… el lugar estaba adornado con toda clase de flores, alumbrado con cientos de velas, además de una orquesta que tocaba en vivo, solo para ellos dos…)
Víctor: Gracias por acompañarme esta noche.
Myriam: (No atinó a decir nada, aún no sabía porque estaba ahí… así que solo se sentó en la silla que él le indicó…)
Víctor: (Descorchó la botella… y le sirvió…)
Myriam: No tomo… (Se apresuró a decir antes de que sirviera en su copa… desde que tenía 18 años que tuvo su primera y última borrachera, no había vuelto a probar una sola copa de vino…)
Víctor: Espero y hagas una excepción esta noche.
Myriam: Ni esta noche, ni otra... No tomo. (Dijo categóricamente… para evitar que siguiera insistiendo…)
Víctor: no pensarás que quiero alcoholizarte para después aprovecharme de ti. (Dijo sonriendo, al mismo tiempo que servía su copa, y se sentaba…)
Myriam: ni siquiera puedo pensar eso, no te conozco… lo único que sé de ti es que te llamas Víctor García…
QLs- VBB BRONCE
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Fecha de inscripción : 15/01/2009
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
y eso porque te has encargado de que no lo olvide.
Víctor: (sonrió…) ¿qué deseas tomar?
Myriam: cualquier cosa que no tenga alcohol.
Víctor: (Pidió…) ¿Tienes novio, pareja, amante?
Myriam: (Sonrió…) Pensé que lo sabías todo de mí… contrataste un investigador… o debo pensar que es muy malo.
Víctor: No, lo contraté para que investigar tu dirección solamente, de lo demás yo me puedo hacer cargo.
Myriam: (Sonrió…) Siempre eres tan presuntuoso.
Víctor: ¿Te parezco presuntuoso?
Myriam: definitivamente desde que te conocí.
Víctor: Yo no lo llamaría presunción, sino estar conciente de la realidad.
Myriam: (En ese momento llegó su bebida…)
Víctor: ¿Y bien, hay algún hombre en tu vida?
Myriam: Dame una buena razón para contestarte.
Víctor: Ya lo hiciste, y debo agregar que me gustó mucho la respuesta.
Myriam: Ves, lo sabes todo… yo soy la que no sé nada de ti.
Víctor: Tan solo tienes que preguntar.
Myriam: Pero no me interesa.
Víctor: ¿no, entonces por qué estás aquí?
Myriam: Porque necesito entender porque esa insistencia conmigo… estoy segura que hay miles de mujeres que daría todo por estar en mi lugar.
Víctor: Pero la que me interesa eres tú… precisamente por eso, porque no quieres estar en este lugar… por el momento…
Myriam: ¡Olvídalo! (Se levantó…)
Víctor: ¿Qué pasa? (se levantó…)
Myriam: Búscame si algún día maduras. (Se alejó furiosa de la mesa, no podía creer que existieran hombres así, si su corazón latía desbocado no importaba… la había hartado con sus aires de superioridad…)
Víctor: ¡Espera! (corrió tras ella y la detuvo…) Otra vez queriendo huir de mi.
Myriam: Nadie esta huyendo, simplemente me parece una pérdida de tiempo hablar con alguien que ni siquiera existe.
Víctor: ¿De qué hablas?
Myriam: de todo esto, de tu actitud… ¿Qué pretendes, impresionarme? Estás muy equivocado… Es mil veces más real, el hombre que chocó conmigo, ha esta comedia que tú inventaste… quiero conocer a un hombre real, no a la caricatura que él mismo inventó, para engañar a no sé quien, por qué a mí no… Si estas fingiendo…
Víctor: No estoy fingiendo.
Myriam: Bueno si eso es verdad, no me interesa conocer a una persona como tú. (Caminó nuevamente hacia el restaurante… mientras Víctor la observaba como se iba…)
Víctor: ¡Espera! (La alcanzó a punto de tomar un taxi para irse…)
Myriam: ¿Y ahora que quieres?
Víctor: Tienes razón… este no soy yo… (Se quitó la corbata…) Lo siento, pero desde el afortunado día que choqué contigo, no como, no duermo, no vivo, todo el día pienso en ti… la única manera que tenía de volver a verte era la esperanza de que trabajaras en el lugar donde había visto en las hojas, y gracias a Dios, fue así… pero cuando te vi, tú ni siquiera me dirigiste la palabra… mientras que yo estaba como estúpido por ti… cuando te ví, y me di cuenta de quien eras, pensé que jamás saldrías con una persona como yo, así que inventé alguien que si te agradará…
Myriam: ¿Y cómo ibas a saber eso si ni siquiera me conoces?
Víctor: Cuando te saliste del restaurante, cuando fuimos a comer… pensé que nunca te atraería alguien como yo… No te culpo por irte, te prometo no volver a molestarte… tan solo déjame llevarte.
Myriam: (Lo observaba con el corazón detenido… definitivamente esa era el hombre que le trastornaba todos los sentidos…) Gracias, creo que ya no lo necesitó. (El taxi se fue, y ella acompañó a Víctor hasta su automóvil…)
Víctor: Gracias… (La ayudó a subirse al automóvil… pero cuando estaba a punto de arrancar…)
Myriam: ¿Por qué todo esto?
Víctor: Porque me interesas demasiado… algo tienes que desde que te vi no puedo dejar de pensar en ti…
Myriam: Eso aún no explica, porque inventaste todo esto.
Víctor: Ya te lo dije, simplemente quise probar si con el empresario exitoso tenía más suerte.
Myriam: ¿Empresario exitoso?
Víctor: sí, esto que viste hoy es el yo de todos los días, en el trabajo tienes que mostrar una imagen poderosa, en que lo sabes todo y todo lo controlas… o es así o pierdes.
Myriam: ¿En qué trabajas?
Víctor: soy el dueño de la compañía
Myriam: entiendo… (Se quedó en silencio…)
|Víctor: (Espero a que dijera algo, pero al ver que no lo hacía prendió el automóvil para dejarla en su casa…)
Myriam: Me encantaría cenar con el hombre que se empeñó en ayudarme. (Dijo antes de que arrancara… no supo ni porque dijo eso…)
Víctor: ¡qué!
Myriam: no me preguntes por qué, no lo sé... lo único que sé es que quiero conocer al hombre que se estuvo parado el día entero fuera del edificio para hablarme, al hombre que me envió un arreglo de flores diario, sencillamente con quien era él… Víctor García… quiero conocer a Víctor García…
Víctor: La cena nos espera, bebé… (Apagó el coche, y la ayudó a bajar nuevamente…)
Myriam: (sonrió…) Gracias…
Víctor: (Entraron nuevamente al reservado, y se dispusieron a disfrutar de la cena, que había sido preparada especialmente para ellos…)
Ese extraño presentimiento de fatalidad, que sentía Myriam desde que vio a Víctor, fue desapareciendo a medida que la noche transcurría, a medida, que la comida iba desapareciendo de sus platos… con cada sonrisa de Víctor, con cada mirada, con cada palabra, su corazón iba recuperando la tranquilidad, pero un tranquilidad diferente, una tranquilidad que no conocía… ese hombre era maravilloso, cuando se dedicó a ser simplemente él…Víctor García…
A partir de esa noche, salían prácticamente diario, empezó a nacer una necesidad en Myriam de verlo todos los días, de escuchar su voz, de verse en sus ojos, de sentirlo cerca… que cuando no iba a buscarla provocaba en ella los sentimientos y sensaciones más extrañas, no dormía, no comía, no estaba tranquila… se perdía por completo, lo necesitaba cerca, necesita a Víctor García, a su lado… eran solo amigos, Myriam no comprendía esa extraña dependencia que ella estaba desarrollando, y lo peor de todo… no quería evitarlo… quería estar a su lado…
Víctor: bebé… (Le dijo al oído… mientras estaba sentada en su escritorio acomodando unos papeles…)
Myriam: ¡Víctor! (se colgó de su cuello, hace una semana que no sabía nada de él, en esos meses que habían salido, hacía ese tipo de cosas bastante seguido, se desaparecía, y no sabía nada de él, ni siquiera le hablaba…)
Víctor: ¡Qué recibimiento! (Se separaron…)
Myriam: pensé que te habías olvidado de mí.
Víctor: Nunca haría eso.
Myriam: ¿Por qué no me hablaste?
Víctor: Tuve muchas cosas que hacer…
Myriam: ¿Qué cosas? (No sabía prácticamente nada de su vida, ni siquiera sabía donde buscarlo cuando se desaparecía, no tenía ni su dirección, ni su teléfono, absolutamente nada…)
Víctor: Lo importante es que estoy aquí…
Myriam: Pero… (Siempre que le preguntaba algo referente a eso la evadía, y nunca le decía absolutamente nada…)
Víctor: ¿Tienes tiempo?
Myriam: ¿Por qué?
Víctor: Una sorpresa.
Myriam: (Se le quedó viendo…)
Víctor: Vamos… (Le tomó la mano…)
Myriam: ¿Y qué te hace pensar que voy a ir? Tengo trabajo que hacer aquí… si te tomarás la molestia de avisarme… hubiera dejado tiempo, pero ahora no puedo estoy ocupada. (Se alejó de él, para volver a su escritorio y continuar trabajando… esa actitud la desesperaba… no soportaría por mucho tiempo…)
Víctor: Myriam, por favor… Confía en mí… (La tomó de la cintura antes de que volviera a su trabajo…)
Myriam: Víctor…
Víctor: Vamos… (Le tomó la mano, y salió con ella de la oficina…)
Myriam: Espera… Mis cosas… (Regresó por sus cosas y salió a su lado… no podía decirle que no, ha absolutamente a nada, se perdía en sus ojos, cada vez que quería alejarse de él, o que se negaba a algo, bastaba una sola de sus miradas para que ella lo olvidara todo… era una locura… había perdido la voluntad…)
Víctor: (Abordaron el auto de Víctor…)
Myriam: ¿Qué hacemos aquí?
Víctor: No te preocupes bebé… no te pienso secuestrar o algo parecido… (La ayudó a bajar del auto…)
Myriam: No entiendo… ¿Qué hacemos aquí? ¿A dónde vamos?
Víctor: Ya lo descubrirás… vamos…
Myriam: Víctor, estas completamente loco, si piensas que me voy a ir en ese avión contigo.
Víctor: Myriam, bebé… por favor… es una sorpresa… Te prometo que mañana mismo estás de regreso.
Myriam: No sé… Víctor…
Víctor: Shsss… (La observó fijamente a los ojos…)
Myriam: (Como hipnotizada, se subió al avión… sabía que era una insensatez de su parte, pero como podía decirle que no, desde que lo conoció, perdió para siempre la voluntad sobre sus actos… ahora hacía todo lo que él le pedía, por más que tratará de oponerse, siempre conseguía lo que quería… y no era porque la obligaba a hacer cosas que no quisiera, al contrario, era maravilloso estar a su lado… pero no le agradaba ese hermetismo de Víctor hacia su vida, ella le había contado quien sabe cuantas cosas de su familia, y de su vida, mientras que él apenas si había abierto la boca…)
Víctor: ¿Te pasa algo?
Myriam: No, nada… (Siguió observando por la ventanilla el resto del viaje…)
Víctor: (Después de descender el avión, la llevó al lugar que había preparado…) Espero te guste…
Myriam: ¡Es bellísimo! (Estaban en una cabaña, a la orilla de la playa, ya casi anochecía, el lugar era hermoso, y completamente solo… todo parecía perfecto…)
Víctor: Nada es más hermoso que tu sonrisa… (Pero Myriam no lo escuchó…)
Myriam: (Caminó hacia la playa… la verdad era que estaba muy mal vestida para la playa pero no le importo, se quitó los zapatos y sintió la arena sobre la piel de sus pies… hacía tanto que no iba a la playa, que había olvidado, lo relajante del arrullo del mar… se soltó el cabello quería sentir la suave brisa, sobre su rostro, que el aire acariciara su cabello… y que el mar la mojara completamente… poco le importo la ropa que llevaba, y los gritos de Víctor al darse cuenta de lo que iba a hacer, se quitó el saco que hacía juego con la minifalda que llevaba y se metió al mar con el traje sastre de marca que llevaba puesto… bueno hasta donde alcanzaba a pisar, la verdad no sabía nadar, pero no le importó… necesitaba sentir el agua en su cuerpo, se sentía tan cansada… el agua era refrescante…)
Víctor: ¡Estás completamente loca! (Le grito desde la orilla… pero la verdad estaba celoso del agua, del aire, de todo aquello que estaba en contacto con su piel blanca…)
Myriam: (Parecía una niña jugando… se olvidó de todo y se dispuso a disfrutar de su sorpresa…) ¡Ven!
Víctor: ¡Me voy a mojar todo!
Myriam: ¡Esa es la idea, niño!
Víctor: Prefiero ir a cambiarme de ropa, primero…
Myriam: ¡Eso es trampa!
Víctor: ¿Por qué?
Myriam: Porque tú si tuviste oportunidad de preparar ropa y yo no.
Víctor: Pero…
Myriam: (Salió del agua, completamente empapada, el agua salada le escurría por su rostro, las gotas de agua hacía camino por sus bellas piernas… la blusa que llevaba estaba completamente adherida a su piel y la minifalda había subido todavía más…)
Víctor: Myriam… (Quedó sin respiración, la niña que había provocado tanta ternura en él hace unos instantes… ahora salía del agua convertida en una mujer, que hacía arder dentro del él el más sublime de los deseos…)
Myriam: Si yo me mojé… tú también… (Lo tomó de la mano… para llevarlo con ella al mar… Víctor la seguía como zombi, estaba completamente ido de la realidad, estaba sometido a esa mujer que de la manera más inocente y natural, le había hecho comprender lo que era desear algo con cada parte de su ser…)
Víctor: (Sintió como Myriam le quitó la corbata y el saco, para dejarlo solo con la camisa que llevaba…)
Myriam: ¡Quítate los zapatos!
Víctor: (Se los quitó obedientemente… y se metió al agua con ella, jugaron como dos niños chiquitos… esa sensación era tan nueva para él, pero ya la había sentido antes, cuando estaba a su lado, volvía ha hacer niño…)
Myriam: ¡Víctor, no!...
Víctor: ¡ándale!... (La tenía agarrada de la mano…)
Myriam: ¡No!...
Víctor: ¿Por qué? Vamos más adentro…
Myriam: No se nadar.
Víctor: ¿Qué?
Myriam: No se nadar…
Víctor: Mejor para mí... (La tomó por la cintura y la llevó mar adentro… cuando Myriam sintió que sus pies ya no tocaban el fondo se aferró a su cuello, tenía miedo de ahogarse…)
Myriam: ¡Tengo miedo!
Víctor: Yo estoy aquí, jamás dejaría que algo te pasara. (La abrazó con fuerza…)
Myriam: No me siento bien…
Víctor: Confía en mí…
Myriam: (Se le quedó viendo, Víctor se la pasaba diciéndole que confiara en él, no lo entendía ella confiaba en él de lo contrario, jamás hubiera accedido a tratarlo hasta ese punto…)
Víctor: Vámonos… Ya se nos hizo tarde… Esto no lo tenía contemplado.
Myriam: No, vamos a quedarnos un rato más.
Víctor: Vamos a cambiarnos para la cena… (Le dijo después de un rato de estarla abrazando…)
Myriam: Te cambiarás tú, porque yo no traigo nada más. (Salió del agua empapada delante de Víctor…)
Víctor: No, si tienes que ponerte… acompáñame.
Myriam: (Volteó hacia atrás…) ¿De qué hablas?
Víctor: De que eres hermosa… vamos… (Caminaron hasta la cabaña… la condujo a una recámara…)
Myriam: Este lugar esta muy bonito…
Víctor: Aquí te podrás arreglar para la cena.
Myriam: Pero…
Víctor: Al rato vengo por ti. (Le dio un dulce beso en la frente y salió de la habitación…)
Myriam: Bueno, pero que piensa que voy a usar… (Volteó hacia la cama y encontró su respuesta… estaba un vestido de manta hermoso, además de un pequeña maleta… la abrió y encontró todo lo que necesitaba, desde maquillaje, hasta ropa interior… aún no salía de su asombro por el rapto de Víctor, y ahora esto… no cabía duda que pensaba en todo… se metió a bañar, para quitarse la arena, y la sal que le había quedado… salió envuelta en la bata de baño y se sentó frente al tocador, jamás en su vida había viajado sola con un hombre… y más si apenas lo conocía… estaba haciendo cualquier cantidad de locuras desde que lo conoció… se secó peino el cabello, se cambio de ropa, se puso un ligero maquillaje, y salió al balcón de la habitación que ocupaba se podía observar desde ahí las olas del mar romper sobre las rocas, que estaban a la orilla, la luna adornaba el cielo negro, cerró los ojos para escuchar con atención los ruidos que se producían en el mar, era una música deliciosa…)
Víctor: Espero y estés pensando en mí.
Myriam: ¡Víctor! (Gritó del susto…) ¿A qué horas entraste?
Víctor: Hace unos momentos… llame a la puerta y nadie contesto, pensé que te había pasado algo.
Myriam: (Volteó a verlo, llevaba un traje de manta igual de fresco que su vestido, estaba recién bañado y la observaba expectante…) Gracias, por el vestido… pero si me hubieras avisado…
Víctor: Si te hubiera avisado, no habría sido una sorpresa…
Myriam: (sonrió…) ¿Cómo supiste mi talla?
Víctor: No fue tan difícil… no te puedo olvidar… cada parte de ti la recuerdo…
Myriam: aún así… El vestido…
Víctor: Te queda perfecto…
Myriam: ¿Cómo le hiciste?
Víctor: ¡Te ves bellísima! (Se acercó a ella… le tomó la mano y le dio un beso…)
Myriam: (Sonrió…)
Víctor: ¿Me acompañarías a cenar?
Myriam: ¡A qué sí! (Se apoyó en su brazo y salieron de la habitación… observó desde la casa, en la playa estaba todo dispuesto para una cena para dos…)
Víctor: ¿Espero y te guste?
Myriam: Seguro me encantará. (Y eso fue lo que sucedió, disfrutaron de la cena, del ambiente, del lugar, él uno del otro… Después de cenar, Víctor ordenó que los dejaran solos, y todos los que los atendían se fueron del lugar…)
Víctor: ¿Quieres bailar?
Myriam: ¿Aquí?
Víctor: ¿Qué tiene?
Myriam: No hay música…
Víctor: ¿No te basta con la del mar?
Myriam: (Sonrió…) Nunca he bailado con la música del mar…
Víctor: Yo tampoco… (La tomó por la cintura y comenzaron a bailar en la orilla de la playa… estaban descalzos, sentía el agua que llegaba y se iba en sus pies desnudos…)
Myriam: (Rodeaba a Víctor por el cuello con ambas manos, y descansaba su cabeza en su pecho, todo le parecía un sueño, todo era demasiado perfecto para ser realidad, temía que en cualquier momento despertara en su cama… y descubrir que todo había sido un sueño…)
Víctor: Gracias por estar aquí. (Le dijo al oído…)
Myriam: No sé donde más pueda estar.
Víctor: (Separó su rostro para verla directamente a los ojos…) ¡Eres tan hermosa!... ¡Tan perfecta! Que me parece un sueño, tenerte entre mis brazos…
Myriam: Víctor…
Víctor: No digas nada… no hace falta… (Acarició su cabello suelto… el deseo que hacía nacer en él era incontrolable ya, no lo soportaba… se acercó lentamente a ella, rozó sus labios levemente, le besó las mejillas, los ojos, todo el rostro, no quedó lugar en que sus labios no hallan reposado unos segundos… volvió a besar su boca, la acariciaba tan delicadamente, tan lentamente que Myriam pensó que se desmayaría, estaba aferrada a su cuello, sentía que no tenía fuerzas ni para mantenerse en pie…)… Myriam… (Dijo sobre sus labios…)
Myriam: ¿qué?
Víctor: Te amo…
Myriam: ¿Qué? (Su corazón se detuvo en ese instante, no podía creer lo que acababa de escuchar… se separo de él caminó hacia el mar, necesitaba volver a la realidad… Ese era un sueño… tenía que ser un sueño…)
Víctor: (La siguió, la abrazó por la espalda…) ¿No me dices nada?... Bebé… Myriam… Te amo…
Myriam: (Giró y quedó frente a él… que le podía decir, las palabras no salían de su boca…)
Víctor: Te ame, desde el día en que te vi… desde el afortunado día en que choqué contigo… no podía dejar de pensar en ti, pase toda esa semana tratando de sacarte de mi cabeza… pero te rehusaste a salir… así que no pude más… tenía que verte, como fuera tenía que encontrarte o me volvería loco… deshiciste mi mundo con una sola mirada… cuando te vi bajar por esa escalara, entendí que hiciera lo que hiciera tú ya eras dueña de mi vida… de mi… de mi voluntad… de mi corazón… Te amo…
Myriam: (Las lágrimas empezaron a escurrir por sus mejillas…)
Víctor: Por favor, no llores, no era mi intención… (Le limpió las lágrimas…) Entiendo si tu no me amas… no tienes porque hacerlo…
Myriam: Víctor…
Víctor: (La observó pálido… de lo que le dijera dependía su vida…)
Myriam: Te amo… (Dijo casi inaudible…)
Víctor: ¿Qué? (La observaba atónito, era verdad lo que acababa de escuchar…)
Myriam: Te amo… no sé como, ni cuando me enamoré de ti… pero la verdad es que lo hice… por más irracional que parezca, te amo…
Víctor: El amor es irracional.
Myriam: Pero yo no.
Víctor: Te amo.
Myriam: (Sonrió…) Te amo. (Lo abrazó…)
Víctor: (La abrazó tan fuerte, no quería dejarla irse de su lado nunca, la quería tanto, la amaba, era lo más importante de su vida… no había duda…) Bebé…(Se separó de ella… se acercó a sus labios, cuanto tiempo había esperado, para volver a probarlos, para volver a sentirlos… acercó sus labios a ella, la empezó a acariciar, a disfrutar de sus labios, el beso poco a poco, con cada caricia con cada roce se hacía más intenso, nunca en su vida la habían besado de la manera que lo hacía Víctor, cuando sintió que Víctor invadía su boca, pensó que moriría… más aún Víctor empezó a bajar sus manos por sus caderas, la tela de vestido era tan delgada que podía sentir el fuego de sus caricias… estaba perdiendo la razón por completo…)
Myriam: (Se separo agitada de él…) Víc… (Pero ni siquiera la dejó decir su nombre, la besó nuevamente, esta vez Myriam ya no pudo detenerlo ni detenerse, lo había deseado desde que lo conoció… no entendía como estaba permitiendo que la besara y la acariciara de esa manera… nunca lo había permitido, tenía convicciones demasiado firmes… pero con Víctor toda su vida parecía un error hasta entonces…un fuego consumía sus entrañas, sentía un calor correr por todo su cuerpo… sintió deslizarse el vestido por su cuerpo, su cuerpo no dejaba temblar con cada nueva caricia que Víctor le hacía, la estaba volviendo loca… pero era una locura deliciosa… estaba perdida, lo estuvo desde que lo conoció y lo sabía… No supo como ni cuando, tan solo sintió el agua de mar mojarle todo el cuerpo ya desnudo… las manos de Víctor se adueñaban de ella… se dejo llevar por la pasión que inundaba su alma… y ahí entre la arena, el mar, y teniendo por testigo a la luna sintió lo que era ser una mujer… Víctor García la había convertido en una mujer…)
Amanecieron abrazados en la orilla de la playa, desnudos… dándose calor mutuamente, cobijados por la atmósfera de amor…
Víctor: Buenos días, bebé… (Dijo sonriéndole, al verla abrir los ojos…)
Myriam: No era un sueño… (Dijo al ver la mirada sonriente de Víctor…)
Víctor: (sonrió…) No, es la más perfecta de las realidades… (Le dio un dulce beso…)
Myriam: (Se sonrojó… recordó todo lo que había pasado la noche anterior… cada beso, cada caricia, cada temblor que la hizo sentir…)
Víctor: ¿Qué pasa, bebé?
Myriam: Es que… yo…
Víctor: Lo sé… mi amor… te amo… No se que habré hecho para tenerte a mi lado, pero no sabes como lo agradezco… (La abrazó…)
Myriam: Mi ropa… (Dijo asustada, al comprender en el estado en el que estaban, se encontraban desnudos en medio de la playa…)
Víctor: No sé… Debe estar por ahí.
Myriam: ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? (Se levantó, volteando para todos lados, tratando de encontrar su vestido…)
Víctor: Bebé…
Myriam: Víctor, alguien puede venir…
Víctor: Este lugar es privado… nadie va a venir. (Dijo cariñoso…)
Myriam: (Se levantó, había visto su vestido…)
Víctor: ¿A dónde? (La detuvo y no la dejó caminar…)
Myriam: A ponerme el vestido…
Víctor: No hace falta, eres perfecta… (Dijo observándola detenidamente… desde que despertó no la había dejado de ver… era bellísima… y era suya…)
Myriam: (Se puso roja completamente, y trato de cubrirse con algo… nunca nadie la había visto desnuda, se sentía expuesta… hasta ese momento no había hecho conciente el hecho de Víctor la estaba viendo desnuda…)
Víctor: ¡Y maravillosa! Bebé… eres mía… completamente mía… (La abrazó…)
Myriam: Víctor, vámonos, por favor… me siento incómoda…
Víctor: Esta bien… (La cargó, para entrar a la casa…)
Myriam: ¿Y la ropa? (Dijo sorprendida, por lo que acababa de hacer Víctor…)
Víctor: En la casa hay más… en todo caso no la necesitamos (Dijo dándole un beso…)
El tiempo pasó, Myriam, era completamente feliz, tenía un hombre maravilloso a su lado que la amaba… no podía pedir nada más en su vida… pero había veces en que una incertidumbre le invadía el corazón… y esa noche en su casa era uno de esos días… estaba sola en su departamento… tenía días sin ver a Víctor… ni siquiera le había hablado… no lo entendía, no entendía sus desapariciones…todo lo que le había dicho era que viajaba mucho por motivos de trabajo, no sabía como localizarlo, estaba a punto de volverse loca, pasaban tantas cosas por su cabeza, un temor la invadía cada vez que eso pasaba, pasaba noches enteras sin dormir imaginando cualquier cantidad de cosas… llorando en silencio por su abandonó…
Myriam: (Escuchó el timbre…) Víctor… (Abrió la puerta con los ojos llenos de lágrimas por la incertidumbre…)
Inés: No… ¿No ha venido? (Entró…)
Myriam: No. (Se reunió con Inés en la sala…)
Inés: Estas muy nerviosa… te voy a preparar un té (dijo al ver a su amiga… cada vez las desapariciones de Víctor la ponían peor…)
Myriam: Dudo mucho que pueda calmarme (Dijo sentándose en el sofá…)
Inés: (Regresó de la cocina con una taza de té Tómate esto… (Se sentó al lado de su amiga…)
Myriam: No ha venido… ni siquiera ha hablado, ya no sé que hacer… (Dijo tomando un poco de la taza que su amiga le ofreció…)
Inés: Debes calmarte… y cuando lo veas pedirle un teléfono… no puedo entender como en todo este tiempo no lo hayas hecho.
Myriam: Sí lo he hecho…pero…
Inés: Pero no te ha dicho nada… y no entiendo por qué.
Myriam: no empieces, no quiero pensar en nada más.
Inés: tienes razón… Será mejor que te duermas… (No quería atormentar más a Myriam…)
Myriam: Pero y si viene…
Inés: Le diste llave ¿No?
Myriam: Sí…
Inés: Entonces será mejor que te duermas y descanses… (La acompañó a su recámara, y cuando la dejó dormida se fue… no podía creer que eso le estuviera pasando… sabía que Víctor algo ocultaba, pero ¿Qué?... Myriam estaba ciega, y no quería verlo… muchas veces había tratado de que Myriam lo enfrentara, pero era imposible, desistió de ello al ver el resultado… ahora solo la acompañaba en las ausencias de Víctor…)
- Bebé… ¿Estás dormida? (Ya muy entrada la noche…)
Myriam: ¿Víctor? (No estaba dormida, solo tenía los ojos cerrados, no quería preocupar más a su amiga así que aparentó dormir…)
Víctor: sí, amor… (Le dio un beso en el cabello rojo…)
Myriam: (Lo abrazó desesperada…) ¿Por qué no habías venido?
Víctor: Tenía cosas que hacer. (La abrazó con fuerza al sentir su desesperación…)
Myriam: ¡Ni siquiera pudiste llamar! (Se levantó de la cama… el recuerdo de su angustia, la hizo alejarse de él, tenía que darle una explicación, le debía una explicación…)
Víctor: Niña… no tuve tiempo… (Dijo tranquilo al observarla, mientras se ponía la bata de dormir…)
Myriam: ¡¡No tuve tiempo!!... Ok… lo entiendo… (Tratando de calmarse y no estallar con miles de reclamos…)
Víctor: (Se acercó a ella…) Niña…
Myriam: Deberías darme algún teléfono, una dirección, no sé lo que sea… (Dijo con un poco de ruego en su voz…)
Víctor: Bebé… no hace falta… (Al sonreírle tiernamente…)
Myriam: ¡Sí hace falta!... Bien te podrías ir, y jamás te volvería a ver. (Dijo confesando su más grande temor… no volverlo a ver…)
Víctor: (sonrió…) ¿qué deseas tomar?
Myriam: cualquier cosa que no tenga alcohol.
Víctor: (Pidió…) ¿Tienes novio, pareja, amante?
Myriam: (Sonrió…) Pensé que lo sabías todo de mí… contrataste un investigador… o debo pensar que es muy malo.
Víctor: No, lo contraté para que investigar tu dirección solamente, de lo demás yo me puedo hacer cargo.
Myriam: (Sonrió…) Siempre eres tan presuntuoso.
Víctor: ¿Te parezco presuntuoso?
Myriam: definitivamente desde que te conocí.
Víctor: Yo no lo llamaría presunción, sino estar conciente de la realidad.
Myriam: (En ese momento llegó su bebida…)
Víctor: ¿Y bien, hay algún hombre en tu vida?
Myriam: Dame una buena razón para contestarte.
Víctor: Ya lo hiciste, y debo agregar que me gustó mucho la respuesta.
Myriam: Ves, lo sabes todo… yo soy la que no sé nada de ti.
Víctor: Tan solo tienes que preguntar.
Myriam: Pero no me interesa.
Víctor: ¿no, entonces por qué estás aquí?
Myriam: Porque necesito entender porque esa insistencia conmigo… estoy segura que hay miles de mujeres que daría todo por estar en mi lugar.
Víctor: Pero la que me interesa eres tú… precisamente por eso, porque no quieres estar en este lugar… por el momento…
Myriam: ¡Olvídalo! (Se levantó…)
Víctor: ¿Qué pasa? (se levantó…)
Myriam: Búscame si algún día maduras. (Se alejó furiosa de la mesa, no podía creer que existieran hombres así, si su corazón latía desbocado no importaba… la había hartado con sus aires de superioridad…)
Víctor: ¡Espera! (corrió tras ella y la detuvo…) Otra vez queriendo huir de mi.
Myriam: Nadie esta huyendo, simplemente me parece una pérdida de tiempo hablar con alguien que ni siquiera existe.
Víctor: ¿De qué hablas?
Myriam: de todo esto, de tu actitud… ¿Qué pretendes, impresionarme? Estás muy equivocado… Es mil veces más real, el hombre que chocó conmigo, ha esta comedia que tú inventaste… quiero conocer a un hombre real, no a la caricatura que él mismo inventó, para engañar a no sé quien, por qué a mí no… Si estas fingiendo…
Víctor: No estoy fingiendo.
Myriam: Bueno si eso es verdad, no me interesa conocer a una persona como tú. (Caminó nuevamente hacia el restaurante… mientras Víctor la observaba como se iba…)
Víctor: ¡Espera! (La alcanzó a punto de tomar un taxi para irse…)
Myriam: ¿Y ahora que quieres?
Víctor: Tienes razón… este no soy yo… (Se quitó la corbata…) Lo siento, pero desde el afortunado día que choqué contigo, no como, no duermo, no vivo, todo el día pienso en ti… la única manera que tenía de volver a verte era la esperanza de que trabajaras en el lugar donde había visto en las hojas, y gracias a Dios, fue así… pero cuando te vi, tú ni siquiera me dirigiste la palabra… mientras que yo estaba como estúpido por ti… cuando te ví, y me di cuenta de quien eras, pensé que jamás saldrías con una persona como yo, así que inventé alguien que si te agradará…
Myriam: ¿Y cómo ibas a saber eso si ni siquiera me conoces?
Víctor: Cuando te saliste del restaurante, cuando fuimos a comer… pensé que nunca te atraería alguien como yo… No te culpo por irte, te prometo no volver a molestarte… tan solo déjame llevarte.
Myriam: (Lo observaba con el corazón detenido… definitivamente esa era el hombre que le trastornaba todos los sentidos…) Gracias, creo que ya no lo necesitó. (El taxi se fue, y ella acompañó a Víctor hasta su automóvil…)
Víctor: Gracias… (La ayudó a subirse al automóvil… pero cuando estaba a punto de arrancar…)
Myriam: ¿Por qué todo esto?
Víctor: Porque me interesas demasiado… algo tienes que desde que te vi no puedo dejar de pensar en ti…
Myriam: Eso aún no explica, porque inventaste todo esto.
Víctor: Ya te lo dije, simplemente quise probar si con el empresario exitoso tenía más suerte.
Myriam: ¿Empresario exitoso?
Víctor: sí, esto que viste hoy es el yo de todos los días, en el trabajo tienes que mostrar una imagen poderosa, en que lo sabes todo y todo lo controlas… o es así o pierdes.
Myriam: ¿En qué trabajas?
Víctor: soy el dueño de la compañía
Myriam: entiendo… (Se quedó en silencio…)
|Víctor: (Espero a que dijera algo, pero al ver que no lo hacía prendió el automóvil para dejarla en su casa…)
Myriam: Me encantaría cenar con el hombre que se empeñó en ayudarme. (Dijo antes de que arrancara… no supo ni porque dijo eso…)
Víctor: ¡qué!
Myriam: no me preguntes por qué, no lo sé... lo único que sé es que quiero conocer al hombre que se estuvo parado el día entero fuera del edificio para hablarme, al hombre que me envió un arreglo de flores diario, sencillamente con quien era él… Víctor García… quiero conocer a Víctor García…
Víctor: La cena nos espera, bebé… (Apagó el coche, y la ayudó a bajar nuevamente…)
Myriam: (sonrió…) Gracias…
Víctor: (Entraron nuevamente al reservado, y se dispusieron a disfrutar de la cena, que había sido preparada especialmente para ellos…)
Ese extraño presentimiento de fatalidad, que sentía Myriam desde que vio a Víctor, fue desapareciendo a medida que la noche transcurría, a medida, que la comida iba desapareciendo de sus platos… con cada sonrisa de Víctor, con cada mirada, con cada palabra, su corazón iba recuperando la tranquilidad, pero un tranquilidad diferente, una tranquilidad que no conocía… ese hombre era maravilloso, cuando se dedicó a ser simplemente él…Víctor García…
A partir de esa noche, salían prácticamente diario, empezó a nacer una necesidad en Myriam de verlo todos los días, de escuchar su voz, de verse en sus ojos, de sentirlo cerca… que cuando no iba a buscarla provocaba en ella los sentimientos y sensaciones más extrañas, no dormía, no comía, no estaba tranquila… se perdía por completo, lo necesitaba cerca, necesita a Víctor García, a su lado… eran solo amigos, Myriam no comprendía esa extraña dependencia que ella estaba desarrollando, y lo peor de todo… no quería evitarlo… quería estar a su lado…
Víctor: bebé… (Le dijo al oído… mientras estaba sentada en su escritorio acomodando unos papeles…)
Myriam: ¡Víctor! (se colgó de su cuello, hace una semana que no sabía nada de él, en esos meses que habían salido, hacía ese tipo de cosas bastante seguido, se desaparecía, y no sabía nada de él, ni siquiera le hablaba…)
Víctor: ¡Qué recibimiento! (Se separaron…)
Myriam: pensé que te habías olvidado de mí.
Víctor: Nunca haría eso.
Myriam: ¿Por qué no me hablaste?
Víctor: Tuve muchas cosas que hacer…
Myriam: ¿Qué cosas? (No sabía prácticamente nada de su vida, ni siquiera sabía donde buscarlo cuando se desaparecía, no tenía ni su dirección, ni su teléfono, absolutamente nada…)
Víctor: Lo importante es que estoy aquí…
Myriam: Pero… (Siempre que le preguntaba algo referente a eso la evadía, y nunca le decía absolutamente nada…)
Víctor: ¿Tienes tiempo?
Myriam: ¿Por qué?
Víctor: Una sorpresa.
Myriam: (Se le quedó viendo…)
Víctor: Vamos… (Le tomó la mano…)
Myriam: ¿Y qué te hace pensar que voy a ir? Tengo trabajo que hacer aquí… si te tomarás la molestia de avisarme… hubiera dejado tiempo, pero ahora no puedo estoy ocupada. (Se alejó de él, para volver a su escritorio y continuar trabajando… esa actitud la desesperaba… no soportaría por mucho tiempo…)
Víctor: Myriam, por favor… Confía en mí… (La tomó de la cintura antes de que volviera a su trabajo…)
Myriam: Víctor…
Víctor: Vamos… (Le tomó la mano, y salió con ella de la oficina…)
Myriam: Espera… Mis cosas… (Regresó por sus cosas y salió a su lado… no podía decirle que no, ha absolutamente a nada, se perdía en sus ojos, cada vez que quería alejarse de él, o que se negaba a algo, bastaba una sola de sus miradas para que ella lo olvidara todo… era una locura… había perdido la voluntad…)
Víctor: (Abordaron el auto de Víctor…)
Myriam: ¿Qué hacemos aquí?
Víctor: No te preocupes bebé… no te pienso secuestrar o algo parecido… (La ayudó a bajar del auto…)
Myriam: No entiendo… ¿Qué hacemos aquí? ¿A dónde vamos?
Víctor: Ya lo descubrirás… vamos…
Myriam: Víctor, estas completamente loco, si piensas que me voy a ir en ese avión contigo.
Víctor: Myriam, bebé… por favor… es una sorpresa… Te prometo que mañana mismo estás de regreso.
Myriam: No sé… Víctor…
Víctor: Shsss… (La observó fijamente a los ojos…)
Myriam: (Como hipnotizada, se subió al avión… sabía que era una insensatez de su parte, pero como podía decirle que no, desde que lo conoció, perdió para siempre la voluntad sobre sus actos… ahora hacía todo lo que él le pedía, por más que tratará de oponerse, siempre conseguía lo que quería… y no era porque la obligaba a hacer cosas que no quisiera, al contrario, era maravilloso estar a su lado… pero no le agradaba ese hermetismo de Víctor hacia su vida, ella le había contado quien sabe cuantas cosas de su familia, y de su vida, mientras que él apenas si había abierto la boca…)
Víctor: ¿Te pasa algo?
Myriam: No, nada… (Siguió observando por la ventanilla el resto del viaje…)
Víctor: (Después de descender el avión, la llevó al lugar que había preparado…) Espero te guste…
Myriam: ¡Es bellísimo! (Estaban en una cabaña, a la orilla de la playa, ya casi anochecía, el lugar era hermoso, y completamente solo… todo parecía perfecto…)
Víctor: Nada es más hermoso que tu sonrisa… (Pero Myriam no lo escuchó…)
Myriam: (Caminó hacia la playa… la verdad era que estaba muy mal vestida para la playa pero no le importo, se quitó los zapatos y sintió la arena sobre la piel de sus pies… hacía tanto que no iba a la playa, que había olvidado, lo relajante del arrullo del mar… se soltó el cabello quería sentir la suave brisa, sobre su rostro, que el aire acariciara su cabello… y que el mar la mojara completamente… poco le importo la ropa que llevaba, y los gritos de Víctor al darse cuenta de lo que iba a hacer, se quitó el saco que hacía juego con la minifalda que llevaba y se metió al mar con el traje sastre de marca que llevaba puesto… bueno hasta donde alcanzaba a pisar, la verdad no sabía nadar, pero no le importó… necesitaba sentir el agua en su cuerpo, se sentía tan cansada… el agua era refrescante…)
Víctor: ¡Estás completamente loca! (Le grito desde la orilla… pero la verdad estaba celoso del agua, del aire, de todo aquello que estaba en contacto con su piel blanca…)
Myriam: (Parecía una niña jugando… se olvidó de todo y se dispuso a disfrutar de su sorpresa…) ¡Ven!
Víctor: ¡Me voy a mojar todo!
Myriam: ¡Esa es la idea, niño!
Víctor: Prefiero ir a cambiarme de ropa, primero…
Myriam: ¡Eso es trampa!
Víctor: ¿Por qué?
Myriam: Porque tú si tuviste oportunidad de preparar ropa y yo no.
Víctor: Pero…
Myriam: (Salió del agua, completamente empapada, el agua salada le escurría por su rostro, las gotas de agua hacía camino por sus bellas piernas… la blusa que llevaba estaba completamente adherida a su piel y la minifalda había subido todavía más…)
Víctor: Myriam… (Quedó sin respiración, la niña que había provocado tanta ternura en él hace unos instantes… ahora salía del agua convertida en una mujer, que hacía arder dentro del él el más sublime de los deseos…)
Myriam: Si yo me mojé… tú también… (Lo tomó de la mano… para llevarlo con ella al mar… Víctor la seguía como zombi, estaba completamente ido de la realidad, estaba sometido a esa mujer que de la manera más inocente y natural, le había hecho comprender lo que era desear algo con cada parte de su ser…)
Víctor: (Sintió como Myriam le quitó la corbata y el saco, para dejarlo solo con la camisa que llevaba…)
Myriam: ¡Quítate los zapatos!
Víctor: (Se los quitó obedientemente… y se metió al agua con ella, jugaron como dos niños chiquitos… esa sensación era tan nueva para él, pero ya la había sentido antes, cuando estaba a su lado, volvía ha hacer niño…)
Myriam: ¡Víctor, no!...
Víctor: ¡ándale!... (La tenía agarrada de la mano…)
Myriam: ¡No!...
Víctor: ¿Por qué? Vamos más adentro…
Myriam: No se nadar.
Víctor: ¿Qué?
Myriam: No se nadar…
Víctor: Mejor para mí... (La tomó por la cintura y la llevó mar adentro… cuando Myriam sintió que sus pies ya no tocaban el fondo se aferró a su cuello, tenía miedo de ahogarse…)
Myriam: ¡Tengo miedo!
Víctor: Yo estoy aquí, jamás dejaría que algo te pasara. (La abrazó con fuerza…)
Myriam: No me siento bien…
Víctor: Confía en mí…
Myriam: (Se le quedó viendo, Víctor se la pasaba diciéndole que confiara en él, no lo entendía ella confiaba en él de lo contrario, jamás hubiera accedido a tratarlo hasta ese punto…)
Víctor: Vámonos… Ya se nos hizo tarde… Esto no lo tenía contemplado.
Myriam: No, vamos a quedarnos un rato más.
Víctor: Vamos a cambiarnos para la cena… (Le dijo después de un rato de estarla abrazando…)
Myriam: Te cambiarás tú, porque yo no traigo nada más. (Salió del agua empapada delante de Víctor…)
Víctor: No, si tienes que ponerte… acompáñame.
Myriam: (Volteó hacia atrás…) ¿De qué hablas?
Víctor: De que eres hermosa… vamos… (Caminaron hasta la cabaña… la condujo a una recámara…)
Myriam: Este lugar esta muy bonito…
Víctor: Aquí te podrás arreglar para la cena.
Myriam: Pero…
Víctor: Al rato vengo por ti. (Le dio un dulce beso en la frente y salió de la habitación…)
Myriam: Bueno, pero que piensa que voy a usar… (Volteó hacia la cama y encontró su respuesta… estaba un vestido de manta hermoso, además de un pequeña maleta… la abrió y encontró todo lo que necesitaba, desde maquillaje, hasta ropa interior… aún no salía de su asombro por el rapto de Víctor, y ahora esto… no cabía duda que pensaba en todo… se metió a bañar, para quitarse la arena, y la sal que le había quedado… salió envuelta en la bata de baño y se sentó frente al tocador, jamás en su vida había viajado sola con un hombre… y más si apenas lo conocía… estaba haciendo cualquier cantidad de locuras desde que lo conoció… se secó peino el cabello, se cambio de ropa, se puso un ligero maquillaje, y salió al balcón de la habitación que ocupaba se podía observar desde ahí las olas del mar romper sobre las rocas, que estaban a la orilla, la luna adornaba el cielo negro, cerró los ojos para escuchar con atención los ruidos que se producían en el mar, era una música deliciosa…)
Víctor: Espero y estés pensando en mí.
Myriam: ¡Víctor! (Gritó del susto…) ¿A qué horas entraste?
Víctor: Hace unos momentos… llame a la puerta y nadie contesto, pensé que te había pasado algo.
Myriam: (Volteó a verlo, llevaba un traje de manta igual de fresco que su vestido, estaba recién bañado y la observaba expectante…) Gracias, por el vestido… pero si me hubieras avisado…
Víctor: Si te hubiera avisado, no habría sido una sorpresa…
Myriam: (sonrió…) ¿Cómo supiste mi talla?
Víctor: No fue tan difícil… no te puedo olvidar… cada parte de ti la recuerdo…
Myriam: aún así… El vestido…
Víctor: Te queda perfecto…
Myriam: ¿Cómo le hiciste?
Víctor: ¡Te ves bellísima! (Se acercó a ella… le tomó la mano y le dio un beso…)
Myriam: (Sonrió…)
Víctor: ¿Me acompañarías a cenar?
Myriam: ¡A qué sí! (Se apoyó en su brazo y salieron de la habitación… observó desde la casa, en la playa estaba todo dispuesto para una cena para dos…)
Víctor: ¿Espero y te guste?
Myriam: Seguro me encantará. (Y eso fue lo que sucedió, disfrutaron de la cena, del ambiente, del lugar, él uno del otro… Después de cenar, Víctor ordenó que los dejaran solos, y todos los que los atendían se fueron del lugar…)
Víctor: ¿Quieres bailar?
Myriam: ¿Aquí?
Víctor: ¿Qué tiene?
Myriam: No hay música…
Víctor: ¿No te basta con la del mar?
Myriam: (Sonrió…) Nunca he bailado con la música del mar…
Víctor: Yo tampoco… (La tomó por la cintura y comenzaron a bailar en la orilla de la playa… estaban descalzos, sentía el agua que llegaba y se iba en sus pies desnudos…)
Myriam: (Rodeaba a Víctor por el cuello con ambas manos, y descansaba su cabeza en su pecho, todo le parecía un sueño, todo era demasiado perfecto para ser realidad, temía que en cualquier momento despertara en su cama… y descubrir que todo había sido un sueño…)
Víctor: Gracias por estar aquí. (Le dijo al oído…)
Myriam: No sé donde más pueda estar.
Víctor: (Separó su rostro para verla directamente a los ojos…) ¡Eres tan hermosa!... ¡Tan perfecta! Que me parece un sueño, tenerte entre mis brazos…
Myriam: Víctor…
Víctor: No digas nada… no hace falta… (Acarició su cabello suelto… el deseo que hacía nacer en él era incontrolable ya, no lo soportaba… se acercó lentamente a ella, rozó sus labios levemente, le besó las mejillas, los ojos, todo el rostro, no quedó lugar en que sus labios no hallan reposado unos segundos… volvió a besar su boca, la acariciaba tan delicadamente, tan lentamente que Myriam pensó que se desmayaría, estaba aferrada a su cuello, sentía que no tenía fuerzas ni para mantenerse en pie…)… Myriam… (Dijo sobre sus labios…)
Myriam: ¿qué?
Víctor: Te amo…
Myriam: ¿Qué? (Su corazón se detuvo en ese instante, no podía creer lo que acababa de escuchar… se separo de él caminó hacia el mar, necesitaba volver a la realidad… Ese era un sueño… tenía que ser un sueño…)
Víctor: (La siguió, la abrazó por la espalda…) ¿No me dices nada?... Bebé… Myriam… Te amo…
Myriam: (Giró y quedó frente a él… que le podía decir, las palabras no salían de su boca…)
Víctor: Te ame, desde el día en que te vi… desde el afortunado día en que choqué contigo… no podía dejar de pensar en ti, pase toda esa semana tratando de sacarte de mi cabeza… pero te rehusaste a salir… así que no pude más… tenía que verte, como fuera tenía que encontrarte o me volvería loco… deshiciste mi mundo con una sola mirada… cuando te vi bajar por esa escalara, entendí que hiciera lo que hiciera tú ya eras dueña de mi vida… de mi… de mi voluntad… de mi corazón… Te amo…
Myriam: (Las lágrimas empezaron a escurrir por sus mejillas…)
Víctor: Por favor, no llores, no era mi intención… (Le limpió las lágrimas…) Entiendo si tu no me amas… no tienes porque hacerlo…
Myriam: Víctor…
Víctor: (La observó pálido… de lo que le dijera dependía su vida…)
Myriam: Te amo… (Dijo casi inaudible…)
Víctor: ¿Qué? (La observaba atónito, era verdad lo que acababa de escuchar…)
Myriam: Te amo… no sé como, ni cuando me enamoré de ti… pero la verdad es que lo hice… por más irracional que parezca, te amo…
Víctor: El amor es irracional.
Myriam: Pero yo no.
Víctor: Te amo.
Myriam: (Sonrió…) Te amo. (Lo abrazó…)
Víctor: (La abrazó tan fuerte, no quería dejarla irse de su lado nunca, la quería tanto, la amaba, era lo más importante de su vida… no había duda…) Bebé…(Se separó de ella… se acercó a sus labios, cuanto tiempo había esperado, para volver a probarlos, para volver a sentirlos… acercó sus labios a ella, la empezó a acariciar, a disfrutar de sus labios, el beso poco a poco, con cada caricia con cada roce se hacía más intenso, nunca en su vida la habían besado de la manera que lo hacía Víctor, cuando sintió que Víctor invadía su boca, pensó que moriría… más aún Víctor empezó a bajar sus manos por sus caderas, la tela de vestido era tan delgada que podía sentir el fuego de sus caricias… estaba perdiendo la razón por completo…)
Myriam: (Se separo agitada de él…) Víc… (Pero ni siquiera la dejó decir su nombre, la besó nuevamente, esta vez Myriam ya no pudo detenerlo ni detenerse, lo había deseado desde que lo conoció… no entendía como estaba permitiendo que la besara y la acariciara de esa manera… nunca lo había permitido, tenía convicciones demasiado firmes… pero con Víctor toda su vida parecía un error hasta entonces…un fuego consumía sus entrañas, sentía un calor correr por todo su cuerpo… sintió deslizarse el vestido por su cuerpo, su cuerpo no dejaba temblar con cada nueva caricia que Víctor le hacía, la estaba volviendo loca… pero era una locura deliciosa… estaba perdida, lo estuvo desde que lo conoció y lo sabía… No supo como ni cuando, tan solo sintió el agua de mar mojarle todo el cuerpo ya desnudo… las manos de Víctor se adueñaban de ella… se dejo llevar por la pasión que inundaba su alma… y ahí entre la arena, el mar, y teniendo por testigo a la luna sintió lo que era ser una mujer… Víctor García la había convertido en una mujer…)
Amanecieron abrazados en la orilla de la playa, desnudos… dándose calor mutuamente, cobijados por la atmósfera de amor…
Víctor: Buenos días, bebé… (Dijo sonriéndole, al verla abrir los ojos…)
Myriam: No era un sueño… (Dijo al ver la mirada sonriente de Víctor…)
Víctor: (sonrió…) No, es la más perfecta de las realidades… (Le dio un dulce beso…)
Myriam: (Se sonrojó… recordó todo lo que había pasado la noche anterior… cada beso, cada caricia, cada temblor que la hizo sentir…)
Víctor: ¿Qué pasa, bebé?
Myriam: Es que… yo…
Víctor: Lo sé… mi amor… te amo… No se que habré hecho para tenerte a mi lado, pero no sabes como lo agradezco… (La abrazó…)
Myriam: Mi ropa… (Dijo asustada, al comprender en el estado en el que estaban, se encontraban desnudos en medio de la playa…)
Víctor: No sé… Debe estar por ahí.
Myriam: ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? (Se levantó, volteando para todos lados, tratando de encontrar su vestido…)
Víctor: Bebé…
Myriam: Víctor, alguien puede venir…
Víctor: Este lugar es privado… nadie va a venir. (Dijo cariñoso…)
Myriam: (Se levantó, había visto su vestido…)
Víctor: ¿A dónde? (La detuvo y no la dejó caminar…)
Myriam: A ponerme el vestido…
Víctor: No hace falta, eres perfecta… (Dijo observándola detenidamente… desde que despertó no la había dejado de ver… era bellísima… y era suya…)
Myriam: (Se puso roja completamente, y trato de cubrirse con algo… nunca nadie la había visto desnuda, se sentía expuesta… hasta ese momento no había hecho conciente el hecho de Víctor la estaba viendo desnuda…)
Víctor: ¡Y maravillosa! Bebé… eres mía… completamente mía… (La abrazó…)
Myriam: Víctor, vámonos, por favor… me siento incómoda…
Víctor: Esta bien… (La cargó, para entrar a la casa…)
Myriam: ¿Y la ropa? (Dijo sorprendida, por lo que acababa de hacer Víctor…)
Víctor: En la casa hay más… en todo caso no la necesitamos (Dijo dándole un beso…)
El tiempo pasó, Myriam, era completamente feliz, tenía un hombre maravilloso a su lado que la amaba… no podía pedir nada más en su vida… pero había veces en que una incertidumbre le invadía el corazón… y esa noche en su casa era uno de esos días… estaba sola en su departamento… tenía días sin ver a Víctor… ni siquiera le había hablado… no lo entendía, no entendía sus desapariciones…todo lo que le había dicho era que viajaba mucho por motivos de trabajo, no sabía como localizarlo, estaba a punto de volverse loca, pasaban tantas cosas por su cabeza, un temor la invadía cada vez que eso pasaba, pasaba noches enteras sin dormir imaginando cualquier cantidad de cosas… llorando en silencio por su abandonó…
Myriam: (Escuchó el timbre…) Víctor… (Abrió la puerta con los ojos llenos de lágrimas por la incertidumbre…)
Inés: No… ¿No ha venido? (Entró…)
Myriam: No. (Se reunió con Inés en la sala…)
Inés: Estas muy nerviosa… te voy a preparar un té (dijo al ver a su amiga… cada vez las desapariciones de Víctor la ponían peor…)
Myriam: Dudo mucho que pueda calmarme (Dijo sentándose en el sofá…)
Inés: (Regresó de la cocina con una taza de té Tómate esto… (Se sentó al lado de su amiga…)
Myriam: No ha venido… ni siquiera ha hablado, ya no sé que hacer… (Dijo tomando un poco de la taza que su amiga le ofreció…)
Inés: Debes calmarte… y cuando lo veas pedirle un teléfono… no puedo entender como en todo este tiempo no lo hayas hecho.
Myriam: Sí lo he hecho…pero…
Inés: Pero no te ha dicho nada… y no entiendo por qué.
Myriam: no empieces, no quiero pensar en nada más.
Inés: tienes razón… Será mejor que te duermas… (No quería atormentar más a Myriam…)
Myriam: Pero y si viene…
Inés: Le diste llave ¿No?
Myriam: Sí…
Inés: Entonces será mejor que te duermas y descanses… (La acompañó a su recámara, y cuando la dejó dormida se fue… no podía creer que eso le estuviera pasando… sabía que Víctor algo ocultaba, pero ¿Qué?... Myriam estaba ciega, y no quería verlo… muchas veces había tratado de que Myriam lo enfrentara, pero era imposible, desistió de ello al ver el resultado… ahora solo la acompañaba en las ausencias de Víctor…)
- Bebé… ¿Estás dormida? (Ya muy entrada la noche…)
Myriam: ¿Víctor? (No estaba dormida, solo tenía los ojos cerrados, no quería preocupar más a su amiga así que aparentó dormir…)
Víctor: sí, amor… (Le dio un beso en el cabello rojo…)
Myriam: (Lo abrazó desesperada…) ¿Por qué no habías venido?
Víctor: Tenía cosas que hacer. (La abrazó con fuerza al sentir su desesperación…)
Myriam: ¡Ni siquiera pudiste llamar! (Se levantó de la cama… el recuerdo de su angustia, la hizo alejarse de él, tenía que darle una explicación, le debía una explicación…)
Víctor: Niña… no tuve tiempo… (Dijo tranquilo al observarla, mientras se ponía la bata de dormir…)
Myriam: ¡¡No tuve tiempo!!... Ok… lo entiendo… (Tratando de calmarse y no estallar con miles de reclamos…)
Víctor: (Se acercó a ella…) Niña…
Myriam: Deberías darme algún teléfono, una dirección, no sé lo que sea… (Dijo con un poco de ruego en su voz…)
Víctor: Bebé… no hace falta… (Al sonreírle tiernamente…)
Myriam: ¡Sí hace falta!... Bien te podrías ir, y jamás te volvería a ver. (Dijo confesando su más grande temor… no volverlo a ver…)
QLs- VBB BRONCE
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Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
Víctor: Me moriría sin ti… Nunca me voy a ir. (La abrazó… siempre regresaría se había hecho adicto a ella, tanto como ella a él…)
Myriam: ¿Tienes una maldita idea, de lo que paso, cada vez que te desapareces? (Estaba desesperada, comenzó a llorar golpeándole el pecho…)
Víctor: Bebé… estoy aquí. (Limpió sus lágrimas… y soportó cada golpe lleno de desesperación…)
Myriam: ¡Hoy! ¿Y mañana? (Dijo reprochándole…)
Víctor: Siempre voy a estar a tu lado.
Myriam: Sabes todo lo que pienso… si te pasara algo…
Víctor: Estoy bien…
Myriam: ¡Víctor!
Víctor: Te amo.
Myriam: Esta vez no va a funcionar. (Se separó de él… no podía flaquear esta vez, no debía…)
Víctor: Myriam… Contéstame algo.
Myriam: ¿Qué?
Víctor: ¿Me amas?
Myriam: Sabes qué sí. (Volteó hacia él, sorprendida…)
Víctor: Entonces por favor, confía en mí.
Myriam: Confío en ti… aunque sea estúpido. (Dijo más para ella que para él… tenía miles de razones para no confiar en él y sin embargo escapaba a toda lógica…)
Víctor: Entiéndeme por favor… te pido tiempo, es todo lo que pido. (En su mirada reflejaba, algo que Myriam no pudo descifrar…)
Myriam: ¿Para qué?
Víctor: Por favor… (La abrazó… y Myriam se aferró a él… siempre pasaba exactamente lo mismo… a quien engañaba sabía que Inés tenía razón, pero no podía vivir sin él… no podía…)
Myriam: Sí… (Dijo débilmente…)
La situación no cambió mucho… Myriam seguía con la misma incertidumbre… no lo soportaba más, o eso pensaba cada vez que se desaparecía, pero bastaba con verlo para que su mundo perdiera sentido… no podía vivir sin él… cada vez que se alejaba, era como el periodo de abstinencia a una droga muy potente… eso era Víctor en su vida una droga que día con día la consumía… pero la amaba… y ella simplemente no podía estar sin él…
Inés: Vente, vamos a tomar un café… (Habían trabajado todo el día… además de que Myriam estaba muy nerviosa…)
Myriam: ¡A qué sí!
Inés: ¿Y Víctor?
Myriam: No sé, desde el lunes que no lo veo… se fue de viaje.
Inés: ¿Sigues sin saber donde trabaja, que nunca tiene tiempo?
Myriam: solo sé, que es el dueño de una compañía y que viaja mucho, por eso se desaparece…
Inés: Pero debería llamarte, por lo menos.
Myriam: A veces lo hace.
Inés: ¿Y sabes cómo localizarlo?
Myriam: Sabes que no… no entiendo porque su negativa, cada vez que le pregunto, me pide tiempo…
Inés: ¿Tiempo para qué? (Myriam había cambiado desde que estaba a su lado… era la misma niña cuando él estaba, pero cuando se iba, parecía una mujer amargada por los años…)
Myriam: No sé… solo espero que esta situación termine pronto… (Iban entrando a la cafetería… se quedó inmóvil en la puerta de la cafetería… la más horrible de sus visiones se había hecho realidad…)
Inés: ¡Myriam!... ¡Myriam!... (Estaba pálida…la asustó verla en ese estado…)
Myriam: (sintió que acababa de morir… en una mesa de la cafetería se encontraba Víctor… estaba con otra mujer… pero si… se había ido de viaje… y regresaba hasta el viernes… o al menos eso le había dicho… tenía los ojos llenos de lágrimas… las piernas ya no tenían fuerza para mantenerla en pie…)
Inés: ¡¡¡Myriam!!! (La vio desvanecerse… la sostuvo y evitó que se pegará en el suelo…)
Víctor: (volteó al escuchar el grito de Inés… tan solo la vio caer al suelo… se levantó y corrió con ella…) ¿Estás bien? (La sostuvo entre sus brazos… ¿Qué hacía ahí?...)
Inés: (Lo volteó a ver…) ¿Qué haces aquí? (Myriam le acababa de decir que se había ido de viaje…)
Víctor: ¿Qué le paso? (Le preguntó preocupado a Inés…)
- Mi amor… esta bien la señorita… (Una mujer muy hermosa se había acercado a ellos…)
Inés: (Volteó a ver la mujer que le hablaba a Víctor…) ¿Y me lo preguntas…? (Entendió todo, porque su amiga se había desmayado… seguramente lo vio con ella…)
Víctor: (No dejaba de ver a Myriam, estaba pálida… y fría… parecía muerta… sintió una desesperación tan grande, qué había hecho… su niña parecía sin vida…) ¡¡Despierta!! (Los meseros le llevaron alcohol…)
Myriam: (Abrió los ojos… lo primero que vio… fue a él… la estaba abrazando… la observaba preocupado… no había sido un sueño… era él… estaba con otra mujer…)
Víctor: ¿Te sientes bien? (Dijo acariciándole el rostro…)
Inés: ¡¡Myriam!!... (Tomó su mano, estaba helada…)
Myriam: (Dirigió su mirada hacia su amiga…)
- Se siente bien… señorita…
Myriam: (Giró el rostro hacia donde le hablaban, era ella… la mujer que estaba con Víctor…)
- Si se siente mal mi esposo y yo la llevaremos a un hospital (dijo amablemente…)
Myriam: (¿Esposo?... Víctor… ¿Esposo?... Víctor estaba casado con esa mujer… La verdad le destrozó el corazón…volteo a verlo buscando un explicación, pero tan solo encontró la mirada culpable de Víctor… de pronto se dio cuenta que Víctor la sostenía… no quería que la volviera a tocar… sentía una repulsión hacia Víctor tan grande…se levantó rápidamente, asombrando a todos los que los veían…)
Víctor: todavía no estás bien… (Dijo tomándole la mano…)
Myriam: Inés vámonos… (Ni siquiera lo escuchó, apartó su mano de la de él rápidamente… deseaba salir de ese lugar cuanto antes, no sabía cuanto tiempo soportaría el no gritarle y decirle todo lo que se merecía…)
Inés: Sí… (La ayudó a caminar, todavía estaba muy conmocionada…)
- Señorita… si se siente mal… (Nuevamente esa mujer…)
Myriam: No se preocupe… estoy muy bien… (Dijo sin prestarle mucha atención, no quería recordarla, no quería recordar su rostro… no quería odiarla, prefería odiar a alguien sin rostro…)
Inés: Yo me encargo de ella, gracias… (Dijo, para sacar a su amiga cuanto antes de ahí, sabía todo el daño que le había causado Víctor…)
Myriam: (Volteó a ver a Víctor que estaba inmóvil viendo la escena, parecía fuera de la realidad...) Muchas gracias, Señor... (Salió de la cafetería… conteniendo las ganas de llorar, de golpear, de reclamarle todo el daño que le había dicho…)
Inés: Myriam…
Myriam: Me voy a mi casa… (Dijo a unos metros de la cafetería…)
Inés: No puedes manejar así…
Myriam: Por favor… necesito estar sola… (Se subió a su coche y se fue a su departamento… cuando entró lo primero que observó fue una fotografía de Víctor que se encontraba en la sala… ya no pudo más las lágrimas empezaron a salir de sus ojos, sin que pudiera detenerlas… no podía creerlo… no soportaba el dolor, había hecho pedazos sus corazón, la herida sangraba y le dolía tanto que pensó que moriría… no quería saber nada más… no quería volver a verlo nunca…destrozó la fotografía, era todo lo que podía hacer…
Víctor: Myriam… (Había ido a buscarla en cuanto dejó a su esposa en su casa…)
Myriam: ¡¡Qué haces aquí!! (Dijo furiosa…) ¡¡¡Vete, vete, Víctor!!!
Víctor: déjame explicarte… (Le suplicaba con todo su cuerpo, una oportunidad…)
Myriam: ¿Qué haces aquí, no deberías estar con tu esposa? (Dijo limpiándose las lágrimas…)
Víctor: Myriam por favor… déjame hablar… (Se acercaba a ella lentamente, sabía que estaba muy herida, pero tenía que explicarle todo…)
Myriam: ¿qué me vas ha decir?... que es mentira, que esa mujer no es tu esposa… (Dijo esperando un milagro muy dentro de ella, esperando un no…)
Víctor: (Bajó la mirada…) No, eso es verdad… Graciela es mi esposa.
Myriam: (El cuchillo acaba de hundirse en lo profundo de su ser…) ¡Qué, viniste a darme el tiro de gracia!
Víctor: bebé… déjame explicarte… no es lo que estás pensando…
Myriam: ¿No me engañaste?... ¿No me mentiste?... ¡Eso es lo que estoy pensando!
Víctor: Myriam… (Caminó hacia ella…)
Myriam: ¡Atrévete a negarme que me mentiste, que me engañaste, que me usaste…!
Víctor: por favor… (Le dijo calmado, ahora menos que nunca debía perder la calma…)
Myriam: ¿Por qué?... ¿Qué te hice, para que me hicieras tanto daño?
Víctor: No me hagas esto por favor.
Myriam: ¿Yo? ¿Qué te hice?... ¡Tú fuiste el que me destrozó! (Tenía los ojos llenos de lágrimas…)
Víctor: Bebé, no sabes como me duelen tus palabras…
Myriam: ¿Mis palabras?... Sabes que me duele a mí, tu engaño… para que mentiras… ¿Dime qué querías? (Le grito desesperada…)
Víctor: ¡A ti! (Dijo desesperado, no le permitía hablar…)
Myriam: ¡¡Eres un cínico!!... ¡Cómo pudiste!... yo te amaba…
Víctor: (La trató de abrazar para tranquilizarla, pero no se lo permitió…)
Myriam: ¡¡No me toques!! (Se alejó de él…) No vuelvas a ponerme un dedo encima… (De tan solo pensar, que con esas manos acariciaba a otra mujer, a otra mujer que tenía todo el derecho de recibir sus caricias…)
Víctor: ¡Por favor!... No fue mi intención herirte… es lo último que hubiera querido...
Myriam: ¿Pensaste que nunca me iba a enterara?
Víctor: (No le contestó nada, bajó la mirada… no podía sostenerle la mirada, esa mirada que en un tiempo lo veía lleno de amor, ahora solo le demostraba desprecio…)
Myriam: ¿Pensabas tenerme como tu amante el resto de tu vida?… ¿o pensabas dejarme…?
Víctor: Nunca podría dejarte, me moriría sin ti… ¡Te amo! (No sabía que decir…)
Myriam: (Le dio una cachetada…) ¡Tú no sabes lo que es amar!
Víctor: (Se quedó viéndola fijamente, se merecía todo lo que le decía…)
Myriam: ¿Por qué?
Víctor: Porque te amo… (Lo único que tenía ahora, era la verdad…)
Myriam: Jamás vuelvas a decir que me amas… Me da asco…
Víctor: (Lo veía con tanto rencor, con tanta repugnancia…) Soy un hombre que él único que pecado que cometió fue enamorarse de ti… (Tenía que convencerla a toda costa de que la amaba…)
Myriam: ¿Un hombre?... ¡Un hombre!... No Víctor, tú no eres un hombre, porque hombre es aquél que sabe valorar a una mujer… que no la engaña, y la usa de la manera en que tú lo has hecho… si en verdad eres un hombre, demuéstralo ahora no seas cobarde… no te escudes en el amor… ni siquiera mereces nombrarlo… Afronta las consecuencias de tus actos… (Ya no lloraba… la ira se estaba apoderando de ella…)
Víctor: Tú me amas… igual que yo… igual que yo no pudiste evitarlo…
Myriam: Te odio… Entiendes, te odio… Vete de una vez… vete al lado de tu esposa que seguro te espera… (Se alejó de él… ya no quería verlo más… quería sacarlo de su vida para siempre…)
Víctor: (La detuvo del brazo y la abrazó…) Llegaste demasiado tarde a mi vida.
Myriam: Y eso te da el derecho de mentir, de engañar… ¡Vete!...
Víctor: ¡Entiéndeme!
Myriam: ¡Suéltame! (Luchaba desesperada por alejarse de él…)
Víctor: Nunca, tú eres mía… Me amas, tanto como yo a ti… y aunque no me creas esto tiene una explicación…
Myriam: ¡Suéltame! (No podía creer…)
Víctor: (La besó con fuerza, no iba a permitir que se fuera de su vida, porque era su vida… sabía que lo amaba, aunque ahora estaba muy lastimada… pero sabía que cuando se tranquilizara, lo entendería… tenía que comprenderlo…)
Myriam: ¡Suéltame!... (Dijo agitada… estaba muerta de miedo… sabía que no era tan fuerte…)
Víctor: (La volvió a besar… la necesitaba más que a nada ni a nadie… Myriam luchaba contra él con todas sus fuerzas… quería odiarlo, necesitaba odiarlo, para poder resistir ese ataque… su corazón latía acelerado por tenerlo cerca… no resistiría mucho tiempo… tenía que alejarse de él cuanto antes… o estaría perdida…)
Víctor: (La tomó fuerte por los hombros…) ¡¡Me amas!!... no lo niegues… no sirve de nada… ¿Qué piensas hacer? Alejarte de mí… No funciona… lo intente miles de veces… y siempre volvía… Te necesito… de la misma manera en que tú me necesitas… (La volvió a besar… Myriam sabía que tenía razón, y aunque su mente sabía que debía alejarse de él, no podía, no podía más, se dejó llevar por el amor que tenía, que podía hacer, no podía dejar de amarlo de la noche a la mañana… lo amaba y eso la perdía… se olvidó de todo, de su engaño, de sus mentiras… quiso creer una vez más que la amaba, necesitaba creer una vez más que la amaba… no pensaba en nada más… y ahí envueltos en la más grande pasión hicieron el amor como nunca lo habían hecho…)
Víctor no durmió en toda la noche, tratando de encontrar la mejor manera de explicarle las cosas, tenía que comprenderlo, no podía perderla, no estaba dispuesto a hacerlo… Myriam era su vida, y sin ella ya no tenía sentido vivirla… no podía perderla… cuando sintió los rayos de sol en su rostro…
Víctor: Bebé… ¿Estás despierta? (Dijo muy quedo en su oído…la tenía entre sus brazos, toda la noche había disfrutado de su cercanía, de su calor, de la paz que le daba…)
Myriam: (No le contestó… había despertado desde hace mucho tiempo, cuando despertó se encontraba en sus brazos… acostada en su pecho, pero no lo soportó, qué había hecho, no pudo resistir, sus besos, sus caricias… a pesar de todo… Víctor era una maldita droga que la estaba envenenando… apretó fuertemente las manos, no quería verlo, no quería hablarle, quería sacarlo de su vida… pero con él ahí sabía que nunca lo lograría…)
Víctor: ¿Myriam? (Al ver que no respondía supuso que seguía dormida… le dio un beso en la frente, se levantó, se vistió… escribió una nota que dejó en la cama, le dio un último beso y se fue…debía aclarar unas cosas antes de hablar con ella… volvería en unas horas para sostener la más importante plática de su vida, ya no importaba nada más, su vida y su felicidad dependían de ello…)
Myriam: (Cuando escuchó la puerta… abrió los ojos, las manos le dolían de toda la presión que había hecho… tomó la nota…)
Myriam:
Me tengo que ir… regresó después, necesitamos hablar… Tengo que hacer algo… Te prometo que todo va ha ser diferente…
Te amo…
Atte: Víctor
Myriam: (No pudo contener el llanto por más tiempo… no podía ser, no lo podía dejar… no podía… anoche, todo lo que sucedió anoche era prueba de eso… pero tenía que hacerlo o de lo contrario terminaría muriendo…)
Cuando Víctor regresó, todo estaba exactamente igual que como lo dejó horas antes, entró llamando a Myriam, entró a la habitación pudo ver la cama sin arreglar, en el piso se encontraban varias prendas de ropa, caminó siguiendo el camino que habían dejado, llegó hasta el closet esta abierto, pudo ver que faltaba ropa, todo estaba desordenado, como si alguien hubiera estado buscando algo y no lo encontrara… Sus ojos reflejaron el miedo tan grande que estaba sintiendo, buscó la maleta… no estaba… Myriam se había ido sin decirle nada… había huido de él, revolvió el closet desesperado, corrió a buscar en todas las habitaciones, no había nadie, la casa estaba vacía, no había rastros de Myriam por ningún lado, llamó a su celular, pero nadie contestó… salió desesperado… pero a dónde, dónde podía estar… fue a buscar a Inés a la oficina, si alguien sabía donde estaba era ella, pero no estaba, le informaron que se había ido de viaje con Myriam pero que no sabían a donde… regresó al departamento de Myriam, buscó desesperado alguna pista que le dijera a dónde se había ido… pero no encontró nada… se desplomó en la cama y fue entonces cuando la encontró… había un sobre en la cama…
Víctor García
Abrió la carta desesperado, tal vez ahí le daba alguna explicación, le decía donde estaba, cualquier cosa era preferible a esa ignorancia…
Víctor:
Porque entrego siempre el alma y todo el sentimiento, porque ahora la vida se ha tornado un futuro incierto, porque con mis besos y con mis caricias te entregaba, todo, todo, todo mi universo…
Pides que te quiera, que te crea, que te entienda y de ti no hay nada. Mil noches en velas sola y llorando en mi almohada.
¿Para qué mentiras? ¿Dime qué querías? Si te dí de más no entiendo que faltaba…
Si te dices hombre… demuéstralo ahora no seas cobarde. Porque hombre es aquel que sabe valorar una mujer.
Porque soy la niña, la novia, la esposa, la madre, amante. No verás rendida me voy de tu vida y sabes por qué…
Porque soy Mujer…
Myriam Montemayor
Se fue, se fue y lo dejó… tenía toda la razón del mundo para odiarlo, cada palabra le había dolido, como seguramente a ella sus mentiras… la había perdido, la había perdido para siempre… si tan solo le hubiera explicado cuando tuvo tiempo… ahora qué iba hacer sin ella… lloró amargamente como nunca lo había hecho, había perdido a lo que más amaba…
La buscó desesperado mucho tiempo, pero nunca la encontró ni la más mínima pista… pero no perdió la esperanza… lo único que lo mantenía con vida era la esperanza de encontrarla…
Entró al departamento... percibió un olor a rosas en cuanto abrió la puerta, la sala estaba perfectamente arreglada, parecía que alguien vivía en ese departamento que habían abandonado hace seis meses, todo en su lugar, en perfecto orden… una foto se podía apreciar al dar un paso adentro de la casa… caminó por toda la habitación observando cada detalle, como si nunca hubiera estado ahí, y la verdad había estado miles de veces, pero ahora todo parecía nuevo, diferente… se dirigió a las habitaciones, ahí estaba la cama perfectamente hecha… había un ramo de rosas blancas en el buró de aquella habitación, la luz del sol iluminaba por completo aquella habitación, le proporcionaba un ambiente cálido, recorrió la habitación nuevamente como lo había hecho tantas veces… el closet tenía exactamente lo mismo, nada había cambiado, hasta su almohada tenía su perfume… pero ya todo era diferente… tan diferente, había sido feliz en esa habitación, ahora solo quedaban las zozobras de ese fugaz instante de felicidad… pero no había duda ese fugaz instante de felicidad le había dado sentido a su vida… no importaba si moría… su cobardía terminó con su felicidad, su miedo, su temor… ahora no quedaba nada más que aquel recuerdo que le hacía abrir los ojos todos los días, que le hacía vivir… aún recordaba la comodidad de la cama, la suavidad de su vestidura… y aquella letra, esa letra… esa carta, que significaba esa carta, ese nombre que antes había sido su vida entera, tuvo tanto miedo de leerla, pero no tuvo más remedio que hacerlo… los ojos cristalinos aún no pudieron creer lo que decían aquellas líneas escritas con pulso tambaleante… los renglones se perdían entre la explicación que tanto necesitó… levantó la vista hacia el umbral de la puerta, las lágrimas contenidas, se resistían a seguir presas…
- ¿Qué es esto?
- La verdad. (Le dijo observándola fijamente, aún no podía creer, cuando llegó al departamento, se encontró con una maleta en la sala… aún no podía creer todo el tiempo que la buscó, y ahora la volvía encontrar en el mismo lugar que la perdió…)
- Víctor… ¿Por qué no me lo dijiste, antes? (Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos…)
Víctor: Te fuiste, justo cuando tuve el valor de decírtelo…
- (Bajó la vista desconcertada, qué había sucedido, había huido de su lado por miedo, por cobarde… no podía enfrentar esa situación… y ahora…)
Víctor: Myriam… (La observaba desde la puerta de la habitación…)
Myriam: (Levantó la vista hacia él…) Aún así, esto no te daba derecho a engañarme. (Le mostró el papel que sostenía entre sus manos…)
Víctor: ¿Y tú crees, que quería hacerlo…?
Myriam: No lo sé, no sé nada… nunca supe nada de ti.
Víctor: Lo sabías todo.
Myriam: ¿Todo?... No sabía que estabas casado, no sabía esto… ni siquiera sabía tu dirección o tú teléfono… nada…
Víctor: ¿Y tú crees que la dirección o el teléfono de alguien, sea necesario para conocer a la persona?...
Myriam: No, pero habría sido de mucha ayuda saber que estabas casado.
Víctor: ¿Ayuda para qué?...
Myriam: Para conocerte, para entenderte.
Víctor: ¿de qué me sirvió a mí?, pensaba que te conocía, pensaba que eras valiente y enfrentarías la situación… sin embargo huiste.
Myriam: Para ti es muy fácil decirlo, no sentías lo que yo sentía… nunca te mentí, nunca te engañe…
Víctor: ¡No era mi intención hacerlo!
Myriam: ¡Pero lo hiciste! (Se levantó…)
Víctor: Entiende todo se complicó…
Myriam: no puedo entender, algo que nunca me explicaste… ni siquiera lo intentaste… fue más fácil mentirme.
Víctor: Fui un cobarde… tenía miedo perderte…
Myriam: Pero al final me perdiste de todos modos…
Víctor: Tienes razón… fui un estúpido al creer que el amor que me tenías era más grande que cualquier cosa… porque para mi lo fue no me importó nada…
Myriam: Te equivocas.
Víctor: No, al final tu orgullo pudo más.
Myriam: Le llamas orgullo, a tratar de rescatar los pedazos de quedaban de mi. (Las lágrimas corrían por sus mejillas…)
Víctor: ¿Pedazos?
Myriam: Sí, poco a poco… me fui quedando sin nada… lo único que trate de hacer fue seguir viva.
Víctor: Éramos felices cuando estábamos juntos… ¿No te entiendo?
Myriam: Tú lo has dicho cuando estábamos juntos… cuando estabas… cuando no estabas con tu esposa… entonces éramos felices… y el resto del tiempo me la pasaba llorando por ti…
Víctor: Ya te lo explique todo…
Myriam: ¿Y tú crees que una carta, sea suficiente?
Víctor: Para ti lo fue, cuando me dejaste sin más explicación que una carta, que me quitaba la vida día con día… No tuviste el valor para decírmelo a la cara…
Myriam: ¿y tú sí?... ¡Tú me dijiste esto que tan elocuentemente escribes!... ¡no, no me lo dijiste!... ¿Y sabes por qué?... Porque eres un cobarde.
Víctor: ¿Por qué no me dijiste tú?
Myriam: Porque no podía, porque esa noche antes de irme comprobé que era una presa a tu lado, que no tenía voluntad… porque si te veía y te decía que me iba, nunca lo iba a hacer… (Pasó junto a él para salir de la habitación, el aire ahí era tan pesado… que ya no podía respirar…)
Víctor: ¿Por qué? (La detuvo en el pasillo…)
Myriam: porque el amor que te tenía era más grande que cualquier cosa, más grande que tu engaño… y no iba permitir que ese amor terminara conmigo… yo soy mucho más que eso… te lo dije me voy de tu vida porque soy mujer… porque soy la niña, la novia, la esposa, la madre… y contigo tan solo era la mujer que te amaba... Esto te lo debí decir hace seis meses pero no tenía el valor para verte a los ojos y no perderme en tu mirada, ver tus labios y no desear tus besos, tenerte tan cerca y no querer que me hicieras tuya… Pero ahora soy diferente, aunque tú sigues siendo el mismo… (Caminó hacia la sala…)
Víctor: (Tenía los ojos llenos de lágrimas… respiró profundo y contuvo el llanto antes de seguirla…)
Myriam: Ya dijiste lo que tenías que decir, vete… (Tenía el corazón hecho pedazos…)
Víctor: Yo también he cambiado… la vida… y tú se encargaron de eso…
Myriam: Aquí tengo tu explicación, no necesito nada más de ti… (Dijo mostrándole la carta…)
Víctor: Ahí esta la más grande verdad de toda mi vida… pero no esta la explicación que tu quieres…
Myriam: Pero no tienes otra, no existe…
Víctor: ¿Sabes porque choque ese día contigo?
Myriam: Venías distraído…
Víctor: Venía de la casa de Graciela… mi mejor amiga me acababa de decir que tenía un tumor cerebral terminal… sabes, ella siempre estuvo conmigo, me apoyaba en todo… ese día me dijo que si podía hacer algo por ella… me pidió que la hiciera feliz lo que le quedaba de vida…
Myriam: Víctor… (Sus ojos estaban llenos de confusión, no era posible lo que se estaba imaginando…)
Víctor: decidí casarme con Graciela… y hacerla feliz, la quería mucho… no sabía cuanto tiempo le quedaba de vida… pero nunca me imaginé que ese mismo día conocería a la mujer de mi vida…
Myriam: ¡Cállate!
Víctor: ¿Querías escuchar esto? Pues lo vas a escuchar todo… Ese día me perdí para siempre en tus ojos… eras todo lo siempre había soñado y más… nunca me había enamorado… y tú con tan solo una mirada lo conseguiste… traté de sacarte de mi cabeza, de mi corazón, de mi vida… me case al siguiente día contigo en mi cabeza, no podía apartarte, sabía que no tenía nada para ti, no en ese momento… y no sabía cuando lo tendría… pero no podía, estabas invadiendo mis sentidos… no pude… no lo resistí… tenía que volverte a ver, tan solo tenía que verte, no sabía tu nombre, no sabía nada de ti… pero ya no podía vivir sin ti…
Myriam: ¡Víctor, ya no sigas!
Víctor: Ese día cuando te ví bajando por las escaleras, ahí supe, que hiciera lo que hiciera ya estaba condenado… no podía estar contigo pero tampoco podía olvidarte…
Myriam: ¡Víctor!
Víctor: Sabía que estaba haciéndote una canallada, al no decirte la verdad, pero tenía tanto miedo de perderte, te amaba tanto… que no pude hacerlo… tienes razón fui un cobarde… mi cobardía te lastimó tanto y sabes como me arrepiento de no habértelo dicho, ahora sé que lo hubieras entendido…
Myriam: ¿Tus ausencias sin explicación?
Víctor: Eran crisis de Graciela, la tenían que hospitalizar y yo no me separaba de ella… aunque mi corazón y mi alma seguían a tu lado…
Myriam: Entiendo eso… pero engañarnos a las dos, ¿Cómo pudiste estar con ella y conmigo…? ¿Cómo pudiste hacerle el amor a ella y después a mí?
Víctor: ¡¡No!!... Entiende con la única mujer que he estado en todo este tiempo has sido tú… A Graciela nunca la toqué…
Myriam: Pero ella te amaba…
Víctor: Pero sabía que yo a ella no…
Myriam: ¿Sabía que yo…?
Víctor: No, nunca se enteró… fue feliz a mi lado… fuimos los amigos de siempre, nuestro matrimonio fue una amistad…
Myriam: (Lloraba, no podía creerlo… todo había sido una mala pasada del destino… no podía culparlo, al contrario lo admiraba por lo que había hecho por su amiga…)
Víctor: (Se acercó a ella y la abrazó con fuerza…)
Myriam: (Se aferró a él… lo necesitaba…)
Víctor: Bebé… créeme por favor, no planeé esto, no pensaba engañarte… jamás te hubiera causado este daño… cuando te ví desmayarte en la cafetería, pensé que habías muerto… sentí que la vida se me iba de las manos…
Myriam: No digas nada… ya no hay remedio para nada… la vida nos jugó una mala pasada… (Se separó de él aún llorando…)
Víctor: Myriam… La carta la escribí el día que te fuiste de mi lado… arreglé el departamento para el día en que tú volvieras… esa esperanza es lo único que mantenía con vida… Esa carta es verdad… aún sigue siendo verdad… Te amo.
Myriam: (Su corazón de detuvo… las lágrimas corrían sin que las pudiera detener…) No tiene importancia así como tampoco tiene importancia… que aún te ame yo como el primer día…
Víctor: ¡Myriam! ¡Claro que importa! Aún podemos ser felices… (Intento abrazarla, pero ella lo rechazó…)
Myriam: Tú estás casado y eso nada ni nadie lo va a poder cambiar… tú debes estar con ella… aunque eso nos destrocé el alma.
Víctor: (Sonrió…) ¡Cómo no me iba a enamorar de ti, si eres un ángel!
Myriam: ¡Por favor! No me tortures más.
Víctor: (Se acercó a ella y la abrazó por la cintura, no le importó sus reclamos…)
Myriam: ¡Suéltame! (No podía, no debía tenerlo tan cerca…)
Víctor: ¿Realmente quieres que te suelte?
Myriam: (Su mirada la delataba, lo que más deseaba, lo que más añoró todos esos meses fueron sus brazos, su aroma, su mirada, su sudor, su peso sobre su cuerpo…) ¡Por favor! ¡Ella no se merece esto!
Víctor: No, no se lo merece… pero no puedo evitarlo… Tu aliento es el aire que me hace respirar, desde que te fuiste no puedo respirar… ¿me vas a dejar morir sin ningún auxilio? (Sonrió…)
Myriam: No juegues… (Dijo débilmente, ya estaba demasiado cerca… no lo podía resistir, sus poros transpiraban el deseo que sentía…)
Víctor: Te amo… (Y diciendo esto se apoderó de sus labios, nuevamente, saboreo sus besos… esos labios le estaban regresando la vida poco a poco, no podía existir mejor medicina en el mundo… era suya, aún lo amaba, lo sentía, lo podía sentir, su cuerpo temblaba entre sus brazos… y sus manos se aferraban a su cuello, como tantas otras veces…)
Myriam: ¡No! (Se separó de él agitada… aún no podía resistirse a él…)
Víctor: tú me amas, yo te amo… ¿Qué nos impide estar juntos? (La abrazó otra vez… Myriam apenas si tenía fuerzas para sostenerse…)
Myriam: Víctor, si me amas, no pidas que sea tu amante… no me lo pidas, porque no voy a poder decirte que no… y yo no nací para ser amante de nadie… no podría serlo otra vez…
Víctor: En eso estoy de acuerdo… Tú no vas hacer amante de nadie… Jamás te haría eso… Nunca fuiste mi amante… fuiste y eres mi amada… nunca fuiste mi amante, porque a la única que amé siempre fuiste tú… tú eras y eres la dueña de mi vida y de mi amor… (Le dio un beso muy dulce en los labios…)
Myriam: Víctor…
Víctor: Myriam… ¿Quieres…?
Myriam: ¡Víctor! (Sabía que haría lo que le pidiera… el destino era el culpable de su situación… no podía evitarlo lo amaba… fuera de toda lógica, de toda razón… de todo sentido común, más allá de las reglas de la sociedad y la moral…)
Víctor: Myriam… ¿Quieres ser mi esposa?
Myriam: ¿Ser tu esposa? (Era verdad lo que acababa de escuchar…)
Víctor: ¿Quieres casarte conmigo?
Myriam: ¿Y tu esposa?
Víctor: Murió.
Myriam: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Víctor: poco después de que te fuiste… el cáncer finalmente terminó con ella… nada se podía hacer ya…
Myriam: Pero…
Víctor: No te pongas triste… ella murió feliz, al lado de la gente que la quería…
Myriam: ¿Nunca supo que yo existía?
Víctor: Sí…
Myriam: ¿Cuándo se enteró?
Víctor: él día que me encontraste con ella en la cafetería… me vio tan mal, vio como te veía… que lo intuyó todo… cuando salí de tu departamento, iba dispuesto a decirle todo, pero cual fue mi sorpresa ya lo sabía… me dijo que luchará por tu amor, que nunca pensó que me causaría tantos problemas, que si no me querías escuchar ella hablaría contigo… que aunque me amaba, sabía que yo a ella no… que había sido feliz a mi lado… y me agradecía todo lo que había hecho, pero era hora de que buscara mi propia felicidad… y mi felicidad eres tú…
Myriam: Víctor…
Víctor: (sonrió…) ¿Quieres casarte conmigo…?
Myriam: (sonrió…) ¿Todavía me lo preguntas? (Le dio un beso… y lo abrazó…)
Víctor: ¿Entonces?
Myriam: ¡A qué sí!
Víctor: Te amo…
Myriam: Te amo…
Ahora sin más mentiras, ni engaños, ni malos entendidos fueron felices, Myriam por fin conoció todo el mundo en que se desenvolvía Víctor día a día, pero él tenía razón… ella ya lo conocía a él, por eso lo amaba, por eso nunca pudo dejarlo de amar, porque su corazón no la podía engañar… porque sabía quien era, aunque su cabeza pensaba que no, su corazón estaba perfectamente seguro de quien se había enamorado… se casaron poco tiempo después, ya no había nada que los separara… Myriam fue para Víctor todo, la niña, la novia, la esposa, la madre, amante… lo fue todo… era su vida… Era su mujer…
Myriam: ¿Tienes una maldita idea, de lo que paso, cada vez que te desapareces? (Estaba desesperada, comenzó a llorar golpeándole el pecho…)
Víctor: Bebé… estoy aquí. (Limpió sus lágrimas… y soportó cada golpe lleno de desesperación…)
Myriam: ¡Hoy! ¿Y mañana? (Dijo reprochándole…)
Víctor: Siempre voy a estar a tu lado.
Myriam: Sabes todo lo que pienso… si te pasara algo…
Víctor: Estoy bien…
Myriam: ¡Víctor!
Víctor: Te amo.
Myriam: Esta vez no va a funcionar. (Se separó de él… no podía flaquear esta vez, no debía…)
Víctor: Myriam… Contéstame algo.
Myriam: ¿Qué?
Víctor: ¿Me amas?
Myriam: Sabes qué sí. (Volteó hacia él, sorprendida…)
Víctor: Entonces por favor, confía en mí.
Myriam: Confío en ti… aunque sea estúpido. (Dijo más para ella que para él… tenía miles de razones para no confiar en él y sin embargo escapaba a toda lógica…)
Víctor: Entiéndeme por favor… te pido tiempo, es todo lo que pido. (En su mirada reflejaba, algo que Myriam no pudo descifrar…)
Myriam: ¿Para qué?
Víctor: Por favor… (La abrazó… y Myriam se aferró a él… siempre pasaba exactamente lo mismo… a quien engañaba sabía que Inés tenía razón, pero no podía vivir sin él… no podía…)
Myriam: Sí… (Dijo débilmente…)
La situación no cambió mucho… Myriam seguía con la misma incertidumbre… no lo soportaba más, o eso pensaba cada vez que se desaparecía, pero bastaba con verlo para que su mundo perdiera sentido… no podía vivir sin él… cada vez que se alejaba, era como el periodo de abstinencia a una droga muy potente… eso era Víctor en su vida una droga que día con día la consumía… pero la amaba… y ella simplemente no podía estar sin él…
Inés: Vente, vamos a tomar un café… (Habían trabajado todo el día… además de que Myriam estaba muy nerviosa…)
Myriam: ¡A qué sí!
Inés: ¿Y Víctor?
Myriam: No sé, desde el lunes que no lo veo… se fue de viaje.
Inés: ¿Sigues sin saber donde trabaja, que nunca tiene tiempo?
Myriam: solo sé, que es el dueño de una compañía y que viaja mucho, por eso se desaparece…
Inés: Pero debería llamarte, por lo menos.
Myriam: A veces lo hace.
Inés: ¿Y sabes cómo localizarlo?
Myriam: Sabes que no… no entiendo porque su negativa, cada vez que le pregunto, me pide tiempo…
Inés: ¿Tiempo para qué? (Myriam había cambiado desde que estaba a su lado… era la misma niña cuando él estaba, pero cuando se iba, parecía una mujer amargada por los años…)
Myriam: No sé… solo espero que esta situación termine pronto… (Iban entrando a la cafetería… se quedó inmóvil en la puerta de la cafetería… la más horrible de sus visiones se había hecho realidad…)
Inés: ¡Myriam!... ¡Myriam!... (Estaba pálida…la asustó verla en ese estado…)
Myriam: (sintió que acababa de morir… en una mesa de la cafetería se encontraba Víctor… estaba con otra mujer… pero si… se había ido de viaje… y regresaba hasta el viernes… o al menos eso le había dicho… tenía los ojos llenos de lágrimas… las piernas ya no tenían fuerza para mantenerla en pie…)
Inés: ¡¡¡Myriam!!! (La vio desvanecerse… la sostuvo y evitó que se pegará en el suelo…)
Víctor: (volteó al escuchar el grito de Inés… tan solo la vio caer al suelo… se levantó y corrió con ella…) ¿Estás bien? (La sostuvo entre sus brazos… ¿Qué hacía ahí?...)
Inés: (Lo volteó a ver…) ¿Qué haces aquí? (Myriam le acababa de decir que se había ido de viaje…)
Víctor: ¿Qué le paso? (Le preguntó preocupado a Inés…)
- Mi amor… esta bien la señorita… (Una mujer muy hermosa se había acercado a ellos…)
Inés: (Volteó a ver la mujer que le hablaba a Víctor…) ¿Y me lo preguntas…? (Entendió todo, porque su amiga se había desmayado… seguramente lo vio con ella…)
Víctor: (No dejaba de ver a Myriam, estaba pálida… y fría… parecía muerta… sintió una desesperación tan grande, qué había hecho… su niña parecía sin vida…) ¡¡Despierta!! (Los meseros le llevaron alcohol…)
Myriam: (Abrió los ojos… lo primero que vio… fue a él… la estaba abrazando… la observaba preocupado… no había sido un sueño… era él… estaba con otra mujer…)
Víctor: ¿Te sientes bien? (Dijo acariciándole el rostro…)
Inés: ¡¡Myriam!!... (Tomó su mano, estaba helada…)
Myriam: (Dirigió su mirada hacia su amiga…)
- Se siente bien… señorita…
Myriam: (Giró el rostro hacia donde le hablaban, era ella… la mujer que estaba con Víctor…)
- Si se siente mal mi esposo y yo la llevaremos a un hospital (dijo amablemente…)
Myriam: (¿Esposo?... Víctor… ¿Esposo?... Víctor estaba casado con esa mujer… La verdad le destrozó el corazón…volteo a verlo buscando un explicación, pero tan solo encontró la mirada culpable de Víctor… de pronto se dio cuenta que Víctor la sostenía… no quería que la volviera a tocar… sentía una repulsión hacia Víctor tan grande…se levantó rápidamente, asombrando a todos los que los veían…)
Víctor: todavía no estás bien… (Dijo tomándole la mano…)
Myriam: Inés vámonos… (Ni siquiera lo escuchó, apartó su mano de la de él rápidamente… deseaba salir de ese lugar cuanto antes, no sabía cuanto tiempo soportaría el no gritarle y decirle todo lo que se merecía…)
Inés: Sí… (La ayudó a caminar, todavía estaba muy conmocionada…)
- Señorita… si se siente mal… (Nuevamente esa mujer…)
Myriam: No se preocupe… estoy muy bien… (Dijo sin prestarle mucha atención, no quería recordarla, no quería recordar su rostro… no quería odiarla, prefería odiar a alguien sin rostro…)
Inés: Yo me encargo de ella, gracias… (Dijo, para sacar a su amiga cuanto antes de ahí, sabía todo el daño que le había causado Víctor…)
Myriam: (Volteó a ver a Víctor que estaba inmóvil viendo la escena, parecía fuera de la realidad...) Muchas gracias, Señor... (Salió de la cafetería… conteniendo las ganas de llorar, de golpear, de reclamarle todo el daño que le había dicho…)
Inés: Myriam…
Myriam: Me voy a mi casa… (Dijo a unos metros de la cafetería…)
Inés: No puedes manejar así…
Myriam: Por favor… necesito estar sola… (Se subió a su coche y se fue a su departamento… cuando entró lo primero que observó fue una fotografía de Víctor que se encontraba en la sala… ya no pudo más las lágrimas empezaron a salir de sus ojos, sin que pudiera detenerlas… no podía creerlo… no soportaba el dolor, había hecho pedazos sus corazón, la herida sangraba y le dolía tanto que pensó que moriría… no quería saber nada más… no quería volver a verlo nunca…destrozó la fotografía, era todo lo que podía hacer…
Víctor: Myriam… (Había ido a buscarla en cuanto dejó a su esposa en su casa…)
Myriam: ¡¡Qué haces aquí!! (Dijo furiosa…) ¡¡¡Vete, vete, Víctor!!!
Víctor: déjame explicarte… (Le suplicaba con todo su cuerpo, una oportunidad…)
Myriam: ¿Qué haces aquí, no deberías estar con tu esposa? (Dijo limpiándose las lágrimas…)
Víctor: Myriam por favor… déjame hablar… (Se acercaba a ella lentamente, sabía que estaba muy herida, pero tenía que explicarle todo…)
Myriam: ¿qué me vas ha decir?... que es mentira, que esa mujer no es tu esposa… (Dijo esperando un milagro muy dentro de ella, esperando un no…)
Víctor: (Bajó la mirada…) No, eso es verdad… Graciela es mi esposa.
Myriam: (El cuchillo acaba de hundirse en lo profundo de su ser…) ¡Qué, viniste a darme el tiro de gracia!
Víctor: bebé… déjame explicarte… no es lo que estás pensando…
Myriam: ¿No me engañaste?... ¿No me mentiste?... ¡Eso es lo que estoy pensando!
Víctor: Myriam… (Caminó hacia ella…)
Myriam: ¡Atrévete a negarme que me mentiste, que me engañaste, que me usaste…!
Víctor: por favor… (Le dijo calmado, ahora menos que nunca debía perder la calma…)
Myriam: ¿Por qué?... ¿Qué te hice, para que me hicieras tanto daño?
Víctor: No me hagas esto por favor.
Myriam: ¿Yo? ¿Qué te hice?... ¡Tú fuiste el que me destrozó! (Tenía los ojos llenos de lágrimas…)
Víctor: Bebé, no sabes como me duelen tus palabras…
Myriam: ¿Mis palabras?... Sabes que me duele a mí, tu engaño… para que mentiras… ¿Dime qué querías? (Le grito desesperada…)
Víctor: ¡A ti! (Dijo desesperado, no le permitía hablar…)
Myriam: ¡¡Eres un cínico!!... ¡Cómo pudiste!... yo te amaba…
Víctor: (La trató de abrazar para tranquilizarla, pero no se lo permitió…)
Myriam: ¡¡No me toques!! (Se alejó de él…) No vuelvas a ponerme un dedo encima… (De tan solo pensar, que con esas manos acariciaba a otra mujer, a otra mujer que tenía todo el derecho de recibir sus caricias…)
Víctor: ¡Por favor!... No fue mi intención herirte… es lo último que hubiera querido...
Myriam: ¿Pensaste que nunca me iba a enterara?
Víctor: (No le contestó nada, bajó la mirada… no podía sostenerle la mirada, esa mirada que en un tiempo lo veía lleno de amor, ahora solo le demostraba desprecio…)
Myriam: ¿Pensabas tenerme como tu amante el resto de tu vida?… ¿o pensabas dejarme…?
Víctor: Nunca podría dejarte, me moriría sin ti… ¡Te amo! (No sabía que decir…)
Myriam: (Le dio una cachetada…) ¡Tú no sabes lo que es amar!
Víctor: (Se quedó viéndola fijamente, se merecía todo lo que le decía…)
Myriam: ¿Por qué?
Víctor: Porque te amo… (Lo único que tenía ahora, era la verdad…)
Myriam: Jamás vuelvas a decir que me amas… Me da asco…
Víctor: (Lo veía con tanto rencor, con tanta repugnancia…) Soy un hombre que él único que pecado que cometió fue enamorarse de ti… (Tenía que convencerla a toda costa de que la amaba…)
Myriam: ¿Un hombre?... ¡Un hombre!... No Víctor, tú no eres un hombre, porque hombre es aquél que sabe valorar a una mujer… que no la engaña, y la usa de la manera en que tú lo has hecho… si en verdad eres un hombre, demuéstralo ahora no seas cobarde… no te escudes en el amor… ni siquiera mereces nombrarlo… Afronta las consecuencias de tus actos… (Ya no lloraba… la ira se estaba apoderando de ella…)
Víctor: Tú me amas… igual que yo… igual que yo no pudiste evitarlo…
Myriam: Te odio… Entiendes, te odio… Vete de una vez… vete al lado de tu esposa que seguro te espera… (Se alejó de él… ya no quería verlo más… quería sacarlo de su vida para siempre…)
Víctor: (La detuvo del brazo y la abrazó…) Llegaste demasiado tarde a mi vida.
Myriam: Y eso te da el derecho de mentir, de engañar… ¡Vete!...
Víctor: ¡Entiéndeme!
Myriam: ¡Suéltame! (Luchaba desesperada por alejarse de él…)
Víctor: Nunca, tú eres mía… Me amas, tanto como yo a ti… y aunque no me creas esto tiene una explicación…
Myriam: ¡Suéltame! (No podía creer…)
Víctor: (La besó con fuerza, no iba a permitir que se fuera de su vida, porque era su vida… sabía que lo amaba, aunque ahora estaba muy lastimada… pero sabía que cuando se tranquilizara, lo entendería… tenía que comprenderlo…)
Myriam: ¡Suéltame!... (Dijo agitada… estaba muerta de miedo… sabía que no era tan fuerte…)
Víctor: (La volvió a besar… la necesitaba más que a nada ni a nadie… Myriam luchaba contra él con todas sus fuerzas… quería odiarlo, necesitaba odiarlo, para poder resistir ese ataque… su corazón latía acelerado por tenerlo cerca… no resistiría mucho tiempo… tenía que alejarse de él cuanto antes… o estaría perdida…)
Víctor: (La tomó fuerte por los hombros…) ¡¡Me amas!!... no lo niegues… no sirve de nada… ¿Qué piensas hacer? Alejarte de mí… No funciona… lo intente miles de veces… y siempre volvía… Te necesito… de la misma manera en que tú me necesitas… (La volvió a besar… Myriam sabía que tenía razón, y aunque su mente sabía que debía alejarse de él, no podía, no podía más, se dejó llevar por el amor que tenía, que podía hacer, no podía dejar de amarlo de la noche a la mañana… lo amaba y eso la perdía… se olvidó de todo, de su engaño, de sus mentiras… quiso creer una vez más que la amaba, necesitaba creer una vez más que la amaba… no pensaba en nada más… y ahí envueltos en la más grande pasión hicieron el amor como nunca lo habían hecho…)
Víctor no durmió en toda la noche, tratando de encontrar la mejor manera de explicarle las cosas, tenía que comprenderlo, no podía perderla, no estaba dispuesto a hacerlo… Myriam era su vida, y sin ella ya no tenía sentido vivirla… no podía perderla… cuando sintió los rayos de sol en su rostro…
Víctor: Bebé… ¿Estás despierta? (Dijo muy quedo en su oído…la tenía entre sus brazos, toda la noche había disfrutado de su cercanía, de su calor, de la paz que le daba…)
Myriam: (No le contestó… había despertado desde hace mucho tiempo, cuando despertó se encontraba en sus brazos… acostada en su pecho, pero no lo soportó, qué había hecho, no pudo resistir, sus besos, sus caricias… a pesar de todo… Víctor era una maldita droga que la estaba envenenando… apretó fuertemente las manos, no quería verlo, no quería hablarle, quería sacarlo de su vida… pero con él ahí sabía que nunca lo lograría…)
Víctor: ¿Myriam? (Al ver que no respondía supuso que seguía dormida… le dio un beso en la frente, se levantó, se vistió… escribió una nota que dejó en la cama, le dio un último beso y se fue…debía aclarar unas cosas antes de hablar con ella… volvería en unas horas para sostener la más importante plática de su vida, ya no importaba nada más, su vida y su felicidad dependían de ello…)
Myriam: (Cuando escuchó la puerta… abrió los ojos, las manos le dolían de toda la presión que había hecho… tomó la nota…)
Myriam:
Me tengo que ir… regresó después, necesitamos hablar… Tengo que hacer algo… Te prometo que todo va ha ser diferente…
Te amo…
Atte: Víctor
Myriam: (No pudo contener el llanto por más tiempo… no podía ser, no lo podía dejar… no podía… anoche, todo lo que sucedió anoche era prueba de eso… pero tenía que hacerlo o de lo contrario terminaría muriendo…)
Cuando Víctor regresó, todo estaba exactamente igual que como lo dejó horas antes, entró llamando a Myriam, entró a la habitación pudo ver la cama sin arreglar, en el piso se encontraban varias prendas de ropa, caminó siguiendo el camino que habían dejado, llegó hasta el closet esta abierto, pudo ver que faltaba ropa, todo estaba desordenado, como si alguien hubiera estado buscando algo y no lo encontrara… Sus ojos reflejaron el miedo tan grande que estaba sintiendo, buscó la maleta… no estaba… Myriam se había ido sin decirle nada… había huido de él, revolvió el closet desesperado, corrió a buscar en todas las habitaciones, no había nadie, la casa estaba vacía, no había rastros de Myriam por ningún lado, llamó a su celular, pero nadie contestó… salió desesperado… pero a dónde, dónde podía estar… fue a buscar a Inés a la oficina, si alguien sabía donde estaba era ella, pero no estaba, le informaron que se había ido de viaje con Myriam pero que no sabían a donde… regresó al departamento de Myriam, buscó desesperado alguna pista que le dijera a dónde se había ido… pero no encontró nada… se desplomó en la cama y fue entonces cuando la encontró… había un sobre en la cama…
Víctor García
Abrió la carta desesperado, tal vez ahí le daba alguna explicación, le decía donde estaba, cualquier cosa era preferible a esa ignorancia…
Víctor:
Porque entrego siempre el alma y todo el sentimiento, porque ahora la vida se ha tornado un futuro incierto, porque con mis besos y con mis caricias te entregaba, todo, todo, todo mi universo…
Pides que te quiera, que te crea, que te entienda y de ti no hay nada. Mil noches en velas sola y llorando en mi almohada.
¿Para qué mentiras? ¿Dime qué querías? Si te dí de más no entiendo que faltaba…
Si te dices hombre… demuéstralo ahora no seas cobarde. Porque hombre es aquel que sabe valorar una mujer.
Porque soy la niña, la novia, la esposa, la madre, amante. No verás rendida me voy de tu vida y sabes por qué…
Porque soy Mujer…
Myriam Montemayor
Se fue, se fue y lo dejó… tenía toda la razón del mundo para odiarlo, cada palabra le había dolido, como seguramente a ella sus mentiras… la había perdido, la había perdido para siempre… si tan solo le hubiera explicado cuando tuvo tiempo… ahora qué iba hacer sin ella… lloró amargamente como nunca lo había hecho, había perdido a lo que más amaba…
La buscó desesperado mucho tiempo, pero nunca la encontró ni la más mínima pista… pero no perdió la esperanza… lo único que lo mantenía con vida era la esperanza de encontrarla…
Entró al departamento... percibió un olor a rosas en cuanto abrió la puerta, la sala estaba perfectamente arreglada, parecía que alguien vivía en ese departamento que habían abandonado hace seis meses, todo en su lugar, en perfecto orden… una foto se podía apreciar al dar un paso adentro de la casa… caminó por toda la habitación observando cada detalle, como si nunca hubiera estado ahí, y la verdad había estado miles de veces, pero ahora todo parecía nuevo, diferente… se dirigió a las habitaciones, ahí estaba la cama perfectamente hecha… había un ramo de rosas blancas en el buró de aquella habitación, la luz del sol iluminaba por completo aquella habitación, le proporcionaba un ambiente cálido, recorrió la habitación nuevamente como lo había hecho tantas veces… el closet tenía exactamente lo mismo, nada había cambiado, hasta su almohada tenía su perfume… pero ya todo era diferente… tan diferente, había sido feliz en esa habitación, ahora solo quedaban las zozobras de ese fugaz instante de felicidad… pero no había duda ese fugaz instante de felicidad le había dado sentido a su vida… no importaba si moría… su cobardía terminó con su felicidad, su miedo, su temor… ahora no quedaba nada más que aquel recuerdo que le hacía abrir los ojos todos los días, que le hacía vivir… aún recordaba la comodidad de la cama, la suavidad de su vestidura… y aquella letra, esa letra… esa carta, que significaba esa carta, ese nombre que antes había sido su vida entera, tuvo tanto miedo de leerla, pero no tuvo más remedio que hacerlo… los ojos cristalinos aún no pudieron creer lo que decían aquellas líneas escritas con pulso tambaleante… los renglones se perdían entre la explicación que tanto necesitó… levantó la vista hacia el umbral de la puerta, las lágrimas contenidas, se resistían a seguir presas…
- ¿Qué es esto?
- La verdad. (Le dijo observándola fijamente, aún no podía creer, cuando llegó al departamento, se encontró con una maleta en la sala… aún no podía creer todo el tiempo que la buscó, y ahora la volvía encontrar en el mismo lugar que la perdió…)
- Víctor… ¿Por qué no me lo dijiste, antes? (Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos…)
Víctor: Te fuiste, justo cuando tuve el valor de decírtelo…
- (Bajó la vista desconcertada, qué había sucedido, había huido de su lado por miedo, por cobarde… no podía enfrentar esa situación… y ahora…)
Víctor: Myriam… (La observaba desde la puerta de la habitación…)
Myriam: (Levantó la vista hacia él…) Aún así, esto no te daba derecho a engañarme. (Le mostró el papel que sostenía entre sus manos…)
Víctor: ¿Y tú crees, que quería hacerlo…?
Myriam: No lo sé, no sé nada… nunca supe nada de ti.
Víctor: Lo sabías todo.
Myriam: ¿Todo?... No sabía que estabas casado, no sabía esto… ni siquiera sabía tu dirección o tú teléfono… nada…
Víctor: ¿Y tú crees que la dirección o el teléfono de alguien, sea necesario para conocer a la persona?...
Myriam: No, pero habría sido de mucha ayuda saber que estabas casado.
Víctor: ¿Ayuda para qué?...
Myriam: Para conocerte, para entenderte.
Víctor: ¿de qué me sirvió a mí?, pensaba que te conocía, pensaba que eras valiente y enfrentarías la situación… sin embargo huiste.
Myriam: Para ti es muy fácil decirlo, no sentías lo que yo sentía… nunca te mentí, nunca te engañe…
Víctor: ¡No era mi intención hacerlo!
Myriam: ¡Pero lo hiciste! (Se levantó…)
Víctor: Entiende todo se complicó…
Myriam: no puedo entender, algo que nunca me explicaste… ni siquiera lo intentaste… fue más fácil mentirme.
Víctor: Fui un cobarde… tenía miedo perderte…
Myriam: Pero al final me perdiste de todos modos…
Víctor: Tienes razón… fui un estúpido al creer que el amor que me tenías era más grande que cualquier cosa… porque para mi lo fue no me importó nada…
Myriam: Te equivocas.
Víctor: No, al final tu orgullo pudo más.
Myriam: Le llamas orgullo, a tratar de rescatar los pedazos de quedaban de mi. (Las lágrimas corrían por sus mejillas…)
Víctor: ¿Pedazos?
Myriam: Sí, poco a poco… me fui quedando sin nada… lo único que trate de hacer fue seguir viva.
Víctor: Éramos felices cuando estábamos juntos… ¿No te entiendo?
Myriam: Tú lo has dicho cuando estábamos juntos… cuando estabas… cuando no estabas con tu esposa… entonces éramos felices… y el resto del tiempo me la pasaba llorando por ti…
Víctor: Ya te lo explique todo…
Myriam: ¿Y tú crees que una carta, sea suficiente?
Víctor: Para ti lo fue, cuando me dejaste sin más explicación que una carta, que me quitaba la vida día con día… No tuviste el valor para decírmelo a la cara…
Myriam: ¿y tú sí?... ¡Tú me dijiste esto que tan elocuentemente escribes!... ¡no, no me lo dijiste!... ¿Y sabes por qué?... Porque eres un cobarde.
Víctor: ¿Por qué no me dijiste tú?
Myriam: Porque no podía, porque esa noche antes de irme comprobé que era una presa a tu lado, que no tenía voluntad… porque si te veía y te decía que me iba, nunca lo iba a hacer… (Pasó junto a él para salir de la habitación, el aire ahí era tan pesado… que ya no podía respirar…)
Víctor: ¿Por qué? (La detuvo en el pasillo…)
Myriam: porque el amor que te tenía era más grande que cualquier cosa, más grande que tu engaño… y no iba permitir que ese amor terminara conmigo… yo soy mucho más que eso… te lo dije me voy de tu vida porque soy mujer… porque soy la niña, la novia, la esposa, la madre… y contigo tan solo era la mujer que te amaba... Esto te lo debí decir hace seis meses pero no tenía el valor para verte a los ojos y no perderme en tu mirada, ver tus labios y no desear tus besos, tenerte tan cerca y no querer que me hicieras tuya… Pero ahora soy diferente, aunque tú sigues siendo el mismo… (Caminó hacia la sala…)
Víctor: (Tenía los ojos llenos de lágrimas… respiró profundo y contuvo el llanto antes de seguirla…)
Myriam: Ya dijiste lo que tenías que decir, vete… (Tenía el corazón hecho pedazos…)
Víctor: Yo también he cambiado… la vida… y tú se encargaron de eso…
Myriam: Aquí tengo tu explicación, no necesito nada más de ti… (Dijo mostrándole la carta…)
Víctor: Ahí esta la más grande verdad de toda mi vida… pero no esta la explicación que tu quieres…
Myriam: Pero no tienes otra, no existe…
Víctor: ¿Sabes porque choque ese día contigo?
Myriam: Venías distraído…
Víctor: Venía de la casa de Graciela… mi mejor amiga me acababa de decir que tenía un tumor cerebral terminal… sabes, ella siempre estuvo conmigo, me apoyaba en todo… ese día me dijo que si podía hacer algo por ella… me pidió que la hiciera feliz lo que le quedaba de vida…
Myriam: Víctor… (Sus ojos estaban llenos de confusión, no era posible lo que se estaba imaginando…)
Víctor: decidí casarme con Graciela… y hacerla feliz, la quería mucho… no sabía cuanto tiempo le quedaba de vida… pero nunca me imaginé que ese mismo día conocería a la mujer de mi vida…
Myriam: ¡Cállate!
Víctor: ¿Querías escuchar esto? Pues lo vas a escuchar todo… Ese día me perdí para siempre en tus ojos… eras todo lo siempre había soñado y más… nunca me había enamorado… y tú con tan solo una mirada lo conseguiste… traté de sacarte de mi cabeza, de mi corazón, de mi vida… me case al siguiente día contigo en mi cabeza, no podía apartarte, sabía que no tenía nada para ti, no en ese momento… y no sabía cuando lo tendría… pero no podía, estabas invadiendo mis sentidos… no pude… no lo resistí… tenía que volverte a ver, tan solo tenía que verte, no sabía tu nombre, no sabía nada de ti… pero ya no podía vivir sin ti…
Myriam: ¡Víctor, ya no sigas!
Víctor: Ese día cuando te ví bajando por las escaleras, ahí supe, que hiciera lo que hiciera ya estaba condenado… no podía estar contigo pero tampoco podía olvidarte…
Myriam: ¡Víctor!
Víctor: Sabía que estaba haciéndote una canallada, al no decirte la verdad, pero tenía tanto miedo de perderte, te amaba tanto… que no pude hacerlo… tienes razón fui un cobarde… mi cobardía te lastimó tanto y sabes como me arrepiento de no habértelo dicho, ahora sé que lo hubieras entendido…
Myriam: ¿Tus ausencias sin explicación?
Víctor: Eran crisis de Graciela, la tenían que hospitalizar y yo no me separaba de ella… aunque mi corazón y mi alma seguían a tu lado…
Myriam: Entiendo eso… pero engañarnos a las dos, ¿Cómo pudiste estar con ella y conmigo…? ¿Cómo pudiste hacerle el amor a ella y después a mí?
Víctor: ¡¡No!!... Entiende con la única mujer que he estado en todo este tiempo has sido tú… A Graciela nunca la toqué…
Myriam: Pero ella te amaba…
Víctor: Pero sabía que yo a ella no…
Myriam: ¿Sabía que yo…?
Víctor: No, nunca se enteró… fue feliz a mi lado… fuimos los amigos de siempre, nuestro matrimonio fue una amistad…
Myriam: (Lloraba, no podía creerlo… todo había sido una mala pasada del destino… no podía culparlo, al contrario lo admiraba por lo que había hecho por su amiga…)
Víctor: (Se acercó a ella y la abrazó con fuerza…)
Myriam: (Se aferró a él… lo necesitaba…)
Víctor: Bebé… créeme por favor, no planeé esto, no pensaba engañarte… jamás te hubiera causado este daño… cuando te ví desmayarte en la cafetería, pensé que habías muerto… sentí que la vida se me iba de las manos…
Myriam: No digas nada… ya no hay remedio para nada… la vida nos jugó una mala pasada… (Se separó de él aún llorando…)
Víctor: Myriam… La carta la escribí el día que te fuiste de mi lado… arreglé el departamento para el día en que tú volvieras… esa esperanza es lo único que mantenía con vida… Esa carta es verdad… aún sigue siendo verdad… Te amo.
Myriam: (Su corazón de detuvo… las lágrimas corrían sin que las pudiera detener…) No tiene importancia así como tampoco tiene importancia… que aún te ame yo como el primer día…
Víctor: ¡Myriam! ¡Claro que importa! Aún podemos ser felices… (Intento abrazarla, pero ella lo rechazó…)
Myriam: Tú estás casado y eso nada ni nadie lo va a poder cambiar… tú debes estar con ella… aunque eso nos destrocé el alma.
Víctor: (Sonrió…) ¡Cómo no me iba a enamorar de ti, si eres un ángel!
Myriam: ¡Por favor! No me tortures más.
Víctor: (Se acercó a ella y la abrazó por la cintura, no le importó sus reclamos…)
Myriam: ¡Suéltame! (No podía, no debía tenerlo tan cerca…)
Víctor: ¿Realmente quieres que te suelte?
Myriam: (Su mirada la delataba, lo que más deseaba, lo que más añoró todos esos meses fueron sus brazos, su aroma, su mirada, su sudor, su peso sobre su cuerpo…) ¡Por favor! ¡Ella no se merece esto!
Víctor: No, no se lo merece… pero no puedo evitarlo… Tu aliento es el aire que me hace respirar, desde que te fuiste no puedo respirar… ¿me vas a dejar morir sin ningún auxilio? (Sonrió…)
Myriam: No juegues… (Dijo débilmente, ya estaba demasiado cerca… no lo podía resistir, sus poros transpiraban el deseo que sentía…)
Víctor: Te amo… (Y diciendo esto se apoderó de sus labios, nuevamente, saboreo sus besos… esos labios le estaban regresando la vida poco a poco, no podía existir mejor medicina en el mundo… era suya, aún lo amaba, lo sentía, lo podía sentir, su cuerpo temblaba entre sus brazos… y sus manos se aferraban a su cuello, como tantas otras veces…)
Myriam: ¡No! (Se separó de él agitada… aún no podía resistirse a él…)
Víctor: tú me amas, yo te amo… ¿Qué nos impide estar juntos? (La abrazó otra vez… Myriam apenas si tenía fuerzas para sostenerse…)
Myriam: Víctor, si me amas, no pidas que sea tu amante… no me lo pidas, porque no voy a poder decirte que no… y yo no nací para ser amante de nadie… no podría serlo otra vez…
Víctor: En eso estoy de acuerdo… Tú no vas hacer amante de nadie… Jamás te haría eso… Nunca fuiste mi amante… fuiste y eres mi amada… nunca fuiste mi amante, porque a la única que amé siempre fuiste tú… tú eras y eres la dueña de mi vida y de mi amor… (Le dio un beso muy dulce en los labios…)
Myriam: Víctor…
Víctor: Myriam… ¿Quieres…?
Myriam: ¡Víctor! (Sabía que haría lo que le pidiera… el destino era el culpable de su situación… no podía evitarlo lo amaba… fuera de toda lógica, de toda razón… de todo sentido común, más allá de las reglas de la sociedad y la moral…)
Víctor: Myriam… ¿Quieres ser mi esposa?
Myriam: ¿Ser tu esposa? (Era verdad lo que acababa de escuchar…)
Víctor: ¿Quieres casarte conmigo?
Myriam: ¿Y tu esposa?
Víctor: Murió.
Myriam: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Víctor: poco después de que te fuiste… el cáncer finalmente terminó con ella… nada se podía hacer ya…
Myriam: Pero…
Víctor: No te pongas triste… ella murió feliz, al lado de la gente que la quería…
Myriam: ¿Nunca supo que yo existía?
Víctor: Sí…
Myriam: ¿Cuándo se enteró?
Víctor: él día que me encontraste con ella en la cafetería… me vio tan mal, vio como te veía… que lo intuyó todo… cuando salí de tu departamento, iba dispuesto a decirle todo, pero cual fue mi sorpresa ya lo sabía… me dijo que luchará por tu amor, que nunca pensó que me causaría tantos problemas, que si no me querías escuchar ella hablaría contigo… que aunque me amaba, sabía que yo a ella no… que había sido feliz a mi lado… y me agradecía todo lo que había hecho, pero era hora de que buscara mi propia felicidad… y mi felicidad eres tú…
Myriam: Víctor…
Víctor: (sonrió…) ¿Quieres casarte conmigo…?
Myriam: (sonrió…) ¿Todavía me lo preguntas? (Le dio un beso… y lo abrazó…)
Víctor: ¿Entonces?
Myriam: ¡A qué sí!
Víctor: Te amo…
Myriam: Te amo…
Ahora sin más mentiras, ni engaños, ni malos entendidos fueron felices, Myriam por fin conoció todo el mundo en que se desenvolvía Víctor día a día, pero él tenía razón… ella ya lo conocía a él, por eso lo amaba, por eso nunca pudo dejarlo de amar, porque su corazón no la podía engañar… porque sabía quien era, aunque su cabeza pensaba que no, su corazón estaba perfectamente seguro de quien se había enamorado… se casaron poco tiempo después, ya no había nada que los separara… Myriam fue para Víctor todo, la niña, la novia, la esposa, la madre, amante… lo fue todo… era su vida… Era su mujer…
QLs- VBB BRONCE
- Cantidad de envíos : 219
Fecha de inscripción : 15/01/2009
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
Gracias por la novela!!!
FannyQ- VBB DIAMANTE
- Cantidad de envíos : 1511
Edad : 32
Localización : Monterrey,N.L.
Fecha de inscripción : 24/05/2008
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
Ke padre, muchas gracias por contribuir con las novelas completas.
alma.fra- VBB DIAMANTE
- Cantidad de envíos : 2190
Fecha de inscripción : 25/06/2008
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
gracias por la novelita me encanto
jai33sire- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 1207
Edad : 48
Localización : Mexico Distrito Federal
Fecha de inscripción : 23/05/2008
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
gracias por la nove
nayelive- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 1037
Localización : df
Fecha de inscripción : 07/01/2009
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
Síguele niña, muchas gracias por el capítulo!!!
Marianita- STAFF
- Cantidad de envíos : 2851
Edad : 38
Localización : Veracruz, Ver.
Fecha de inscripción : 25/05/2008
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
miil graciias x la noveliita
Dianitha- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 1477
Localización : chihuahua
Fecha de inscripción : 22/07/2009
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
graxias x la novela esta genial
mariateressina- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 897
Localización : Campeche, Camp.
Fecha de inscripción : 28/11/2009
Re: PORQUE SOY MUJER ((completa))
GRACIAS POR LA NOVELITA
dany- VBB PLATINO
- Cantidad de envíos : 883
Fecha de inscripción : 23/05/2008
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